miércoles, 30 de junio de 2010

Parashá Pinhas. 21 TAMUZ 5770 (3 de Julio de 2010)



"Pinhas y Zimrí"

Al final de la parashá de la semana pasada, leímos sobre el acto de Zimrí y la respuesta de Pinhas. El episodio es descripto de la siguiente manera:

"Y un hombre de los hijos de Israel trajo una mujer midianita delante de sus hermanos, a ojos de Moshé y toda la comunidad, y ellos lloraron frente a la entrada de la Tienda de Reunión. Pinhas el hijo de Elazar, hijo de Aharón Hacohén, los vió a ellos. Él se levantó de entre la comunidad y tomó su lanza con él. Se acercó al hombre de Israel al lado de la Tienda y él los mató a ambos al lado de la Tienda y la plaga cesó en Israel" (25:6-8).

Mientras que la historia fue contada en la parashá de Balak, algunos elementos del episodio fueron dejados en suspenso hasta esta parashá - Pinhas. Esta parashá, llamada como el protagonista del episodio, nos informa de la ascendencia de los perpetradores del acto:

"El nombre del hombre de Israel que fue matado - junto con la mujer midianita - era Zimrí hijo de Salú, un príncipe de la tribu de Shimón. Y el nombre de la mujer midianita que fue matada era Kozbí la hija de Tzur - el jefe de la nación de Midián" (25:14-15).

Ellos no eran personas simples; ambos eran aristócratas, de familias líderes de sus respectivas tribus. Rashí señala este hecho como una indicación del odio terrible de los midianitas hacia el pueblo de Israel: ellos estaban dispuestos a enviar a sus propias hijas al combate. El Targum (Ionatán) [Ierushalmi] identifica a Tzur con no otro que Balak mismo!! Su odio era tan profundo que estaba dispuesto a prostituir a su propia hija para tener la oportunidad de corromper a los judíos.

Pinhas, al ver esta escena, actúa - como lo describe la Torá - de manera "fanática", y mata a ambos en función de poner fin a la profanación. El acto de Pinhas es un acto arquetipo del fanatismo; otros en el futuro que actuaron de manera similar estaban asociados con Pinhas. Muy notablemente, Eliahu el Profeta está identificado por los Sabios como Pinhas - si no literalmente - por lo menos en el sentido místico; es dicho que ellos dos comparten un alma en común (ver Targum Ionatán Shemot 6:18).

Sin embargo, es posible ver este episodio como más que un acto fanático de Pinhas. Consideremos la motivación de los perpetradores, Kozbí y Zimrí. Estas personas eran ambas líderes en su propio derecho, cada una en sus respectivas comunidades. Su "actuación" siguió la invasión de la idolatría de "Baal" en el campamento israelita. Una vez que esta práctica extranjera se introdujo, lo que siguió fue un comportamiento sexual público, el cual en la vida judía es privado y sagrado.

Como hemos notado la semana pasada, uno de los ritos en la adoración del Baal era defecar en la presencia de la deidad, reflejando el estatus exaltado y "sagrado" de la naturaleza en la filosofía de la adoración a Baal. Un comportamiento que indicaba una reverencia a la naturaleza y a todas las cosas naturales, era una práctica aceptada. Una vez que esta "filosofía" es entendida, el acto de Kozbí y Zimrí - desde su punto de vista - no fue un "crimen de pasión" sino que fue la culminación de la adoración a Baal. Zimrí estaba tratando de mostrar un punto ideológico; así, el texto acentúa que él hizo el acto frente a la Tienda de Reunión.

"…frente a la entrada de la Tienda de Reunión. Pinhas el hijo de Elazar, hijo de Aharón Hacohén, los vió a ellos. Él se levantó de entre la comunidad y tomó su lanza con él. Se acercó al hombre de Israel al lado de la Tienda y él los mató a ambos al lado de la Tienda y la plaga cesó en Israel" (25:6-8).

Si esto hubiese sido un acto de pasión, seguramente los dos se hubiesen escapado y escondido. Pero esto fue un acto público, un acto de rebelión, un acto dictaminado por la ideología - un acto de fanatismo. Entonces, ellos eligieron la Tienda de Reunión como el lugar para su encuentro. El acto de Zimrí y Kozbí fue premeditado. Como líderes, ellos aparentemente tenían un plan bien pensado de cómo apartar a los hijos de Israel de la santidad de las enseñanzas de Moshé, y llevarlos a la depravación de Baal.

"Y el nombre de la mujer midianita era Kozbí, la hija de Tzur; él era el jefe de la nación de Midián (25:15). Esto sirve para informarte hasta que punto los midianitas se sacrificaban a ellos mismos! Ellos realmente abandonaban a la hija de un rey en la prostitución; como está escrito: 'y ellos mataron a los reyes de Midián con el resto de sus muertos: Evi y Rekem, Tzur, etc.' (Números 31:8). Ahora, si Tzur, el más grande de todos ellos, a pesar de ser rey, abandonó a su hija, ¿quién no abandonaría a la suya? Por haberse denigrado a sí mismo y hacer que su hija se prostituya en público, las Escrituras lo reducen a él a una posición inferior y lo mencionan tercero. Sin embargo, en verdad, él era rey sobre todos ellos; él era el jefe de la nación de Midián" (Midrash Rabá 21:3).

De alguna manera, Zimrí no fue menos fanático que Pinhas, a pesar de que los dos reflejaron distintos lados, muy distintas direcciones. El fanatismo de Pinhas, y el de Zimrí, no debe sorprendernos, puesto que tiene su antecedente en Bereshit. Para poder apreciar esta conexión debemos recordar las enseñanzas que están al comienzo de esta parashá: Pinhas era el "hijo de Elazar, hijo de Aharón Hacohén". Él era de la tribu de Leví. Zimrí era el "hijo de Salú, un príncipe de la tribu de Shimón". "Shimón y Leví", juntos otra vez, como en el pasado:

"Shimón y Leví son hermanos" (Bereshit 49:5).

Ellos estaban unidos, unidos por su fanatismo y furor. Iaacov, en su lecho de muerte, maldijo a este furor:

"Que su furor sea maldecido porque es poderoso, y su cólera por que es cruel…" (Bereshit 49:7).

¿Qué fue lo que hicieron Shimón y Leví para obtener una respuesta así de su anciano padre? ¿Qué fue lo que hizo que Iaacov deje a sus hijos esta herencia? Para contestar estas preguntas debemos retornar a su juventud.

Nuestro padre Iaacov tuvo una vida difícil. Él tenía un hermano que lo quería matar, un suegro que se abusó de él, e hijos que vendieron a uno de sus hermanos como esclavo. Iaacov también tenía una hija, Dina, quien salió de la vecindad para ver como los otros vivían. Allí ella fue capturada en una "relación" con Shejem el hijo de Jamor, quien se volvió loco por ella y la tomó en contra de la voluntad de ella. Su padre se acercó a Iaacov, en un intento de que lleguen a un acuerdo. Los hijos de Iaacov se acercaron a Jamor y le aconsejaron que circuncide a toda su tribu, lo que él hizo. Cuando ellos estaban en la cima del dolor, Shimón y Leví entraron a la ciudad y aniquilaron a todos. Iaacov estaba muy enojado con sus hijos, y los reprendió por ponerlo a él en una situación tan peligrosa. Al atacar a una tribu tan grande, cuando Iaacov y sus hijos eran pocos en número, Shimón y Leví pusieron a todo el pueblo judío en peligro de la venganza de las otras tribus vecinas que podían buscar revancha. Shimón y Leví respondieron: "¿Nuestra hermana será como una prostituta?" (Bereshit 34:31). Iaacov dejó esa pregunta pendiente, sin respuesta, hasta su lecho de muerte, cuando él maldijo el furor de ellos.

El episodio con Diná y Shejem sirve como un interesante paralelo de la historia de Zimrí y Kozbí. Shejem es el hijo del jefe de una tribu, Diná es la hija de Iaacov, también el líder de un pueblo. Allí, Shimón y Leví interpretaron la violación en términos nacionales, y atacaron al que hizo esa atrocidad. Su ataque fue ideológico, pero motivado por el enojo, y puede ser

etiquetado como un acto de fanatismo. Iaacov, por su parte, fue más pragmático, y vió la situación en términos prácticos. En consecuencia, Iaacov maldijo al enojo de ellos, pero no se detuvo allí:

"Shimón y Leví son hermanos; instrumentos de crueldad son sus espadas. Mi alma, no está con su consejo; a su asamblea que mi honor no sea unido; porque en su enojo ellos mataron a hombres, y con toda su voluntad han matado a toros. Que su furor sea maldecido porque es poderoso, y su cólera porque es cruel; ellos serán divididos en Iaacov y dispersos en Israel" (Bereshit 49:5-7).

Iaacov suplica que estos dos hijos, y sus descendientes, divididos, porque cuando ellos están juntos, su furor se convierte en una obsesión y debilita. La conspiración en contra de Iosef fue instigada por Shimón y Leví (Rashí Bereshit 49:6). Iaacov rezó por su división, por el peligro que envolvía su unificación.

El Midrash identifica este tema cuando nota el comportamiento inapropiado de Zimrí.

"Zimrí, el hijo de Salú: las Escrituras dicen esto sobre él con asombro. Dice: El que irrumpa a través de un cerco, una serpiente lo morderá (Kohelet 10:8). Ahora su ancestro fue el primero en mostrar celos respecto de la prostitución, así como está escrito: 'dos de los hijos de Iaacov, Shimón y Leví… tomaron cada uno su espada… y mataron a todos los hombres" (Bereshit 34:25). Pero este hombre irrumpió a través del cerco que su padre ha hecho!" (Midrash Rabá 21:3).

A través de los años, los descendientes de Shimón y Leví tomaron direcciones distintas. En un nivel personal, cuando Moshé vió al egipcio golpeando a un judío, se levantó y salió a defender al judío, matando al egipcio en el proceso, actuando de una manera similar a su ancestro Leví.

Cuando el pueblo adoró al becerro de oro, Moshé pidió:

"Quien esté del lado de D'os, únase a mí! - y toda la tribu de Leví se unió" (Shemot 32:25).

Aquí nosotros vemos un "fanatismo" de parte de Leví, pero dirigido hacia D'os, en contra de aquellos que se habían rebelado. En estas circunstancias, Shimón se quedó en silencio. Más tarde en la historia, otros descendientes de Leví, los Macabeos, lideraron una rebelión en contra de los griegos. Podemos dibujar una línea de fanatismo en la tribu de Leví, pero debemos notar cuán diferente este fanatismo se manifiesta en la tribu de Shimón.

En el caso de Zimrí, ¿por qué toda la tribu de Shimón tuvo que ser atacada por la indiscreción de uno de sus miembros? Claramente, la rebelión liderada por Zimrí no fue sólo el acto de un solo hombre. La parashá Balak concluye con la plaga que se llevó 24000 vidas. En la parashá de esta semana, el censo fue de 22200 personas de la tribu de Shimón (Bamidvar 26:14), mientras que en el censo anterior, ellos eran 59300 (Bamidvar 1:23). Nosotros vemos que la diferencia más grande fue en la tribu de Shimón; aparentemente, la mayoría de todas las muertes fueron de esa tribu. Así Rashí concluye:

"Del número de personas perdidas de la tribu, comparada a la cuenta anterior en el desierto del Sinai, parece que todos los 24000 que murieron, eran de la tribu de Shimón" (Rashí 26:13).

