domingo, 25 de septiembre de 2011

MEHILÁ

EN ESTOS ÚLTIMOS DÍAS DE ELUL, PREVIOS A ROSH HASHANA, DIAS DE TESHUVÁ Y ARREPENTIMIENTO, DIAS DE INTROVERSIÓN, CUANDO CADA UNO DE NOSOTROS VA REPASANDO TODAS SUS ACCIONES CON RESPECTO A HASHEM, ASÍ COMO CON NUESTROS SEMEJANTES, DESDE KETER DE ISRAEL, CON LA MANO EN EL CORAZÓN Y EL MÁS PROFUNDO DE NUESTROS SENTIMIENTOS, QUEREMOS PEDIRLES A TODOS NUESTROS AMIGOS Y VISITANTES MEHILÁ (PERDÓN), POR SI CON NUESTRAS PALABRAS, ACTOS Y PUBLICACIONES OFENDIMOS A ALGIEN, O EN OTROS CASOS POR OMISIÓN INCURRIMOS EN LO MISMO. MEHILÁ, MEHILÁ Y MEHILÁ. GRACIAS

jueves, 22 de septiembre de 2011

Parashá Nitzavim (Presentes) 25 Elul 57771 (24 de Septiembre de 2011).

אַתֶּם נִצָּבִים הַיּוֹם כֻּלְּכֶם לִפְנֵי יְ־הֹוָ־ה אֱלֹהֵיכֶם רָאשֵׁיכֶם שִׁבְטֵיכֶם זִקְנֵיכֶם וְשֹׁטְרֵיכֶם כֹּל אִישׁ יִשְׂרָאֵל (Debarim 29-9) Nuestra parasha empieza hablándonos acerca del Nuevo pacto que Hashem hizo con los judíos, Hashem hizo este nuevo pacto con el pueblo, ya que, después de escuchar las bendiciones y las maldiciones, ellos estaban deprimidos y no creían que podrían sobrevivir a estas maldiciones, pero Moshe los alentó diciéndoles que la última instancia de Hashem va ser utilizar las maldiciones, pero que a pesar de ello, se mantendría el pacto con nuestro patriarca Abraham. Hashem, para levantar al pueblo de su pesimismo, hizo el pacto, para hacernos saber que por más alejados que estuviesen del Creador, Él siempre va a estar sujeto a nosotros, es decir, a nuestro lado.


