miércoles, 29 de diciembre de 2010

Juzgar para bien


En la ciudad de Vilna vivía un estudioso muy grande apodado el Rasha`sh, cuyos escritos se estudian hasta hoy día en las escuelas talmúdicas.

El Rasha`sh administraba minuciosamente un fondo de préstamos sin intereses de la comunidad, para garantizar la devolución de los préstamos.

Cierto día una de los Iehudim del lugar quien había tomado prestado cien rublos, al llegar la fecha del vencimiento busco al Rasha`sh para efectuar el pago y lo encontró en la casa de estudios, enfrascado y profundizando dentro de un libro.

El deudor linformó que venia a pagar la deuda y el Rasha`sh sacudió la cabeza, lo que fue interpretado como un gesto de aceptación, aunque en realidad el Rasha`sh ni se había percatado de la llegada del hombre, quien dejó un billete por la misma cifra junto al libro de estudio para luego marcharse.
A terminar el Rasha`sh de estudiar, cerró el libro quedando el billete dentro del mismo.

Cuando más tarde reviso las cuentas del fondo de préstamos y notó que aun faltaba cancelar una deuda de cien rublos mandó a llamar al deudor para que pagase el préstamo.

-¡Pero ya se lo pague el día del vencimiento en la casa de estudio!

El Rasha`sh que no recordaba el suceso pensó que el hombre estaba mintiendo y le advirtió que pagara ya que de lo contrario estaba robando fondos comunitarios, lo cual era muy grave.

Mientras tanto toda la congregación al enterarse de la negativa del hombre a pagar y en la forma en que mentía, se indigno en sobremanera al ver como pagaba mal por bien a cambio del favor recibido con el préstamo.

Y a tal punto llegaron las cosas que el hijo del deudor avergonzado por la acción de su padre tuvo que dejar Vilna para vivir en otro sitio.

Pasado un tiempo el Rasha`sh tuvo necesidad de investigar un tema en el mismo libro que estudiaba el día del vencimiento y para su sorpresa encontró dentro del mismo el billete de 100 rublos.

Sentimientos de culpabilidad lo sacudieron y de inmediato llamó al hombre para preguntarle que debía hacer para que lo perdone. Si le parecía suficiente que públicamente le pidiera perdón y explicara frente a todos el error que había cometido al pensar que no había recibido el pago.

Le respondió el pobre hombre diciéndole que no ganaba nada con esto ya que el público no creería en la disculpa de un rabino tan grande y pensaría que solo lo hacia para salvarlo de la vergüenza..

De todos modos quedaría frente a la comunidad como un mentiroso y aparte que no serviría de nada el pedir perdón en lo relacionada con su hijo que dejo Vilna por tanta vergüenza sufrida.

El sabio tuvo un pensamiento: -¡Manda buscar a tu hijo y yo lo tomaré como esposo para mi hija!
De esta forma tengo esperanzas que la gente creerá por fin en tu inocencia y tu decencia.

Así se hizo y el deudor se convirtió en consuegro del sabio de la generación el Rasha`sh.

Conclusión:

1- Hay que pensar bien de todo yehudi, ya que este hombre en verdad había pagado su deuda, y todos pensaron que era un malvado.

2- Quien hace sufrir a cualquier yehudi, esta obligado a buscar la forma de lograr el perdón y devolver el honor al ofendido.

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