miércoles, 30 de diciembre de 2009

Orjot jaim: Caminos de la vida (IV)

Para el Cuarto Día de la Semana: Miércoles

Estas son las cosas de las cuales debe cuidarse la persona para desviarse de las redes de la muerte e iluminar con la luz de la vida:

1 No seas negligente en el cumplimiento de una una mitzvá si se te ha presentado la posibilidad de cumplirla, y hazla sólo para cumplir con Su voluntad y sin demorarte.

Nos enseñaron Nuestros Sabios que así como en Pésaj debemos apresurarnos en hornear las matzot para que no se hagan jametz, así también debemos hacer con las mitzvot (ya que la palabra "matzot" del versículo: "Y cuidaréis la matzot" también puede ser leída como "mitzvot").

2 No te demores en recitar la bendición por la luna, ya que si los hijos de Israel no hubieran tenido ninguna otra mitzvá además de la de recibir la Presencia Divina cada mes, les sería suficiente (Sanhedcrín 42a).

La bendición por la luna es recitada una vez por mes algunos días después de cada rosh jódesh (comienzo de mes), como figura en los distintos sidurim (libro de oraciones), y ella encierra grandes secretos para el fortalecimiento de la fe. Veamos, a modo de ejemplo: "Bendito eres Tú Ado-nai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien mediante su alocución creó los cielos y mediante el viento de Su boca todo lo que hay en ellos (el sol, la luna y las estrellas). Una ley y un tiempo les fijó para que no dejen de cumplir su función. Están felices y contentos de hacer la voluntad de su Creador·.". Así también la persona debe estár feliz y contento de cumplir con la voluntad de su Creador. Y aunque D'os al comienzo había creado a la luna con el mismo tamaño que el sol, y luego la empequeñeció, y de todas maneras, ella cumple su función con alegría, así también debe ser con la persona, si en algún momento D'os decidirá empequeñecer a la persona en su dinero, en su honor, o en cualquier otra cosa, de todas maneras ella debe servirLo a D'os con alegría.

3 No hagas nada que provoque que las personas se rían (de ti), pues generalmente ellos no prestan atención a las cosas buenas pero descubren las malas.

El Rosh nos enseña aquí que no sólo debemos estar seguros de que nuestras acciones son correctas a ojos de D'os, sino que también debemos cuidarnos de no hacer cosas que parezcan incorrectas a ojos de las personas, aunque en realidad sean correctas a ojos de D'os.

4 No humilles a tu padre y a tu madre, y no les provoques sufrimiento; hónralos de la manera que puedas, todos sus días.

La Torá no le pide a la persona más de lo que él puede dar. Además de no causar sufrimiento y humillación a los padres, él debe honrarlos todos sus días, pero sólo de la manera que pueda, no más. El rico de acuerdo con sus posibilidades y el pobre de acuerdo a las suyas.

5 Que tu rostro no esté irritado ante los transeúntes y recíbelos con buen semblante.

Nuestro autor nos enseña aquí que si alguien le da caridad a algún pobre, que no lo haga de mala gana sino sonriendo y feliz de poder ayudar a otra persona. También debe consolarlo por su mala situación.

6 No olvides de ofrecerles alimento para su camino - además de acompañarlos, y consuélalos con palabras.

Complementando lo que nos había dicho en el consejo anterior, Rabenu Asher nos dice que si a la persona se le presenta la oportunidad de recibir a alguien en su casa, al despedirlo debe hacerlo de manera tal que no sienta que su estadía ha sido una carga para ti. Además, en caso de que lo necesite, debemos darle algunas provisiones para el camino, y también acompañarlo.

7 No pongas tus ojos en aquel que se enrriqueció más que tú, sino en aquel que se encuentra por debajo de ti.

"Ben Zomá dice: ·¿Quién es rico? El que es feliz con su parte·" (Avot 4:1). Si el adinerado no está satisfecho con lo que tiene él no es rico sino verdaderamente pobre. Por otro lado el pobre que está contento con lo que tiene, no mira lo que le falta y le agradece a D'os por su parte, es un verdadero millonario.