La Clave De La Prosperidad


Como podemos ver, en nuestra parasha, Moshe nos advierte y nos explica no alejarnos del camino de Hashem, una vez ya dichas las bendiciones y maldiciones y después de haber hecho el nuevo pacto con Hashem antes de entrar a la tierra de Israel. Moshe exhortó al pueblo acerca de su futuro alejamiento del camino de Hashem, lo que conllevaría a la destrucción del primero y segundo Bet Hamikdash y a la dispersión por todo el mundo, sin embargo Hashem nos dio la clave para poder volver, para retornar a su camino, esa clave es Torah y mitzvot. Hashem bajó la Torah del cielo y nos la entregó al pueblo de Israel, para que tengamos la clave de la teshuva. Cuando cada uno de nosotros que estudia Torah y hace mitzvot, está reconstruyendo nuestro camino y no solo eso sino que está trayendo la kedusha a este mundo. El estudiar Torah es un deber que recae sobre cada uno de nosotros como judíos, como pueblo de Hashem, cada vez que vamos en contra de nuestro instinto y cumplimos la voluntad de Hashem, estamos reconstruyendo los méritos para la geula y para la reconstrucción del Tercer Bet Hamikdash Hashem nos dotó a los judíos con una inteligencia superior a la de cualquier ser vivo, esto es porque nos dio la Torah, pero no solo la escrita, sino también la oral, para que pudiésmos entender el propósito de la vida y para poder apegarnos cada vez más a Él. Cuando un judío está alejado de la Torah, porque piensa que no tiene la suficiente inteligencia o porque cree que no es para él, solamente está negando la verdad que hay en el, es decir, hay veces que Hashem hace que una persona se esfuerce en aprender y en entender, esto de debe a que Hashem ve nuestro esfuerzo y dedicación al aprendizaje, y cuantoe más sea difícil entender algo, más hay que estudiarlo, ya que el pago por ese esfuerzo es de un gran valor en el cielo. Para llegar a la prosperidad, necesitamos recibir el pacto que Hashem hizo con cada uno de nosotros, la Torah dice: וְלֹא אִתְּכֶם לְבַדְּכֶם אָנֹכִי כֹּרֵת אֶת הַבְּרִית הַזֹּאת וְאֶת הָאָלָה הַזֹּאת כִּי אֶת אֲשֶׁר יֶשְׁנוֹ פֹּה עִמָּנוּ עֹמֵד הַיּוֹם לִפְנֵי יְ־הֹוָ־ה אֱלֹהֵינוּ וְאֵת אֲשֶׁר אֵינֶנּוּ פֹּה עִמָּנוּ הַיּוֹם (Mas no es sólo con ustedes que hago este pacto y este juramento terrible. Lo hago tanto con quienes están de pie hoy aquí con nosotros ante Dios nuestro Señor, como con quienes no están [aún] hoy aquí con nosotros.) (Debarim 29-13-14). Es decir que no solo está el pacto con los judíos que estuvieron presentes sino también con cada uno de nosotros, cada generación, pero, ¿cómo saber recibir este pacto que Hashem hizo con nosotros? Nuestros Sabios Z’’L dicen: Al igual que Abraham Abinu circuncido su miembro, así nosotros debemos hacer, ¿cómo debemos entender esto? Así como Abraham fijo su pacto en su miembro y lo circuncidó, del mismo modo nosotros debemos hacer, pero con nuestro corazón, es decir circuncidarlo del mundo material, quitar esa cubierta de “Olam Haze” y recibir el pacto de corazón. Esto es algo que nos incumbe a todos, ya que como todos sabemos, cada persona es responsable por el pueblo entero, pues somos uno con Hashem, así como se castiga al pueblo por el pecado de una persona, así también por el sejut de una persona se mantiene el mundo. Por lo tanto, está en cada uno de nosotros, pensar, y decidir que queremos hacer, ¿seguir evadiendo nuestro destino y nuestro pacto? O esforzarnos, no solo por nosotros, sino por cada judío que está fuera y necesita de nosotros para encontrar su camino. Esta parasha nos hace pensar acerca de lo que queremos para nuestras vidas, si vivir con una materialidad limitada o luchar por una espiritualidad infinita. Espero que por el estudio de cada judío, sea traída pronta la geula y por el mérito de cada uno, podamos mantener el mundo, lo importante no es ver cuantas horas estudié, sino poder practicar lo que aprendí subiendo un escalón mas cada día, aunque sea un estudio de diez minutos. AMEN.

Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

miércoles, 21 de septiembre de 2011

ENTREGAR LA VIDA EN VIDA


Los Dayanim (Jueces) del Bet Din Hagadol (Supremo Tribunal Rabínico) de la ciudad de Tzefat (Safed, Israel) se quedaron perplejos. El hombre que, acababa de entrar era bien conocido como uno de los más rebeldes, inmorales y malvivientes de la Comunidad. Estaba considerado como el peor, de tal manera, que nadie dudaba que así también era visto por el Cielo. Decían de él que no hubo pecado de la Torá que no cometió. ¿Qué tenía que hacer, entonces; un hombre de esa calaña dentro del Bet Din Hagadol?

El asombro de los Dayanim ya llegó al límite, cuando escucharon lo que salió de los labios de aquel extraño visitante.

- ¡Por favor!- les suplicó- ¡Recíbanme como Báal Teshubá (Retornante camino de la Torá): ¡Estoy totalmente arrepentido!

Los Dayanim, que conocían al hombre y todas sus malas artes, no le creyeron, pensando que ésta sería otra de sus trampas. "Seguramente pretende poner en ridículo al Bet Din y burlarse de él. No podemos arriesgarnos...", fue lo que dijeron antes de decidirse a rechazarlo.

El hombre salió del Bet Din y se encaminó directamente a la casa de Rabenu Ar"í Za”l.

- ¡Rabí! -le imploró- Muéstreme el sendero de la Teshubá. ¡Usted sí debe creerme!

- Ve. Ve a tu casa.- lo tranquilizó el Ar"í -Y debes saber que cualquier persona está capacitada para hacer Teshubá . La Teshubá es un acuerdo que se concreta entre la persona y Su creador. No se necesita de ningún intermedio.

Pero el hombre no cedía.

- Por favor, Rabí -insistía- Dígame algo que deba hacer para arreglar todos mis actos y no me negaré en absoluto. ¡Es que hice esto y aquello...! - y ahí fue cuando comenzó a detallar frente al Ar"í, quien quedó realmente impresionado. No se imaginó que un Yehudí pudiera llegar a semejante bajeza.

