jueves, 6 de mayo de 2010

Los sueños según el Talmud (II)

Más sobre los sueños:

Rav Huna bar Ami dijo lo siguiente en el nombre de Rabí Pedat, quien a su vez lo dijo en el nombre de Rabí Iojanán: El que ve un sueño y su alma está angustiada, debe ir y hacerlo interpretar en presencia de tres personas.

Pregunta: ¿Debe hacerlo interpretar? Pero he aquí que Rav Jisda dijo: Un sueño que no ha sido interpretado es como una carta que no ha sido leída, lo cual aparentemente indicaría que es preferible no hacerlo interpretar.

Respuesta: Antes bien, di: El que ve un sueño y su alma está angustiada, debe hacerlo interpretar para bien en presencia de tres personas.

Explicación: Que traiga tres personas y les diga: “He visto un buen sueño”. Y que ellos le digan: “Es bueno, y bueno será. Que el Misericordioso lo transforme en bueno. Que sea decretado sobre ti siete veces por el Cielo que es bueno, y será bueno”.
Y que luego digan tres versículos de transformación, del mal en bien, y tres versículos de redención y tres versículos de paz.

Los tres versículos de transformación son los siguientes: “Has transformado mi lamento en danza para mí; has desatado mi cilicio y ceñido de alegría” (Salmos 30:12); “Entonces la doncella se regocijará con danza y los jóvenes y ancianos se unirán; y transformaré su duelo en alegría” (Jeremías 31:12); “Pero El Eterno, tu Dios, no quiso escuchar a Balaam, y te transformó El Eterno, Tu Dios, la maldición en bendición” (Deuteronomio 23:6).

Los tres versículos de redención son los siguientes, tal como está escrito: “Redimió mi alma en paz de la batalla contra mí” (Salmos 55:19); “Y los redimidos por Dios retornarán... y vendrán a Sión con canciones y regocijo eterno” (Isaías 35:10); “Y el pueblo le dijo a Saúl: ¿Morirá Ionatán quien ha logrado esta salvación para Israel?” (1 Samuel 14:45).

Los tres versículos de paz son los siguientes, tal como está escrito: “Yo crearé un dicho de los labios – un lenguaje renovado: “Paz, paz para el lejano y el cercano”, dijo El Eterno, y yo lo sanaré” (Isaías 57:19); “Un espíritu revistió a Amasai... Paz, paz sobre ti y paz sobre quienes te asisten” (1 Crónicas 12:19); “Y dicen: ¡Así vivirás el año entrante! La paz sea contigo, la paz sea sobre tu casa...” (1 Samuel 25:6).

Un hecho relacionado:

En cierta ocasión Ameimar, y Mar Zutra y Rav Ashi estaban sentados juntos. Dijeron: Que diga cada uno de nosotros algo que sus colegas no hayan escuchado nunca. Uno de ellos comenzó y dijo: El que ha visto un sueño pero no sabe qué es lo que ha visto, debe presentarse ante los sacerdotes -kohanim - en el momento que ellos extienden sus manos para bendecir al pueblo durante el rezo y debe decir así: “¡Señor del Universo! Yo soy Tuyo y mis sueños son Tuyos. He soñado un sueño pero no sé lo que es, es decir, desconozco su significado. Tanto si yo soñé sobre mí mismo, o si mis compañeros soñaron sobre mí, o si he soñado acerca de otros; si son buenos estos sueños, fortalécelos y fortifícalos como los sueños de José. Pero si requieren curación porque se trata de malos sueños, cúralos como las aguas de Mará a través de la mano de Moisés, nuestro maestro, y como curaste a Miriam de su lepra, y como curaste a Jizkia de su enfermedad y como curaste a las aguas de Jericó a través de Eliseo - Elishá. Y así como transformaste la maldición del malvado Balaam en una bendición, así transforma todos mis sueños sobre mí para bien”. Y termina junto con los sacerdotes, cuando la congregación responde “Amén”. Y si no puede hacerlo coincidir y termina antes, que diga así: “¡Poderoso en las alturas, Él Que vive en poder! ¡Tú eres Paz y Tu Nombre es Paz! Sea Tu voluntad que Tú nos otorgues paz”.

