domingo, 29 de mayo de 2011

SHAVUOT 5771 (8 y 9 de Junio de 2011).Naase VeNishmá (Haremos y escucharemos)



Los judíos no celebran las festividades como meras fechas de aniversario. Cada año causa una expansión y profundización del mensaje transmitido la primera vez. Si Shavuot es la celebración del recibimiento de la Torá en el Monte Sinaí hace 3,300 años, entonces Shavuot este año nos dará un aspecto de la Torá que no recibimos el último año o ninguno de los años anteriores.
Cada Yom Tov (día festivo) decimos la bendición "Shehejeyanu…" que se traduce: "Bendito Hashem… Quien nos ha dado vida, nos ha sustentado y ayudado a alcanzar este tiempo". ¿De qué estamos agradeciendo a Hashem? ¿De ser capaces de consumir más alimentos? ¿De ser capaces de dormir la siesta? ¿Estamos realmente agradeciendo a Hashem de hacernos llegar a este tiempo?
La respuesta es que este tiempo nos está enriqueciendo de una forma que nunca antes nos había enriquecido. Por lo tanto, agradecemos a Hashem permitirnos alcanzar este tiempo cuando recibimos un entendimiento nuevo que nunca nos había sido dado previamente.
¿Qué entendimiento nos da Shavuot, el día del recibimiento de la Torá? Puesto de manera simple, nos da el entendimiento de na-asé venishmá.

Na-asé Venishmá

El segundo día de Siván -justamente unos días antes que recibiéramos la Torá - el pueblo judío le dijo a Moshé: "Todo lo que Hashem nos diga, lo haremos". Moshé subió a la montaña y Hashem le instruyó enseñar dos mitzvot al pueblo que lo prepararían para kabalat HaTorá (el recibimiento de la Torá): prishut (separación de relaciones conyugales) y hagbalá (límites alrededor de la montaña). Cuando Moshé regresó con el pueblo el 4 de Siván, dijeron: "Todo lo que Hashem diga, na"asé venishmá haremos y escucharemos". Repitieron "haremos" y añadieron "escucharemos" es decir, trataremos de entender.

¿Qué es lo que estos términos significan realmente? Si dijeron uno, ¿para que añadieron otro?
Podemos empezar respondiendo estas preguntas formulando otra: ¿existe alguna diferencia entre los mandamientos que observa un gentil - un verdadero gentil bueno que cree en Hashem - y aquéllos que un judío religioso observa? Más específicamente, los gentiles tienen siete mandamientos que deben observar - uno de ellos, por ejemplo, no robar - ¿existe alguna diferencia entre su mandamiento de no robar y el mandamiento judío de no robar?
A primera vista, uno pensaría que no hay diferencia. Sin embargo, sí existe.
Pregunta a un gentil ético por qué uno no debería robar, y te va a decir que si no existe respeto por la propiedad de otros no habría ley ni orden. La sociedad se destruiría. Por lo tanto, te contestaría que ya que la gente tendría una necesidad inherente de robar, es necesario contrarrestarla con las leyes en contra del robo. Es por esto que D-os nos ordenó no robar.
Rabí Eljanán Wasserman, zt-l, preguntó: Sabemos que cada ser humano será juzgado por Hashem un día. Sin embargo, ¿cómo puede Hashem juzgar a un gentil por no cuidar sus siete mandamientos? Puede decir que nunca oyó hablar de ellos. O decir que creció en una comunidad de ladrones y asesinos, con padres que eran drogadictos. ¿Cómo puede ser que el no observar los siete mandamientos sea usado en su contra?
Sin embargo, Rabí Wasserman respondió: los siete mandamientos son leyes exigidas por la lógica natural. Son instintivas. Su lógica inherente se nubla sólo cuando uno se corrompe. Así, de acuerdo a Rabí Wasserman, los gentiles son responsables de observar los siete mandamientos de Noaj no importando cuáles sean sus antecedentes, porque los siete mandamientos son naturalmente razonables. Tienen una filosofía en sí mismos. Y la filosofía dicta la ley.

Cualquier religión basada en los siete mandamientos de Noaj es una religión válida. Y más gentiles deberían ser seguidores fervientes de tales religiones. Sin embargo, cuando una ley es ley porque se adapta al entendimiento humano está, por definición, limitada al entendimiento humano. Sus objetivos son solamente para aquellas cosas que los seres humanos pueden concebir, el objetivo supremo es el funcionamiento armonioso de la sociedad. El problema con esto es que implica que D-os creó leyes con objeto de corregir la naturaleza humana. Sin embargo, si D-os hubiera querido, habría creado un mundo donde la naturaleza humana fuera perfecta, donde no hubiera pobres y nadie quisiera robar. Si sientas un mono a la mesa con un plato de dinero, ¿lo va a robar? No. No obstante, pon un plátano en el plato y sí lo hará. Hashem no le dio al mono la necesidad de robar dinero y Él tampoco se la tenía que dar a los seres humanos. Por lo tanto, decir que la verdadera razón por la que uno no debe robar es porque la humanidad se beneficia con esta ley, es una falacia. Implica que Hashem tiene que reaccionar a las deficiencias del mundo. Hashem creó también las deficiencias.