- Hijo mío: -le dijo- Por lo que veo, no te alcanzarían ni mil años de vida para hacer una Teshubá tan grande, capaz de borrar todo lo malo que hiciste. Sólo tienes una alternativa: La pena de muerte. Únicamente quitándote la vida lograrás que se perdonen todos tus pecados.

-Acepto! -dijo inmediatamente el hombre -¡Me pongo en sus manos!

¡Ejecúteme, si es que así quedaré limpio de mi horrible pasado!

Llegó el día anterior a Iom Kipur, y el Báal Teshubá se hizo presente en el Bet Hamidrash (Centro de Estudios de Torá) de Rabenu Ar"í, para saber cuál era el veredicto y qué merecía recibir. La decisión de aquel ocasional Bet Din fue la de condenar al pecador a morir con "Serefá. ¿En qué consistía? En verter en la boca del culpable una cucharada de plomo fundido hirviente. Cuando el elemento atraviese su garganta, viajará por su cuerpo incinerando todos sus intestinos.

Era un fallo muy severo, pero el Báal Teshubá. lejos de amilanarse, lo aceptó con alegría.

-Ojalá que de esta manera, encuentre la expiación de mis pecados - dijo. Prontamente, se dispusieron todos los Jajamim del Bet Hamidrash a complementar las indicaciones de Rabenu Aruí: Amarraron las manos y los pies del hombre, y mientras observaba la cuchara con el plomo fundido en ebullición, le fue colocada una venda sobre sus ojos.

-¡Confiésate! ¡Pronuncia el Viduy ("Anna") y luego mantén tu boca abierta! -le ordenaron.

El hombre comenzó a decir el Viduy palabra por palabra, con una profunda concentración, demostrando verdadero arrepentimiento. Cuando llegó, el momento, abrió su boca esperando la caída del flujo ardiente...

Sin embargo, en lugar de recibir fuego mortal, lo que se introdujo en su boca no fue otra cosa que un bocado de una dulce mermelada de frutas. Rabenu Ar"í, mientras el hombre no miraba, cambió la cuchara de plomo por una de mermelada dulce y agradable al paladar. Y mientras se la daba de tragar le decía:

- Se apartó tu pecado, y tu transgresión fue perdonada...

Aquel hombre permaneció unos instantes en silencio... ¿Será posible? ¿Qué fue lo que sucedió? Y cuando estuvo con los ojos libres se percató de la situación.

- Por favor, Rabenu! -clamaba- ¡Cumpla mi sentencia! ¡Quiero que mis pecados sean perdonados de una vez!

- No te preocupes -le dijo Rabenu Ar"í, calmándolo -.Ya nos Dijo Hashea en el Pasuk: "...Porque El no desea la muerte (del pecador)'`. Y los Jajamirn, que nos enseñaron los caminos de la Teshubá, afirman que la imposición de la pena de muerte es sólo una de las maneras con las que quedan limpios los pecados de la persona. Y todo, para que la Teshubá se manifieste de todo corazón: para obtener una Teshubá sincera, acompañada de un auténtico arrepentimiento. Un arrepentimiento de esta naturaleza, seguramente carcome el corazón del pecador; su alma y todo su interior experimentan unos tormentos tan terribles, que resultan más fuertes que todas las muertes del mundo. Sin dudas, esta persona no pecará nunca más en toda su vida...

- También tú- concluyó Rabenu Ar"í sus palabras -obtuviste el Zejut (Privilegio) de que tu Teshubá sea considerada una Teshubá completa. ¡Dichoso de ti! ¡Con lo que demostraste, no hay ninguna necesidad de quitarte la vida!

(Ma-ase-em Shel Tzadikim - Ki Tetzé)(“HAMAOR”; Tomo 2; Kolel MAOR ABRAHAM-KÉTER TORÁ; Ediciones HAMAOR)

