domingo, 26 de julio de 2009

Tishá be Ab (Ayuno del 9 de Ab).(XIII).Tishá BeAv y sus oraciones


(Selección extraída del libro "Shulján Aruj", Recopilación de leyes prácticas, © Jerusalem de México)


1. La víspera de Tishaa Beav, después de la oración de Min-ha, al acercarse la puesta del sol, se toma la última comida que precede el ayuno, llamada Seudá Mafseket. Se come un solo guisado (según la costumbre, lentejas), pero puede saciarse de él.

2. Todo el tiempo que no decidió empezar el ayuno, puede seguir comiendo hasta la puesta del sol.

3. Al mediodía, o antes de la hora de Min-há, puede tomar una comida nutritiva, con varios platos a su gusto, pero sin carne ni vino.

4. En la Seudá Mafseket, cada uno come en un sitio aparte sin reunirse como de costumbre para no estar obligados a decir Zimún (bendición cuando se reunen 3 o mas personas). De todas formas, se suprime el Zimún aun si se sientan en grupo de tres personas para comer.

5. El guisado único de la Seudá Mafseket puede ser acompañado con verduras y frutas crudas, así como de bebidas, como café, té, etc.

6. Si la víspera de Tishaa Beav cae en Shabat, a salida de Shabat no se hace Havdalá. Se dice tan solo la Berajá Boré Meoré Haesh sobre una vela. A la salida de Tishaa Beav se dice Havdalá sobre el vino, resumida a dos Berajot: Boré Peri Haguefen y Hamavdil Ben Kodesh Lehol

Tishaa Beav - Las prohibiciones

1. Las abstinencias que marcan el ayuno de Tishaa Beav son las siguientes: está prohibido comer, beber, lavarse, friccionarse con perfumes, calzar cuero y tener relaciones conyugales.

2. Todas estas abstinencias se aplican tanto a la noche como al día. El ayuno empieza a partir de la puesta del Sol.

3. La obligación de ayunar incumbe a todos, aun a mujeres embarazadas o las que amamantan. Sin embargo, personas enfermas, aun sin gravedad, están exentas; pero no comerán hasta saciarse, sino lo que el cuerpo necesita."

4. Si Tishaa Beav cae en Domingo, como fue mencionado más arriba, sólo se dice Havdalá a la salida de Tishaa Beav. Sin embargo, el enfermo que come en Tishaa Beav dirá la Havdalá antes de comer.

5. No se debe enjuagar la boca en Tishaa Beav.

6. Está prohibido lavarse tanto con agua fria como con agua caliente, si es por razón de confort personal, pero si se ensuciaron las manos, la cara u otra parte de¡ cuerpo, se puede lavar la parte sucia.

7. Al despertarse por la mañana se hace Netilat Yadayim como está prescripto, con la diferencia que no se vierte agua sobre toda la mano, sino tan sólo sobre los dedos. Estando aun los dedos húmedos puede frotar con ellos los ojos. Si los ojos están legañosos, puede lavarlos como de costumbre.

8. Al lavar la vajilla, se pueden mojar las manos, siendo que la intención no es lavarse.

9. Está prohibido calzar cuero. Todo otra clase de calzado está permitido. Si atraviesa calles donde viven no judíos, puede calzar zapatos de cuero, pero se los quitará enseguida que llegue a la sinagoga o a la casa.

10. Se puede lavar o friccionar bebés como de costumbre.

11. Se prohibe estudiar la Tórá en Tishaa Beav, porque la Ley regocija al corazón. Está permitido estudiar textos tristes, como los relativos a la destrucción del templo o a temas de duelo.

12. No se saluda en Tishaa Beav, pero si nos saludan podemos responder en voz baja. Se prohibe enviar regalos en Tishaa Beav.

13. Hay que abstenerse de oler perfumes en Tishaa Beav. No se fuma en público.

14. No se viste trajes hermosos, aun usados.

15. El ayuno de Tishaa Beav, y sus abstinencias duran desde la puesta del sol de la víspera hasta la caída de la noche a la salida del 9 de Av.