8 No te precipites en irritarte por ningún motivo, y demórate en enojarte, para que no pierdas tu sabiduría.

A pesar de que el Rambam nos había prevenido de enojarnos por cosas sin importancia, y nos permitió enojarnos por cosas importantes, el Rosh nos enseña aquí que la persona puede equivocarse pensando que algo que en realidad no es importante sí lo es, por lo tanto es preferible no enojarse por nada.

9 No saques de tu boca palabras con doble sentido y tampoco palabras indecentes, pues por todas tus palabras serás juzgado.

No es necesario extenderse en la explicación de estas palabras de Rabenu Asher, pues aún la persona más simple entiende la gravedad del asunto.

10 No te guardes el odio hacia tu prójimo inclusive un solo día, y sé humilde delante de él pidiéndole disculpas antes de que él lo haga.

Nuestro autor nos enseña aquí que aunque realmente hayamos sido heridos por alguien no debemos esperar que vengan a pedirnos perdón, sino que debemos adelantarnos al otro yendo a pedirle perdón nosotros primero. De esta manera le facilitaremos a él el esfuerzo y lo ayudaremos para que nos haga su pedido de perdón.

11 No hables arrogantemente y en forma altanera, ya que así no tendrás temor del Cielo.

Si alguien habla en forma arrogante eso demuestra que carece de temor de D'os, pues no entiende que Él conoce todos los pensamientos de las personas.


12 No le contestes a quien que te insultó, te despreció (y te mintió); pon tu mano sobre tu boca y calla, para que no se caliente tu corazón.

Véase lo que hemos escrito en el consejo número 22 del primer día. Además, dijeron Nuestros Sabios en la Mishná (Avot 4:1): "Ben Zomá dice: ·¿Quién es valiente? El que controla su instinto (del mal), como está escrito: 'Es mejor el que no se apresura en enojarse más que el valiente, y quien domina su espíritu más que el que conquista una ciudad' (Mishlé -Proverbios- 16:32).

13 No te enojes por un pleito que no es tuyo, ya que al final ellos se amigarán entre sí mas tú te quedarás enojado.

Este consejo del Rosh es, de hecho, una continuación del anterior. Nada bueno sale de la acción de alguien que se pelea por otra persona. Lo mejor es tratar de solucionar el pleito y la pelea de esas dos personas mediando entre ellas sin tomar parte en el altercado. Así cuando los dos vean que eres imparcial estarán más predispuestos a escuchar tu opinión.

14 No seas orgulloso con las personas. Sé humilde como el polvo que es pisoteado por todos.

Véase lo que hemos escrito al comienzo de los consejos para el primer día. No nos debe molestar ser pisoteados si eso no conlleva para nadie ningún efecto secundario indesedable, pero debemos valorar lo que somos y lo que tenemos.

15 No desprecies a nadie y a nada, ya que no existe persona que no tenga su hora y no hay cosa que no tenga su lugar.

"Él (Ben Azai) solía decir: "No desprecies a ningún hombre, y no seas indiferente a nada. Porque no hay hombre que no tenga su hora, y no hay cosa que no tenga su lugar" (Avot 4:3).

Ben Azai advierte que nunca debes denigrar o subestimar a ningún hombre, aún si él es de muy baja calaña. No hay persona en el mundo que no tiene su hora, por lo tanto puede llegar el momento que tú necesites de esa persona y ella tendrá una amplia oportunidad para tomarse su venganza.

Tampoco, debes estar tan seguro de que algo es imposible que pase. Si se te advierte que evites algo porque es peligroso, no seas indiferente a la advertencia diciendo que el peligro es lejano y seguramente nada ocurrirá. Nada en el mundo es imposible, por lo tanto piensa en el peligro como algo probable y trata de mantenerte alerta en contra de él. (Extraído de nuestro comentario al Pirké Avot, véase allí).

16 "Justicia, justicia perseguirás" (Devarim -Deuteronomio- 16:20), pues "quien persigue justicia y benevolencia, encontrará vida, justicia y honor" (Mishlé -Proverbios- 21:21). No dejes de dar de una sola vez un monto determinado cada año, o también cada mes o cada semana, de acuerdo a tus posibilidades. Y no dejes de dar cada día incluso algo mínimo por lo menos antes del rezo. Y si puedes dar el diezmo, hazlo; y habrá alimento en tu casa. Siempre que puedas hacer benevolencia ya sea los vivientes, ya sea con los muertos, ya sea con los pobres, ya sea con los ricos (hazlo).