viernes, 16 de septiembre de 2011

UNA MITZVÁ QUE ALARGA LA VIDA DE QUIEN LA CUMPLE


Uno de los más grandes personajes del Talmud era Rabí Tarfón. Para él casi no habían secretos en la Torá, y en aquella época, plena de grandes Jajamím (sabios de la Torá), Rabí Tarfón era considerado un gran erudito y Tzadik (Justo).
Cuenta la Guemará (Maséjet Kidushín 31. y Talmud Yerushalmí Peá I1), que la madre de Rabí Tarfón era una mujer anciana, débil y un poco enferma. No tenía fuerzas ni para subirse a la cama. ¿Qué hacía Rabí Tarfón? Se ponía de cuclillas frente a la cama de su madre, para que ésta se apoye en su hijo y no le resulte incómodo subir a su lecho. La actitud de Rabí Tarfón se acrecentaba, si tenemos en cuenta que este Jajam era muy rico, y no le faltaban sirvientes que puedan reemplazarlo. También tenía infinidad de alumnos, que seguramente se ofrecerían a atender a su madre, en demostración de afecto y respeto, tanto hacia él como hacia ella. Sin embargo, la espalda de Rabí Tarfón hacia las veces de escalón para su anciana madre, cada una y una de las tantas veces al día que la mujer necesitaba acostarse o bajarse de su cama.
Un día Shabat, Rabí Tarfón acompañaba a su madre en un paseo por la calle. Hacía tiempo que la mujer no salía, y esa vez disfrutó mucho del sol y del clima agradable. De repente, algo amenazó con malograr el paseo: un zapato de ella se rompió. Es sabido que en Shabat no se permite arreglarlo, y tampoco podía caminar descalza. ¿Cómo iba a regresar aquella anciana a su casa? Rabí Tarfón se agachó y colocó una mano bajo el pie descalzo de su madre, y aunque al principio ella se negó, después tuvo que acceder a la insistencia de su hijo, quien poniendo su palma como suela, permitió que su madre caminara por la calle sin lastimarse hasta llegar a su casa.
Pasó un tiempo y Rabí Tarfón se enfermó gravemente. Vinieron los demás Jajamím a visitarlo, y fueron recibidos por su madre, quien les dijo:
- ¡Por favor! ¡Pidan por Tarfón mi hijo! Él es un verdadero Tzadik. ¡Me atiende y me honra más de la cuenta!
- ¿Más de la cuenta? ¿Por qué dice eso? - preguntaron los Jajamím.
La mujer les contó lo que hace Rabí Tarfón con ella cada día cuando se va a la cama, y lo que sucedió una vez en Shabat cuando se le había roto el zapato. Los Jajamím escucharon esto y le dijeron a ella
- Señora: Debe usted saber que su hijo no hizo ni la mitad del honor que se le debe prodigar a los padres.
De este relato del Talmud, aprendemos que la Mitzvá (el precepto) de Kibud Ab Vaem (Honrar al padre y a la madre) es ilimitada, y no por nada ésta figura en el quinto mandamiento, que leemos en la Perashá de la semana.
Lo que llama la atención es la respuesta que le dieron los Jajamím a la madre de Rabí Tarfón. Si bien es cierta, quizás no era el momento más adecuado para decirla, pues la mujer pidió que aboguen ante HaShem por su hijo, que se encontraba gravemente enfermo. Esta mujer mencionó en Rabí Tarfón la Mitzvá de Kibud Ab Vaem, pues sabía que la Torá recompensa dicha Mitzvá con larga vida, ¡y el comentario de los Jajamím aparentemente minimizó todo lo que había hecho Rabí Tarfón por su madre!
La verdadera explicación es la siguiente: De ninguna manera los Jajamím quisieron menospreciar el respeto y el honor que Rabí Tarfón le prodigaba a su madre. Al contrario: Con sus palabras le dieron a entender a ella que Rabí Tarfón se curará y vivirá muchos años más. Por eso le dijeron: "Lo que hizo, fue sólo la mitad. ¡Va a vivir el doble de lo que vivió hasta ahora, para cumplir la otra mitad...!” (Mipí Hashemu-a)

jueves, 15 de septiembre de 2011

Parashá Ki Tavó- (Entres). 18 Elul 5771 (17 de Septiembre 2011).



La Mitzva De Los Bikurim

En nuestra parasha de la semana, vemos que Hashem nos da el precepto de los Bikurim, con esta Mitzva, nosotros estamos aceptando que el Creador y dueño de todo lo que existe es Hashem.
También podemos encontrar el agradecimiento al Creador, cuando recitamos Mode Ani todas las mañanas y también cuando decimos Birkat Hamazon, más aun, vemos que en otras culturas o religiones, las personas agradecen antes o después de comer, o más aun al levantarse por las mañanas, Pero la mitzvá de Bikurim tiene un punto novedoso, ya que no implica solamente la expresión verbal, sino también física de reconocimiento, trayendo de "las primicias de la tierra", al Beit Hamikdash, declarando que todo pertenece a Di-s, con el pensamiento, la palabra y la acción.
Nuestros sabios dicen que los Bikurim son como el pueblo judío, es decir, así como las primicias son el primer fruto que nos dió la tierra, así también el pueblo judío es el comienzo de la creación, Hashem creo la Torah para nosotros los judíos, nuestros sabios explican que aun, antes de la creación Hashem ya tenía pensado en crear al pueblo judío.
Esta Mitzva, también nos ayuda a saber, que nosotros no manejamos el control de la prosperidad, por decirlo así, más aun Hashem se encarga de darnos la bendición a nosotros.

