viernes, 17 de junio de 2011

¿Cómo sabemos que los sucesos de la Torá son ciertos? (III)



9. En el museo de El Cairo, hay un monumento cuya inscripción celebra la victoria del Faraón Meremptá sobre los libios. En dicho monumento, figuran las palabras "pueblo de Israel". El Faraón Meremptá, subió al trono alrededor del año 1230 antes de la Era Común, aproximadamente medio siglo después de que los judíos entraran en Eretz Israel conducidos por Yehoshua. Este monumento atestigua el hecho de que los judíos ya existían como una nación, conocida entonces. En otros documentos de la época se mencionan otros extranjeros a los que se da el nombre de habiru, término que podría vincularse con la palabra "hebreos".

10. En la época de los Jueces (Shoftim), los judíos eran hostigados por los pelishtím, según el Tanaj. Los documentos egipcios confirman la existencia de esta nación, que llaman peleste. El Tanaj, en Amos, afirma que los pelishtím procedían de Caftor, también conocida como Creta. El hallazgo de vasijas de barro de los pelishtím ha permitido determinar que, en efecto, proceden de Creta.

11. Las ruinas de una fortaleza en Tell el Ful (Guivá), se atribuyen al primer Rey israelita, Shaúl. Su sucesor fue el Rey David, que amplió considerablemente el territorio del Reino. Se han hallado las ruinas de ciudades conquistadas por David, así como la laguna de Guivón que se menciona en el Tanaj como el sitio en el que lucharon los soldados del general de Shaúl, Avner.

12. El imperio del rey David fue consolidado por su hijo, Shlomo (el Rey Salomón). El Tanaj, en Melajím 1, 9:15, menciona que Shlomo planificó la construcción de Jazor, Meguidá y Guezer. Esto permite suponer que el proyecto de construcción de las tres ciudades debe de haber sido muy parecido. Las excavaciones a cargo de Igal Iadin, en Israel, determinaron que los portales de la ciudad excavada en Jazor y Guezer eran, sin duda, del mismo tipo que las halladas anteriormente entre las ruinas de Meguidá. Por otra parte, los arqueólogos han hallado la fundición utilizada por Shlomo para la producción del cobre, necesario para construir embarcaciones en Etzión Guever, tal como se menciona en el Tanaj.

13. Otras excavaciones, han revelado pruebas de la existencia de muchos Reyes Judíos posteriores. Por ejemplo: El "Obelisco Negro", hallado en Ninivé, que ahora está en el Museo Británico, muestra a Iehu, Rey de Israel, postrándose ante el Rey asirio Shalmaneser III. Las excavaciones llevadas a cabo en el decenio de 1920 en Tell-el Mutesilim, revelaron un sello que llevaba la inscripción hebrea: "Shemá, sirviente de Ierovóm", refiriéndose a un rey de Israel. La piedra moabita decía: "Omri, Rey de Israel, humilló a Moab durante muchos años." Las ruinas de Kuiundshik, revelaron una inscripción de Esarhadón que afirmaba: "Yo reuní a los reyes de Asiria y a los del otro lado del mar, Ba-al, el rey de Tiro, Menashé, el rey de Judá." Esto confirma el relato del Tanaj, en el sentido de que Menashé fue tomado prisionero por los asirios. El así llamado Prisma de Taylor corrobora el argumento del Tanaj, en el sentido de que el Rey Jizkiá no aceptó la autoridad de Sanjeriv y que Sanjeriv, en consecuencia, atacó Judá. En el prisma no se menciona la posterior derrota de Sanjeriv, por cuanto no podría mencionar un fracaso del Gobierno. No obstante, esta derrota, un hecho milagroso descrito en el Tanaj, fue registrado por el antiguo historiador Heródoto, y la afirmación que figura en el Tanaj en el sentido de que Sanjeriv fue finalmente asesinado por sus dos hijos (y no sólo por uno de ellos, como lo señalan las crónicas de Babilonia) fue confirmado por el Prisma de Esarhadón. Por otra parte, se ha hallado la laguna de Siloán, excavada por el Jizkia en la época del sitio de Sanjeriv y las dimensiones de ésta coinciden exactamente con las mencionadas en el Tanaj. Y la historia ha explicado por qué el Tanaj dice que, después de que Israel fue sitiada por Shalmaneser, rey de Asiría, "ellos" la conquistaron después de tres años. El empleo del pronombre plural ("ellos" en lugar de "él") tiene sentido por cuanto se hallaron documentos en los que se señala que Shalmaneser murió durante el sitio y que su sucesor, Sargón, completó la tarea. En aras de la exactitud, en el Tanaj se acredita la victoria a ambos.

14. Los acontecimientos posteriores tienen un respaldo aún más sólido. El arqueólogo francés, Marcel Dieulefoy, que excavó el palacio persa hallado en las ruinas de Susa, declaró que las descripciones del palacio que figuran en el Libro de Ester deben de haber sido escritas por una persona que conocía extraordinariamente bien el palacio, por cuanto que éstas eran increíblemente exactas. (Las ruinas habían estado enterradas durante más de 2000 años antes de ser redescubiertas, de manera que el escritor del Libro de Esther debe de haber vivido en la época en que sucedieron los hechos históricos, y no siglos después.) Aún existen monedas que conmemoran la rebelión de los Jashmonaím, base de la festividad de Janucá. En las ruinas de Masada, ahora redescubiertas, y que pueden ser visitadas por el público, hay numerosos artefactos que describen la lucha contra los romanos, así como una Mikvé (casa de baños rituales) construida exactamente como lo indica la ley judía. Este último hecho, demuestra que los mártires de Masada conocían muy bien la ley de la Torá, que nos ha sido transmitida sin modificaciones. Además, las ruinas de la fortaleza de Betar, han revelado los escritos de Bar Kojba, el renombrado luchador de la libertad, más conocido como Bar Kojba, algunos de ellos escritos personalmente por él.
Todos los ejemplos que mencionamos, y que son sólo una parte de las pruebas que siguen acumulándose, se han citado para ilustrar un hecho: Que la historia que contiene el Tanaj, no es el producto de la imaginación de un mitólogo, ni la invención de un comité, escrita centenares de años después de los acontecimientos que se describen. Escritores posteriores no podrían haber poseído los documentos históricos necesarios para darle tal exactitud a sus versiones. Los llamados "críticos de la Biblia" no tienen base alguna para negar la veracidad de la Torá. La Torá es "Torá Emet".

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