"2,000 años antes de la creación del mundo, Hashem creó la Torá"

"No robarás" fue escrito 2,000 años antes que el mundo empezara a existir. Así, cuando llegó el tiempo para Hashem de crear el mundo, Él preguntó: "¿Qué tipo de mundo necesita la Torá? Si la Torá dice "No robes" entonces debo crear un mundo donde la gente quiera robar".
Por lo tanto, el argumento de que la Torá fue escrita para que la humanidad funcione bien es superficial. ¡La humanidad fue creada para cumplir la Torá!
Y es por esto que los mandamientos de los judíos difieren de los que corresponden a los gentiles. Para el gentil, el objetivo de la ley es por el bien de la humanidad. Para el judío, el objetivo de la ley es por el bien de D-os; sirve al Plan Divino. En verdad, además de servir al plan de Hashem, los mandamientos también mejoran la condición humana. Sin embargo, la responsabilidad principal y más grande de un judío es realizar los mandamientos porque de alguna manera cumple el Plan Divino al hacerlo así.

Si pudiera expresar una analogía, piensa en una computadora programada para ganar millones de dólares de valores de renta. Todo lo que requiere es que el operador contratado para usar la computadora siga las instrucciones hasta sus más finos detalles. Como un valor agregado, la computadora está programada de tal manera que si el operador oprime la combinación correcta de teclas en el momento adecuado, se produce una hermosa melodía. Por lo tanto, mientras la persona está ejecutando el programa también está tocando música hermosa.

Ahora, imagina que se le pregunta al operador después de usar la computadora durante varias semanas qué es lo que está haciendo. "¿Haciendo? ¿Acaso no puedes oír? Estoy tocando música hermosa".
Ésta es una respuesta tonta. Está en un proceso para ganar miles de millones de dólares y ¡todo lo que cree que está haciendo es tocar melodías! Hashem fue bueno con nosotros ya que mientras nos puso en la tarea de ejecutar Su propósito en la creación, nos dio la capacidad de gozar la "música" del momento. Los mandamientos de Hashem sirven un doble propósito. Cumplen Sus necesidades y las nuestras. Sin embargo, somos tontos si pensamos que todo lo que estamos logrando es aquello que podemos percibir que nos beneficia.

La Torá es una idea muy bonita. Mejora la vida familiar, la vida comunitaria, etc. No obstante, cumplirla solamente por esas razones es pensar en términos gentiles. Cumplimos la Torá porque Hashem nos dijo que lo hiciéramos; porque Él nos dijo que podemos estar seguros de que nuestra observancia produce algo millones y millones de veces más grande que cualquier cosa que percibamos. Y después de eso la cuidamos por las razones evidentes, por el mejoramiento que trae al individuo y a la comunidad.

Los Sabios explican que la bondad de los gentiles es pecado, queriendo decir que cuando un judío sigue valores - aun valores religiosos - que están basados en razonamientos seculares y no judíos, es un pecado. Para los gentiles está bien. Todo debe ser explicable a sus mentes racionales. No obstante, para el judío, no robar u observar cualquier otro mandamiento paralelo de la misma forma que un gentil, es un pecado. Es por esto que la razón para que un judío no robe, debe ser diferente a la razón por la que un gentil no roba. Un judío no roba, primero, porque así dice en la Torá. Esto se llama, na-asé, haremos; lo vamos a hacer sin cuestionar, a pesar de que nuestras mentes racionales encuentren o no atractiva la idea. Lo haremos porque el Creador del cielo y la tierra dijo que lo hagamos. Después de eso, buscaremos nishmá, entendimiento.

El orden de na-asé venishmá es de suma importancia. El máximo objetivo de un no judío es entender con su mente racional todo lo que pueda. Después, y sólo después, procede a hacerlo. Esto es nishmá venaaasé, el entendimiento precede a la acción. El objetivo de un judío es más elevado porque se esfuerza en cumplir los mandamientos de Hashem aun si su mente racional le dice lo contrario. Na-asé venishmá transforma el intelecto de un instrumento que informa al cerebro humano acerca de todo lo que ve, a un instrumento que permite al cerebro humano entender más de lo que puede ver. Ver es creer, pero creer es más que ver.