Las Bendiciones y Las Maldiciones

Como podemos ver en nuestra parasha, Moshe reunió al pueblo de Israel antes de entrar a la tierra prometida, Moshe lo hizo el mismo día de su muerte. Nuestros sabios preguntan: ¿Por qué Moshe reunió al pueblo judío antes de entrar a la tierra prometida, entre dos montanas para escuchar bendiciones y maldiciones, sabiendo que en la parasha bejukotai ya había hablado de las maldiciones y bendiciones? La respuesta es, por cuanto Hashem iba hacer un nuevo pacto con el pueblo judío antes de entrar a la tierra, también los reunió ante dos montañas, para que sirvieran como testigos y a diferencia de la parasha bejukotai, que habla sobre maldiciones y bendiciones en general, es decir en plural, en nuestra parasha habla de forma singular, esto nos ensena que el pecado de un judío afecta a todo el pueblo entero, hasta por el pecado de uno todo el pueblo podría ser castigado, esto se debe a que somos un solo pueblo, es decir, somos uno para Hashem.
Moshe se preocupó mucho por el pueblo, al ver que todos estaban atemorizados al escuchar las maldiciones, pero Hashem calmó a Moshe diciéndole que solamente las maldiciones se cumplirán, el día que nosotros los judíos nos alejemos del camino de la Torah y de las mitzvot.
Hoy en día, nosotros creemos que estamos bien, ya sea porque tenemos suficiente dinero o porque tenemos mucha abundancia, sin embargo ¿quién nos dice que eso es estar realmente bien?
Las personas piensan que lo escrito en la Torah, ya no se cumple, pues no han visto que a ninguna persona que se aleja de la Torah, le caigan estas maldiciones, más aun nuestros sabios nos dicen que la vida en este mundo son solo esfuerzos que se verán recompensados en el mundo venidero, cuanto mejor esté la persona más preocupada debería estar, pero ¿cómo es esto? Hashem siempre va a probarnos para comprobar nuestro crecimiento y apego en Él, cuanto más dura es la prueba, más grande es la recompensa, esto se debe a que Hashem no ve el resultado sino el esfuerzo, cuando una persona que está alejada del mundo de la Torah goza de mucho placer material, quiere decir que en realidad Hashem le está dando su recompensa en este mundo para no “deberle nada”, por así decirlo, en el mundo venidero.
Esta parasha nos da la enseñanza, no solo de aceptar que Hashem es nuestro creador y que todo lo que existe es de Él, también nos enseña a tener emuna, y a tener fuerza en cualquier prueba, ya que, como dijimos anteriormente Hashem ve el esfuerzo de la persona, porque el esfuerzo que pone una persona, la lleva a tener más gozo del resultado.
Nosotros debemos saber que para lograr algo, debemos esforzarnos, esta parasha nos enseña claramente que el esfuerzo y el cumplimiento de la Torah y de las mitzvot llevan a la verdadera recompensa, más aun, se requiere del esfuerzo, nuestro esfuerzo hace que nuestras acciones valgan más y hacen que el resultado de haber superado las pruebas de la vida, sea más placentero, es decir hacen que nos sintamos más satisfechos, nosotros no debemos esperar a tener todo fácil, sin complicaciones, debemos buscar esforzarnos y saber que todo esfuerzo que hagamos leshem shamaim se verá bien recompensado, no solamente en este mundo, si no también en el mundo venidero.

Las Piedras



Como podemos ver Hashem le ordeno a Moshe hacer doce piedras, en ellas escribir toda la Torah en los setenta idiomas y colocarlas en la entrada de Eretz Israel (en la entrada del Yarden).
¿Qué significado tienen estas piedras y por qué en setenta idiomas? Las piedras hacen alusión a la mezuza, es decir que estamos en el Hogar de Hashem, también se escribieron en setenta idiomas para darle la oportunidad a todos los pueblos, para que pudieran estudiarla y así llegar al cumplimiento de las siete leyes de Noaj, de este modo todo el mundo llegaría al reconocimiento absoluto, que Hashem es Uno y Único
Así bien, en nuestras manos esta, el recibir la bendición o la maldición (jas veShalom) y está en cada uno de nosotros, saber si queremos una vida cómoda sin complicaciones y así sin darnos cuenta alejarnos de nuestro Creador, o tomar nuestras decisiones de esforzarnos, es decir, tomar esos esfuerzos y luchar por nuestros ideales y apego a Hashem, teniendo siempre la emuna, que todo se puede lograr si estamos en Torah y mitzvot.
Que prontamente nuestros esfuerzos traigan la geula para todo el pueblo judío y que prontamente todos estemos en Yerushalaim cumpliendo la Mitzva de Bikurim AMEN.

Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

jueves, 8 de septiembre de 2011

Parashá Ki Tetze - (Salieres). 11 Elul 5771 (10 de Septiembre 2011 ).



En la parasha de esta semana, Hashem nos manda a prepararnos para la guerra, ante esto surgen varias preguntas, una de ellas es: por que Hashem nos manda a prepararnos para la guerra, si sabemos que Hashem peleaba las guerras por el pueblo de Israel?
Para entender nuestra respuesta, debemos saber que la persona que iba a la guerra, debía ser una persona estudiosa de Torah y que no haya pecado, este ejército se llamaba “un ejército de tzadikim”.
Ahora bien explican nuestros sabios Z’’L que el prepararse para la guerra, en realidad era prepararse contra uno mismo, pero ¿cómo podemos entender esto? Entendiendo que en nuestras vidas vivimos una guerra constante, pero no una guerra física, sino más bien una guerra espiritual contra nuestro Yetzer Hará (mala inclinación). Es por eso, que Hashem nos manda a prepararnos y nos dice que no tengamos miedo, porque el miedo nos lleva a la confusión y así mismo a la transgresión.
Entonces cuando Hashem nos ordena alistarnos para la guerra, en realidad nos ordena estar preparados para la verdadera guerra, que es contra nuestro Yetzer Hará, que nos hace caer en nuestro camino de Torah y mitzvot, tenemos la promesa de Hashem, si salimos con fe hacia nuestro Yetzer Hará Hashem lo entregará en nuestras manos.

La Mitzva De Prestar A Un Judío Sin Interés

Como podemos ver, en nuestra parasha, se nos da el precepto de prestar a un hermano judío sin interés, pero ¿qué ganancia tenemos al prestarle a una persona sin recibir nada a cambio?
Nuestros sabios Z’’L dijeron que el pago por prestar a otra persona nos da una recompensa muy grande, pero la recompensa no se dará en este mundo, sino en el mundo venidero. Cuando nosotros préstamos a una persona judía sin cobrarle interés, estamos cumpliendo con dos mitzvot, la primera es el ayudar a tu prójimo y la segunda es reconocer que Hashem es el dueño de todo lo que existe, ya que el prestar a otra persona sin esperar ganancia por el préstamo, hace que se reconozca que todo lo que viene, viene directamente del cielo, es decir, que todo lo que se tiene es por Hashem.
También está escrito en la Torah, que una persona no puede retener un bien de otra persona que le pidió prestado, siempre y cuando, el que pidió prestado es pobre, ya que esto genera sufrimiento en él. La persona pobre pidió por necesidad, y no está bien prestarle algo con la condición de quitarle algo a cambio. En la Torah se nos dice explicitamente, que si una persona pobre nos da algo como garantía de préstamo, debemos devolvérselo al caer la noche, esto nos enseña acerca del tener amor y compasión sobre nuestro hermano judío, cuando uno tiene compasión y amor con su prójimo, así también Hashem actúa con amor y compasión con nosotros.

El Precepto De Recordar a Amalek

En nuestra parasha se nos habla también del precepto de recordar lo que nos hizo Amalek. Nuestros sabios Z’’L preguntan: ¿por qué de todos los pueblos que trataron de dañar al pueblo judío, tenemos que recordar a Amalek?
La respuesta es, que debido a que en la salida de Mitzraim (Egipto) fueron el único pueblo en no reconocer el poder de Hashem, es decir a pesar de que todo el mundo vio las maravillas y los milagros que Hashem hizo al pueblo de Israel, ningún pueblo atacó a Israel mientras que entraron en el desierto. Pero a pesar de ver la gloria de Hashem, el pueblo de Amalek se lanzó en contra del pueblo judío, no quisieron reconocer el poder de Hashem y cuando fueron al ataque, simbolizaban que estaban haciendo la guerra en contra del Trono de Gloria. Amalek e atacó a el pueblo judío sin ninguna razón y también se burló del brit mila, el pacto entre Hashem y el pueblo de Israel.
Es por esta razón que Hashem nos da el precepto de recordar a Amalek, para acordarnos que Amalek es como el Yetzer Hará, es decir que ataca al judío cuando más apegado está a Hashem y siempre ataca por la retaguardia. Es precisamente, en esta parasha que mencionamos el precepto de recordar a Amalek, ya que en ella Hashem nos dio el precepto de “salir a la a guerra” es decir saliendo a luchar contra nuestro mal interior y para que siempre estemos preparados para luchar conociendo a nuestro verdadero enemigo.
Así bien cada lucha nos va a ayudar a crecer no solamente como personas, si no también hace crecer el vínculo con Hashem y ahora que estamos en el mes de Elul, que es el mes en el cual las puertas del cielo están abiertas por completo, pedir para vencer en la guerra y traer al Mashiaj por nuestros méritos, el mérito de cada uno de nosotros y así prontamente traer la geula para todo el pueblo de Israel AMEN.

Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

martes, 6 de septiembre de 2011

EL QUE APUESTA SIEMPRE PIERDE



Dijeron nuestros Jajamim: "La persona debe ser humilde (y paciente) como Hilel..." Sucedió una vez que dos hombres hicieron una apuesta. Dijeron: "El que logre poner nervioso a Hilel, ganará del otro cuatrocientas monedas". Dijo uno de ellos: "Yo puedo hacerlo!"


Ese día era Ereb Shabat (viernes), y Hilel se estaba higienizando. Se acercó el hombre a la puerta y comenzó a llamar: "¿Aquí vive Hilel?" Él sabía sin dudas que Hilel vivía allí. También sabía que Hilel era el Rab principal de todo el Am Israel, y a pesar de que todo el mundo lo trataba con mucho respeto, él le dijo "Hilel" a secas. También sabía que en Ereb Shabat la gente está ocupada con los preparativos de Shabat, pero todo eso lo hizo para tratar de sacar a Hilel de sus casillas.
Cuando vio que alguien lo estaba llamando, Hilel se vistió y salió a atenderlo.

-Tengo una pregunta... - le dijo el hombre.
- Claro. Dime, ¿Qué quieres saber? Pregúntame.
- A ver: ¿Por qué la cabeza de los babilonios es demasiado redonda?
- ¡Oh, una muy buena pregunta hiciste, hijo , Hilel siempre estimulaba a los que preguntaban, aunque sus preguntas fuesen ridículas. Y esto, para que no dejen de preguntar en el futuro. Le respondió: Porque las parteras de Babilonia no tienen tanta experiencia, y no saben muy bien agarrar a los bebés cuando nacen...

Pasó un rato, y el hombre volvió nuevamente a la carga:
-¿Aquí vive Hilel?
Se vistió Hilel y salió a atenderlo.
- ¿Qué necesitas, hijo?
- Tengo una pregunta.
-Adelante, pregunta.
-¿Por qué los beduinos tienen los ojos rasgados?
- Fíjate que ésa es una muy buena pregunta: Porque ellos viven en medio de las dunas, y HaShem los hizo con los ojos entrecerrados para impedir en lo posible la entrada de la arena...
Pasó otro rato, y el hombre regresó.

-¿Aquí vive Hilel?
-¿Qué necesitas, hijo? - le dijo Hilel, después de vestirse nueva- mente.
-Tengo una pregunta para hacerle.
- Adelante, pregunta.
- ¿Por que los africanos tienen la planta de los pies tan ancha?
- Ciertamente, ésa es una excelente pregunta. Te explico: La mayoría de los africanos viven en zonas pantanosas y casi todos caminan descalzos, y los pies anchos les permiten mantener el equilibrio.

El hombre vio que no había manera de poner nervioso a Hilel, y trató de hacerlo de otra manera:
- ¿Sabe una cosa? Tengo muchas otras preguntas, y tengo miedo de hacérselas porque seguramente se va usted a enojar conmigo... Hilel se acomodó en un asiento y le respondió con calma:
-Todas las preguntas que tengas házmelas. Estoy dispuesto a responderlas.
- ¿Es usted el Hilel, al que todo el mundo conoce como el "Príncipe de Israel"?
- El mismo.
- ¡Pues que no haya muchos como usted en nuestro pueblo! - Hijo: ¿Por qué dices eso?
- Porque por su culpa perdí cuatrocientas monedas. Aposté esa cantidad a que lo hacía enojar, y no pude.
- No, no. Te equivocas; no pienses en lo que perdiste. Vale la pena pagar cuatrocientas monedas, y otras cuatrocientas monedas más, con tal de ver que Hilel jamás se va a enojar por nada...

(Extraído de Maséjet Shabat 31. y Mefarshim)

jueves, 1 de septiembre de 2011

Parashá Shoftim - (Jueces). 4 Elul 5771 (3 Septiembre 2011).



