miércoles, 8 de diciembre de 2010

Parashá Vayigash - (Y acercóse). 4 Tebet 5771 (11 de Diciembre de 2010).La Óptica de la Torá Sobre el Reformismo


Esta parashá nos relata el reencuentro de Iosef con sus hermanos y luego con su padre Iaacov.
Después de que Iosef se dio a conocer ante sus hermanos, mandó a llamar a su padre Iaacov para que éste y toda su familia fueran a vivir a Egipto, pues había mucha escasez en la tierra de Israel.

En el capítulo 46, versículo 28, la Torá nos cuenta que Iaacov envió a Iehudá a la zona de Goshen - la región donde ellos habitarían - para que llegue antes que sus hermanos.
Rashí nos explica que Iaacov le pidió a Iehudá que se adelante por dos motivos.Uno de ellos fue porque Iaacov quería que Iehudá prepare un lugar apropiado para poder estudiar Torá, pues no podía prescindir de su lugar de estudios siquiera por un corto tiempo.

Este comentario de Rashí parece algo desconcertante, pues, ¿cuál hubiese sido el problema si Iaacov no hubiera tenido su "ieshivá" preparada apenas llegase?¿Acaso él no podría haber estudiado Torá en su casa por algunos días hasta disponer de un lugar de estudios?

La respuesta es muy simple, pero su enseñanza es muy grande.Iaacov sabía que pronto llegaría a Egipto y allí se encontraría con la sociedad más culta y adinerada de su época, que en definitiva fijaba las modas y tendencias de las personas de aquella generación.Él sabía que no iba a ser una prueba fácil para ellos vivir allí, ya que en Egipto los valores eran totalmente opuestos a los que sus hijos recibieron.

Pero Iaacov había educado a sus hijos en el camino de la Torá y todo su deseo era que su familia viva apegada a D'os y Sus mandamientos.Y es por este motivo que lo primero que Iaacov quiso hacer - incluso antes de él mismo llegar a Egipto - fue preparar las condiciones para asegurar el nivel de espiritualidad del lugar en el cual residiría su descendencia los próximos doscientos años.
Iaacov sabía que la única manera de mantener firmes los valores que D'os le transmitió, era a través de una "ieshivá" y un "bet hakneset", lugares donde sus hijos estarían a salvo de toda mala influencia.

Asimismo, vemos que cuando Iosef se encontró con sus hermanos, les dijo: "Ahora el Faraón pedirá conocerlos y su intención será nombrarlos en puestos de su gobierno, por lo tanto cuando él les pregunte a qué se dedican ustedes, deberán decir que son pastores - ya que éstos son despreciables en Egipto, pues ellos idolatran a los animales" (Bereshit 46:33-34).

Los hermanos obedecieron las indicaciones, y cuando el Faraón les preguntó cuáles eran sus profesiones ya sabían qué responderle.El Faraón siguió insistiendo y le dijo a Iosef que si veía que sus hermanos podrían servir en su ejército, que los nombre comandantes.Pero Iosef le respondió que no los veía capacitados para ello y de esta manera logró establecer a su familia en la tierra de Goshen, que geográficamente estaba alejada del resto de las ciudades egipcias.

Tanto Iaacov como Iosef nos enseñan que siempre debemos pensar si el paso hacia adelante que vamos a llevar a cabo, será perjudicial para nuestros valores espirituales actuales o futuros.

Hace más de 1930 años que se destruyó nuestro Bet Hamikdash, y consecuentemente comenzó la diáspora del pueblo judío.

Muchos relatos de los Sabios nos describen el esfuerzo que pusieron los iehudim para cumplir las mitzvot en cualquier condición, para no asimilarse a los goim (otros pueblos).A pesar de todas las amenazas y las persecuciones para obligarlos a convertirse de religión, los judíos decidieron sacrificar sus vidas si era necesario, antes que dar el brazo a torcer.Ellos preferían morir como judíos fieles a su Creador y a Su Torá, antes que vivir como gentiles - incluso en excelentes condiciones económicas.