Antes del Monte Sinaí el pueblo judío era todavía miembro de la raza humana. No tenían más elección que la de actuar sobre lo que el intelecto les decía. Sin embargo, en el Monte Sinaí se les dio acceso a una revelación más grande que el intelecto humano. Se volvieron judíos, miembros del pueblo elegido de Hashem.

(selección extraída del libro "Autoestima" de Ezriel Tauber, © Ed. Jerusalem de México)

jueves, 26 de mayo de 2011

Parashá Bamidbar (En el desierto). 24 Iyar 5771 - 28 Mayo 2011


Como podemos ver, la parashá de esta semana nos nos enseña que la Torah y todas las leyes fueron entregadas en el desierto. Hemos de saber que tanto el nombre nuestra parashá así como el nombre del libro que empezamos son Bamidbar, que significa “en el desierto”. ¿Por que la Torah misma y todas sus leyes fueron entregadas en el desierto?


Para entender esto debemos profundizar un poco sobre el tema, cuando Hashem estaba buscando en donde entregar la Torah, las aguas y los valles y hasta las mismas montanas se negaron a tan alto zejut, ya que en todas ellas habían habido estatuas de aboda zará (idolatría), cuando Hashem Lo ofreció al desierto, Vio que el desierto si estaba puro de idolatría, por eso Dió la Torah kedosha en el desierto. Ahora bien, Hashem nos quiso enseñar algo muy importante con esto, y es que nosotros debemos ser como un desierto, ¿Qué se quiere decir con esto? Que debemos estar desconectados de todo lo físico de este mundo, de cualquier placer innecesario que nos de este mundo, debemos estar alejados de lo material el mismo modo que el desierto esta alejado de toda la civilización, también nos enseña que debemos tener la mente como el desierto, es decir vacía de todo pensamiento que nos impurifique y solo con espacio para el estudio de Torah.


Debemos saber que cuanto mas conectada está la persona con los placeres de este mundo mas se desconecta está de la Torah; así como el desierto es un lugar vacío de cualquier asimilación del mundo, también nosotros debemos estar alejados y vacíos de todo material. Dice el midrash que el desierto simboliza la humildad, de esto debemos aprender que el camino para unirnos con Hashem es por medio de la humildad. Cuando una persona muestra su orgullo y su antipatía a los demás, causa que la kedusha se aleje de él y consecuentemente se pueda desviar del camino de Hashem (jas veShalom). Asi bien la humildad es la clave para la teshuva y el apego a Hashem.


Podemos entender ahora porque la Torah fue entregada en el desierto y cual fue el propósito.


El Censo en nuestros días


La parashá de esta semana nos relata acerca del censo que ordenó Hashem a Moshe en el segundo día del mes de Iyar.


Nos surge una pregunta muy sencilla: ¿Acaso Hashem necesita de un censo para saber cuánta gente hay?, Él es el Creador de todo, entonces ¿por qué mando a contar al pueblo si él sabía bien cuantas personas habían?


La respuesta a esto es que Hashem quería demostrar su gran aprecio y amor hacia nosotros, su pueblo. Podemos ver que Hashem nos contó en varias ocasiones en la historia: nos contó cuando Yaakob descendió a Egipto, luego a la salida de mitzraim, también nos contó después de la plaga del becerro de oro, y el primero de Nisán en la inauguración del mishkan y por último nos conto en el segundo día del mes de Iyar. Hashem nos contó varias veces para que pudiéramos sentir su cariño, así como un vendedor de diamantes cuenta muchas veces los mismos diamantes, ya que esto le produce placer y felicidad, así también para Hashem somos como sus diamantes y cada vez que cumplimos sus leyes y hacemos su voluntad le causamos placer y felicidad.


Ahora bien, hoy en día el censo que Hashem realiza, no lo hace según cada judío en sí, si no cada judío que este en el camino de la Torah, esto quiere decir que cuando estamos entregados al estudio de Torah y de mitzvot somos contados en el censo, ¿pero que censo es este? Esta escrito que el último censo será para la geulá y para la venida del mashiaj, que sea prontamente, Hashem censará a quienes estuvieron en su camino y aquellos que dejaron la materialidad por la espiritualidad.