16. Se acostumbra no trabajar hasta mediodía, para no distraer el espíritu del duelo por la destrucción del Templo. Nuestros Sabios dijeron que de todo trabajo efectuado durante Tishaa Beav aun después de mediodía, no obtendrá ninguna ganancia, si se concentra en él y distrae su espíritu del duelo.

17. La noche de Tishaa Beav y la mañana, hasta mediodia, se acostumbra sentarse solamente en el suelo o, si le es dificíl, sobre un banquito bajo.

18. Es preferible no pasear en Tishaa Beav pues podría distraerse y olvidar el duelo. Se debe evitar conversaciones que causarían risas y bromas.

19. Después de mediodía, se puede preparar la comida para la noche.

20. El Templo fue incendiado el 9 de Av y siguió quemándose durante todo el día 10 de Av durante el cual se observa algunos signos de duelo. La costumbre es no afeitarse ni comer carne antes del 10 de Av a mediodía. Pero si el 9 de Av cae en Shabat y Tishaa Beav fue aplazado al Domingo, se vuelve a lo normalidad desde el lunes por la mañana, 11 de Av, con la anulación de todas estas abstinencias. Asimismo, si el 10 de Av cae el viernes, desde el amanecer estas abstinencias cesan en honor del Shabat.

Las oraciones

1. La noche de Tishaa Beav, se encienden pocas luces en la singagoga. Se pone al revés el Parojet (la cortina que cubre el Hejal, arca santa) y durante el dia a la hora de Min-há se endereza.

2. La noche de Tishaa Beav, en el momento en que el Hazán anuncia el número de años transcurridos desde la destrucción del Templo, se apagan todas las luces, dejando sólo una vela encendida.

3. No se pone Talet y Tefilín en la oración de Shahrit, sino sólo para Min-há.

4. Las oraciones de Tishaa Beav son las mismas que las de los días laborables a las cuales se añade en Arbit y Sha-hrit la lectura de Kinot, cantos de lamentaciones sobre la destrucción y el exilio, así como la lectura de Meguilat Eijá, el libro de lamentaciones, seguida de Veaata Kadosh

5. En Shahrit, se intercala en la Amidá antes del final de la Berajá Shomea Tefilá, la oración de los dias de ayuno: Anenu. No se dice Tahanún. Se saca el Sefer Torá y se lee un trozo especial de circunstancia: Ki Tolid Banim (Deut. 9, 25-40) sin levantar el Sefer Torá (Hagbaha) de antemano. Se lee luego una Haftará, tambien de circunstancia: Asof Asifem. Después de volver el Sefer Torá al Hejal, se lee de nuevo Meguilat Ejá.

6. Para la oración de Min-há, se colocan de nuevo los bancos en la sinagoga para sentarse normalmente. En la Amidá, aparte de la oración de Anenu, se intercala en la Berajá de Boné Yerushalayim una oración especial: Nahem, por la consolación de los enlutados de Sion y por la reconstrucción de Jerusalén y de su Templo. La Hazará de la Amidá va seguida de la mención de versículos de consolación, prediciendo el esplendor futuro de Israel.

La hora de Min-há es el momento en el cual el fuego fue prendido en el Templo. Si cabe expresarse así, D-s vertió entonces su ira sobre maderas y piedras. Esto era precisamente la señal que el pueblo sería preservado; por lo cual es éste justamente el momento del consuelo. Nuestros Sabios dijeron (Talmud Taanit 30) que aquellos que se enlutan por Jerusalén, (por su Templo en estado de destrucción) tendrán el mérito de ver el esplendor futuro de Jerusalén y de Israel. Así dijo el profeta: (Isaias 66,l0): "Regocijaos con Jerusalén... participad en su alegría, vosotros que os enlutáis por ella"


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