domingo, 23 de agosto de 2009

El mes de Elul (XI).Preludio al acontecimiento principal

Una buena pieza de música tiene un preludio, el cual hace que uno vaya poniéndose en un estado de ánimo adecuado para disfrutar la música. Este preludio nos prepara para el acontecimiento principal, asimismo el mes de Elul nos va predisponiendo para Rosh Hashaná y Yom Kipur: Elul es el período en que adquirimos una cierta agudeza espiritual y mental que nos permitirá sacar mayor provecho de estas fiestas santas. Sin esta preparación previa, la experiencia no es tan significativa.

Para poder referirnos al mes de Elul, debemos primero comprender el significado de Rosh Hashaná y Yom Kipur. No podemos comenzar a preparamos para una festividad si no sabemos de qué se trata. ¿Cuál es en realidad la finalidad o esencia de Rosh Hashaná y Yom Kipur? La respuesta es una sola palabra, "Teshuvá" o "retorno", en español.

Muchos nos preguntaremos probablemente qué sentido tiene en este caso la palabra "retorno". Si significa ser más religioso, muchos no hubiéramos ni siquiera comenzado el camino. Entonces, ¿cómo podemos hablar de "retorno"? ¿"Retomo" a qué?

La palabra "retorno" tiene connotaciones fascinantes. Es sinónimo de auto-superación o perfección. Al hablar de retorno, significa que esta auto-superación no es algo nuevo sino más bien un "retorno" a la esencia misma del ser humano. Para lograr perfección como judíos, no debemos imitar a los demás sino desarrollar nuestro propio potencial. Toda persona en el mundo tiene una misión única que sólo puede llevar a cabo con su propio esfuerzo. "Teshuvá" es descubrir esta misión y trabajar duro para cumplirla. Entonces, el retorno es un proceso sublime en que uno vuelve a su propio ser.

Durante este preludio de Elul, cada judío se hace una auto-evaluación para descubrir cuáles son las cosas realmente importantes en la vida, es decir, su propósito. Luego debemos ver si llevamos una vida de acuerdo con este propósito. Este es frecuentemente un proceso doloroso, porque nadie puede decir que saca verdadero provecho de su potencial. Esta búsqueda interior es un proceso personal intenso y puede ilustrarse con la famosa historia jasídica siguiente del Rabino Zusha:
"El Rabino Zusha solía decir. "Cuando vaya al Cielo, no me preguntarán '¿por qué no fuiste tan grandioso como Moisés?', ni '¿por qué no fuiste tan grandioso como el Rabi Akivá?' Me preguntarán, '¿por qué no fuiste como Zusha?"

Por lo tanto, el retorno o "Teshuva" es un proceso importante para todo judío, no importa cuan observante éste sea. En términos de potencial, todos poseemos la capacidad de superarnos.

¿Pero, por dónde comenzar? ¿Cómo emprender esa larga senda que nos llevará a la auto-superación? A continuación le proporcionamos algunos consejos que le serán sin duda de gran ayuda:

1) Tome dos aspectos de la vida judía en que usted ya esté involucrado. Por ejemplo, dar caridad, ir a la sinagoga, visitar a los enfermos, llevar un hogar Kasher, ponerse los Tefílín, etc.

2) El año que viene, trate de dedicarse en un 100% a estas dos mitzvot. Si usted ya está cumpliendo en cierto modo alguna mitzvá es porque tiene importancia para usted. Por lo tanto, es mejor perfeccionar las mitzvot que uno ya está realizando en vez de hacer otras a medias.

3) Si usted va a la sinagoga una vez a la semana, trate de ir mejorando lentamente esa mitzvá. Si usted se pone Tefilín muy de vez en cuando, trate de hacerlo todos los días, aunque sea sólo por unos minutos. Es decir, perfeccione algunas de las mitzvot que está acostumbrado a realizar. Este consejo vuelve a poner énfasis en el carácter personal de "Teshuva".

Vemos así que "Teshuva" es algo maravilloso. Es volver a nosotros mismos, a nuestro verdadero potencial. Elul es entonces una época en que adquirimos mayor conocimiento de nosotros mismos y mayor percepción de nuestras fuerzas y debilidades.

Creo que sólo podemos terminar este "preludio" con una cita extraordinaria de nuestros Sabios que acentúa la importancia y el carácter único del hombre.
“¿Por qué fue el hombre creado en forma individual y todo el mundo descendió de él?". Para que uno sepa que quienquiera que destruya un alma judía es como si destruyera al mundo entero y quienquiera que salve una alma judía es como si salvara al mundo entero". (Sanhedrin 37 (a)).

Esto significa que cada judío es tan importante como el mundo entero. ¡Esta es una gran responsabilidad! Y nos da mucho de qué pensar durante el mes de Elul.
Por. Rav Shlomó Wiener

http://judaismohoy.com/


No hay comentarios:

Publicar un comentario