El censo a los Leviim


Como podemos ver Hashem le pidió a Moshé que contara separadamente a la tribu de leví, ya que El creador dijo que la tribu de leví son de su propiedad exclusiva, esto se debe a que ellos no pecaron en el becerro de oro, y no se asimilaron en Egipto; siempre hicieron brit milá a sus hijos y siguieron en Torah. También Hashem no quería que fueran contados con las demás tribus, ya que mas adelante, cuando se decretó la muerte por los espías, se hizo sobre el pueblo que fue censado, ahora bien los leviim tuvieron el gran zejut de ser llamados el ejercito personal de Hashem; esto también lo podemos apreciar hoy en día cuando Hashem llama a cada judío que esta fuera de Israel, y lo hace para que venga a la tierra donde pertenece, ya que nosotros los judíos somos el ejercito de Hashem , somos los censados exclusivamente por él.


El significado de las Banderas


Como podemos ver, también en nuestra parashá vemos que a las tribus se les entrego el derecho de llevar banderas, una por cada tribu y cuatro por cada esquina. Esto significa que así como los ángeles de Hashem tenían banderas celestiales, también Hashem nos comparo con los ángeles y nos dio este derecho de llevar escudos que representen no solamente las casas de la tribus si no también la protección de Hashem.


Ahora bien dentro de las doce banderas entregadas a cada tribu, habían 4 situadas en cada uno de los puntos cardinales, esto nos enseña que nosotros los judíos somos los encargados de llevar la prosperidad y kedusha a todos los extremos de la tierra.


En esta parashá se nos demuestra el gran amor que tiene Hashem para nosotros y podemos ver que el camino al apego con Hashem está en sus leyes. Que prontamente podamos traer la geulá para todo el pueblo de Israel y recordar que lo importante no es cuanto sabes si no el esfuerzo que pones para aprender, pues ahí se ve el amor y apego a Hashem, que prontamente todos los judíos estemos en Yerushalaim y que cada uno de nosotros esté en el ultimo censo, el censo de la geula. AMEN.
Esta parashá ve dedicada a la Refuá Shelemá de Shimon ben Sol, Delicia bat Miriam y Jaya bat Sara




Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

miércoles, 25 de mayo de 2011

El entierro de Moshé Kamtzn (el avaro)


En Ierushalaim, vivía un judío llamado Moshé Kamtzn (Moshé el avaro), era conocido con este nombre por la poca caridad que repartía entre los pobres.
Parece ser que todos sabían que era un hombre con bastantes medios económicos, es muy bien sabido que este diminutivo no es nada agradable, no es fácil sacarlo de encima, y a cada paso que daba recibía ofensas y maldiciones, porque … quien quiere ser amigo de un mezquino.

Cuando falleció Moshé todos estaban seguros que nadie, le acompañaría al cementerio, cuál fue la sorpresa de la gente, cuando uno de los grandes rabinos de esa generación el Zeviler Rebe, el santo y venerado Rabí, informó que él personalmente participaría en el entierro y pronunciaría un “hesped” (discurso mortuorio).

La noticia formo un revuelo entre los habitantes de Ierushalaim, quienes lo comentaban por las callejuelas de la ciudad santa, en las sinagogas y en las casas de estudio.

Todos entendieron que si el Rebe, participaba en el entierro, seguro que tendría una poderosa razón.
A la hora convenida se reunió una gran multitud, junto con rabinos eruditos, alumnos, pueblo; en fin todos vinieron.
Acompañaron a Moshé Kamtzn (Moshé el avaro), a su última morada.

El Admur Rabí Shlomke de Zwiel, paz en su santa memoria, dijo solo dos palabras y todos comenzaron a llorar.

Ustedes bien saben – dijo el Rebe – que cuando alguien tiene que casar a un huérfano o a una huérfana en Ierushalaim vienen a pedir ayuda y reciben todo lo necesario, quiero avisarles hoy que todo esto se terminó… R’ Moshé Kamtzn, que yace aquí, es el hombre que siempre me dio en secreto, el dinero necesario para las bodas de los huérfanos, con una condición, que no le dijera a nadie que era él quién cumplía con la mitzvá, con esta loable acción. Ahora debemos buscar a otro “Kamtzn”, otro avaro como él, y hasta que lo encontremos no se dirijan a mí, sobre “Tzedaká” (caridad), y ayuda para novios y novias huérfanos.

Rab Moshé Kamtzn, un ejemplo de hacedor de buenas acciones, que estaba dispuesto a sufrir humillaciones, para no romper con su voluntad de ser humilde y hacer el bien, sin que nadie sepa de él.
¿Conoce usted alguien como él en estos tiempos?
¡Si saben de alguien, háganmelo saber!

http://www.torahenfamilia.com/

jueves, 19 de mayo de 2011

Parashá Bejucotai - (En Mis Leyes) - 17 Iyar 5771 - 21 Mayo 2011


Como podemos ver en esta parasha Hashem nos advierte sobre las consecuencias, si dejamos a un lado la Torah y las mitzvot y nos alejamos de Él.

