martes, 1 de marzo de 2011

LA TORA (IV)


La Importancia de Todas las Mitzvot

Es importante que el ser humano se comunique con su Creador mediante el cumplimiento de Sus ordenanzas. Debemos desarrollarnos en todos los campos posibles. Puesto que estamos compuestos de cuerpo y alma, debemos tratar de alimentar a nuestro espíritu de la misma manera que alimentamos a nuestro cuerpo.

Mediante el cumplimiento de estas mitzvot que relacionan a la persona con D'os nos santificamos. Esta santificación incluye al alma y como consecuencia de esto, el alma se eleva y tiene la fuerza de elevar con ella al cuerpo de su estado meramente material.

En general todas las mitzvot tienen el poder para conectar nuestra alma con D'os, pero especialmente, las mitzvot shebén adam laMakom (que relacionan al hombre con D'os), son las que contribuirán a nuestra elevación espiritual en algunos aspectos que las mitzvot shebén adam lajaberó (que regulan la relación del hombre con su prójimo) no tienen lugar. Cada mitzvá está relacionada con una parte de nuestro mundo espiritual y contribuye a perfeccionar esa parte en particular. Es por eso, que de ninguna manera debemos dejar de lado estos preceptos.

Por otro lado, no es necesario extenderse en la explicación del por qué de los preceptos que relacionan a los hombres entre sí, pues a pesar de que tienen significados muy profundos, cualquier persona comprenderá fácilmente la importancia de estos, inclusive bajo una perspectiva superficial.

Una Relación Evidente

Un ejemplo claro de la relación que existe entre las mitzvot shebén adam laMakom y shebén adam lajaberó lo enseña Rabenu Asher Ben Iejiel (el RoSH, 1250 - 1327) en su comentario a la Torá, citando las palabras del Midrash Pesiktá Rabatí. Antes de traer la explicación recordemos nuevamente la forma de los Diez Mandamientos:

1) La creencia en D'os. 6) No asesinar.

2) La prohibición de la idolatría. 7) No cometer adulterio.

3) No jurar en vano. 8) No robar.

4) Cuidar el shabat 9) No prestar falso testimonio.

5) Honrar a los padres. 10) No codiciar.

Él dice que el mandamiento de la creencia en D'os está enfrentado - gráficamente hablando - a la prohibición de asesinar, porque quien mata a otra persona es como si de alguna manera estaría disminuyendo la Presencia Divina sobre la tierra, pues en cada ser humano está la Imagen de D'os.

Así también quien adora a otros dioses se asemeja a una mujer que comete adulterio yéndose con otro hombre en lugar de su marido. Por otro lado todo el que roba, finalmente llegará a jurar por el nombre de D'os en vano, pues cuando sospechen de él, querrá jurar que es inocente.

Asimismo, quien profana el día de shabat es como si estuviera atestiguando falsamente sobre el Creador. Es como si diría que D'os no descansó en el día séptimo después de haber creado el mundo.

Por último encontramos la prohibición de codiciar, enfrentada con la mitzvá de honrar al padre y a la madre, pues quien codicie a la mujer de su prójimo finalmente hará que ella - estando aún casada con su marido - conciba un hijo de una relación prohibida llamado en hebreo mamzer y éste no sabrá quién es su padre verdadero ya que su madre no querrá contar su pecado, y ese hijo no podrá cumplir la mitzvá de honrar a su verdadero padre.

Es por eso que no debemos menospreciar nuestro mundo espiritual, pensando que no contribuimos al mundo que nos rodea cuando cumplimos preceptos que, aparentemente, no mejoran nuestro comportamiento respecto de nuestro prójimo. Esa idea es totalmente errónea y está basada en la ignorancia únicamente, pues también el cumplir mitzvot que tienen que ver con el Creador y no con las personas, hacen de nosotros seres muchos más éticos y morales en nuestro comportamiento con los demás. Tómese como ejemplo de esta idea, la mitzváde comer carne de animales que solamente hayan sido matados de acuerdo con las leyes de la shejitá (la forma kasher de matar al animal).

A pesar de que no sabemos todos los motivos por los cuales D'os nos ordenó este precepto, por lo menos entendemos que D'os quiso que no matemos a los animales que necesitamos para el consumo, de una manera cruel e inhumana. D'os quiere que, en caso de necesidad, matemos a los animales con misericordia, tratando de provocarles el menor sufrimiento posible. Evidentemente, quien se detenga a pensar sólo algunos instantes en esto, sentirá la sensación de que él debe mejorar su trato con los otros.

Por otro lado, la persona no debe decir: "yo cumpliré solamente los preceptos que me relacionan con D'os pues Él es el Creador de todo, Él es perfecto y a Él le debo toda mi vida, y es por eso que es una pérdida de tiempo dedicarme a mejorar mi relación con el resto de las personas". Esta afirmación no tiene ningún sentido. De momento que D'os nos creó en un marco social, es infantil pensar que aislarse de él, es lo que D'os quiere de nosotros. D'os quiere que logremos mejorarnos a nosotros mismos y así mejorar el mundo que nos rodea.

Para cumplir de la mejor manera los preceptos que nos relacionan con nuestros semejantes, es preciso aceptar que D'os está sobre nosotros mediante el cumplimiento de las mitzvot que nos relacionan con D'os, pues desgraciadamente ya vivenciamos que a lo largo de la historia han surgido grupos y movimientos que enarbolaron las banderas de la justicia social y la igualdad, pero terminaron cometiendo las más grandes atrocidades. ¿Y todo por qué? Porque se apoyaron únicamente en su intelecto, creyendo que lo que era bueno a sus ojos, era la verdad.

Pero nosotros, el pueblo de Israel, no pensamos de esa manera. Nosotros consideramos que por cuanto que D'os es la fuente de la sabiduría, Él es Quién nos debe ordenar cómo comportarnos en nuestra relación con los demás. Él nos creó a todos y sabe mejor que nadie de qué manera la convivencia es mejor para nosotros.

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