Enseñaron Nuestros Sabios: en tres aspectos es más grande la benevolencia que la caridad: la caridad se hace con el dinero pero la benevolencia con el cuerpo y con el dinero; la caridad se hace con los pobres pero la benevolencia se hace con los pobres y con los ricos; la caridad se hace con los vivientes pero la benevolencia se hace con los vivientes y con los fallecidos (Sucá 49b).

17 Desea lo que desee tu Creador. Alégrate con tu parte ya sea grande o pequeña. Ruega delante de Él siempre para que dirija tu corazón hacia sus estatutos, y en el resto de tus caminos deja para D'os tu carga. Que no sea doloroso a tus ojos gastar dinero para honrar al shabat y a las fiestas en todo lo que se necesite. Intenta honrarlos, y recibirlos antes de que comiencen, y deleitare en ellos mediante la comida y la bebida; pero la mitad del día dedícate al estudio de la Torá en el Bet Hamidrash. Hónralo al comenzar y al finalizar, preparando la mesa después de que culminó el shabat.

Es probable que nuestro autor se haya basado en las palabras de la mishná: "Él (Rabán Gamliel) solía decir: Haz Su voluntad como si fuera la tuya, para que Él haga tu voluntad como si fuera la Suya. Anula tu voluntad ante la Suya, para que Él anule la voluntad de otros ante tu voluntad" (Avot 2:4, y véanse nuestros comentarios allí).

El Rosh nos enseña que la forma de medir nuestra fe en D'os es observando hasta qué punto nos preocupamos por nuestro sustento en relación con la preocupación por nuestra espiritualidad. Además, Rabenu Asher nos recuerda que la persona no debe limitar sus gastos para el shabat y las fiestas (dentro de sus posibilidades), pues todos los gastos de la persona están fijados por D'os desde Rosh Hashaná, excepto los gastos de Shabat e Iom Tov, y si él disminuirá sus gastos en ellos, a él le será disminuído también el dinero que dispondrá para gastar ese año. Mas si él honrará a los días de shabat e Iom Tov sin limitarse en los gastos (dentro de sus posibilidades), entonces a él le será aumentado el dinero que dispondrá para gastar ese año.

Por otro lado, nuestros sabios nos enseñaron que debemos adelantar el comienzo del shabat absteniéndonos de hacer las labores que están prohibidas en él varios minutos antes de que realmente comience. Asimismo, debemos honrarlo comiendo una cuarta comida después de haber finalizado el shabat y haber hecho la havdalá (Véase Shulján Aruj, Oraj Jaim cap. 300). Esta comida de despedida en honor del shabat es conocida con el nombre de melavé malká (acompañamiento de la reina).

18 No duermas mucho como un perezoso, acostúmbrate a despertarte cuando sale el sol, y al cantar de los pájaros levántate de tu cama.

Véase lo que hemos escrito en el consejo número 11 del día martes.

19 No reces sin lavarte las manos y sin purificación, pues tu rezo no será escuchado.

Así como es necesario antes del rezo "limpiarse" de pensamientos que pueden desconcentrarnos en él, así también debemos cuidar la limpieza y la pureza de nuestro cuerpo, y es por eso que antes de rezar debemos lavarnos las manos. Además, quien lo necesite, deberá ir al servicio para luego poder rezar con pureza y sin factores que lo puedan perturbar.

20 Reza con concentración y sin apresuramiento, para que lo escuche el oído.

Varias veces nuestro autor ya nos había prevenido de rezar con concentración y a pesar de eso, una vez más nos repite este consejo. La razón de esto es que "cuatro cosas necesitan un fortalecimiento por parte de la persona, para que sean bien realizadas: el estudio de la Torá, las buenas acciones, el rezo y la ocupación (la profesión, el trabajo)" (Berajot 32b).

21 No te olvides de Quien te ha creado y te ha formado, y en todos tus caminos conócelo, e imagínalo frente a ti, siempre.

"He imaginado a D'os delante mío siempre" (Tehilim -Salmos- 16:8) - esta idea es una regla muy importante en la Torá y en el nivel de los justos que se encaminan delante de D'os (Ramá Oraj Jaim 1:1).

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