Pero ¿por que H tiene que nombrar cada una de las maldiciones y no dice que simplemente nos destruirá?

En realidad lo que Hashem nos viene a enseñar es su infinito amor por cada uno de nosotros, esto lo podemos ver claramente ya que el primero utiliza toda clase de castigos para que podamos volver en teshuva, para poder retornar, pero no utiliza la muerte como primera instancia.

Hashem nos dice "los amo a ustedes de entre todas las familias de la tierra por tanto los castigare por sus pecados" (Amos 3:2). Hashem es nuestro padre y como padre el reprendernos es una prueba de que nos ama, ya que lo hace con el fin de hacernos caer en cuenta de nuestros errores y asi hacer teshuva para podernos acercar mas a su presencia.

Asi también en nustra parasha vemos como Hashem nos promete recompensa si seguimos y nos promete que nunca seremos exiliados y que la shejiná nunca se separará de nosotros.

El sentido profundo de esta parasha es el darnos cuenta que el propósito de la creación, no está en tener el disfrute de este mundo, sino llegar a tener disfrute del mundo espiritual por medio de este mundo. Este mundo es la herramienta para poder llegar a la conexión espiritual.

Cuando Hashem nos advierte que no nos alejemos de sus caminos, esto quiere decir en realidad que no nos apeguemos a lo material ni nos dejemos llevar por la matrialidad de este mundo, sino al contrario que utilicemos este mundo para poder alcanzar el apego con el Creador.

Los Siete Pasos Que Alejan Del Camino De Hashem

Nuestra parasha nos advierte sobre el alejarnos de la tora y por ende del camino de Hashem, la parasha nos enseña los siete pasos que llevan a que la persona a recibir consigo los castigos de Hashem, estos son:

1) La falta de estudio de Torah. La mente humana esta llena de capacidad de almacenamiento que nos cuesta entender, cuando se deja de estudiar torah esto conduce a que empiezen a quedar mas espacios vacios en la mente y por ello empezar a llenarlos con pensamientos que empiezan alejarnos de la kedusha de Hashem.

2) Cuando la persona empieza a fallar en Torah esto conduce a empezar a incumplir mitzvot, la persona empieza a alejarse de lo que es el propósito del derej Hashem (camino de Hashem)

3) Asi mismo cuando esta falto de Torah la persona empieza a incumplir mitzvot empieza a influenciar a los demás para que se alejen del camino de Hashem (jas veshalom) esto es lo que conocemos hoy en dia como empezar a asimilarnos.

4) Cuando la persona tiene estos primeros tres pasos en la vida se conduce al odio o rencor a la gente estudiosa de Torah, ¿como es esto? Empieza a recriminar sus acciones y a verlos como personas que no hacen nada por el mundo si no solo por ellos mismos.

5) Esto a su vez lleva a advertir a los otros sobre el estudio de Torah o más bien prevenir a otros sobre el estudio de Torah. La persona empieza a ver el camino de la Torah como un camino inservible que no deja nada en la vida (jas veshalom)

6) Cuando se tienen estos cinco puntos aplicados, automáticamente lleva a la persona al rechazo absoluto de las mitzvot, cualquier mitzva la persona la ve como "para que lo hago si no me sirve de nada"

7) Y finalmente esto lleva a la persona a la negación de la Torah misma, osea a la negación de la existencia Divina de Hashem (jas veshalom).

Precisamente la Torah nos enseña que no debemos entrar en ninguno de estos pasos ya que esto conduce automáticamente a que Hashem oculte su presencia de la persona y esta sea ignorada. Esto fue desafortunadamente lo que paso en la shoa (el holocausto) que se llegó a un punto de asimilación que Hashem se ocultó de nosotros y nos llevo a la casi exterminación (jas veshalom).

EL Pueblo De Israel Como Primogénitos

En nuestra parasha se nos enseña sobre las leyes de redención cuando una persona consagraba algo para Hashem ya sea su tierra o su casa o cualquiera de sus bienes, el kohen tasaba el valor de estos bienes por si la persona quería redimirlos. Ahora bien, sobre los animales primogénitos esta escrito que no se podían redimir: "Sin embargo, un primogénito que se vuelva primerizo para Hashem entre los animales, un hombre no lo podrá consagrar, ya sea toro u oveja, de El Eterno es" (vaikra 27:26). Rashi explica que no se puede redimir ya que no nos pertenece, es del eterno y la halaja dice que una persona no puede consagrar algo que no es de su pertenencia.

