martes, 11 de agosto de 2009

El mes de ELUL (II). Elul: El camino de regreso

Elul: Mes de Balance y Acercamiento

Por ser el último mes del calendario hebreo, Elul precede directamente a Rosh Hashaná (Año Nuevo), el día en el que el Creador juzga a las criaturas. Consecuentemente, Elul es un período propicio para la Teshuvá (arrepentimiento, retorno a Di-s), y, a su vez, es época de buena voluntad y aceptación por parte del Creador.

Ya desde tiempos bíblicos, Elul se distingue como mes de Teshuvá y Aceptación Divina.

Cuando el pueblo de Israel pecó con el becerro de oro y fueron rotas las Tablas de la Ley, Moshé subió nuevamente al Monte Sinaí para rogar por el perdón de su pueblo. Di-s aceptó sus súplicas y le ordenó labrar dos nuevas tablas. Moshé subió por tercera vez al monte al comenzar el mes de Elul, permaneciendo allí durante cuarenta días –todo el mes y parte de Tishrei. La Torá nos dice que estos días fueron de Aceptación Divina, tal como cuando Moshé subió por primera vez, antes de cometido el pecado con el becerro.

El 10 de Tishrei Moisés descendió con las nuevas Tablas. Entonces, el pueblo supo que Di-s los había perdonado totalmente. Desde entonces el Creador estableció estos 40 días como especiales para acercarse y volver a El, y que el 10 de Tishrei sea. Para siempre, Iom Kipur, el Día del Perdón.

También los cabalistas interpretaron varios versículos en el sentido de que Elul implica Teshuvá y Aceptación Divina. Así lo hallaron en el versículo: “Y para aquel que obró sin intención y Di-s colocó (a la víctima) bajo su mano, y pondré para ti un lugar…”. En las últimas palabras del versículo, se encuentra el acrósito “Elul”.

La enseñanza es múltiple: el texto bíblico se refiere a la persona que cometiera un asesinato involuntariamente; él podrá huir de los parientes o vengadores de su víctima y asilarse en una de las Ciudades de Refugio, hasta ser juzgado.

Buscando un sentido más profundo, y guiados por el acróstico, arribaron a la siguiente analogía: Elul es un mes “de refugio”. Para quien haya pecado, Elul es el momento de hacer un balance espiritual y prepararse para el juicio: Rosh Hashaná.

Más aún, nuestros Sabios descubrieron la clave de la conducta adecuada como preparación para el juicio. El mismo acróstico, “Elul” se encuentra en:

“Y purificará Di-s tu corazón y el corazón de tus descendientes”- Teshuvá-.

“Yo soy para mi Amado –Di-s-, y El es para mí”-Tefilá, la oración-.

“Cada hombre a su prójimo y obsequios a los pobres”- Tzedaká, caridad.

Estos versículos hacen referencia a las tres actitudes que deben tomarse en el mes de Elul: Teshuvá –retorno a Di-s; Tefilá –oración-; y Tzedaká –caridad-. En las plegarias de Rosh Hashaná decimos: “La Teshuvá, la oración y la caridad anulan cualquier decreto adverso” (Talmud).

Leyes y Costumbres de Elul

A partir del primer día de Elul, y hasta la víspera de Rosh Hashaná, exclusive, se acostumbra hacer sonar el shofar, (un cuerno de carnero) diariamente. En la víspera de Rosh Hashaná no se toca el shofar para establecer la diferencia entre los días en los que se hace por costumbre y el día en que es obligación bíblica hacerlo.

Esta práctica se lleva a cabo en la Sinagoga, al término de la oración matinal, Shajarit.

La costumbre de tocar el shofar durante el mes de Elul se remonta a la época de Moisés, cuando se tocó el shofar en esos días para que los judíos no volvieran a incurrir en el malentendido que los condujo a adorar el becerro de oro. Así, el llamado del shofar nos “despierta” de la vida profana y nos recuerda que es momento de hacer Teshuvá y prepararnos para el cercano día del juicio, Rosh Hashaná.

Durante el mes de Elul y parte de Tishrei, hasta Hoshaná Rabá (en algunas congregaciones hasta Shminí Atzeret) se incluye el Salmo 27 en las oraciones de la mañana y la tarde, pues éste dice “Di-s es mi luz” refiriéndose a Rosh Hashaná y “Mi salvación” aludiendo a Iom Kipur, “pues me ocultará en Su Sucá”, en Sucot.

A partir del domingo anterior a Rosh Hashaná, se acostumbra a levantarse al amanecer para recitar en la Sinagoga las oraciones de “Slijot” (súplicas de perdón), texto especialmente compuesto para estos días. Si Rosh Hashaná cae lunes o martes, se comienza a decir Slijot desde el domingo de la semana anterior. Los sefaradim acostumbraban a recitar Slijot desde el comienzo del mes de Elul.

Durante este mes todo judío debe realizar su balance espiritual –Jesh-bón HaNefesh-. Ha de analizar su relación con Di-s y con sus semejantes: cuáles son las acciones negativas que debe erradicar, cuáles las que debe mejorar y cuáles los preceptos que faltaron y debe introducir en su vida. De esta manera, cuando comience el nuevo año en Rosh Hashaná estaremos preparados para vivir una nueva etapa, de mayor pureza y elevación.

- Se acostumbra a revisar los Tefilín y Mezuzot durante este mes.

- Se acostumbra también a rezar con mayor devoción e incrementar la lectura de Tehilím (Salmos).