Una vez que el primer sabio concluyó, comenzó otro sabio y dijo: El que entra a una ciudad y teme al mal de ojo, debe tomar el pulgar de su mano derecha con su mano izquierda, y el pulgar de su mano izquierda con su mano derecha, y decir así: Yo, fulano hijo de mengano, provengo de la progenie de José sobre la que el mal de ojo no tenía dominio, tal como está dicho: “Un hijo fructífero es José, un hijo encantador a los ojos - alei ain” (Génesis 49:22), mas no leas y pronuncies alei ain sino olei ain, por encima de la influencia del ojo. Rabí Iose, el hijo de Rabí Janina dijo que esta enseñanza puede aprenderse de aquí: “y puedan ellos – los hijos de José - proliferar abundantemente como peces en la tierra” (Génesis 48:16): así como a los peces en el mar las aguas los cubren y el mal de ojo no tiene dominio sobre ellos, así también la progenie de José: El mal de ojo no tiene poder sobre ellos.

Y si la persona teme de su propio mal de ojo, entonces que mire el borde de su fosa nasal izquierda.

Una vez que el segundo sabio concluyó, comenzó otro sabio, el tercero, y dijo: El que se enferma, el primer día no debe revelarlo para no empeorar su suerte - mazal. De aquí en adelante, puede revelarlo.

Un hecho relacionado:

Como eso que hacía Rava, que cuando enfermaba, el primer día no lo revelaba. De ahí en adelante, él decía a su sirviente: Sal y anuncia que Rava está enfermo. Que aquel que me aprecia, suplique por mí misericordia. Y aquel que me odia se alegre por mí y con esto también me ayudará, porque está escrito: “Cuando tu enemigo cae, no te alegres, y cuando tambalea, que tu corazón no se regocije; no sea que El Eterno vea y sea desagradable a Sus ojos y quite Su ira de él” (Proverbios 24:17).

Más sobre los sueños:

Shmuel, cuando veía un mal sueño, decía: “Los sueños dicen lo vano” (Zacarías 10:2), y cuando veía un buen sueño, decía modificando el sentido y la entonación: “Pero ¿los sueños dicen lo vano?”. Pero he aquí que está escrito: “En un sueño, Yo, Dios, le hablaré” (Números 12:6). Es decir, no todo en el sueño es vano.

Pregunta: Rava presentó una aparente contradicción: Está escrito en un versículo: “En un sueño, Yo, Dios, le hablaré” (Números 12:6) y está escrito en otro versículo: “Los sueños dicen lo vano” (Zacarías 10:2).

Respuesta: No es difícil de entender. Aquí, en el primer caso, el sueño es enviado por medio de un ángel. Y allí, en el segundo caso, el sueño es enviado por medio de un demonio.

Una enseñanza:

Rabí Bizna bar Zavda dijo en el nombre de Rabí Akiva, quien dijo en el nombre de Rabí Panda, quien dijo en el nombre de Rav Najum, quien dijo en el nombre de Rabí Biraim, en el nombre de cierto anciano – ¿y quién es ese anciano? Rabí Banaá-: Veinticuatro intérpretes de sueños había en Jerusalén. En cierta ocasión soñé un sueño y fui a cada uno de ellos, y lo que éste me interpretó no era lo que éste me interpretó. Sin embargo, todas estas diferentes interpretaciones se me realizaron. Y esto que me sucedió fue para cumplir lo dicho: “Todos los sueños van detrás de la boca que los interpreta”.

Pregunta: ¿Acaso lo dicho acerca de que “todos los sueños van detrás de la boca que los interpreta” es un versículo bíblico?

Respuesta: Sí, se basa en un versículo bíblico, y tal como eso que enseñó Rabí Elazar. Porque Rabí Elazar dijo: ¿De dónde aprendemos que “todos los sueños van detrás de la boca que los interpreta”? Porque está dicho en referencia a José y los sueños del Faraón: “Y fue que, tal como lo interpretó para nosotros, así sucedió” (Génesis 41:13).

Aclaración: Rava dijo: Pero esto se cumple cuando interpreta algo relacionado con lo soñado, tal como está dicho: “A cada uno interpretó en concordancia con su sueño” (Génesis 41:13).

Más sobre José y los sueños:

El versículo establece: “El jefe de los panaderos vio que había interpretado bien” (Génesis 40:16) el sueño del jefe de coperos. Mas, ¿de dónde sabía él que la interpretación era correcta? Rabí Elazar dijo: Esto enseña que a cada uno de ellos le mostraron en su sueño la interpretación del sueño de su compañero.

Otra enseñanza:

Rabí Iojanán dijo: Si se despertó y es como si un versículo bíblico cayó en su boca, he aquí que se trata de una profecía menor.

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