¿Pero esto que tiene que ver con nosotros el pueblo de Israel? Primero debemos saber que Hashem nos compara con animales, es decir somos su creación al igual que los animales; esto lo podemos ver en las 12 tribus, ya que cada uno era comparado con un animal, Yehuda era el león, Yosef era el toro, Benyamin era la oveja, y así podemos encontrar varios ejemplos mas en la torah.

Debemos saber que, de todo el mundo, nosotros los judíos somos los primogénitos, así que somos propiedad exclusiva de Hashem como lo menciona el pasuk más arriba (vaikra 27:26) con esto podemos saber que tenemos un nivel de kedusha mas elevado que cualquier ser en el miundo ya que Hashem mismo declara que nosotros somo suyos.En las demás pueblos hay angeles que guian cada nación,sin embargo, Hashem mismo nos guía a nosotros.

Asi bien debemos saber que Hashem nos presta este mundo no para apegarnos a él si no para que, por medio de él, podamos apegarnos al propósito de la creación, asi que como primogenitos que somos debemos mantener nuestra kedusha para poder apegarnos a nuestro dueño absoluto que es el Creador y solamente podemos hacerlo con el estudio de Torah y el cumplimiento de mitzvot.

Así que está en cada uno de nosotros ayudar a elevar a los demás y consagrarnos al eterno y de ese modo traer prontamente la Geulá para todo el pueblo de Israel y lo más importante, el poder cumplir con el propósito de este préstamo que es el apego absoluto con Hashem y eso se consigue dejando la materialidad a un lado y utilizando este mundo solo para el placer espiritual, que prontamente podamos cumplir con este propósito AMEN.

Esta PARASHA VA DEDICADA PARA LA REFUA SHELEMA DE SHIMON BEN SOL, YAACOT BAT HANA, HAYA BAT RIVKA, SARA HAYA BET SARA.


Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

miércoles, 18 de mayo de 2011

Pesaj Shení: Siempre hay una segunda oportunidad


Introducción

Un año después del éxodo, Di-s ordeno a los hijos de Israel a traer un sacrificio de Pesaj la tarde del 14 de Nisan, y comerlo esa noche, asado sobre el fuego con Matzot y hierbas amargas, del mismo modo que lo habían hecho el año anterior al salir de Egipto.
"Había, no obstante, algunos hombres que habían entrado en contacto con los muertos, y estaban por consiguiente ritualmente impuros, de modo que no pudieron preparar la ofrenda de Pésaj en ese día. Durante el transcurso de ese día, se acercaron a Moshé y a Aarón. "Estamos ritualmente impuros como resultado del contacto con los muertos –le dijeron los hombres a [Moshé]–. ¿Pero por qué deberíamos dejar de beneficiarnos y no poder presentar la ofrenda de Dios en el tiempo adecuado, junto con los otros israelitas?". (Números 9 – 6-7).

En respuesta a este pedido Di-s estableció el "Segundo Pesaj" (Pesaj Sheni) el 14 de Iar para todo aquel que haya estado imposibilitado de traer la ofrenda en el mes anterior. Este día representa la "segunda oportunidad" que nos da Di-s a través de la teshuva, el poder del arrepentimiento y el "retorno". Como dice rabi Iosef Itzjak Schneerson "Pesaj Sheni indica que nunca esta todo perdido".
Es costumbre comer Matza en este día, preferentemente Matza Shmura.
Los siguientes artículos reflejan lecciones actuales que podemos extraer de esta festividad.

La Segunda Oportunidad

¿Qué queremos decir cuando hablamos de una "segunda oportunidad"? ¿Es la habilidad de meternos en una cápsula, transportarnos en el tiempo a un punto anterior, hacer a un lado nuestro ser y hacerlo de la manera correcta esta vez? ¿Pero si eso es todo lo que hay, qué es lo que se ganó? ¡Podríamos también haberlo hecho bien la primera vez!

"Nunca es demasiado tarde. Siempre hay una segunda oportunidad". Esto, según el Rabino Iosef Itzjak Schneersohn (el sexto Rebe de Lubavitch, 1880-1950), es el mensaje de Pesaj Sheini, el "segundo Pesaj" bíblicamente ordenado para aquéllos que no trajeron la ofrenda de Pesaj a su debido tiempo.

Todos entendemos esa declaración "siempre hay una segunda oportunidad". Alivia nuestras ansiosas almas y encaja muy bien el 31 de diciembre en la página de un calendario de aforismos. ¿Pero cómo encaja esto con la vida diaria? Hice un estudio en mi barrio.

