domingo, 24 de enero de 2010

El Significado de los Sueños


El gran erudito Maarsh’á divide a los sueños en tres tipos:

1 – Existe un tipo de sueño que de acuerdo a la forma en que se presentó, da todas las posibilidades para ser interpretado para bien o para mal. Esta clase de sueños, van según la boca, es decir, tras la interpretación que se les de con la boca.

2 – Existe otro tipo de sueños, los cuales por la manera en que se presentan, anuncian claramente, sin lugar a dudas, el desenlace de su contenido, y se tornarán realidad aunque no se los interprete. Pero pese a la severidad de los mismos, al interpretarlos, se puede amortiguar su efecto, o en ocasiones, se los puede revertir totalmente.

3 – La última clase de sueños corresponde a los verdaderos que anuncian el futuro, como los de Iosef, narrados en el Pentateuco y ellos se hacen realidad no dependiendo de la interpretación que se les de, ni sufrirán modificación alguna a causa de la interpretación, solo se los puede modificar a través de arrepentimiento por los pecados cometidos y realizando actos buenos.

Por todo lo mencionado, y teniendo en cuenta que la mayoría de los sueños que nos acontecen pertenecen a las dos primeras categorías citadas, sumado a que “los sueños van detrás de la boca”, es decir, acontecerá de acuerdo a la interpretación que les demos, y añadiendo lo que fue explicado en el Talmud, o sea, que en todo sueño hay cosas ciertas y también irreales, por todo esto, y otras razones más, es imprescindible que si estamos preocupados por lo que soñamos, se lo demos para interpretar, a una persona apta, o sea, un hombre de bien, observante de los preceptos de la Torá, que además tenga conocimientos acerca de la interpretación de sueños. Y debemos saber que este tipo de gente no abunda, por lo que es necesario, consultar a un Rabino competente antes de actuar.

No obstante, teniendo en cuenta que los sueños van detrás de su interpretación, si no tenemos a quien recurrir pues no hay alguien que sea temeroso de Di-s, observante de los preceptos de la Torá, y sepa interpretar sueños en donde vivimos, podemos reunir tres individuos, como enseñaron en el Talmud (Berajot 55b): “Aquel que tiene un sueño, y está preocupado por el mismo, que busque tres individuos y lo tornen para el bien”.

¿Cómo hace?. Que traiga tres amigos (pues es necesario que lo aprecien para que tuerzan el sueño para bien), y les dice: “¡Vi un sueño bueno!”. Y los amigos responden a continuación: “Bueno es, y que bueno sea, y que Hashem lo considere para bien. Que siete veces decreten sobre ti desde el Cielo que sea bueno, y que efectivamente sea bueno”.

Luego los amigos dirán tres versículos que versan acerca de invertir el mal en bien, luego tres que expresan liberación de aflicciones, y tres que denotan paz, y estos son los versículos:

Para invertir el mal en bien:

Salmos 30: 12: “Invertiste (Hashem) mi duelo en alegre danza por mi causa, apartaste de mi la arpillera del luto, y me ceñiste con lazos de alegría”.

3Iermia 31: 12: “Entonces se alegrará la congregación de Israel con danza, jóvenes y ancianos conjuntamente, e invertiré (dice Hashem) su luto en regocijo, y serán consolados y se alegrarán de su tristeza”.

Debarim 23: 6 “No se aprestó Hashem tu Di’s a escuchar a Bilam, e invirtió Hashem tu Di’s, para ti, la maldición en bendición, por el amor hacia ti de Hashem tu Di’s”

Para liberarse de las aflicciones:

Salmos 55: 19: “Libera (Hashem) íntegramente mi alma para que no se aproxime hacia mi el mal, pues en numerosas aflicciones Tus maravillas estuvieron conmigo”

Ishaia 35: 10: “Los liberados por Hashem tornarán, y vendrán a Tzión con algarabía, y la alegría eterna a la cabeza, el regocijo y la alegría los alcancen, y que huyan la tristeza y los flagelos”.

Shmuel A 14: 45: “Dijo el pueblo a Shaul: ¿acaso Ionatán perecerá por haber realizado esta gran salvación a Israel?. La vida de Hashem guarde si caerá un solo cabello de su cabeza a tierra, pues Di’s fue el que obró en este día; y liberó el pueblo a Ionatán y no pereció”.

Para traer paz:

Ishaia 57: 19: “Crearé (a las naciones) palabras que emanan de los labios (un nuevo modo de hablar, mediante el cual no se mencionarán ya más las guerras, sino) paz, paz, dirán al lejano y al cercano, dijo Hashem, y los sanaré (a Israel)”.

Dibrei Haiamim A 12: 19: “Un espíritu (de buena voluntad) se invistió en Amasai, el jefe de los capitanes, para ti vinimos (para tu bien) y (deseamos estar) contigo hijo de Ishai, paz, paz sea para ti, y la paz sea para quien te ayuda, pues te ayuda tu Di’s. Los recibió David y los puso al frente de la tropa.

Shmuel A 25: 6: “Dirán (a Naval): ¡Que así sea el año que viene (que haya abundante esquila de lana), que estés en paz, y tu casa en paz, y todo lo que tienes en paz!”.

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