viernes, 29 de enero de 2010

Shabat, una relación íntima con Nuestro Creador



"Me gustaría convertirme al Judaísmo, sin embargo, hay algo que no estoy dispuesta a cuidar: EL SHABAT".
"¿Porqué se aíslan del mundo? ¿Porqué tantas prohibiciones?".

"Te quiero hacer una pregunta: ¿Cuál es el problema si en Shabat revisamos el estado de cuenta de la tarjeta de crédito? ¿Existe alguna forma racional de entender el SHABAT?".

Todos los Viernes en la noche nos acompañan dos ángeles a nuestra mesa de Shabat. Los recibimos con una composición llamada: Shalom Aleijem que consta de 4 párrafos:

1- Shalom Aleijem, lo cual quiere decir "que la paz sea con ustedes". (les damos la bienvenida).

2- Boajem leshalom, "que su llegada sea en paz".

3- Borjuni Leshalom, "bendíganme con paz".

Cuando llegamos al cuarto párrafo, sorpresivamente les decimos TZETJEM LESHALOM, hasta luego!, "PARTAN EN PAZ".

¿Porque los despedimos? ¿Acaso no sería algo muy elevado cenar con los ángeles?

La respuesta la encontramos en algo que sucede en una boda judía y es muy similar a lo que nos pasa cada Shabat con los dos ángeles. Después de la Jupá (dosel nupcial) los amigos más cercanos acompañamos a los novios, a un jeder ijud (cuarto privado o cuarto de unión) y al entrar al cuarto, los novios nos dicen: muchas gracias!! Que partan en paz! Cierran la puerta y por primera vez se encuentran a solas disfrutando de su nuevo estatus de marido y mujer.

Nosotros también, cada Viernes en la noche somos acompañados por dos ángeles (los amigos más cercanos de nuestra familia) hasta que entramos al cuarto de unión, y les agradecemos y pedimos una bendición, pero cerramos la puerta para permanecer con nuestro Creador por las siguientes 24 horas, así como un marido con su mujer, con los sentimientos de amor que todavía se encuentran frescos del dosel nupcial. Como una pareja de recién casados, nosotros y nuestro Creador y nadie más.

Shabat es el día en el que entramos en relación íntima con nuestro Creador tal como dice el versículo: Hebiani Hamelej jadarav, naguila venismeja baj (Shir Hashirim 1-4) "El rey me ha traído a las recámaras de su palacio, nos alegraremos y nos regocijaremos en Ti". El midrash Tanjuma lo compara con un Rey que construyó un impresionante palacio y al inaugurarlo invitó a todos sus súbditos a que entren a experimentar la grandeza y honor de su creación por medio de compartir un gran y suculento banquete en la parte más bella e interna del palacio.

Asimismo, cada semana de seis días, representa la construcción del palacio de nuestro Creador, y cada Shabat nos invita a compartir lo grandioso de Su universo y la dulzura de Su creación.

MEEIN OLAM HABÁ - LA EMBAJADA

¿Han entrado alguna vez a la embajada de los Estados Unidos? ¿No les ha pasado que desde que entran ya huelen a Estados Unidos? Y uno se siente como si entró a ese país, el mismo personal que no es norteamericano actúa de otra forma, te tratan de otra forma, se ve todo diferente, los colores de la bandera, la foto del presidente, otro mundo.

Shabat es llamado Meein Olam Habá, es decir, es una embajada del Olam Habá (mundo venidero). Y al igual que la Embajada de los Estados Unidos, desde que entras al Shabat, ya hueles el Olam Habá, y todos nos sentimos en otro país aunque seguimos en el mismo lugar en el que vivimos toda la semana, en la misma casa, mesa, pero dentro de la embajada, sentimos la grandeza del poder habitar los recintos más bellos y profundos del palacio de Nuestro Creador, en total armonía con nuestra familia y prójimos.

Para entender las preguntas originales: Imaginemos a una pareja de recién casados en su Luna de miel: llegan a un hotel en la cima de una montaña, con la vista hacia la bahía, a lo lejos el mar, las montañas, el cielo y se sientan muy unidos en el balcón, muy románticos, abrazados, expresándose mutuamente su amor y unión… y de repente suena el celular de ella tinnnnnnnnn… y a los dos segundos bip bip, el beeper de él. "Ah, se me olvido bajar mis Emails, tengo un mensaje muy importante de un negocio...ahora vengo". "Yo también ahora vengo tengo que hacer una llamada telefónica muy importante". ¿Y la Luna de Miel??

Si entendemos el Shabat en los términos anteriores, las prohibiciones del Shabat pueden ser vistas con una nueva visión: Nuestro Creador nos dio los parámetros más lógicos con los cuales podemos desarrollar una profunda y verdadera relación. Nos desconectamos del mundo que nos rodea, el cual constantemente nos tiende a alejar de nuestra relación con nuestro Creador y familia. Y tal como en un matrimonio, necesitamos momentos de entrega mutua, uno para el otro, sin llamadas, sin juntas, sin preocupaciones, con una total libertad. Las prohibiciones las podemos ver como una oportunidad de recuperar en nuestras vidas la intimidad, la fuerza de la unión. Cuando estamos sentados en familia o con nuestros amigos en la mesa de Shabat estamos en una armonía total con nuestro Creador.

SHABAT Y LA TEFILA (rezos)

¿Hay algo que haces todos los días del año, 365 días tres veces al día que lo disfrutas y no te cansas de hacer? La repuesta es obvia: desayunar, almorzar y cenar. Seguramente nunca te ha sucedido que te despiertas en la mañana con el delicioso olor a café y pan tostado y digas... "no, no otro desayuno!!". Al contrario puede ser una grata y constante experiencia… aunque se repita por 120 años !!! ¿Y que me dirás del rico steak a mediodía cuando te escapas del trabajo para comer una rica comida en el restaurante más fino que existe?