"Bueno," dijo Sara L., una vecina, "perdí el tren de las 6:22 a casa ayer, y en los 35 minutos que esperé, leí un diario viejo, cuando podría haberle contado un cuento para dormir a mi hija, si hubiera llegado a tiempo. Hoy no perderé el tren, pero "ayer a las 6:22" no vuelve nunca más en la vida..."

"Bueno," dijo Jacobo H., un exitoso abogado civil, "hace veinte años conocí a una muchacha maravillosa con la cual quería casarme. En un momento dado, tenía mis palabras en la punta de la lengua, y sabía que ella diría 'Sí'. Pero ese momento pasó y yo nunca hice la pregunta. No tengo reproches--hoy estoy felizmente casado --pero ese momento nunca regresará... No en esta vida..."

"Bueno," dijo Fernando G., un hombre de negocios que conozco, "en la escuela secundaria tenía un amigo que me preguntó si yo pensaba que él debía entrar en la política. Éste es el último tipo en el mundo que querríamos como jefe de estado o gobernante. Pero yo no quería herir sus sentimientos, y le dije, '¡Seguro, dále para delante!' No puedo decirle qué desbarajuste hizo este tipo durante los ocho años que estuvo en política. Ésa es una decisión que llega demasiado tarde para cambiar..."

-------------------------------------------------------------

¿Qué queremos decir cuando hablamos de una "segunda oportunidad"? ¿Es la habilidad de meternos en una cápsula, transportarnos en el tiempo a un punto anterior, hacer a un lado nuestro ser y hacerlo de la manera correcta esta vez? ¿Pero si eso es todo lo que hay, qué es lo que se ganó? ¡Podríamos también haberlo hecho bien la primera vez!

La idea de la Torah de teshuvah ("retorno") no es sólo deshacer o corregir un error pasado. Más bien, teshuvah trata sobre transformar el pasado. Significa volver para cambiar el significado y las consecuencias de lo que pasó, para que el resultado final sea mejor de lo que hubiera sido si no hubiera ocurrido.

Sara L.: "Sabe, siendo honesta, la verdad es que aún cuando hubiera tomado ese tren, habría contado ese cuento a mi hija lo más rápido posible, sólo porque le había prometido que lo haría. Mi mente estaba en otras cosas que día. Pero el hecho de que perdí ese tren y no cumplí mi promesa me hizo comprender cuánto mi hija necesita de mí--y no sólo de mi presencia física, sino también mi atención y consciencia. Esta noche, me voy a sentar con ella en su cama a hablar realmente--algo que no hacemos hace mucho tiempo..."

Jacobo H.: "Sabe, no hay nada que valore más que mi matrimonio. Creo que la mujer con la que me casé es mi alma gemela destinada, la que es de verdad la única persona en el mundo para mí. Más pienso en ello, más veo que 'la oportunidad perdida' de mi pasado como un desafío perpetuo a experimentar--y superar--ese grado de anhelo y esperanza en nuestra propia relación. Me digo a mí mismo: ¡Si yo podía ver tal profundidad de sentimiento en esa relación que no fue, cuánto más sería en lo que realmente es! Me hace enamorarme de nuevo de mi esposa todos los días de mi vida."

En cuanto a mi amigo hombre de negocios, en lugar de retirarse (cuando lo había planeado a los 65), ha estado trabajando día y noche para arreglar los enredos que hizo. Vamos a ver que pasará.

http://www.es.chabad.org/

jueves, 12 de mayo de 2011

Parashá Behar - (En el Monte). 10 Iyar 5771 - 14 Mayo 2011



Nuestra parasha tiene el nombre de “Behar” que significa en la Montana. Este nombre nos lleva a preguntar: ¿el versículo donde surge el nombre Behar dice “Behar Sinai”, que significa en el monte Sinai, ahora bien la parasha debería tener el nombre de Behar Sinai o Sinai, pero que sentido tiene llamarla Behar cuando no especifica en que monte?

La pregunta es más fuerte aún cuando analizamos el significado espiritual del Monte Sinaí: nuestros sabios enseñan que el Monte Sinaí fue elegido para entregar sobre él la Torah porque era el más bajo de todos los montes. La combinación de palabras “Monte” y “Sinaí” contiene las ideas de elevación “Monte” y auto anulación “Sinaí” (la palabra Sinaí está relacionada en su fuente con la palabra sné - la zarza – que es el árbol más bajo del mundo) Es decir, el significado de la combinación de las palabras “Monte Sinaí” es que se requiere de la persona que tenga fortaleza y elevación y, a su vez, ser humilde e insignificante ante sus propios ojos. Siendo así, ¿cómo dejamos del nombre de la parashá la mitad del concepto? La parashá se llama Behar (en el monte) indicando la idea de elevación y deja a fuera la palabra “Sinaí” que simboliza la humildad.