Podemos, entonces, concluir que Zimrí tenía seguidores de su tribu. En otras palabras, esta fue una rebelión en contra de Moshé y D'os, liderada por Zimrí pero seguida por un gran número de la tribu de Shimón. Un contraste poderoso puede ser visto: toda la tribu de Leví estaba del lado de Moshé después del becerro de oro, preparada para hacer todo por D'os, mientras que toda la tribu de Shimón estaba del lado de Zimrí. El Talmud describe cómo la tribu de Shimón apoyaba a Zimrí:

"Y Moshé dijo a los jueces de Israel: 'maten a todos los hombres que estuvieron en Baal Peor. Y la tribu de Shimón fue a Zimrí ben Salú y le dijo: 'He aquí, castigo capital es puesto, pero tú sigues en silencio [inactivo]'. ¿qué es lo que él hizo? Él se levantó y reunió a 24000 israelitas y fueron hacia Kozbí, y le dijeron: 'entrégate a mí'. Ella le respondió: 'yo soy la hija de un rey, y así me ordenó mi padre: 'debes rendirte sólo al hombre más grande de ellos'. Él respondió: 'Yo también soy el príncipe de una tribu, más aún, mi tribu es más grande que la de él [Moshé], puesto que la mía es segunda en nacimiento, mientras que la de él es tercera'. Luego él la tomó de su pelo y la trajo ante Moshé. Él exclamó: 'hijo de Amram, ¿esta mujer está permitida o prohibida? Y si tú dirás: está prohibida, ¿quién te permitió a la hija de Itró a ti?'. En ese momento Moshé se olvidó de la halajá [concerniente a la intimidad con una mujer pagana], y todo el pueblo lloró; es por eso que está escrito: 'y ellos lloraron ante la entrada de la Tienda de Reunión'. Y también está escrito: 'Y Pinhas hijo de Elazar, hijo de Aharón Hacohén, vió esto'. Ahora, ¿qué es lo que él vió? - Rav dijo: 'El vió lo que estaba pasando y recordó la halajá, y le dijo a él: 'Tío abuelo! ¿no nos has enseñado esto cuando has descendido del monte Sinai: el que cohabite con una mujer pagana será castigado por los celosos?'. Él respondió: 'Aquel que lee la carta que sea el agente [para llevar a cabo las instrucciones]'. Shemuel dijo: Él vió que 'no había ninguna sabiduría ni entendimiento ni consejo en contra de D'os': cuando el nombre de D'os es profanado, honor no debe ser atribuido al maestro de uno. Rabí Itzjak dijo en nombre de Rabí Elazar: Él vió al ángel causando destrucción entre el pueblo. Y él se levantó de en medio de la congregación, y tomo una lanza en su mano; a pesar de que uno no puede entrar a la casa de estudio con un arma. Él removió la punta y se la puso debajo de sus ropas, y fue inclinándose sobre el estuche [de la lanza, en el cual estaba puesta la punta filosa]. Y tan pronto como llegó hasta la tribu de Shimón, él exclamó: '¿Dónde encontramos que la tribu de Leví es más grande que la de Shimón?' [como diciendo: yo también deseo satisfacción]. Ellos dijeron: 'déjenlo pasar también a él para satisfacer su deseo. Ellos pensaron: Permitieron hacer esto los que antes se abstenían' (Talmud Sanhedrín 82a).

Cuando Pinhas actuó en contra del fanatismo de Zimrí, estuvieron aquellos que lo atacaron, llamando a su comportamiento inaceptable, "no judío". Ellos clamaban que Pinhas debía haber heredado algunas características extranjeras de su abuelo materno Itró. El Midrash explica que nuestra parashá presenta a Pinhas como un descendiente de Aharón, como atribuyendo la reacción de Pinhas al comportamiento de Aharón, y no a una extranjera fuente pagana.

Aharón también era de la tribu de Leví. Quizás las masas vieron a Aharón sólo como un amante de la paz, y no como un defensor de la verdad. Aharón era una figura muy simpática, y las personas habrán visto el comportamiento de Pinhas como un alejamiento radical del comportamiento de Aharón.

Más aún, el pueblo habrá razonado que si Moshé no reaccionó como lo hizo Pinhas, seguramente que el comportamiento de Pinhas fue más allá del límite: ¿Cómo alguien podía ser más "religioso" que Moshé?.

En su lecho de muerte, Iaacov atacó al enojo de Shimón y Leví; indiscutiblemente, hay un lugar para este comportamiento, pero no cuando es motivado por el enojo. Así también, hay un momento apropiado y lugar apropiado para la clase de acción de Pinhas. Iaacov advirtió específicamente en contra de la unión de las dos tribus problemáticas. Mientras que puede haber un lugar para la reacción extra legal de un individuo, cuando tal acción se transforma en el punto de fusión de dos tribus, el peligro de enojo por sí mismo, y el fanatismo resultante, es demasiado grande. Una vez divididos, los descendientes de Leví se convirtieron en el prototipo de servidores de D'os, los Cohanim y Leviim, quienes sirven en el Templo. Por otro lado, Shimón nunca tuvo éxito en usar su enojo de una manera positiva.

El enojo es una característica particularmente peligrosa. Los Sabios lo comparan con la idolatría, puesto que cuando una persona se enoja pierde el control y no continúa sirviendo a D'os. Leví pudo controlar el enojo, manteniendo una relación firme y extrema con D'os. Esta completa dedicación a lo Divino es lo que les permitió ser Cohanim. A veces, esta intensidad de propósito se manifestaba en el Templo, y a veces se manifestaba en el campo de batalla, como con los Macabeos. El punto crucial es la dedicación firme a D'os. Esta característica, mientras que es el dominio de Leví, puede ser adoptada por cualquier judío. El Rambam, en un famoso pasaje comenta:

"No sólo la tribu de Leví, sino que cualquier hombre en toda la tierra cuyo espíritu lo moviliza, y lo hace separarse y pararse ante D'os para servirLo, en función de conocer a D'os, y caminar por un camino recto como D'os le ha hecho, y él rechaza los numerosos cálculos que ocupan a la mayoría de los hombres, esta persona se s- (se convierte) en Sagrado de Sagrados, y D'os será su porción por siempre…" (Rambam Mishná Torá Leyes de Shemitá e Iovel 13:12).

Un judío puede convertirse en "consagrado". Todo lo que se necesita es tener una dedicación firme a D'os, así como fue manifestada por Pinhas. Su amor por D'os requirió su reacción extrema. El comportamiento fanático de Zimrí, el cual fue seguido por la tribu de Shimón, tenía que ser detenido. Pero para ser sagrado uno no puede tener una agenda personal, como tenía Zimrí. Quizás Zimrí se convenció a sí mismo de la creencia de seguir el ejemplo de su bisabuelo Shimón. Pinhas, por otro lado, se paró para no obtener nada personal. Por lo contrario, su acción fue ridiculizada por otros líderes.

Pinhas fue motivado por un profundo amor a D'os, el cual no abandonó por la opinión pública o el expediente político. Por esta razón él fue recompensado con el Pacto de Paz. El mandato de los cohanim es traer paz al mundo; a veces esto es logrado con palabras de paz, pero otras veces es logrado con la fuerza. La recompensa que recibió Pinhas nos da una visión de su motivación: Él quería desesperadamente la paz, pero la obscenidad que se desató ante sus ojos lo dejó sin opciones. Se nos recuerda de la enseñanza de Hilel en la Mishná de Avot:

"Deberás ser como los alumnos de Aharón: ama la paz y persigue la paz" (Avot 1:12).

Ocasionalmente, la búsqueda de paz requiere una muestra de amor no convencional. Los cohanim estaban "empapados" de amor - de amor por D'os y su prójimo. El enojo que Iaacov maldijo, fue reemplazado por amor. Es por eso que la tribu de Leví sobresalió. Por otro lado, la tribu de Shimón representaba el más grande fracaso durante los años que pasaron en el desierto. Un testimonio de esto es la bendición final de Moshé a las tribus al final del libro de Devarim. Los conceptos similares a las bendiciones de Iaacov son numerosos, pero la diferencia más impactante entre las bendiciones, está en las palabras finales de Moshé a la tribu de Shimón y Leví. Mientras que Iaacov los atacó, Leví en ese momento recibió una hermosa bendición de parte de Moshé:

"Tus Urim y tus Tumim, para Tu piadoso…" (Devarim 33:8).

Leví fue llamado "piadoso". Por otro lado, Shimón fue la única tribu que no recibió una bendición, ni comentarios de Moshé - sólo silencio. Y es un silencio que habla mucho. El potencial para la grandeza que tenía esta tribu no fue desarrollado. La visión de Iaacov pedía una separación de estas dos tribus, y en verdad, ellas fueron separadas, siguiendo dos caminos diferentes, dos destinos diferentes.

El conflicto de Zimrí y Pinhas sirve como un microcosmos de un gran tema, de dos tribus viajando en dos direcciones distintas, una hacia la grandeza y la otra hacia lo infame. Mucho tiempo antes, Iaacov rezó para que ellas se separen, en función de que cada una encuentre su camino único hacia D'os. Leví encontró el suyo; Shimón no lo encontró. Nosotros vemos en esta parashá que dos personas, en verdad dos tribus, pueden tener las mismas características, pero para alcanzar la grandeza, no ayuda tanto las características con las que se nace, como la manera en la cual usamos estas características.

martes, 29 de junio de 2010

Ben Hametzarim (III) בין המצרים. Las tres semanas


Las Tres Semanas"(Bein HaMetzarim" = "Entre las calamidades o estrechuras")

El periodo de veintiún días entre el diecisiete de Tamuz y el nueve de Av es denominado bein ha-metzarim –“entre los estrechos",basado en el versículo (Eijah 1:3) que señala: todos sus perseguidores la alcanzaron entre los estrechos. Los Sabios (Eijah Rabbah 1) explicaron que entre los estrechos se refiere a los días de aflicción que ocurrieron en el período entre el diecisiete de Tamuz y el Nueve de Av. En éste período, muchas calamidades le sucedieron al Pueblo Judío a través de las generaciones. Fue durante éste período entre los estrechos que, tanto el Primero como el Segundo Templo fueron destruidos. Este período fue por consiguiente, establecido como un tiempo de luto por la destrucción de los Santuarios.

Durante éste período, disminuimos la extensión de nuestro regocijo. Durante éste período no se llevan a cabo matrimonios. Nos contenemos de escuchar música, bailar, realizar viajes de placer, de cortarnos el pelo o afeitarse. De acuerdo a la costumbre Sefaradí, que se basa en la opinión de Beit Yosef, los cortes de pelo son permitidos hasta la semana en la cual Tishá bÁv acontece.

Es una costumbre no recitar la bendición Shejeianu durante éste período. Por ende, no estrenamos ropa ni comemos frutas que no hayamos comido en la estación, para que no se requiera recitar Shejeianu. No obstante, si se da la oportunidad de cumplir una Mitzvá que tendrá lugar, como por ejemplo una circuncisión o un pidyon haben, entonces la bendición es recitada. Del mismo modo, si una nueva fruta está disponible durante éste período de las tres semanas y quizás no vaya a estar disponible posteriormente, entonces se recita Shejeianu. Como es una costumbre permitir recitar la bendición en Shabat, es preferible preservar la fruta hasta Shabat. Igualmente, una mujer embarazada que tiene el deseo de una nueva fruta, o una persona enferma que la necesita para su salud, puede decir Shejeianu durante las tres semanas.

Es una costumbre ser aún más cuidadoso de lo que uno es habitualmente en lo que respecta a evitar situaciones peligrosas. Las personas piadosas se alejan por un período de tiempo, para reflexionar y estar de duelo por la destrucción de ambos Templos. En algunas comunidades se acostumbra recitar Tikkun Jatzot incluso al mediodía.

El Rebe de Lubavitch también impulsó que las Tres Semanas deben ser un tiempo de incrementar la caridad y el estudio de Torá (en relación con el versículo (Isaías 1:27), “Sión debe ser redimido mediante la ley, y sus retornantes por medio de la caridad”), particularmente el estudio de aquellas porciones de la Torá que tratan acerca de las leyes y el profundo significado del Sagrado Templo

Las tres semanas que van desde el 17 de Tammuz al 9 de Av son conocidas como "Bein HaMetzarim" - "Entre las calamidades o estrechuras", porque el profeta Irmiá en la Meguilá Eijá (1:3) dice: "Fuése Yehudá, a causa de la aflicción y de la grandeza de servidumbre; Ella moró entre las gentes, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras.", haciendo referencia a las dolorosas calamidades que estaba viviendo él personalmente y nacionalmente.

Algunas costumbres y reglas

Concurrir al cine, teatro, conciertos, o cualquier otro entretenimiento público está completamente prohibido.
Compra o estreno de vestimenta, a excepción de medios o ropa interior.

Cortarse el pelo o rasurarse. Los hombres que por razones comerciales deben rasurarse, según algunas autoridades, tienen permiso.

Las "Tres Semanas" entre el 17 de Tamuz y Tishá BeAv han sido históricamente días de desgracia y calamidad para el Pueblo Judío. Durante esta época, entre otras terribles tragedias, el Primer y Segundo Templo fueron destruidos.