Esto que acabamos de contar fue cierto en la gran mayoría de los casos durante todas las épocas.
Sin embargo, hace 200 años aproximadamente, en Alemania, la situación comenzó a cambiar drásticamente.Un grupo de judíos que recibieron la influencia de la cultura de los goim, comenzaron a pensar que las épocas habían cambiado, y ya no se podía vivir durante tanto tiempo entre goim y seguirlos obviando.

Con esta y otras ideas como: "Sé judío en tu hogar y persona fuera de él", los "reformistas" comenzaron a intentar acercar al judaísmo tradicional a las pautas que imponía la sociedad gentil.Ellos sostenían que cuanto más nos acerquemos a los goim, menos antisemitismo habría, y además, cuanto más adaptemos la Torá a la sociedad y a la época, más judíos volverían a sus "fuentes".

Doscientos años más tarde, estas ideas desgraciadamente encontraron albergue en los corazones de millones de judíos en todo el mundo.

Pero esta parashá nos muestra que tanto Iaacov como Iosef pensaban justamente lo contrario, y entendían que la única garantía que tiene am Israel para seguir siendo el pueblo elegido, es aferrarse a la Torá y sus mitzvot sin cambiar absolutamente nada de ella, así como también alejarse de las ideas de los goim y de su sociedad.

Lamentablemente, hoy en día vemos que la asimilación es un producto exclusivo de los reformistas.Pero mucha gente no tiene conciencia del peligro que esto conlleva.

En primer lugar veamos los resultados de una estadística hecha por los mismos reformistas (extraído del libro "HaReformim" - editorial "Manof", página 50):

Sólo el 25% de los judíos que se identifican como reformistas le hacen el berit milá (circuncisión) a sus hijos.
El 68% de los reformistas no encienden las velas de Shabat.
El 60% de ellos festejan la Navidad, y tienen un "arbolito" en su casa.
El 70% de los reformistas sostienen que los niños deben participar de los coros en los colegios mixtos, aunque canten canciones cristianas.
50% de los mismos festejan las pascuas cristianas.
59% van a sus trabajos en Iom Kipur.
44% no hacen el seder de Pesaj.
80% comen pan en Pesaj.
50% no festejan Januká.
30% no creen en la futura resurrección de los muertos.

Ahora traduciremos los testimonios del intendente de Jerusalem y de un diputado de la Kneset (quienes no se destacan por su religiosidad) después de haber visitado templos reformistas:

Testimonio del intendente de Jerusalem sobre la tefilá de Iom Kipur en un templo reformista en Manhatan:

"La mayoría de los hombres no tenía kipá.La impresión que daba la mayoría de los concurrentes era que venían directamente de sus trabajos con sus portafolios llenos de documentos.En contraposición a lo establecido, se sentaron juntas familias enteras - mujeres, hombres y niños - para realizar una tefilá en conjunto.¡Quedé atónito!Al finalizar la tefilá y los discursos, la mayoría de los feligreses salieron y subieron a sus autos.Los encargados de la sinagoga apagaron las luces, y no fueron pocos los que fueron a comer la cena después del rezo".

El diputado Rubi Riblin, luego de haber sido invitado por la comunidad reformista de Inglaterra declaró:

"Como un judío que no cumple los 613 preceptos, ni tan sólo 13 preceptos, me estremecí profunda e ilimitadamente.Se descubrió ante mí una comunidad cuya relación con el judaísmo ni llega a acercarse a la realidad.Tuve la sensación de que me encontraba dentro de una iglesia.Quedé petrificado.Eso era idolatría y no judaísmo.Hasta ahora pensaba que los reformistas eran una rama del judaísmo; luego de haber visitado dos templos pertenecientes a ellos, estoy convencido de que esa es una religión nueva por completo, sin ninguna relación con el judaísmo.La asimilación es total.Sus rezos parecían completamente un acto protestante".

Poco a poco, entre los reformistas van desapareciendo la mayoría de los preceptos conocidos por la religión judía.A simple vista podríamos decir que en este "proceso de cambio" no existe ningún límite.

¿Acaso hay algún judío en el mundo que pueda permitirse dejarles realizar lo que se proponen?
Demás está agregar palabra alguna.

(Extraído de la revista "Zohar")

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