Para entender esta pregunta debemos comprender el significado de la humildad, la cual llega por el reconocimiento de Hashem, esto se debe a que el hombre mismo es limitado y cuando experimenta la presencia de Hashem se siente insignificante ya que la grandeza de Hashem no tiene límites, esto hace que el tenga un nivel de “pequeñez” por así decirlo que ayuda a su vez a elevarlo en sabiduría, ya que la clave de la sabiduría se encuentra en la humildad con la que se estudia.

Ahora bien cuando llega a este modo de “pequeñez” la persona automáticamente empieza a percibir la superioridad divina y eso hace que se pueda conectar mas con el creador, lo cual ayuda no solo a ver una existencia mas elevada que el hombre mismo si no también a ver la nuestra y a valorarla.

Este concepto también encuentra su expresión en la halajá (la ley judía) en la diferencia entre un enviado “shalíaj” y un sirviente: “el enviado de una persona es como la persona misma”. Sin embargo, esto se aplica sólo en lo referente a la misión específica confiada en el enviado, no a otros asuntos; por el contrario, un sirviente no tiene existencia propia en absoluto. La existencia del sirviente es la de su amo, por lo cual aquello que adquiere un sirviente, lo adquiere automáticamente su amo.

Este es al significado espiritual de nuestra parasha Behar; la elevación que surge a partir de la anulación personal para así tener un apego con Hashem, es tanto el apego que una persona no puede sentir su anulación, al contrario siente un nivel de elevación hacia el Creador.

Al comienzo del servicio Divino del judío se exige de él el paso de la elevación (“Monte”), sólo después llega el sentimiento de que toda su existencia es Di-s, por lo que no es necesaria una acción de auto anulación, sino que esta ocurre automáticamente.

El Numero y La Shemita

Nuestra parasha nos habla sobre las leyes del año de shemita (séptimo año, descanso para la tierra o año sabático) y también podemos ver sobre las leyes de yovel (año de jubileo)

Como todos sabemos, de todos los años el séptimo es el más preciado por Hashem, como esta escrito “y el séptimo año descansaran las tierras y estarán sin cultivar”. Ahora bien de todos los ciclos del séptimo año el séptimo es el más distinguido, como esta escrito “y santificaras el quincuagésimo año” (año de yovel)

El zohar explica que el número 7 es el número preferido de Hashem, esto lo podemos saber con varios ejemplos:

Hashem creo 7 cielos, 7 tierras, de todos los edificadores del pueblo judío el 7 fue el mas importante (Abraham, Itzjak, Yaakob, Levi, Quetta, Agram, MOSHE), de los 7 hijos de Iasi el séptimo fue el gran rey de Israel (David Hamelej), el séptimo mes es tishrei, el mes mas importante para el pueblo judío, en el están el día de la creación y el día que se nos juzga, el séptimo día de la semana es shabat.

El hecho de cuidar las leyes de shemita era demostrar la emuna en Hashem, ya que nosotros dejábamos el trabajo de la tierra por mandato del Creador y esto hacia que santificáramos el nombre de Hashem.

Una persona que no cumplia shemita Hashem lo castigaba mida kenegued mida (medida por medida) esto quiere decir que esta persona se empobrecía y era obligado a vender sus tierras, si no hacia teshuva tenia que vender su casa, si seguía sin hacer teshuva llegaba al punto de ser vendido como esclavo a otro judío y en el peor de los casos a un no judío.

En si la shemita significa el descansar la tierra pero, en realidad estamos cultivando, ¿como es esto?

Cuando cumplimos las leyes de la shemita y el yovel estamos cultivando mitzvot, ya que estamos cumpliendo los mandatos de Hashem y estamos demostrando que nos podemos despegar de la materialidad e la tierra y que estamos dependiendo de nuestra emuna en Hashem.

Cuando estudiamos las leyes de la shemita y cumplimos las leyes de la shemita y del yovel y también con nuestro estudio diario de Torah, como bien se dijo anteriormente estamos cultivando mitzvot y el resultado será recoger kedusha y así poder llegar a un apego absoluto con Hashem, así estaremos cumpliendo el propósito de la creación que no es otro que el verdadero apego al Creador. Las leyes de Shemita fueron dadas en el monte Sinaí donde también fue dada la Torah Santa, esto nos enseña que el estudio de Torah nos lleva al descanso, al cultivo de mitzvot y al acercamiento con el Creador.

Así bien que prontamente llegue la geula para todo Klal Israel y que cada uno de nosotros recoja los frutos de las mitzvot que sembramos. Amen.



¡Shabat Shalom!
Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein