domingo, 24 de julio de 2011

Ben Hametzarim (IV) בין המצרים. Las tres semanas



El periodo de veintiún días entre el diecisiete de Tamuz y el nueve de Av es denominado bein ha-metzarim –“entre los estrechos",basado en el versículo (Eijah 1:3) que señala: todos sus perseguidores la alcanzaron entre los estrechos. Los Sabios (Eijah Rabbah 1) explicaron que entre los estrechos se refiere a los días de aflicción que ocurrieron en el período entre el diecisiete de Tamuz y el Nueve de Av. En éste período, muchas calamidades le sucedieron al Pueblo Judío a través de las generaciones. Fue durante éste período entre los estrechos que, tanto el Primero como el Segundo Templo fueron destruidos. Este período fue por consiguiente, establecido como un tiempo de luto por la destrucción de los Santuarios.

Dice el Talmud que el Templo –Beit Hamikdash-fue destruído por el odio gratuito existente entre los judíos – sinat jinam – la envidia y el egoísmo fueron la semilla de la destrucción. Es nuestra responsabilidad revertir ese proceso de trágica declinación practicando el amor desinteresado –ahavat jinam- cultivando un espíritu de solidaridad, apoyo, perdón y comprensión mutua. Durante las tres semanas y en especial en los nueve días hay que:

· Intensificar el estudio de Torá, sobre todo lo referente al Templo.
· Realizar buenas acciones para con el prójimo
· Dar tzedaká adicional, especialmente a sinagogas y casas de estudio –Yeshivot- ya que éstas son considerados Templos en miniatura.

Restricciones de las tres semanas:
· No se realizan bodas ni fiestas
· No se estrena ropa
· Se evita escuchar música y asistir a lugares de diversión.
· No se puede cortar el pelo.
· No se dice Sheejeyanu (algunas autoridades lo permiten en Shabat) y por tanto no se pueden comer frutos nuevos.
· A partir de Rosh Jodesh Av y durante los días que preceden a Tishá B’Av, se agudiza el período de luto y por lo tanto se suma la restricción de no comer carne, ni tomar vino en estos días salvo en Shabat, no plantar árboles, no bañarse en la playa, no coser o decorar de nuevo la casa.

La constricción y el luto que caracterizan las tres semanas en especial los nueve primeros días del mes de Av, son interrumpidos en Shabat, porque en ese día debe prevalecer la alegría. En el Shabat anterior a Tishá B’Av debe incrementarse la alegría, más de lo usual para que no quede ninguna sombra de tristeza, pues se le compara con la época de la Redención por venir, que será definitiva y de perfección espiritual.
Desde el Shabat después de Tishá B’Av hasta el de antes de Rosh Hashaná, siguen una serie de siete Haftarot con profecías de consuelo y salvación para el pueblo judío y que se conocen con el nombre de Shivá de Nehamatá- Siete de Consuelo.

LOS ANTECEDENTES MAS REMOTOS

La primera vez que Noé manda a la paloma fuera del arca para saber si habían cedido las aguas y ésta regresa sin ninguna señal, es un día 17 de Tamuz, lo que sirve para considerar que el pueblo judío no tendría reposo en ese día, como no lo pudo tener la paloma, porque las aguas cubrían toda la tierra.
El 9 de Av del año 2449 fue el día en que regresaron los espías enviados por Moshé a la tierra de Israel a la cual estaban próximos a entrar. El reporte negativo dado por diez de ellos, diciendo que es una tierra fortificada, de personas gigantes, que sería inconquistable y que devoraría a sus habitantes, causó gran desanimo entre el pueblo y lo hizo llorar desconsoladamente en la noche del 9 de Av. Di-s viendo su actitud de falta de confianza y poca fe, decretó que por haberse lamentado sin razón, haría de ese día una ocasión de verdadero duelo para las generaciones venideras.
El error de los espías residió según lo explica Jasidut, en considerar que el ingreso a la tierra provocaría la decadencia espiritual del pueblo pues este tendría que luchar por la supervivencia y ocuparse de satisfacer todas las necesidades que en el desierto eran cubiertas por Di-s. La falta de comprensión de que todos los actos del hombre, aún los mundanos, están relacionados con la Divinidad, hizo que esa generación no entrara a Eretz Israel, solo sus hijos que fueron educados adecuadamente merecieron entrar a la tierra, 40 años después, y habitarla, cumpliendo los preceptos de la Torá.

http://www.es.chabad.org/; http://www.jabad.org.ar/

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