Estos días son llamados el período de "entre las dificultades" (bein hametzarim), de acuerdo al verso: "todos sus opresores se han adelantado entre las dificultades" (Lamentaciones 1:3).

En los Shabat que hay durante las Tres Semanas, las Haftarot provienen de los capítulos de Isaías y Jeremías que hablan de la destrucción del Templo y del exilio del Pueblo Judío.

Durante este tiempo, varios aspectos de duelo son observados por todo el pueblo. Minimizamos la alegría y la celebración. Y, debido a que el atributo de sentencia Divina ("din") es sentido con agudeza, evitamos esfuerzos potencialmente peligrosos o riesgosos.

Aspectos de Duelo Durante las Tres Semanas

Haftarot: A partir del 17 de Tamuz en la lectura de la haftará, se deben leer tres haftarot especiales llamadas "las tres haftarot de desgracia", donde son relatadas las advertencias del profeta Irmiahu al pueblo de Israel por sus transgreciones.

Bailes: Durante este período debemos disminuir nuestra alegría, y está prohibido hacer bailes desde el 17 de Tamuz.

Shehejeianu: Es bueno abstenerse de recitar la bendición "shehejeianu" durante estos días de ben hametzarim. Por éso, debemos tratar de no comer frutas de la nueva estación que aún no las hayamos comido en esta temporada, y tampoco debemos vestir ropas importantes nuevas. De todos modos, una mujer embarazada o una persona enferma tienen permitido comer frutos de la nueva estación durante las tres semanas.

Una nueva fruta que está disponible sólo en este período de las tres semanas y no será posible conseguirla después de este tiempo, si no es posible guardarla hasta el Shabbat puesto que se pudrirá, está permitido comerla incluso en los días hábiles de ben hametzarim, recitando, por supuesto, también la bendición shehejeianu antes de ser comida. Pero de ser posible, debemos guardar ese fruto para ser comido en Shabbat.

Cuando nos encontramos ante la oportunidad de cumplir una mitzvá donde se debe recitar la bendición shehejeianu, por ejemplo, en una ceremonia de berit milá (circuncisión) o en un pidión habén (rescate del hijo primogénito de un Israel al mes del nacimiento), no debemos posponer esa mitzvá para abstenernos de recitar el shehejeianu.

Casamientos: Respecto de la realización de ceremonias nupciales, los judíos ashkenazim acostumbran abstenerse de realizar casamientos desde el 17 de Tamuz hasta después del 9 de Av. Entre las comunidades sefaraditas hay quienes se abstienen de efectuar casamientos desde el 17 de Tamuz, mientras que otras sólo dejan de celebrar bodas a partir del comienzo del mes de Av, y cada uno debe seguir la costumbre de su comunidad.

Cortarse el cabello: Por otro lado, los judíos ashkenazim acostumbran no cortarse el pelo desde el 17 de Tamuz. Entre los Sabios sefaraditas hay quienes opinan que la prohibición comienza a partir del mes de Av, mientras que otros dicen que la costumbre es abstenerse de cortarse el cabello sólo en la semana que cae el 9 de Av. Cabe aclarar que respecto de esta prohibición, no hay diferencia alguna entre el cabello de la cabeza o de la barba. Asimismo, no hay diferencia entre hombres y mujeres. Sin embargo, en caso de que al hombre le moleste el bigote para comer, tiene permitido recortárselo. Respecto de peinarse, no existe prohibición incluso en la semana que cae el 9 de Av.

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domingo, 27 de junio de 2010

AYUNO DEL 17 DE TAMUZ צוֹם שִבְעָה עָשָׂר בְּתַמּוּז‎ (Martes, 29 de Junio de 2010)(Recordatorio y leyes)


Cinco acontecimientos tristes ocurrieron (en diferentes epocas del ano) el 17 de Tamuz, razon por la que los sabios decretaron un dia de ayuno colectivo en dicha fecha.

- El rompimiento de las tablas.
- La anulacion del sacrificio Tamid.
- El acercamiento de Jerusalem.
- Apostomos, el malvado, quemo un Sefer Tora.
- Colocaron un idolo en el Hejal.

Leyes de 17 de Tamuz

- Todo hombre mayor de 13 anos y toda mujer mayor de 12 anos, tienen la obligacion de ayunar el 17 de Tamuz ( desde el amanecer); los menores de estas edades, que saben lo que es enlutarse por Jerusalem, es bueno educarlos a comer las cosas necesarias segun sus edades.

- Se ayuna durante todo el día, a partir del alba, pero no desde la noche precedente. Sin embargo, una vez que se acostó y se durmió, si se despierta luego antes del alba ya no puede comer por la noche. Sólo se permite beber, pero todo el tiempo que se queda despierto puede seguir comiendo hasta el alba. Si antes de dormirse, tenla la intención de comer al despertarse antes del alba, esta permitido.

- Cualquier persona que este enferma (ni D—s lo quiera), esta excenta del ayuno.

- Las embarazadas y las lactantes si tienen algun tipo de molestia, estan excentas del ayuno.

- Aquella persona que se olvido que era un dia de ayuno y probo o tomo cualquier alimento, debe completar el ayuno y no necesita ayunar otro dia.

-El dia del ayuno agregamos un rezo especial (Anenu) en la beraja Shema Kolenu de la Amida, los Ashkenazim lo dicen unicamente en el rezo de minja y lo Sefaradim lo dicen desde el rezo de Shajarit.

- En este dia se hace ayuno por las desgracias que ocurrieron en el pasado en esta misma fecha, para despertar nuestros corazones y retornar al camino del bien. Por lo tanto es una obligacion para cada persona del Pueblo de Israel reflexionar sobre sus actos del dia a dia y arrepentirse de las malas acciones, ya que lo principal del ayuno es el arrepentimiento.

- En las oraciones de Shahrit y de Min-ha, si hay por lo menos diez personas en el kahal (congregación) que observan el ayuno, se saca el Sefer Torá para leer la Parashá relativa a los dias de ayuno: Vayhal Moshé." Sólo los que ayunan suben a la Torá. Sin embargo, si se llama a la Torá a una persona que no ayunó, subirá en honor a la Torá. Después de la Amidá, se pronuncian oraciones especiales de circunstancias.

Leyes generales entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av

- El 17 de Tamuz fue citiada la ciudad de Jerusalem antes de la destruccion del segundo templo y el 9 de Av fue destruido. Por cuanto que los dias entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av son dias de desgracias para el Pueblo de Israel, se acostumbro a cuidar ciertas leyes de luto.

- Se acostumbra a no casarse en esta epoca, pero esta permitido comprometerse hasta el 1 de Av; en caso que no van a hacer una comida especial esta permitido comprometerse incluso el 9 de Av.

- Esta prohibido bailar, tocar un instrumento musical y escuchar canciones de un cassette desde el 17 de Tamuz.

- No se puede cortar el pelo, ni afeitar desde el 17 de Tamuz. Pero el bigote que moleste para comer, se puede reducir.

Llorar por la destruccion del Templo, nos dara el merito de ver su reconstruccion

Otro ano mas paso y el Mashiaj todavia no viene, el Templo todavia esta destruido y nosotros nos volvemos a enlutarnos en estos dias (Entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av). Las leyes de luto en esta epoca se van volviendo mas rigurosas cada vez. Desde el 17 de Tamuz hasta el 1 de Av acostumbramos ciertas leyes de luto. Desde el 1 de Av (o segun los sefaradim desde la semana que cae el 9 de Av) las leyes se vuelven mas rigurosas, la vispera del 9 de Av tiene sus propias leyes y el dia mas riguroso es el 9 de Av.

Las costumbres de luto nos vienen a demostrar que debemos de enlutarnos. Tambien durante el resto del ano tenemos leyes en “recuerdo de la destruccion del Templo”. Al construir una casa debemos dejar una esquina sin pintura, en un compromiso se rompe un plato, en una boda se rompe un vaso y se coloca un poco de ceniza en la cabeza del novio – y todo esto en recuerdo a la destruccion. Esta prohibido que la persona se ria a carcajadas todo el dia, esta prohibido cantar al tomar vino y otras leyes, las cuales tienen un parentesco: disminuir la alegria y demostrar nuestro luto sobre el Templo.

Todos entendemos que si hubiesemos vivido en la epoca de la destruccion del Templo, tendriamos otro enfonque sobre la gran perdida que tuvo el Pueblo de Israel. Esta escrito en el Midrash que muchos Cohanim (servidores del Templo) al ver como el Templo estaba en llamas, brincaron hacia al fuego, a lo que dijo el Rav. Yejezquel Levenshtein Z”L que la reaccion de estos Cohanim es muy razonable, hasta tal punto que es dificil entender el comportamiento de aquellos que no brincaron, como pudieron contenerse al tener tanto sufrimiento por lo que estaba pasando. Deducimos de todo esto, el gran sufrimiento de aquellos que presenciaron la destruccion del Templo, pero al pasar las generaciones se a vuelto cada vez mas dificil el poder enlutarse como es debido por Jerusalem y el Templo. Uno de los consejos para tener un poco de sentimiento por lo ocurrido, es cumplir bien con las leyes de esta epoca las cuales van a ayudar a despertar los sentimientos dentro de nuestros corazones, como escribe el libro Jinuj (Mitzva 16) segun los actos de la persona van a ser sus sentimientos.

El Ram”a cuenta en su libro “Torat Haola” que Platon, el gran filosofo griego fue a Jerusalem junto con Nabucodonosor despues de la destruccion del Templo y vio al profeta Yirmiahu sentado llorando por la destruccion. Se sorprendio Platon y le pregunto: Siendo tu, un sabio tan grande, como puede ser que llores por unas piedras y unas maderas (Templo)?, volvio y le pregunto: Cual es el beneficio de llorar por el pasado, siendo que el Templo se destruyo?, le respondio Yirmiahu: Tienes algunas dudas en tus estudios de filosofia?, le contesto: Seguro, tengo muchas dudas que nadie en este mundo puede respondermelas?, le dijo Yirmiahu: Dime cuales son tus dudas y tratare de responderlas.

Entonces le dijo sus dudas al profeta y el las respondio facilmente, Platon se extrano y se pregunto si la persona que esta parada delante de el, es un ser humano, ya que segun su sabiduria aparenta no serlo, le dijo Yirmiahu: Tu te preguntas quien soy yo, y yo te respondo que toda la sabiduria la extraje de estas piedras y maderas, esta es la respuesta a tu primera pregunta, sobre tu Segunda pregunta (por que lloro al pasado) no voy a poder respondertela ya que no vas a entender.

Agrego a esta historia el Saba MiKelem z”l que la respuesta a la Segunda pregunta es muy sencilla, nosotros no lloramos por el pasado, sino por el futuro ya que las puertas de las lagrimas no se han cerrado y a traves de este llanto tendremos el merito de ver la recontruccion del Templo.

Del llanto de Yirmiahu nos podemos dar cuenta cual fue el comportamiento de los judios de la epoca de la destruccion del Templo. Cuando estaba el Templo, el Pueblo de Israel tenia una vida mas tranquila, sin muchas persecuciones, con mas santidad y pureza.

Para entender un poco nuestra situacion, vamos a imaginarnos lo que ocurre con los animales. En el momento que los cazadores los atrapan y los encierran en una jaula, el animal no se queda tranquilo y siempre trata de escaparse para volver a ser libre, por otro lado los hijos de este animal y las demas generaciones (aquellos que nacieron al estar atrapados) no intentan escaparse, ya que nunca probaron lo que es la libertad por lo tanto no les hace falta.

Lo mismo ocurre con nosotros, si hubiesemos visto el Templo o por lo menos escuchado un poco sobre el de nuestros padres los cuales lo vieron, seguramente nos enlutariamos de la manera adecuada, pero por cuanto que ya pasaron casi 2000 anos de la destruccion del Templo, el trabajo para llegar a enlutarse es un trabajo dificil.

Relatan una historia sobre el Admur Rab. Najum Mi-Chornovil que iba de ciudad en ciudad y fortalecia los corazones de los dolidos y acercaba al pueblo de Israel a D—s y a la Tora. Un dia llego a una de las ciudades y se quedo a dormir en un Hostel que tenia como dueno un judio honesto. En la mitad de la noche la esposa del dueno del lugar desperto a su esposo diciendole asustada: “Ve enseguida al cuarto del judio que llego hoy a hospedarse y ve a ver que le pasa, yo escucho una voz de llanto que proviene de su cuarto.” Entro el dueno al cuarto de R. Najum y lo vio en el piso llorando, preguntandole: “Que te pasa Rabino?” Le respondio R.Najum que esta haciendo un rezo especial por el bienestar del pueblo de Israel y continuo diciendole R.najum: “Acaso tu no sabes que teniamos un Templo el cual se destruyo, y desde ese entonces nos encontramos en la Diaspora rodeados de muchos sufrimientos, por lo tanto nosotros rezamos por la llegada del Mashiaj”. Y termino preguntandole: “Acaso tu no quieres que venga el Mashiaj y volvamos todos a Jerusalem?”. Este se quedo sorprendido de la pregunta y le respondio que no esta seguro si quisiera subir a Jerusalem, al final consulto con su esposa y llegaron a la conclusion de que por comodidad ellos prefieren quedarse en su lugar y no subir a Jerusalem.

Realmente si reflexionamos, nos daremos cuenta que no somos muy diferentes a la pareja del cuento y esa forma de pensar la adquirimos por la costumbre de vivir en la diaspora, debemos de esperar la llegada del mashiaj para poder ver la reconstruccion del Templo y vivir en un nivel de espiritualidad mas elevado

viernes, 25 de junio de 2010

HISTORIAS PARA CONTAR EN FAMILIA (VIII)


28. El Verdadero Hogar

Una vez cuando el Sr. S. Z. Shragai (el alcalde de Jerusalem de esa época) acompañaba al Rab Arie Levin en un taxi por la ciudad vieja de Jerusalem, el conductor le preguntó a Rab Arie: "¿Dónde queda su casa? ¿Dónde usted vive?". Rab Arie no le contestó. Entonces el conductor le preguntó: "¿Dónde quiere bajarse?". Él le respondió "en tal y tal calle".

Cuando ellos bajaron del taxi, Reb Arie le dijo al Sr. Shragai: "Usted se habrá preguntado por qué yo no respondí cuando el conductor me preguntó en dónde queda mi casa. Usted sabe, desde que mi devota y piadosa esposa ha fallecido, mi casa no existe más. Nuestros Sabios han hablado con mucha verdad, cuando dijeron que la casa del hombre es, de hecho, su mujer (Iomá 2a). Es por eso que me quedé callado… Cuando él me preguntó dónde yo quería bajarme, entonces pude responder".

29. El Dueño del Guemaj

El Jafetz Jaim contó la siguiente historia. Había un hombre que tuvo algunos hijos, pero desafortunadamente, todos ellos murieron. El hombre fue a consultar a un rabino qué hacer para detener estos eventos trágicos.

El rabino le dijo: "yo no tengo ninguna cura secreta para esto. Pero mi consejo es que establezca un guemaj (centro de benevolencia). El razonamiento es simple. Puesto que usted estará haciendo jesed (bondad) con las personas, D'os hará jesed con usted".

El hombre tomó el consejo del rabino y estableció un guemaj en su ciudad. Él tenía un cuaderno especial en donde había escrito las reglas del guemaj. Entre ellas él escribió que una vez cada tres años, en la semana que se lee la parashá Mishpatim - la cual dice "Deberán prestar a mi pueblo" - todos aquellos que estaban relacionados con el guemaj, se juntarían y harían una seudá (banquete) en honor a la mitzvá.

Al final de los tres años, él fue bendecido con un hijo. Esto fue una clara señal del Cielo de que el bebé nació debido al guemaj, pues el día del brit milá fue exactamente el día en el cual debía tomar lugar la seudá en honor a la mitzvá! El hombre continuó con su guemaj, y tuvo más hijos e hijas.

Después de un tiempo, el hombre perdió la visión de la bondad de D'os, y fue a pedir al rabino que lo libere de su obligación con el guemaj y que ponga a otra persona en su lugar. Él explicó que estaba muy ocupado, pues el guemaj había crecido mucho y ahora requería mucho de su tiempo para atenderlo. Él también dijo que había personas que no confiaban en la manera en la que él manejaba el dinero del guemaj. El rabino rechazo el pedido, señalando que nadie podía hacer el trabajo mejor que él, con tanta devoción y éxito. Pero el hombre no estuvo de acuerdo y finalmente el rabino aceptó, diciendo que se debía hacer una elección para escoger a quien lo reemplazaría.

Las elecciones tomaron lugar una noche. Al día siguiente, el hombre llegó hasta lo del rabino llorando amargamente y le contó de la tragedia que había ocurrido la noche anterior. Su bebé había muerto ahogado. Es por eso que él le pidió al rabino si podía continuar ocupándose del guemaj. El Jafetz Jaim concluyó su historia con una moraleja: "uno puede ver claramente que en el mérito del jesed niños nacen, y cuando el jésed cesa, ocurre la tragedia".

30. El Veredicto del Juez

En sus jóvenes años, cuando el Rab Iosef Jaim Zonenfeld, el Rabino de Jerusalem, era el Juez principal de la corte del Rab Iehoshúa Leib Diskin, juzgó un amargo pleito entre una mujer y su marido, una semana antes de Rosh Hashaná. Después de escuchar los dos lados, él juzgó a favor del .

La familia de la mujer se sintió muy herida por la decisión, y varios hombres de la familia se negaron a aceptar la decisión. Entonces, un tiempo después ellos se juntaron y fueron a la casa del Rab Iosef Jaim Zonenfeld, gritando y maldiciendo. La mujer del Rab Iosef Jaim estaba muy asustada y comenzó a llorar.

Durante ese momento, el Rab estaba sentado en silencio en su lugar habitual y continuó estudiando Torá. Cuando los gritos se hicieron insoportables, él se levantó de su lugar y dirigiéndose a los intrusos, dijo con voz fuerte y firme: "Si ustedes tienen razón, y los otros jueces y yo hemos cometido un error en el juicio, entonces ustedes ya han elevado su queja a D'os, y Él con Su misericordia nos perdonará, puesto que un juez sólo puede juzgar basado en lo que ven sus ojos humanos. Pero, si nosotros tuvimos razón en el juicio, entonces…".

En ese momento, el Rab Iosef Jaim hizo una pausa. Las caras de los intrusos se empalidecieron, pues ellos anticiparon con temor la fuerte maldición que esperaban recibir de él.

"Entonces" - continuó el Rab Zonenfeld - "si nosotros somos los correctos, yo anuncio aquí que los perdono por todo el dolor y la angustia que me han causado a mí y a mi familia, y los bendigo para que sean inscriptos para la buena vida y la paz".

Asombrados y avergonzados, los intrusos se fueron de la casa rápidamente antes de que algún vecino descubra el atrevido comportamiento de ellos.

31. La Carta Perdida

Rab Nisan Alpert era un querido alumno del Rab Moshé Fainstein (1895 - 1986). Cuando Rab Alpert era aún un estudiante en la ieshivá, Rab Moshé le pidió un favor. Él había recibido una carta de una persona necesitada pidiendo ayuda económica antes de Pésaj, pero el Rab no sabía dónde había puesto la carta. Todo lo que él recordaba era que quien la envió era un judío que pertenecía a la jasidut de Belz que vivía en la calle Rivington. "Nisan, ven conmigo a la calle Rivington e intentemos encontrar a esta persona" - le pidió Rab Moshé. Sin embargo los esfuerzos no dieron frutos. Rab Moshé estaba muy preocupado pero no podía hacer nada.

El día anterior a la noche de Pesaj, Rab Moshé llegó al departamento de la familia Alpert y preguntó por Nisan. Gracias a D'os, había encontrado la carta y a pesar de que erev Pesaj es uno de los días más ocupados del año, él quería enviar el dinero inmediatamente. "El Iom Tov de una familia pobre será más festivo con un poco de dinero en la mano" - dijo el Rab. Rab Moshé y su alumno se dirigieron a la calle Rivington y cumplieron con la mitzvá.

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viernes, 18 de junio de 2010

HISTORIAS PARA CONTAR EN FAMILIA (VII)


23. El Negocio del Sr. Kashdan

En su juventud, antes de que Rabí Iehoshúa Zinberlast se convirtiera en un rabino de la ciudad de Minsk, él tenía una sociedad con alguien que producía y vendía vinos.

Una vez, ellos produjeron una gran cantidad de vino y lo almacenaron en el negocio para ser vendido para Pesaj. Obviamente ellos estaban impacientes por vender el vino, pues ellos sabían que el tiempo era limitado. Un día entró al negocio un judío de los suburbios de Minsk, y le encargó a Rab Iehoshúa una gran cantidad de vino.

Después de terminar de hacer el pedido, el cliente le preguntó a Rab Iehoshúa si el negocio pertenecía al Sr. Kashdan, el famoso comerciante de vinos de Minsk. Rabí Iehoshúa le constestó que el negocio no pertenecía al Sr. Kashdan. Después de escuchar esto, el cliente canceló el pedido y se fue directamente al negocio del Sr. Kashdan.

Cuando el socio de Rabí Iehoshúa escuchó lo que había ocurrido, se enojó mucho y le dijo a Rabí Iehoshúa: "si perdemos más oportunidades como esta, nunca llegaremos a vender todo el vino que preparamos".

Rabí Iehoshúa lo tranquilizó diciéndole: "Tú no tienes nada por lo que preocuparte. Cuando una persona es honesta no pierde nada. Yo estoy seguro que venderemos todo el vino que hemos preparado para Pesaj, e incluso la cantidad que preparamos no será suficiente".

Eso fue exactamente lo que ocurrió. Ellos tuvieron tanto éxito que vendieron todo el vino que tenían y tuvieron más pedidos de lo que esperaban tener.

24. El Etrog Invalidado

En el primer día de Sucot, Rabí Shimshón Aharón Palonski, el Rab de Teflik, llegó a la sinagoga y le pidió a una de las personas de su congregación si podía usar su etrog para decir sobre él la bendición correspondiente. Las personas en la sinagoga se sorprendieron de que el Rabino no tenía su propio etrog. Entonces, el rabino les contó la siguiente historia:

Temprano en la mañana, él se despertó por los gritos de la niña de la casa vecina. La mujer del rabino fue a ver lo que sucedía, y al volver a su casa le dijo al rabino que la niña había estado jugando con el etrog del marido de su madre, y se le había caído de las manos y había quedado invalidado. La madre, asustada por lo que podría llegar a hacer su marido al enojarse, le había pegado a la niña.

Puesto que el marido no estaba en la casa en ese momento, el Rab fue hasta la casa de la vecina y le dió su propio etrog como un regalo incondicional para el marido. Él le dijo a la vecina que le diga al marido que el Rabino había estado allí y al ver que su etrog no era apto para cumplir con la mitzvá, le dejó otro etrog. En su apuro, el Rab Shimshón se olvidó de decir la bendición sobre su etrog antes de entregarlo, y es por eso que tuvo que pedir uno prestado.

Luego el Rabino dijo: "Todas las riquezas del mundo no pueden compensar el valor de la alegría que surge de haber salvado a un judío del enojo".

25. Los 400 Guilders

Una mujer vivía en Hungría. Ella no tenía hijos y por esa razón se acercó al rabino local con 400 guilders y le pidió que le envíe el dinero a un tzadik para que rece para que ella pueda tener hijos. Cuando el rabino le sugirió que el dinero sea enviado a Rabí Iosef Jaim Zonenfeld, el rabino de Jerusalem, la mujer aceptó.

Como tres semanas más tarde, el marido de esa mujer llegó hasta la casa del rabino local con una queja: ¿cómo es que el rabino estuvo de acuerdo en enviar una cantidad de dinero tan grande sin su consentimiento? El rabino dijo que naturalmente él pensó que la señora había actuado con el consentimiento del marido. El marido no aceptó la excusa y le pidió al rabino que envíe una carta al Rab Zonenfeld requiriendo que devuelva el dinero.

Era muy desagradable para el rabino local hacer tal cosa, y es por eso que sugirió pagar de su propio bolsillo toda la suma de dinero. El marido estuvo de acuerdo y comenzaron a hablar sobre los detalles de los pagos, puesto que el rabino no podía devolver todo ese dinero de una sola vez.

En ese momento, el cartero golpeó la puerta y anunció al rabino que había recibido una carta registrada de Jerusalem. El rabino miró el nombre del remitente y vio que era el Rab Zonenfeld. Él abrió la carta y encontró que ella contenía 400 guilders en su interior. El marido que quedó bastante impactado con el acontecimiento, le pidió al Rab que le lea la carta, y el rabino le leyó:

"Yo he recibido su carta junto con el dinero. Pero puesto que la carta dice que usted ha recibido el dinero de la señora, yo temo que ella lo haya donado sin el consentimiento de su marido. Es por eso que yo le retorno el dinero, y le pido que lo devuelva de inmediato a la señora. Pero por supuesto, yo no he disminuido mis rezos por ella, y ciertamente yo espero que D'os cumpla con el requerimiento de ella".

El rabino y el marido comenzaron a lagrimear y el marido, de todo corazón, estuvo de acuerdo en enviar el dinero nuevamente al Rab Zonenfeld.

27. Un Bebé Hambriento

Uno de las grandes personas que vivían en Jerusalem fue el Rab Shlomo Zalman Beharan Levy. Él estaba constantemente haciendo jesed (bondad) con las personas.

Una vez, su vecina dio a luz a un niño pero no podía amamantarlo a causa de una enfermedad que había tenido. Ella tampoco tenía los medios económicos como para pagar a una mujer que lo amamante. Varios días pasaron y el Rab Levy escuchó del otro lado de su pared un llanto constante del bebé hambriento.

En ese mismo tiempo, la mujer del Rab Levy estaba amamantando a su propio bebé. Él le dijo a su mujer: "Escúchame, querida. D'os nunca envía la enfermedad antes de enviar la cura. Ahora que tú estás amamantando, nosotros podemos ayudar a nuestra vecina y su hijo. Yo tomaré tu lugar en la casa y me dedicaré a todos los quehaceres. Tú comerás más y descansarás mucho para poder tener suficiente leche para alimentar al niño de la vecina también". Su mujer, quien era tan bondadosa como él, enseguida aceptó la proposición. Todo momento que ella escuchaba al hijo de la vecina llorar, ella iba a su casa y amamantaba al niño.

Esto funcionaba bien durante el día y la tarde, pero durante la noche, la vecina se sentía demasiado avergonzada para ir y molestar al rabino y a su mujer. Para resolver este problema, Rabi Levy cambió sus hábitos diarios, y comenzó a ir a dormir temprano en la mañana. Él se sentaba a estudiar Torá cuando todos se iban a dormir y de esa manera, él podía escuchar fácilmente si el bebé de la vecina lloraba y luego despertaba a su mujer para que vaya a alimentarlo

jueves, 17 de junio de 2010

Diez Recuerdos Diarios

לשמ יחד קדשה ברך הו ושכינתה הרי אני מקײם מצות עשרה זכירת שחיב אדם לזכר בכל יום ואלו הם: יציאת מצרים,והשבת,והמן,ומעשה עמלק,ומעמד הר סני,ומה שהקציפו אבתינו להקדש ברוך הוא במדבר ובפרט בעגל,ומה שיעצו בלק ובלעם לעשות לאבותינו ״למענ דעת צדקות ה׳ ״,ומעשה מרימ הנביאה,ומצות ״וזכרת את ה׳ אלהיך כי הוא הנתן לך כח לעשות חיל״,וזכירת ירושלים תבנה ותכונן במהרה בימינו אמן

En aras de la unificación del Santo, bentido es, con Su presencia, me dispongo ahora a cumplir el mandamiento positivo de mencionar las Diez Remembranzas que todo ser humano debe recordar cada día. Y son las siguientes :

1) La salida de Mitsrayim,

2) El Shabbat,

3) El man,

4) Lo sucedido con Amalaek,

5) La revelación del Sinai,

6) El hecho de que nuestros ancestros provocaron la ira del Santo , bendito es , en el desierto , en particular con el becerro de oro,

7) Lo que Balak y Bilham aconsejaron hacer contra nuestros ancestros, con el proposito de tomar conciencia de las bondades del Santo bendito es hacia nuestro pueblo,

8) Lo sucedido a la profetisa Miriam,

9) El mandamiento de "Recordarás al Eterno, tu D's, porque él es el que te otorga fuerza para hacer riquezas..",

10) El recuerdo de Yerushalayim, que sea reconstruida y establecidda prontamente y en nuestro dias AMEN.

martes, 15 de junio de 2010

Parashá Jukat (Precepto). 7 TAMUZ 5770 (19 de Junio de 2010)

Luz Para las Naciones

Esta parashá nos cuenta que el pueblo de Israel, en su camino hacia la tierra prometida, le pidió al rey de Edom que lo deje pasar por su territorio, para acortar camino al ingresar a la tierra desde el sur, sin tener que realizar un giro entrando por el este.

Moshé le dijo que el pueblo de Israel utilizaría solamente el camino principal, sin desviarse hacia otros rumbos. También le dijo que el agua que el pueblo habría de beber sería bien pagada. Sin embargo, el rey de Edom se rehusó, y le mandó a decir a Moshé que si los judíos intentarían pasar por su territorio, él les declararía la guerra. Entonces Moshé desvió al pueblo y no volvió a insistir.

Más tarde, un incidente similar tuvo lugar cuando el pueblo llegó a la frontera del pueblo de Emor. Moshé le pidió permiso al rey Sijón, para que los deje cruzar por su tierra, con las mismas condiciones que le ofreció al rey de Edom. En este caso el rey Sijón, sin responderle nada a Moshé, salió directamente a atacar al pueblo de Israel. El resultado fue que, con la ayuda de D'os, el pueblo conquistó su territorio, al este del río Jordán.

Estos dos sucesos que acabamos de citar son desconcertantes, ya que en ambas oportunidades lo único que se pidió fue acortar camino. Al rey de Edom le alcanzaba con responder que no nos daba permiso, pero además él amenazó con salir a la guerra. Y más asombrosa fue la reacción de Sijón, que sin responder salió a atacar a un pueblo que portaba un mensaje de paz en su boca - ya que el pueblo de Israel no estaba interesado en conquistar su territorio.

Sin embargo, el Rab Iehonatán Aibshitz nos explica que aquellos pueblos tuvieron una razón para hacer lo que hicieron, y para entender estos episodios debemos recordar el momento histórico que se estaba viviendo.

El pueblo de Israel acababa de salir de Egipto y de recibir la Torá. La salida de Egipto no sólo fue importante para los judíos por haberse liberado de la esclavitud, sino también por haber vivido durante diez meses todos los milagros que D'os les hizo allí, durante el proceso de la liberación. Con cada plaga sobre los egipcios, los judíos palpaban más la existencia de D'os y, consecuentemente, se acercaban más a Él.

Cincuenta días más tarde, la fe del pueblo llegó a la cima cuando vivieron la revelación de D'os mediante la entrega de la Torá, que como sabemos, fue un acontecimiento único en la historia. A partir del momento en que se entregó la Torá, el judío obtuvo respuesta a la famosa pregunta: ¿Cuál es el significado de la vida?

Un pueblo entero se encaminaba ahora según los valores espirituales que les enseñó la Torá.

Tanto el rey de Edom como el rey Sijón, sabían muy bien que la cultura en la cual sus pueblos crecieron, no ofrecía respuestas a las preguntas más fundamentales de la vida. Ellos tampoco le entregaron a sus pueblos un proyecto de vida como el que acababa de recibir el pueblo judío, y eso los enfrentaba a un riesgo muy grande, ya que si permitirían que el pueblo de Israel pasase a través de su territorio, sus pueblos verían que en el pueblo judío sí había valores reales.

Es por este motivo que estos dos reyes prefirieron amenazar o salir a la guerra, a pesar del costo tan alto que ello implicaba, antes que darle a su gente la oportunidad de ver a un pueblo con ideales elevados.

Y este punto lo vemos a través de toda la historia, cuando los judíos que rigieron sus vidas como realmente pide la Torá fueron un ejemplo para todos las personas que los vieron.

En el tratado de Avodá Zará, el Talmud cuenta que el Cesar envió a su sobrino Onkelós a que salga a conocer el mundo, pues él sería el heredero del trono, y para poder ser un buen emperador había que conocer las necesidades del pueblo, tanto las económicas como las sociales.

Onkelós salió a cumplir con el pedido de su tío y como era de esperarse, él se encontró con el pueblo judío. No transcurrió mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que la verdad estaba en el pueblo judío y no en el imperio romano.

Onkelós siguió averiguando e investigando hasta que decidió convertirse al judaísmo. Obviamente, esa no fue una decisión fácil para él, pues en esa época el imperio romano dominaba sobre la mayor parte del mundo, y él era el heredero del trono. Y por supuesto que al convertirse al judaísmo, él perdería todo ese gran honor.

A pesar de la gran prueba que tenía delante de él, Onkelós decidió formar parte del pueblo judío, y después de convertirse no regresó al palacio real, pues naturalmente prefirió vivir entre los judíos.

Al enterarse de esto, el Cesar mandó una distinguida comitiva para que lo convencieran de volver al palacio, y de esta manera abandonar su nuevo camino. Pero cuando los hombres de la comitiva se encontraron con Onkelós, éste comenzó a formularles preguntas que los convencieron de que no hay una mejor vida que la del judío, y todos ellos terminaron convirtiéndose.

Al llegarle esta noticia al Cesar, decidió enviar otra comitiva ordenándoles que trajeran a su sobrino sin hablar ni una palabra con él. Ellos llegaron a la tierra de Israel, y sin decir ni una sola palabra, lo arrestaron.

Cuando estaban saliendo de la casa, Onkelós se acercó a la puerta y besó la mezuzá.

Él les preguntó: "¿Saben qué es esto?".

"No" - respondieron.

Entonces Onkelós les respondió que eso era una mezuzá, y que se ponía en el marco de las puertas para que D'os cuide a quienes están adentro.

"Y esta es la diferencia entre D'os y los reyes humanos" - agregó. "Pues los reyes están sentados en sus tronos y sus soldados los cuidan, pero D'os se comporta de manera opuesta, pues mientras sus hijos están sentados adentro, Él los cuida desde afuera".

De esta manera, él logró convertir también a la segunda comitiva.

Cuando el Cesar se enteró de lo ocurrido, ya no volvió a insistir, pues se dio cuenta de que el cambio que hizo su sobrino fue bien meditado, y no la consecuencia de un entusiasmo momentáneo, motivo por el cual no podría persuadirlo de volver al palacio.

Este es un punto muy importante que aprendemos de nuestra parashá: La responsabilidad que tiene cada judío de demostrar mediante su comportamiento que hay una sola verdad y a ella todos pueden acceder, aprendiendo qué es lo que D'os pide de nosotros.

Ese fue el miedo de los reyes de Edom y Emor, que surgió como consecuencia del ejemplar comportamiento del pueblo judío.

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lunes, 14 de junio de 2010

¿Es Kasher la medicina?

¿Está mal procurarse atención médica? ¿Seguir las instrucciones de un médico mortal disminuye nuestra subordinación al Sanador Divino? ¿Interfiere la ciencia médica con la voluntad de Di-s? ¿Por qué ocultó el Rey Jizkiahu el "Libro de la Curación"?


La referencia original a la medicina en la Torá se encuentra en la Sección Semanal de Mishpatím (Exodo 21:19): "Si una persona golpea a otra... el atacante deberá pagar... y sanarlo". Los Sabios explican (Bavá Kamá 85a): "De aquí aprendemos que el médico ha sido autorizado para curar".

En otras palabras, puesto que podríamos pensar que dado que todo, incluyendo heridas y enfermedades, proviene de Di-s, quizás deberíamos por lo tanto confiar sólo en Di s para la curación. Viene la Torá y dice "No". La víctima debe ser tratada, y sus cuentas médicas abonadas por el atacante.

Sin embargo, los comentaristas encuentran una contradicción entre esta idea y el pecado de Asa, Rey de Judea: "Cuando estaba enfermo, no buscó a Di-s sino a los médicos" (II Crónicas 16:12). ¿Implica esto que pecó al consultar con médicos, y que a ello se debe que muriera?
A continuación veremos varias posturas para resolver esta contradicción:

El Ibn Ezra (en su comentario a Levítico 21:19) establece una diferencia entre lo que denomina "heridas externas" y "enfermedades internas". Las heridas externas tienen autorización de atención médica a partir del mencionado versículo de Exodo. Pero en el caso de las enfermedades internas, debemos volver nuestra mirada al Curador de toda carne. Iyov, quien padeció mucho dolor, se refiere a la enfermedad interna cuando expresa (5:18): "Di-s causa ambos, tanto el dolor como la curación". El Rey Asa cometió un error, así, al emplear médicos para tratar sus enfermedades internas.

