martes, 23 de febrero de 2010

Parashá Shavua: Tetzavé -(Ordenarás). Shabat Zajor. 13 Adar 5770 (27 Febrero 2010)


Shabat Zajor

Este Shabat, además de la Parashá de la semana, se leerá una lectura adicional. Dicha lectura adicional se llama parashat ZAJOR y su contenido es el precepto de recordar la maldad del pueblo Amalek y la obligación de aniquilarlo. Es una Mitzva de la Torá, tanto para hombres como para mujeres, ir este Shabat a la sinagoga para escuchar esta lectura especial.

Parashat Zajor se lee cada año en el último shabat antes de Purim, ya que esta fiesta es en memoria de la victoria de nuestro pueblo contra Hamán, quien fue un descendiente de Amalek. Cada año uno se cuestiona: ¿Quién es ese Amalek al cual tengo que aniquilar? ¿Dónde se encuentra este pueblo? ¿Acaso tengo que ir por todo el mundo para encontrar al pueblo de Amalek y hacer una guerra contra él?

La respuesta es la siguiente: Amalek representa la esencia del mal en este mundo, el cual fue creado para ser aniquilado por el ser humano, y el ser humano por su lado, fue creado para pasar una prueba que consiste en sólo dos opciones: o ser aniquilado por el mal, o que el mal sea aniquilado mediante él. Este mismo mal se presenta de muchas formas: puede ser el mismo instinto malo que existe dentro de cada uno, o diferentes clases de desgracias que tienen lugar en el mundo, o puede hacer aparición en la forma de distintos pueblos que su esencia es el mal.

Nuestra obligación es aniquilar a Amalek en todas sus formas y presentaciones, lo que significa que el ser humano tiene que luchar primero contra sus malos instintos, y como dice el dicho popular: "la limpieza comienza por hacerse en la casa de uno".

La naturaleza de Amalek es que con él no existen términos medios, o acaba uno con él, o él termina con uno; por lo tanto uno debe estar constantemente atento y no dejar que Amalek levante su cabeza. Y esto nos explica por qué cuando en la Meguilá de Ester son leídos los nombres de los diez hijos de Hamán, los tenemos que mencionar sin respirar en el medio, ya que cuando uno se ocupa de aniquilar a Amalek, no debe descansar, ni siquiera respirar, para que éste no tenga la oportunidad de levantarse de nuevo.

Éste fue el error del Rey Shaul que dejó vivo a Agag, el Rey de Amalek, contrariando la orden Divina - a pesar de que, de hecho, el profeta Shmuel lo mató al día siguiente. Sin embargo, la única noche que pasó entre la conquista de Shaul y la acción de Shmuel, fue suficiente para que Agag dejara a una mujer embarazada y de ahí resurgió Amalek nuevamente.

Una de las Mitzvot que tenemos en Purim, es llegar a un estado de conciencia tal donde no sepamos distinguir entre el bendito Mordejai y el maldito Hamán. Respecto del cumplimiento de dicha Mitzva existen varias interpretaciones, y entre ellas la más aceptada es que para conseguir esto debemos emborracharnos.

Sin embargo, podemos decir que la Mitzvá de diferenciar entre el bendito Mordejai y el malvado Hamán consiste en la obligación de no saber ni reconocer el término medio entre ellos, ya que si tú no acabas con Hamán, Hamán terminará contigo, entonces o luchas por la victoria de Mordejai (el bien en general) y por lo tanto serás bendito, o dejas de luchar por ello y Hamán (el mal en general) es quien va a ganar y entonces serás - D's no lo quiera - maldito.

El día de Purim (en el cual obtuvimos la victoria contra Hamán) es uno de los días más alegres de nuestro calendario, ya que la verdadera alegría viene únicamente cuando se logra la victoria contra Amalek en sus diferentes presentaciones. El dicho popular que dice "no todos los días es Purim", es cierto mientras no acabamos definitivamente con el mal, sin embargo cuando esto suceda, festejaremos Purim todos los días del año.

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