viernes, 12 de febrero de 2010

Un par de cuentecitos


El Chismoso Arrepentido

Relatan los sabios sobre un judío que era conocido en su comunidad como el chismoso comunitario; él acostumbraba a contar y chismear sobre cualquier tema, o cualquier persona, hasta que logró recibir el título negativo de chismoso profesional.

Este chismoso era centro de información comunitaria; Después de años de hablar negativamente y de chismear, sin duda alguna complicó la vida de mucha gente, destruyó hogares. Decidió que había llegado la hora de hacer Teshuvá, de arrepentirse sobre todo lo que habló, actuó, chismeó y por lo tanto se dirigió al Rabino comunitario para que le ayudara en su proceso de arrepentimiento.

El Rabino quién conocío al chismoso profesional, le preparó un plan de arrepentimiento, y como primera etapa de la Teshuvá le dijo “debes ir al lugar en el que degüellen pollos, Llenar dos sacos de plumas y regresar conmigo”. El chismoso pensó que básicamente era fácil: sólo reunir y llenar dos sacos de plumas no era gran trabajo. Así que fue, lo hizo tal cual se lo habían mandado. Fue al matadero de pollos, lleno dos sacos de plumas y regresó muy contento donde el Rabino, pensando que ya había culminado su proceso de arrepentimiento; él no sabia que había una segunda etapa.

El rabino le dijo, que en la segunda etapa debería ir a tomar los dos sacos llenos de plumas, esparcirlas en las calles de la ciudad y después regresar. Sin otra opción, al chismoso le tocó cumplir lo que dijo el Rabino, pensando en la vergüenza y la humillación que tendría al tirar las plumas en las calles de la ciudad, como enmienda de los pecados graves por ser chismoso, hablar mal, y poner apodos, lo cual había hecho durante muchos años.

El “chismoso” cumplió la orden del Rabino y al terminar, regresó contento pensando que su expiación de pecado y su proceso de arrepentimiento había terminado. El Rabino le sorprendido dándole una tercera orden como parte del proceso; tomar los dos sacos vacíos, e ir por toda la ciudad, de calle en calle, de casa en casa y de techo en techo recogiendo las plumas que había echado al aire.

El chismoso perdió la paciencia y fue tan grande su coraje que explotó diciendo al Rabino que era imposible recoger todas las plumas; “unas puedo, pero todas imposible, muchas de ellas el viento las llevó a otras ciudades, otras se irán a los río, y los ríos las llevarán al mar y el mar, quien sabe a donde las llevará”, no lo puedo hacer Rabino… es imposible.

Esto es lo que esperaba escuchar le dijo: sí, tienes razón, es imposible recoger todas las plumas, así mismo es imposible recoger todos los chismes, el mal nombre y la habladuría habla, que usted hizo durante años en la comunidad y en esta ciudad y en otras, los mensajes y las mentiras que usted dijo han llegado a cualquier lugar del mundo, ha destruido hogares, formado peleas y divorcios entre otros. Ahora ¿como quieres corregir y perfeccionar todo el daño que has hecho?

De todas maneras el Rabino dijo el Rabino al ex chismoso: reza a D-s, arrepiéntete de corazón comienza el proceso, no importa que sea largo, no importa que largo sea, suplica a D-s con lágrimas, ya que ellas simbolizan el arrepentimiento y él, seguro que te va orientar el camino y la manera de perfeccionar tus acciones.

El domador de animales

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a D’s se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia, se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer. La gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro.

A lo que les contestó:

"Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león".

No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales?

Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.

“Estos animales TODOS los llevamos dentro”

Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo.

Tengo que entrenarlos para que sólo se lancen sobre presas buenas… SON MIS OJOS

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir… SON MIS MANOS

Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta… SON MIS PIES

Lo más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño… ES MI LENGUA

El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día… ES MI CUERPO

Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso… ESE... ES MI CORAZÓN

Que logres domar aquellos animales que reconoces como poco dóciles en ti.


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