Rabeinu Bajia, y Rabí Ionatán Eibeshutz en su obra halájica Kreití uPleití (10 188:8), concuerdan con Ibn Ezra.

Otros comentaristas (véase Rambán a Levítico 21:1) establecen una diferencia entre médico y paciente. La declaración Rabínica de que "el médico tiene autorización para curar" lo faculta sólo a él, mas no al paciente. Idealmente, éste último no debe depender del médico. Pero si de todos modos escoge ir al médico, éste lo puede curar, y el enfermo no tiene prohibido seguir sus prescripciones. Aunque los médicos tienen permitido curar, no obstante, desde la perspectiva de paciente el Rey Asa actuó mal (véase Akedat Itzjak para obtener explicación adicional).

Pero Maimónides disiente enérgicamente con esto. El no ve ninguna diferencia entre médico y paciente, o entre dolores internos y externos, y dice que la Torá desea que nos procuremos de asistencia médica en todas las instancias.

Siendo así, ¿cuál fue, en la óptica de Maimónides, el problema del Rey Asa? Además, el Talmud (Pesajím, Capítulo 4, Mishná 9) declara que el Rey Jizkiahu ocultó el "Libro de la Curación" con la anuencia de los Sabios. Rashi explica que el "Libro de la Curación" era perjudicial porque "ellos no rezaban a Di-s suplicando Su curación ya que podían obtenerla por sus propios medios".
Según la mencionada óptica de Maimónides, ¿qué tenía eso de malo?

En su Comentario a la Mishná, y en la Guía de los Perplejos (Parte 3, Capítulo 33), Maimónides resuelve esta contradicción al comparar las heridas y sus curaciones con el hambre y los alimentos.

Maimónides escribe: "Tal como agradecemos a Di-s cuando comemos, del mismo modo debemos agradecerle la curación médica de nuestras enfermedades". Maimónides pregunta retóricamente: ¿Deberíamos acaso privarnos del alimento porque éste disminuye nuestra dependencia de Di s?

Pues entonces, ¿por qué se ocultó el "Libro de la Curación"? Hay al respecto varias respuestas, pero éstas no satisfacen a Maimónides.

Maharshá (sobre Talmud, Guitín 68b) explica que a Jizkiahu disgustó el hecho de que semejante compendio de curación permitía el acceso a todos, incluso a `gente inapropiada´, los que no creerían en absoluto en el rol de Di-s en la medicina, sino sólo en la curación humana per se.

Pero esta preocupación, dice Maharshá, se volvió luego irrelevante. Tal como posteriormente se permitió transcribir la tradición Oral en el Talmud, por temor a que fuera olvidada, del mismo modo se volvió permitido publicar las fórmulas médicas en un libro, por miedo a que fueran olvidadas. También muestra que "el Talmud engloba asimismo todas las demás ciencias y sabidurías, incluyendo la medicina".

Maimónides mismo, quien no ve problema alguno en utilizar medicamentos, lo explica de una manera diferente: Jizkiahu ocultó el "Libro de la Curación" porque no era un libro científico confiable, sino un tratado que contenía supersticiones curativas prohibidas.

Bajo la opinión de Maimónides, una autoridad que fomenta la medicina en todas las situaciones, empero, aun nos resta comprender por qué fue pecado el hecho de que Asa consultara médicos.

El Alter Rebe Rabí Shneur Zalman de Liadí nos ofrece dos explicaciones posibles:

1) El Rey Asa tenía médicos que ejercían la brujería, similares a las "prácticas médicas" prohibidas del "Libro de la Curación" que Jizkiahu ocultó.

2) El Rey Asa pecó al confiar sólo en los médicos y no orar a Di-s en absoluto. Esto no puede compararse con satisfacer nuestro hambre con alimentos, instancia en la que sí ofrecemos nuestro agradecimiento a Di-spor nutrirnos a través de la comida que ingerimos.

Opción u Obligación de Curar

La opinión aceptada es la de Maimónides, como escribe el Rebe: "Seguimos la opinión de Maimónides para emplear la medicina en cada situación". Según Maimónides, el médico "tiene la obligación, de acuerdo a la Torá, de curar al enfermo".

Maimónides deriva esta obligación de curar de la mitzvá de devolver un objeto perdido, Hashavat Aveidá, que también incluye "devolverle su cuerpo", su salud. Maimónides dice que esta mitzvá es tan grande, que incluso uno que promete no disfrutar de ningún beneficio de su semejante tiene permitido ser tratado por aquél, porque no es meramente una opción, es una mitzvá".

Torá Temimá formula una pregunta: ¿Por qué emplea Maimónides como fuente de su decisión la ley de Hashavat Aveidá, en lugar del más obvio versículo de la Sección Bíblica de Mishpatím, "él lo curará", del que aprendemos que el médico tiene permitido curarlo? Torá Temimá responde: ¡Maimónides quiere enfatizar que la mitzvá de curar al enfermo no es meramente optativa sino obligatoria!

Todas las demás autoridades halájicas siguen también esta opinión, como dice el Rambán en Torat HaAdam: "Esta palabra, `opcional´, significa en este caso mitzvá, pues involucra la salvación de una vida".

El Beit Iosef, en el Shulján Aruj, dice: "La Torá permite al médico curar, y es una mitzvá salvar una vida. Si un médico no cura, derrama sangre. Aun cuando haya otros médicos disponibles, este médico debe hacer lo imposible para ayudar, porque no por vías de cada médico la persona consigue ser sanada del mismo modo".

El Jidá aclara en su libro, Birjéi Iosef, que la obligación no recae solamente sobre el médico. También el paciente debe buscar al médico, y "está prohibido rehusarse a la atención médica".


Ahora vayamos a la pregunta fundamental respecto de la medicina: ¿No parecería interferir con los senderos de Di-s? Puesto que Di-s ha hecho que la persona enfermara, ¿quiénes somos nosotros para inmiscuirnos y alterar el curso del destino?

La respuesta también está contenida en la declaración Talmúdica: "La Torá autoriza al médico para curar". En otras palabras, la ciencia médica, también, es una expresión de Di-s.

El jasidismo da incluso un paso adicional. Esta `autorización´ no solamente permite al médico brindarnos tratamiento, sino que realmente lo "faculta", le da los poderes necesarios, para curarnos adecuadamente. Di-s, quien ha golpeado a la persona, proporciona la ciencia médica al médico, brindándole las facultades necesarias para curar. ¡No hay aquí ninguna contradicción, sino el cumplimiento de la voluntad de Di-s!

Pero aun cuando nos procuramos de tratamiento médico, debemos siempre recordar que Di-s es el verdadero Médico que cura a todos los mortales. Tal como la persona hambrienta debe recordar agradecer a Di-s "quien abre Su mano y satisface las necesidades de todo ser viviente" luego de disfrutar de su comida.

Esta idea es magníficamente ilustrada por el siguiente Midrash:

Rabí Ishmael, Rabí Akivá y otra persona caminaban por Jerusalén. Un hombre enfermo se encontró con ellos y les dijo:
"¡Rabíes! ¿Cómo puedo curarme?"
Ellos le dijeron: "Haz tal y cual cosa hasta que seas curado".
Les dijo a ellos: "¿Quién me golpeó?"
Respondieron: "Di-s".
"¿No están ustedes entrometiéndose en algo que no les pertenece? ¿No están yendo contra Su voluntad?"
"¿Cuál es tu trabajo?"
"Soy granjero; ven, tengo una guadaña en mi mano".
"¿Quién creó el viñedo?"
"¡Di-s!"
"¿No te estás entremetiendo en algo que no es tuyo? El creó la fruta, ¿y tú la cortas?"
"¿No ven la guadaña en mi mano? Si no labro, entremetiendo y desyerbo la tierra, nada crecerá".
"¡Tonto! ¿No sabes de tu trabajo que `los días del hombre son como pastos altos´. Si un árbol no es podado, fertilizado y labrado, no crecerá. Si creció y no bebió agua y no fue fertilizado, pronto morirá. Así es el cuerpo: el fertilizante es la medicina y sus medicamentos, y el granjero es el médico".

El Zohar cita de un libro en posesión de un Doctor Kartna: "Cuando un médico sabio va a visitar al enfermo, lo encuentra en estado yermo". Esto significa lo siguiente: La enfermedad lo ha puesto en la cárcel del rey, llamada "el desierto yermo". Ahora bien, dado que Di s ordenó que fuera arrestado y puesto en la cárcel, ¿no debería tratar de volver a Di s y arrepentirse? El Rey David dice en los Salmos: Ashrei Maskíl el dal, `Afortunada la persona que es sabia con el hombre pobre´. La persona que yace en su lecho de enfermo es pobre. Si su amigo es un médico sabio, Di s bendice sus esfuerzos por curar.

Curar el Cuerpo y el Alma

Otra pregunta: Es sabido que las 248 mitzvot positivas de la Torá se corresponden con los 248 órganos de la persona, mientras que los 365 mandamientos negativos se corresponden con las 365 venas y arterias. En otras palabras: la estructura física del cuerpo del hombre depende de su estructura espiritual, como declara el Midrash: "Di-s dice al hombre: `tienes 248 órganos, y hay 248 mitzvot positivas. Si cuidas la Torá, Yo cuidaré tu cuerpo´".

Si es tan simple, ¡que la persona enferma se arrepienta y mejore espiritualmente... y se curará! ¿Para qué precisamos médicos? Si el problema es básicamente espiritual, que la persona recupere lo que le falta en Torá y mitzvot, ¡y listo! Además: ¿cómo puede ayudar la prescripción de un médico, cuando según la Torá las mitzvot deberían ser la verdadera `prescripción´?

Según el Alter Rebe, hay una diferencia entre las ideales épocas del Santo Templo y nuestras más oscuras épocas en el exilio. Cuando el Gran Templo estaba en pie, el ser físico y el ser espiritual del judío estaban más estrechamente entretejidos. Cuando el judío observaba todas las mitzvot los 613 `órganos´ espirituales como debía ser, así las 613 partes de su cuerpo se encontraban en su nivel deseado. Como está escrito en la Torá: "Si escucharás la voz de Di s... no pondré sobre ti ninguna enfermedad, porque Yo, Di s, soy tu Curador". Si, Di-s libre, a un judío le faltaban mitzvot, ¡ninguna de las medicinas del mundo podrían curarlo!

Pero cuando estamos en exilio, las cosas son diferentes. Hay canales `alternativos´ de la maldad de la sitrá ajará un concepto cabalístico que literalmente se traduce como `el otro lado´ (opuesto al de la santidad) que también dan vida. El judío tiene libre albedrío para elegir entre dos fuentes de las que él puede recibir su nutrición vital; a través de la santidad, al observar las 613 mitzvot o, Di-s libre, de otras maneras: la medicina, etc.

Esta explicación del Alter Rebe nos ayuda también a resolver la contradicción anterior entre "él será curado" en relación con el pecado del Rey Asa, y el hecho de que el Rey Jizkiahu ocultara el "Libro de la Curación". El hecho de que Asa muriera por su enfermedad no fue un castigo, sino un resultado directo y natural de su comportamiento; "él no buscó a Di-s" en la época del Templo. Los médicos no le podían ayudar en absoluto, dado que él no sostuvo sus 613 `órganos´ espirituales.

Esto explica también por qué fue escondido el "Libro de la Curación". No porque olvidarían a Di-s, o porque fuera supersticioso, sino porque sin "buscar a Di-s" a través de cumplir las 613 mitzvot adecuadamente, semejante libro no tendría valor. ¡Una vez que cumplía las mitzvot adecuadamente, la persona no necesitaba el libro para nada! ¡En esa época, ese libro era ciertamente innecesario!

Naturaleza

En la serie de Igrot Kodesh, el Rebe da otra explicación:

Aunque nuestros 613 órganos, venas y arterias, dependen directamente de las 613 mitzvot, no obstante precisamos de la medicina y de los médicos porque "Estamos en el más bajo de los mundos que fue creado por Di-s. En su conducta física exterior, a nuestros ojos éste parece ser exclusivamente natural, pero en esencia es Divino. Todos los conceptos e ideales espirituales deben estar conectados con la naturaleza".

En otras palabras: Es cierto que la salud física de la persona depende de la salud de su alma. Pero como sucede con todo lo demás en nuestro mundo físico, ésta está conectada con el mundo natural, lo que nos hace necesario procurar asistencia médica.

Esto explica también una historia sobre el Alter Rebe.

El Alter Rebe curó cierta vez a alguien dándole un trozo de su matzá shemurá y media taza de agua. Puesto que no lo curó de manera natural, ¿por qué precisaba el trozo de matzá y agua? Probablemente porque debe haber una base natural, aun cuando sea muy sutil.

Vale la pena notar que comúnmente, cuando se pide al Rebe una bendición por un problema médico, él nos instruye a incrementar nuestro empeño en Torá y mitzvot, sea agregando una mitzvá, revisando la aptitud religiosa de los tefilín y las mezuzot, etc.

Esto se combina bien con la explicación del Alter Rebe. Por un lado hay una necesidad de proveer una `base natural´ al consultar a médicos y expertos clínicos, y seguir sus instrucciones. Por el otro, la persona debe esforzarse también por mejorar sus `órganos´ espirituales.

Combinando lo físico con lo espiritual, el Rebe nos devuelve a la época del Beit HaMikdash, cuando los aspectos físicos y espirituales de la vida estaban estrechamente conectados.

Quiera Di-s que el Beit HaMikdash sea reconstruido prontamente a través del Mashíaj, cuando mereceremos ser totalmente curados, ya mismo en nuestros días.

http://www.tora.org.ar/

viernes, 11 de junio de 2010

HISTORIAS PARA CONTAR EN FAMILIA (VI)


19.La Bondad Más Grande

Rabí Israel de Salant fue visto una vez en las calles de Vilna, hablando y riendo de una manera aparentemente frívola con una de las personas de la ciudad. Las personas que lo vieron notaron que el Rab de Salant estaba tratando de hacer reír al otro hombre con sus bromas.

Los que observaban se quedaron muy asombrados por el comportamiento tan extraño del Rabino, pues como todos sabían, él era un hombre lleno de temor de D'os, que continuamente cuidaba su hablar, y nunca decía una palabra innecesaria. Y de repente, contrariamente a su costumbre, allí estaba el Rab Israel hablando palabras aparentemente vanas y bromeando!

Uno de sus estudiantes no pudo aguantar su curiosidad, tomó coraje y le fue a preguntar al Rab sobre su extraño comportamiento. Rabí Israel le contestó: "La persona con la cual yo estaba hablando estaba deprimida y amargada. Yo sólo estaba intentando levantarle los ánimos. No hay jesed (bondad) más grande que alegrar a un alma triste".

20. La Humildad Es Nuestro Honor

El Rab Eljanán Wasserman, el Rosh Ieshivá de Baranovitz, era una persona de verdadera modestia. Una vez, cuando alguien le pidió una bendición (es una conocida costumbre pedir una bendición a un tzadik (justo)), la contestación del Rab Wasserman fue: "Créame, si usted me conociera de la manera que yo me conozco, no me pediría una bendición".

Sus estudiantes cuentan que él rogaba que no le den una aliá a la Torá en Rosh Hashaná. Los estudiantes sorprendidos le preguntaron: "Pero, Rabino, la halajá (ley) dice que una persona debe tratar de obtener una aliá durante los Diez Días de Arrepentimiento. Entonces, ¿cómo usted puede negarse a ella?".

El Rabino les contestó modestamente: "Yo tengo miedo de estar parado sobresaliendo, durante los Días del Juicio, pues es posible que se me haga una inspección minuciosa. Yo prefiero pasar desapercibido, así como está escrito: 'En medio de mi nación yo moraré' (Melajim II 4:13)".

Rabí Moshé Blau contó sobre la oportunidad en la cual se encontró con el Rab Wasserman en la conferencia de Agudá de 1937, durante uno de los encuentros de los Sabios de la Torá. Un problema fue presentado a los grandes rabinos, y un rabino anunció: "Yo pido que cualquiera que no sea un rabino o admor, por favor abandone el recinto".

Para la sorpresa del Rab Blau, el Rab Wasserman comenzó a caminar hacia la puerta para dejar el recinto. El Rab Blau le preguntó: "¿Qué es lo que el Rosh Ieshivá está haciendo? Ahora se discutirá un tema muy importante y su opinión es de gran necesidad".

El Rab Wasserman contestó con mucha simplicidad: "Reb Moshé, ¿usted no ha escuchado el anuncio de que cualquiera que no sea rabino o admor debe abandonar el recinto? Yo no soy ni rabino ni admor!".

21. Shabat

Cuando el Jafetz Jaim estaba en Varsovia, él invitó a que se reunieran con él, todos los conductores judíos que manejaban publicamente en Shabat para llevar mercadería de los depósitos a los negocios, y cuando estubieron todos reunidos, les contó la siguiente parábola:

"Es un hecho bien conocido que cuando hay una guerra y muchas personas mueren y son heridas en el campo de batalla, se hace un alto el fuego periodicamente, en función de evacuar a los heridos a los hospitales y de enterrar a los muertos, para que no sean presas de los animales salvajes. Cada persona caída en el campo de batalla es rápidamente examinada. Si sus pies, manos o incluso sus ojos están heridos y parece posible que se recuperará, se lo lleva al hospital. Algunos tienen que pasar por una operación, e incluso hay quienes deben tener algunos de sus miembros amputados, para salvar así sus vidas. Pero si alguien está herido en la cabeza, su cerebro quebrado y la sangre fluye de sus heridas, a él se lo pone junto con los cuerpos que serán enterrados, puesto que no hay ninguna posibilidad de que se recupere, ya que la cabeza no puede ser amputada.

Lo mismo se aplica al Shabat. En nuestra Torá hay muchas leyes que una persona puede llegar a transgredir. Algunos pueden transgredir mandamientos positivos o mandamientos negativos, siendo esto un tema bastante severo, pero el alma en sí no depende de la mayoría de estas leyes. Pero cuando alguien publicamente transgrede las leyes del Shabat, su acción se asemeja a la idolatría, y eso es similar a haber sido severamente herido en la cabeza. Él debe ser tirado con todos los cuerpos en la tumba!

Es por eso que yo les aconsejo que dejen de transportar mercadería antes de que se ponga el sol el día viernes. Entonces ustedes serán bendecidos con las bendiciones del Shabat, así como está escrito: 'Y D'os bendijo al séptimo día'".

22. La Maleta Perdida

Después de que los comunistas llegaron al poder en Rusia, comenzaron a atormentar violentamente a los rabinos del país. Rabí Meir Stelovitz, el Rab de Jeslovitz, trató de obtener un persmiso para salir de Rusia. Viajó hasta Moscú para pedir el permiso y después de mucho esfuerzo logró obtenerlo.

En su viaje de vuelta a Jeslovitz, su maleta - la cual contenía el pasaporte y el permiso para salir del país - fue robada. Esto fue una gran tragedia para él. Él se bajó en la ciudad de Novobrisov, en donde vivía el Rab Baruj Eliézer Luria. Él llegó hasta la casa del rabino y le contó la terrible tragedia y también le dijo que el problema le podía costar la vida, pues ahora no tenía permitido quedarse en Rusia ni tampoco para salir del país. Rab Luria entendió la gravedad de la situación y le dijo al Rab Stelovitz que vaya a recostarse y descansar mientras él iba a buscar la maleta perdida.

Rabí Luria se puso en un terrible peligro al ir a las oficinas de la policía secreta, la KGB, cuya sola mención ponía a las personas en un estado de terror, pues era bien sabido que muchos judíos habían desparecido y eran torturados y asesinados en manos de ellos. Sin embargo, Rabí Luria se acercó a ellos sin miedo alguno, y les contó sobre el anciano rabino que llegó a la ciudad, y de su maleta robada, y que el rabino podía morir de angustia a causa de eso.

Para la sorpresa de todos, ellos no le hicieron nada al Rab Luria, e incluso le prometieron que iban a atender el caso de la maleta robada. Después de unas horas pudieron encontrar la maleta con el pasaporte y el permiso intactos. Rabí Meir continuó su viaje hacia Israel y tiempo más tarde fue nombrado Rabino del barrio de Zijrón Moshé en Jerusalem.

Rabí Luria vió que Rabí Meir estaba terriblemente extenuado y estresado por la situación, y es por eso que hizo todo lo posible para ayudarlo a encontrar paz - incluso arriesgando su propia vida.

jueves, 10 de junio de 2010

Parashá KORAJ. 30 SIVAN 5770 (12 de Junio de 2010)


La anatomía de una controversia.

Sobre los primeros versículos de esta sección de la Torá, la traducción aramea de Yonathán Ben Uziel nos relata lo siguiente:

"Tomó Kóraj una prenda suya completamente celeste... y se levantó con petulancia y enseñó leyes delante de Moshé sobre las prendas de color celeste. Dijo entonces Moshé: yo escuché de boca del Creador que los flecos de las prendas (Tzitziot) deben tener hilos blancos y un hilo de color celeste. Kóraj y sus adherentes hicieron prendas e hilos todos de color celeste, lo que no había ordenado Hashem..." (Traducción a Bemidvar 16.1-2)

La impureza de las controversias que suelen asentarse en las gargantas de los seres humanos tiene un ejemplo paradigmático en el "affaire" de Kóraj y sus adherentes, y tal vez, sin exagerar, la raíz de toda discusión y discordia encuentra en esta parashá su origen. En esta semana encontramos al gran maestro de la discordia, el análisis que él hace de la "verdad" y de la "justicia" es una clase magistral de los elementos que se encuentran en una controversia como concepto, como una inclinación turbia del espíritu humano. En nuestra sección se concentran las ideas principales que caracterizan a este instinto turbio de manera tal que nosotros, muchos años después, podamos corregir nuestra conducta y no caer en la penumbra de la discordia; tiene además esta sección el objetivo de enseñarnos lo que no hacer y como enfrentar las ideas y las discrepancias; queda al examen de la historia averiguar si algo se ha concretado de estos objetivos.

El personaje central que significó una piedra de tropiezo en este arduo periplo por el desierto es Kóraj; este es el hombre que ideó una polémica contra la conducción social y espiritual de Moshé y Aharón. Él construyó su polémica basándose en una idea principal, muchas veces repetida en el devenir político social de la historia universal, el slogan de la igualdad:

"Toda la congregación, todos son santos y dentro de ellos está Hashem" (Bemidvar 16.3)

A partir de este slogan conocido, alega Kóraj que la conducción de la comunidad debería estar en manos de todos, buscó enfrentar la realidad misma del control, del gobierno, con un valor ético que no siempre acompaña a estos cargos, pidió de ellos más "humildad":

"¿Por qué ustedes se han elevado arrogantemente sobre la congregación de Hashem?" (Ibíd.)

No le importó alzar la bandera de la igualdad, a pesar que él mismo era un hombre cuya protesta se originó a partir de su gran petulancia y propia arrogancia, cuando se sintió discriminado porque una función, que pensaba le era correspondiente, le fue entregada a otro; así nos enseña Rashí (ad. Ibíd. 16.1) que Kóraj tuvo envidia del puesto que recibió su pariente Elitzafán Ben Uziel, cuando fue designado, por mandato divino, como contralor sobre la familia levítica de Kehat; entonces realzó el hecho que este familiar suyo era hijo del más pequeño de los hermanos de su padre, siendo que su padre le precedía debía él mismo, es decir Kóraj, haber tomado las funciones respectivas. Esta función era para Kóraj y desde su perspectiva un reconocimiento a su capacidad, por lo tanto el hecho que haya sido otra persona designada era una ofensa de tipo personal.

El tropiezo de la envidia es un factor importante también dentro de este tema, y tiende incluso a alcanzar a personas de elevada espiritualidad, personas que no son simples ni comunes, como dice Rashí: "Kóraj que era una persona inteligente..." (ad Bemidvar 16.7). Esta mala cualidad, la envidia, puede hacer que el hombre salga a protestar y a crear ideologías, como una especie de adorno para su imaginaria contienda; tal confusión de valores e ideas le pueden llevar a sostener exteriormente y a pensar en su interior que tal contienda no es particular, sino una lucha social por un mejor futuro, para combatir en especial la corrupción fiscal, aunque todo encubre una inclinación turbia del espíritu.