En nuestra parasha vemos, la ordenanza que nos da la torah, de nombrar jueces para el pueblo judío.

Como todos sabemos los jueces eran los encargados de dictaminar las leyes y hacer la justicia para todo el pueblo, por eso se especificó en esta parasha, que todas las ciudades tuvieran jueces para hacer cumplir la ley, un juez debía ser una persona estudiosa en torah y debía también ser una persona de buen dinero, ya que esto
También en nuestra parasha se habla sobre la prohibición de hacer aboda zara (idolatría), Hashem prohibió plantar un árbol en el lugar del templo y nuestros Sabios Z’’L expandieron esta ley alrededor de todo el templo, también es conocido como la prohibición de asherot, es decir el plantar árboles en el sitio de Hashem. Con esta ley fue dada también la prohibición de matzeva, es decir poner una piedra para la idolatría o así mismo, sea leshem shamaim, Hashem lo prohibió, ya que estas prohibiciones son costumbres de las otras naciones para hacer su adoración a sus ídolos.

Nuestros sabios Z’’L preguntan: ¿por qué en la sección de la parasha, que habla sobre la designación de jueces, también fue puesta la prohibición de asherot y matzeva? La respuesta es que Hashem asemeja a un juez o así mismo a una persona deshonesta como a una persona que hace idolatría.

En nuestra parasha, se nos da la prohibición de sacrificar para Hashem cualquier animal con defecto, es decir que tenga algún órgano con defecto o herida, en la guemara es llamado un mum, que quiere decir defecto.

La torah especifica en esta prohibición al buey y a la oveja, según el Rambam Z’’L, Hashem también conecta esta prohibición con el nombramiento de jueces, es decir un juez debe ser honesto tanto en lo superficial como en lo profundo, la oveja representa lo superficial y el buey lo profundo.

De acá nosotros debemos aprender que no solo un juez debe ser honesto, sino también cada judío del mundo, así como los sacrificios son para todo el pueblo, así también se nos exige honestidad en nuestras vidas, ya que cada uno de nosotros somos como los jueces de este mundo, es decir sobre la honestidad de cada uno de nosotros se decide el destino del mundo, está escrito en el Zohar que una persona deshonesta esta alejada de la kedusha.

El Nombramiento De Un Rey

En nuestra parasha se nos habla también sobre el precepto de nombrar un rey para el pueblo, Sobre esto comentan nuestros Sabios Z"L: "Tres preceptos le han sido ordenados a Israel al ingresar a la Tierra de Israel, nombrarás un rey, etc.". De ello se desprende la importancia del precepto de designar un rey, algo que incluso pertenece al grupo de Mitzvot que dependen de la Tierra de Israel.

Un rey también tenía la obligación de escribir un sefer torah, esto era, para que siempre tuviera presente que la torah está en primer lugar y hacia que se alejara del camino de la codicia y la maldad.

Como podemos ver en nuestra parasha, el papel principal de un Rey era mantener al pueblo en la ley de la torah y mantenerlo unido.

Hoy en día no hay un rey, Sin embargo, nuestros Sabios Z"L dijeron: "¿Quiénes son los reyes? - los Rabinos". Cada uno debe cumplir con lo que instruye la Mishná "Haz para ti un Rav". Hay quienes piensan que es necesario aconsejarse con el Rav solo en temas elevados y fundamentales, pero no en lo que respecta a temas sencillos de la vida cotidiana.

En nuestros días cada uno de nosotros podríamos cumplir con el papel de Rey, es decir no solamente en lo material sino en los deberes que tenía el Rey, cuando una persona trata de mantener el amor por el prójimo y trata de unirse a esta, no solo está haciendo, por decirlo así la Mitzva de un Rey, sino también está poniendo de si mismo para construir el tercer Bet Hamikdash, ya que está escrito: si el motivo por el cual se destruyó el templo fue por Sinat Jinam (odio gratuito al compañero), la forma de traerlo de vuelta es con Ahabat Jinam ( amar al prójimo sin esperar nada de él)

Entonces cada vez que nosotros actuamos como un juez, es decir con justicia y honestidad, y cumplimos con el precepto de amar al prójimo, tratando de unirnos y ser un solo pueblo, estamos poniendo nuestro grano de arena para traer el Bet Hamikdash prontamente.

Así bien que prontamente por el mérito de cada uno de nosotros, sea traída la geula para todo el pueblo de Israel y que prontamente estemos todos unidos siendo un solo pueblo junto al Bet Hamikdash AMEN.

Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein