domingo, 27 de septiembre de 2009

YOM KIPPUR (XV): RESUMEN

"Y le dijo el Eterno a Moisés: Y el día diez del mes séptimo, será de expiación (Yom Kipur), de sagrada convocación para vosotros. Os afligiréis y brindaréis una ofrenda al Eterno. Y no haréis labor alguna ese día, porque es día de expiación de vosotros ante el Eterno, vuestro D-os. Quien no se afligiera en ese día, será extirpado de su pueblo. No haréis labor alguna. Será estatuto para todas vuestras generaciones, donde quiera que habitáreis, a partir del crepúsculo del día nueve del mes y hasta el atardecer del día siguiente" (Vaikrá 23:26-32).

Excepto los sacrificios correspondientes que ordena la Torá (que por ausencia del Templo no podemos realizar), dos preceptos nos encomienda D-os en este día: La aflicción de las almas y la prohibición de realizar labores.

Aunque el día de Kipur fue denominado por la Torá Shabat Shabatón como las demás festividades (Rosh HaShaná, Pesaj, Shavuot, y Sucot), no está permitido ningún tipo de trabajo, incluso los permitidos en los otros días festivos (preparación de alimentos), debido que la prohibición en Yom Kipur es clara: "No haréis labor alguna", como en Shabat.

"Y afligiréis vuestras almas".


Si bien la Ley Escrita ("Torá SheBijtav"), no especifica el significado del precepto de afligir las almas, la Ley Oral ("Torá She Vealpé"), transmitida a Moshé por boca de D-os en el Monte Sinaí, nos explica que son cinco las prohibiciones en este día:

1.- Ayuno (tanto de comida como de bebida), excepto para los enfermos de gravedad o aquéllos que el ayuno puede poner sus vidas en peligro, las mujeres dentro de los tres días posteriores al parto, y los menores de edad (niños hasta 13 años y niñas hasta los 12). De cualquier modo, hay que educar a los menores de más de 9 años haciéndolos ayunar parte del día (según sus fuerzas).
En caso de necesidad, en el que un enfermo pide comer, debemos recordarle que es Yom Kipur, y aún si necesita interrumpir el ayuno por razones de salud, no deberá ingerir más de la cantidad del tamaño de 2/3 de un huevo en alimentos sólidos, ni más de 40cc de líquido en menos de 9 minutos.

2.- La prohibición de lavado, tanto con agua caliente como con agua fría, rige solamente cuando se realiza por placer, pero por necesidad (como el que sale del baño, por suciedad, o al despertarse) está permitido. En el caso del lavado de manos obligatorio, sólo se verterá agua hasta los nudillos de los dedos. Exceptuando al lauado por suciedad, en el que se puede mojar hasta donde necesite.

3.- La utilización de un ungüento recetado por el médico está permitida, a diferencia de las cremas de manos y otros cosméticos cuyo uso está prohibido.

4.- Nuestros Sabios solamente prohibieron los zapatos de cuero o aquellos en los cuales alguna de sus partes son de este material. Los zapatos tela, goma o plástico, están permitidos, como también, en caso de necesidad o en lugares de peligro por escorpiones o serpientes, están permitidas las botas altas que pueden evitar ese peligro.

5.-La vida matrimonial está prohibida, por lo que se deben guardar todas las leyes como si fuera en Nidá (Pureza Familiar).

Todos estos preceptos comienzan a regir desde el atardecer de la víspera hasta la salida de las estrellas del día siguiente. Como ocurre con el Shabat, tenemos la obligación de adelantar la entrada del día y retrasar su salida, para demostrar nuestro deseo en cumplir los preceptos.

En Shabat está prohibido ayunar y enlutarse en público. Sin embargo, si coincide Yom Kipur con Shabat, se deberán cumplir todos los preceptos correspondientes, debido a la repetición del párrafo que nos aclara que, aunque el día es considerado sabático, hemos de afligir en él nuestras almas.

La Seudá Mafseket (comida de interrupción) que efectuamos antes de comenzar con el ayuno, deberá ser festiva en señal de la confianza en la Bondad Divina, como demostración de nuestra seguridad de que el Todopoderoso perdonará nuestras transgresiones. De todas formas, es recomendable no abusar en las comidas, en especial las saladas o de difícil digestión, para que no produzca este exceso, la sed o el cansancio en las oraciones.

Kaparot, la víspera de Yom Kipur

1. Se suele hacer Kaparot la víspera de Kipur, se degüella un pollo para cada miembro de la familia, gallos para los varones y gallinas para las hembras. Un solo gallo basta también para toda la familia.

2. Antes de Shejitá, se revolea el pollo sobre su cabeza y se dice la fórmula que se traduce así: “Este pollo viene en mi lugar, me reemplaza y es mi perdón; este pollo va a la muerte y yo entraré en una vida larga y apacible.” No se puede pretender que esta acción tenga el efecto de un verdadero perdón, pero si somete su naturaleza animal a la voluntad de Di-s y se piensa que, en vez del pollo, uno mismo merece la muerte por causa de sus pecados, esta Teshuvá será ciertamente recibida por el Todopoderoso.

3. Hay que escoger un Shojet experto y sinceramente religioso, pues si por causa del ritmo acelerado de la Shejitá en ese momento, ésta no se realizara, en vez de efectuar una acción expiatoria, se añadiría una grave trasgresión.

4. Se suelen ofrecer las Kaparot a necesitados, o aun mejor rescatarlas con dinero que se distribuye a los pobres.
Reconciliación la víspera de Yom Kipur

1. Las faltas cometidas hacia el prójimo no se perdonan a menos que el culpable repare el daño causado y pida excusas. Si el ofendido no quiere disculparse, debe solicitar de nuevo perdón haciendo intervenir a tres personas con él, y reiterar esta solicitación si es necesario. Si después de tres veces el ofendido sigue rehusando disculparle, no tiene la obligación de insistir, pero reunirá a diez personas ante las cuales declarará: Cometí tal culpa hacia fulano y le pedí excusas, pero él rehúsa perdonarme.

2. Si el ofendido es su Maestro o su Rabino, debe seguir insistiendo tantas veces que sea necesario hasta obtener perdón.

3. El ofendido no debe de ser cruel, sino aceptar rápidamente las excusas sin guardar rencor. Sin embargo, si aquel le sacó mala fama, no tiene obligación de perdonarle.

4. Si el ofendido falleció, va a su tumba acompañado de diez personas y declara: pequé contra Di-s y contra esta persona.

5. Antes de ir a la sinagoga a la entrada de Kipur, hay que besar la mano de su padre y de su madre y pedirles perdón. Es un deber sagrado hacerlo y el que se abstiene es llamado pecador, pues desprecia el honor de sus padres. Si la Torá ordenó disculparse del prójimo la víspera de Kipur, esto se aplica con más razón al deber de los hijos hacia sus padres. Maridos y mujeres deben igualmente pedirse perdón mutuamente por cualquier contrariedad ocurrida entre ellos. El discípulo tiene también obligación de pedir perdón a su maestro.

Tefilot para Yom HaKipurim.

Una de las características más notables de este día son las oraciones con las que los judíos observantes acompañan las veinticinco horas de esta celebración. Entre ellas se destacan las oraciones de Kol Nidré, el Seder HaAvodá y la Nehilá...

Kol Nidré: Los rezos de Yom Kipur comienzan con la anulación de todas las promesas y excomuniones, debido a que hay transgresiones por las cuales la persona que las comete merece excomunión y la expulsión de la comunidad, por lo que no podría participar en los rezos públicos. El rabino, acompañado de otros creyentes, con los rollos de la Torá en sus manos y a manera de Tribunal Rabínico, deciden anular todos los impedimentos para este día.

Seder HaAvodá: En la Tefilá de Musaf, recordamos todo el servicio del Cohén Gadol (Sumo Sacerdote, el cual, en la época del Templo, pedía por el perdón propio y el del pueblo, y en el que en diez ocasiones recordaba el Divino Nombre Esencial de D-os, reverenciándose con temor todo el pueblo cuando lo escuchaba.

Nehilá: Luego de la Tefilá de Minjá, antes de la puesta del sol, cerramos el día de Kipur con la Tefilá de Nehilá. Después de la salida de las estrellas, se toca el Shofar en señal de libertad y de que fueron aceptadas todas nuestras plegarias.

Cuenta el Talmud que en la época del Gran Templo, al finalizar el día, el pueblo acompañaba con cánticos y bailes al Sumo Sacerdote hasta su casa, donde celebraba un gran banquete como prueba de agradecimiento a D-os por haber aceptado sus oraciones.

En nuestros días, acostumbramos, luego de la oración de Arbit, bendecir a D-os por la renovación del ciclo lunar (Birkat HaLevaná), y con gran alegría regresamos a nuestras casas a festejar la salida del día con la Havdalá.

Luego de la cena, se comienza inmediatamente con la construcción de la Sucá, demostrando así nuestro ímpetu por cumplir con las mitzvot.


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