Las Letras de "Teshuvá"

El "Admur Hazaquén" -autor del Tania y el Shulján Aruj Harav-, Rabí Shneur Zalman de Liadí (1745-1813), había relatado a su nieto -Rabí Menajem Mendel de Lubavich, conocido como el Tzémaj Tzédek (1789-1866)- lo que había aprendido de su maestro, Rabí Dovber, el Maguid -predicador- de Mezritch (¿ - 1772), respeto de la importancia y alto valor de la Teshuvá -el retorno a Di-s por medio del arrepentimiento- Sus palabras estaban basadas en el versículo bíblico que dice "y retornarás hasta Di-s tu Señor" (Deuteronomio 4:30) e implicaban que el ser humano debía meditar acerca de este retorno, y este pensamiento debe lograr que "Di-s" sea "tu Señor". Para ampliar un poco este concepto, debemos recurrir a las enseñanzas del jasidismo. Y éstas nos enseñan que el mundo puede estar regido de acuerdo a dos sistemas: el sobrenatural o milagroso, es decir aquel estado en el que se percibe la mano Divina sobre todo, en vista de Su enfoque es el equivalente de "Di-s" -'Havaié'- sobre el que nuestros Sabios explican su significado de la siguiente manera: "Haiá, hové, veihié, keejad"- Fue, es, y será, todo en un instante -superior a las limitaciones Tiempo-Espacio, el Eterno. El otro sistema, también Divino, se expresa en el Nombre "Señor" o "Elokim" cuyo valor numérico (86) es igual al de la palabra "Hatéba" -'la naturaleza' (86). Y ese es el significado intrínseco que emana del versículo bíblico mencionado. 'Tu regreso a Di-s debe ser tal, que tu naturaleza sea percepción de lo supranatural'. Que Di-s (Havaié) sea tu Señor (Elokeja). Vake decir que la Teshuvá implica un grado de unión tal en el que se fusionan el hombre y la naturaleza que lo circunda, con la Divinidad más expresada. Todos los alumnos y discípulos de Rabí Dovber de Mezritch sinitieron, al oir semejantes palabras, una excelsa elevación espiritual. Rabí Meshulman Zushe de Anípoli, uno de sus alumnos más destacados, dijo después: -Este nivel de Teshuvá es tan alto y difícil de lograr, que he de dividirlo en partes. La palabra "Teshuvá" es, a su vez, iniciales de :

T-"Tamim tihié im HaShem Elokeja" (Deuteronomio 18:13)- 'integro serás con Di-s tu Señor'.

SH-"Shivití HaShem lenegdí tamid" (Salmos 16:8) - 'Tuve presente ante mí a Di-s, siempre'.

U-"Veahavtá lerreaj camoja" (Levítico 19:18) - 'Y amarás a tu prójimo como a ti mismo'.

V-"Bejól drajéja daéhu" (Proverbios 3:6) -'Conócelo (a Di-s) en todos tus senderos'.

A -"Hatznéa léjet im HaShem Elokeja" (Mijá 6:8) - 'condúcete discretamente con Di-s tu Señor'.

Cuando Rabí Shalom Dovber de Lubavitch (1860 - 1920) - el nieto de Rabí Menajem Mendel- repitió estas palabras a oídos de su hijo, Rabí Iosef Itzjak Schneersohn (1880 - 1950), el anterior Rebe de Jabad-Lubavitch, agregó su propio comentario. "La palabra teshuvá está compuesta de 5 letras. Cada una de ellas insinúa un camino y un enfoque específico de la Teshuvá". Luego de que el Rabí lo explicara in extenso concluyó diciendo que cada uno de los niveles de "teshuvá" puede ser alcanzado por medio de la concentración en la plegaria diaria. Someramente, su explicación de cada una de las letras fue la siguiente:

T

Tamim tihié im HaShem Elokeja -'íntegro serás con Di-s tu Señor'- lograr el retorno a Di-s por medio de la simplicidad del corazón, la integridad sin concesiones con una seriedad interna. Como fuera dicho acerca de nuestro primer Patriarca, Abraham: "Y hallaste su corazón fiel ante Ti" (Nejemia 9:8).

SH

Shivití HaShem lenegdí tamid 'Tuve presente ante mí a Di-s, siempre'- Este Nombre de Di-s (Havaié) señala la existencia del mundo creado como 'algo de la nada' (creatio ex nihilo). Vale decir que nada posee autoexistencia independiente sino que todo emana del hecho de que Di-s lo crea constantemente y le da vida a cada instante. Un pensamiento en este sentido conduce a la Teshuvá, en cuanto el hombre medita acerca de su pequeñez y la grandeza Divina, y cómo todo lo existente es parte de lo Divino.

U

Veahavtá lerreajá camoja - 'Y amarás a tu prójimo como a ti mismo'- Rabí Shneur Zalman solía decir que el amor al prójimo judío es un vehículo y medio de lograr el "Amarás a Di-s, tu Señor" (Deuteronomio 6:5). Tal como nuestros Sabios lo expresaran en la Mishná (Pirkei Avot III:10): "Todo aquel que es tomado con complacencia por sus semejantes, también es tomado así por el Creador".

V

Bejol drajéja daéhu - 'Conócelo (a Di-s) en todos tus senderos'- el hombre que medita con atención y observa lo que acontece a su alrededor, descubre y reconoce la revelación de Di-s en cada instante y cada paso. Ese es el tipo de Teshuvá al que se arriba por medio de la meditación en la Providencia Divina - Hashgajá Pratit-.

A

Hatznéa léjet im HaShem Elokeja - 'Condúcete discretamente con Di-s tu Señor'- ello significa ser muy cuidadoso en todo lo que respecta a la vivencia de acuerdo al Temor a Di-s. Que todas las buenas obras y el cumplimiento de los preceptos en la forma más brillante tengan por meta sólo cumplir con la Voluntad Divina, discretamente, a fin de que no existan intenciones secundarias, ni siquiera la de lograr el beneplácito de sus congéneres. Ese es el camino de la Teshuvá que se logra con el recato en la acción.


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