El sistema del alma es similar al del cuerpo. Tefilá es la comida del alma tal como la comida es la alimentación del cuerpo. Así como cada mañana desayunas y te alcanza la energía hasta el mediodía y antes de la comida ya no aguantas las ganas de comer, y del mediodía hasta la noche te alcanza hasta la cena, igualmente, necesitamos la tefilá tres veces al día para que nuestra alma recupere energías - las cuales le duran hasta el mediodía, y del mediodía hasta la noche y de la noche hasta la mañana siguiente - ya que nuestra alma al estar en contacto con el mundo material se debilita y necesita esos momentos de alimentación para recuperar el balance espiritual en la vida, para recuperar nuestra cercanía con Nuestro Creador.

Pero al pasar seis días de la semana no es suficiente estas tefilot para su purificación. Necesita un día que podamos purificarnos totalmente de la contaminación espiritual que se acumuló durante los seis días de la semana, de nuestros contactos mundanos. Le damos descanso a nuestro cuerpo, para que podamos ingresar a nuestro corazón las necesidades de nuestra alma (ver artículo: El Trabajo del Corazón) alimentándolo con un buen guefilte fish, o pata de pollo, un cholent, etcétera, y fortalecemos nuestra relación con nuestro Creador con cánticos, palabras de Torá, unión familiar, tiempo de meditar, etc.

SHABAT Y EL TEMPLO DE JERUSALEM

En el mundo físico, nos encontramos entre las dimensiones del tiempo y espacio. Así como nuestro Creador nos dio la oportunidad de reforzar nuestra relación con Él en la dimensión del tiempo, también nos dio una forma de relacionarnos por medio del espacio: el Templo de Jerusalem. Éste es el espacio para desarrollar nuestra relación íntima con Nuestro Creador. Hoy en día solamente nos quedó el Shabat, sin embargo, cuando entramos al Shabat es como entrar al Templo de Jerusalem. (Es interesante notar que si Tisha Beav cae en shabat no lo podemos celebrar debido a que en shabat no hay luto, ya que estamos en la dimensión equivalente a la vivencia del Templo de Jerusalem. Cuando llega el Shabat, llega el Templo de Jerusalem).


Sorprendentes Relaciones:

En el Templo de Jerusalén teníamos lo siguiente:

1- Equivalente a las velas de Shabat, el encendido de la Menorá.

2- Equivalente a las Jalot, se encontraba una mesa con 2 grupos de seis panes.

3- En Shabat acostumbramos a vestirnos de manera especial, al igual que en el Templo donde los Cohanim (los sacerdotes) llevaban vestimentas especiales.

4- Antes del Shabat nos bañamos y muchos acostumbran sumergirse en la Mikve (piscina ritual), al igual que los cohanim que debían sumergirse en la mikve y lavarse sus manos y pies antes de realizar sus actividades en el Templo.

5- La Presencia Divina representaba la relación entre Nuestro Creador y el pueblo de Israel. En Shabat ponemos un especial énfasis en el shalom bait (la paz en el hogar).

6- El Kodesh Hakodashim, el cuarto íntimo en el cual dos kerubines - uno masculino y otro femenino - representan la relación más profunda e íntima de nuestro Creador con el pueblo de Israel, se puede comparar con el consejo de los Sabios de mantener relaciones matrimoniales en la noche de Shabat.

7- Todo el servicio Divino era acompañado por el cántico de los levitas, lo que equivale a las zemirot (cánticos del shabat).

8- Existía una ofrenda de incienso llamada el ketoret, la cual provocaba un olor muy especial en el Templo. En Shabat también tenemos el olor del cholent. ¿Han olido el rico olor del cholent en las casas que cuidan el Shabat?

9- La comida de la carne de los sacrificios equivale a la suculenta comida carnea de Shabat.

10- El Arón (el Arca) que llevaba dentro de sí la Torá se puede comparar con el Shabat que es un momento para profundizar en la Torá.

Una Pequeña Anécdota

Una vez tuve la oportunidad de platicar con un policía de transito que trabaja en la ciudad de México. Este policía, aunque no es judío, le gusta mucho todo lo relacionado con el judaísmo. Siempre que detiene a un judío que se pasa un semáforo en rojo o cualquier tipo de infracción, aprovecha para platicar con ellos. Una vez, me contó que le tocó trabajar en la colonia Polanco en el día de Shabat (una zona donde vive una gran comunidad judía, en México) y detuvo a un coche que pasó en rojo. El Policía notó que el que estaba manejando el coche era judío, y muy sorprendido, en lugar de pedirle su licencia de manejo y los papeles, le preguntó: "¿Qué hace usted manejando en Shabat?". El automovilista se puso blanco, pues nunca se lo esperaba. El policía continuó diciendo: "Le voy a decir las famosas palabras de R' Shimshon Rafael Hirsch: Más de lo que el pueblo de Israel ha cuidado el Shabat, el Shabat ha cuidado al pueblo de Israel.

El Judaísmo no es una religión, es una relación entre nosotros y nuestro Creador. El Shabat es el día que cuida y fortalece, y le da bases sólidas a nuestra relación con nuestro Creador. En los momentos difíciles, así como en un matrimonio, es cuando se pone en juego dicha relación. El pueblo de Israel llevamos ya casi dos mil años en los que hemos pasado por muchas dificultades y pruebas, en las que nuestra relación con nuestro Creador se ha puesto en peligro, pero gracias a nuestros refuerzos diarios de oraciones y especialmente gracias al Shabat, hemos podido continuar nuestro matrimonio con nuestro Creador.

SHABAT SHALOM
Que tengamos paz

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