En esta gran revuelta en contra de Moshé encontramos, como un sistema básico, dos elementos que analizaremos para introducirnos en el marco de la estructura de esta polémica, ejemplo de todos los demás deseos de alcanzar poder.

1. Un acto de tontos.

En un primer lugar, toda polémica contra un designio divino es considerada como un acto ilógico. Como los maestros nos enseñan: "Kóraj, que era una persona inteligente, ¿Qué vio para dejarse llevar por esta tontera?" (Ibid. 16.7)

La descripción de este acto con el término "tontera" nos indica que esto fue algo que no tuvo ninguna utilidad, y así se entiende el significado de "tontera", o sea carente de utilidad. Así simplemente se considera a la controversia y la separación, la controversia ciertamente no tiene fundamento, base y tono constructivo. Cabe entonces preguntar, ¿Por qué alguien como Kóraj se inclinó a esta polémica carente de utilidad?

Hay en el mundo un concepto, que el hombre o la sociedad, pueblo o estado podrá alcanzar éxitos no cuando se encuentren discerniendo sobre la naturaleza de una discusión, sino solamente cuando se encuentren en la paz y la moderación. Así nuestros maestros nos han enseñado sobre las sutilezas de la corrección de nuestras cualidades: "Por medio de la cualidad de la paciencia, alcanza la persona siempre mucho más que con toda la fuerza violenta que quiera aplicar" (Rav Jayim de Volhozin). Esta verdad es públicamente conocida por cada hombre y cada sociedad. A pesar de esto, la gran mayoría de los seres humanos actualmente se dirigen hacia el instinto de la división, y de la disputa, quieren de una u otra manera mostrar su fuerza, su capacidad de imponer y controlar. Las ideas de vencedor y vencido son términos de uso común entre las personas, tanto a nivel micro como macro, la presencia de una fuerza victoriosa es considerada como valor, sin embargo en el examen más profundo de los hechos casi siempre vemos que un vencedor termina finalmente siendo un vencido. Los valores éticos son afectados en cualquier lucha y el vacío que conlleva esta aparente victoria bajo el uso de la fuerza, hace que poco a poco el gusto de la victoria sea amargo, muy amargo.

2. Los adherentes:

Kóraj, sin embargo, no estuvo solo. Estuvo de una coalición de personas irritadas y molestas, en estos encontramos otro de los puntos que llevan a que un líder, en el peor sentido del término, obtenga algún tipo de ventaja. Pero, ¿Quienes eran sus adherentes? La Torá nos relata que había tres personas de la tribu de Reubén mencionados con sus nombres: Datán, Avirán y On Ben Pelet. Esta tribu, el primogénito de Yaakov, mantuvo en el orden del campamento un lugar cercano a las tiendas que habitaban Kóraj y su familia, la influencia de ellos fue fundamental para atraerlos a ser parte de la revuelta, en especial cuando tal influencia aprovechó el hecho que el primogénito de Yaakov no ocupaba un lugar de vanguardia en el campamento, sino secundario, así nos enseñan los sabios un dicho escueto pero profundo "¡Pobre del malvado y pobre de su vecino!".

Según la opinión de los comentaristas, los ciento cincuenta hombres que apoyaron esta revuelta eran a su vez primogénitos que se sintieron desplazados, el nuevo orden del pueblo les había dado un puesto diferente al que hubieran deseado. Después del pecado del becerro de oro, donde tomaron parte los primogénitos de Israel, el sacerdocio que poseían como privilegio de primogenitura fue entregado a los Kohanim, quienes serían desde entonces los servidores en el Templo; esta disposición irritó a algunos que vieron en esta revuelta el momento para mostrar su molestia.

Vemos que los elementos de esta coalición son de suyo significativos y contradictorios. Todos tenían una objetivo: cambiar la conducción actual de Israel por un gobierno del pueblo, por esto se presentaron con una prenda toda celeste; quisieron indicar que ya no hay un solo hilo celeste, la conducción que reflejaba la individualidad de un solo líder, sino todos son "santos y dentro de ellos está Hashem". Sin embargo en el corazón de cada uno de ellos se presentaron anhelos diferentes y contrarios; Kóraj, el levita, pidió la corona del liderazgo para él mismo; Datán y Avirán, los hijos de Reubén, pretendían devolver el gobierno a su tribu y desplazar precisamente la conducción de los levitas, mientras que los doscientos cincuenta hombres soñaron con devolver el liderazgo a los primogénitos, como si pretendieran desplazar tanto a los levitas y a todos los hijos de Reubén juntos.

Una coalición de una naturaleza tal no podía prosperar, así concluye la Mishná en Pirkey Avot (5.17): "toda discusión con fines espirituales, se mantendrá, una discusión que no tiene fines espirituales, desaparecerá."


miércoles, 9 de junio de 2010

Tefila

Para quienes creemos que podemos continuar aprendiendo, creciendo y dando cada día mucho más.

 Cuídame para no pensar en cada oportunidad y en cada tema que tenga que decir algo. Cuídame de la presión de organizar y solucionar, las ideas y problemas de todo el mundo.

 Hazme un ser pensante, pero no un temperamental.

 Hazme una persona quien desee ayudar, pero no alguien quien le diga a los demás que hacer o como vivir sus vidas.

 Sella mi boca, así no podré quejarme sobre mis penas y sufrimientos.

 Yo no soy demasiado merecedor para tu amabilidad, para vivir las historias de sufrimientos de los demás, pero ayúdame por lo menos, a escuchar sus historias con paciencia.

 Hazme entender, que yo puedo también cometer errores.

 Cuídame para ser paciente y que no sean solo los otros quienes aprendan de mí.

 Cuídame para tener la habilidad de ver lo bueno, aun en los lugares en donde no lo espere.

 Planta en mi el amor por todos, y permíteme ver los diferentes talentos y virtudes de los demás, especialmente dame la posibilidad de decirles a ellos esto.

 Ayúdame hacer seres humanos felices, profundamente felices.


(Libro Fuente: Alenu Leshabeaj. Perush Shemot)

martes, 8 de junio de 2010

Los sueños según el Talmud (y VII)


Una enseñanza:

Toda clase de bestias son señales positivas en un sueño, excepto el elefante, el mono y la marta.

Pregunta:

Pero he aquí que dijo el maestro: El que ve un elefante en un sueño le será realizada una maravilla.

Respuesta:

No es difícil de entender. Esa enseñanza que lo interpreta en positivo, es cuando estaba ensillado, y esa enseñanza que lo interpreta en negativo es cuando no estaba ensillado.

Otra enseñanza:

Toda clase de metal es un signo positivo en un sueño excepto una azada, un pico y un hacha.

Aclaración:
Y estas palabras y enseñanzas se aplican cuando a estos instrumentos de trabajo los vio puestos en sus respectivos mangos.

Más enseñanzas:

Toda clase de frutos es un signo positivo en un sueño excepto los dátiles inmaduros.

Toda clase de vegetales es un signo positivo en un sueño, excepto las puntas de los nabos.

Pregunta:

Pero he aquí que dijo Rav: No me enriquecí hasta que vi en un sueño puntas de nabos.

Respuesta:


Cuando Rav los vio, en sus tallos los vio.

Otras enseñanzas:

Todo tipo de color es un signo positivo en un sueño, excepto el verde – tjelet – que anuncia la llegada de la enfermedad en el rostro de la persona.

Todo tipo de pájaros es un signo positivo en un sueño, excepto los animales de la especie karia, kipufa y kurperai.

Una regla mnemónica:

(El cuerpo, el cuerpo, una semejanza, restauran, amplían – señales)

Tres cosas entran en el cuerpo pero el cuerpo no deriva placer de ellas: cerezas, dátiles de mala calidad y dátiles no maduros.

Tres cosas no entran en el cuerpo, pero el cuerpo deriva placer de ellas, estas son: el lavado, la unción y las relaciones íntimas.

Tres cosas son una semejanza del Mundo por Venir, estas son: el Shabat, el Sol y las relaciones íntimas (lit. el uso – tashmish).

Pregunta:

¿El uso de qué? Si dices que se refiere al uso del lecho – tashmish hamitá - es decir, las relaciones íntimas, he aquí que debilita y no puede entonces ser igualado al Mundo por Venir.

Respuesta:

Sino en realidad se refiere al uso de los orificios, es decir, la evacuación.

Se continúa:

Tres cosas restauran la mente de un hombre. Estas son: El sonido agradable de un instrumento musical o la voz de una mujer, la visión de algo agradable, y el oler un aroma agradable.

Tres cosas amplían la mente de un hombre. Estas son: Una hermosa morada, y una hermosa mujer y hermosos muebles.

Otra regla mnemónica:

(Cinco, seis y diez – señal)

Cinco cosas son la sexta parte de algo. Estas son: El fuego, la miel, el Shabat, el dormir y el sueño.
El fuego es la sexta parte del Guehenom, el Infierno; la miel es la sexta parte del maná; el Shabat es la sexta parte del Mundo por Venir; el dormir es la sexta parte de la muerte; el sueño es una sexta parte de profecía.

Seis cosas son un buen signo para un enfermo. Estas son: el estornudo, la transpiración, el movimiento suelto del intestino, la descarga seminal, y el dormir y el sueño.

Fuentes bíblicas:

Estornudar, como está escrito: “Sus estornudos resplandecen luz” (Job 41:10).
La transpiración, como está escrito: “Con el sudor de tu frente comerás el pan” (Génesis 3:19).
El movimiento suelto del intestino, como está escrito: “El que necesita aliviarse se apresura a abrirse y no morirá en el foso” (Isaías 51:14).
La descarga seminal, como está escrito: “Él verá simiente y vivirá largos días” (Isaías 53:10).
El dormir, como está escrito: “Yo estaría dormido, luego yo reposaría” (Job 3:12).
El sueño, como está escrito: “Hazme soñar y dame vida” (Isaías 38:16).

Se continúa:

Seis cosas curan al enfermo de su enfermedad, y su cura es una cura completa. Estas son: El repollo, las remolachas, el poleo seco, el estómago de un animal, el útero de un animal, y el diafragma de un animal. Y hay quienes dicen: También los pescados pequeños, y no solo esto sino que los pescados pequeños hacen fructífero y fortalece todo el cuerpo de la persona.

Diez cosas devuelven a un enfermo a su enfermedad, y su enfermedad es más severa. Estas son: El que come carne de buey, la carne grasosa, carne asada, carne de pájaros, o un huevo asado, y el afeitarse, y los berros, y la leche y el queso, y el baño. Y hay quienes dicen: También las nueces. Y hay quienes dicen: También los pepinos.

Una enseñanza relacionada:

En la academia de Rabí Ishmael se enseñó la siguiente baraita: ¿Por qué se llaman los pepinos kishuim? Porque son severos – kashim - para el cuerpo como espadas.

Pregunta:

¿Es realmente así? Pero he aquí que está escrito: “El Eterno le dijo a ella “Dos naciones - goim - están en tu vientre”, lo cual es interpretado así: No leas goim sino geiim, grandes hombres. Y Rav Iehuda dijo en el nombre de Rav: Estos son Antoninus, el César romano, y Rabi, Rabí Iehuda Hanasí, sobre los que se asegura que no faltó jamás en sus mesas ni el rábano, ni el rábano picante, ni los pepinos, ni en el verano ni en el invierno. Por consiguiente, los pepinos no pueden ser considerados dañinos.

Respuesta:

No es difícil de entender. Esa enseñanza que los considera dañinos se refiere a los pepinos grandes, mientras que esa enseñanza que no los considera dañinos se refiere a los pepinos pequeños.

Se vuelve al tema de los sueños:

Los sabios enseñaron en la baraita: Si la persona ve en su sueño un muerto en la casa, tendrá entonces paz y armonía en la casa. Si el muerto comió y bebió en la casa, es una buena señal para la casa. Si el muerto tomó utensilios de la casa, es una mala señal para la casa.

Explicación:

Rav Papa explicó esta última enseñanza: Es una mala señal solo cuando el muerto toma un zapato o sandalia, lo cual indica que se apresta a salir y a invitar a otros miembros de la casa a seguirlo ya que todo lo que toma un muerto es favorable excepto un zapato o una sandalia, y también todo lo que entrega un muerto es favorable excepto la tierra que sugiere a la sepultura, y la mostaza.