domingo, 27 de febrero de 2011

TORA (III)


Las Mitzvot y Los Diez Mandamientos


Las mitzvot (preceptos) de la Torá son 613, como es sabido. Esto no significa que solamente hay en la Torá 613 leyes, sino que el número total de conjuntos de leyes es 613. Vemos en el Talmud y en el resto de la literatura exegética que a las mitzvot se las puede dividir en varias categorías.

a) Mitzvot asé y mitzvot lo taasé

Las mitzvot asé son las que se cumplen mediante la ejecución, como ser: amar al prójimo como a sí mismo, recitar el shemá Israel dos veces al día: una por la mañana y otra por la noche, creer que D'os es único, etc. Es decir que para cumplir estos preceptos la persona debe hacer algo.

Las mitzvot lo taasé son las que se cumplen mediante la no ejecución de una prohibición, como ser: no robar, no mentir, no codiciar. Es decir que para cumplir estos preceptos la persona debe abstenerse de hacer algo.

b) Mitzvot halev, mitzvot halashón y mitzvot hamaasé

Las mitzvot halev son las que se cumplen mediante el corazón, es decir, el pensamiento; por ejemplo: creer que existe un D'os. Las mitzvot halashón son las que se cumplen mediante la lengua, es decir, el habla; por ejemplo: no hablar mal del prójimo. Por último, las mitzvot hamaasé son las que se cumplen mediante la acción; por ejemplo: honrar a los padres. (Véase el comentario de Rabí Abraham ibn Ezrá, 1102 - 1167, sobre los Diez mandamientos).

c) Mitzvot shebén adam laMakom y mitzvot shebén adam lajaberó

Las mitzvot shebén adam laMakom son las que relacionan al hombre con su Creador, así como lo indica su nombre; por ejemplo: No cometer idolatría. Las mitzvot shebén adam lajaberó son las que regulan la relación del hombre con su prójimo.

Es interesante notar que de estas tres posibles formas de clasificación de las mitzvot, la que más resalta en la Torá es ésta última.

En los Diez Mandamientos está incluida toda la Torá, así como explicó Rabí Ieshaiahu Horovitz (1556 - 1630) en su libro "Shené Lujot Haberit", que dice que en todo el Decálogo hay 620 letras, así como el número de mitzvot de la Torá (613), más el número de mitzvot que decretaron Nuestros Sabios (7).

Precisamente en el Decálogo aparece claramente la división de las mitzvot en estas dos clases: las que relacionan al hombre con su Creador y las que lo relacionan con su prójimo.

Como es sabido, los Diez Mandamientos estaban escritos en dos tablas de piedra de tal forma, que cinco de ellos estaban en una tabla y los otros cinco en la otra, de
la siguiente manera:

1) La creencia en D'os. 6) No asesinar.
2) La prohibición de la idolatría 7) No cometer adulterio.
3) No jurar en vano. 8) No robar.
4) Cuidar el shabat 9) No prestar falso testimonio.
5) Honrar a los padres. 10) No codiciar

Vemos claramente que los últimos cinco mandamientos (que estaban en la segunda tabla) tienen un denominador común: todos pertenecen a la categoría de las mitzvot que relacionan al hombre con su prójimo. Los primeros cuatro mandamientos (que estaban en la primer tabla) pertenecen a la categoría de mitzvot que relacionan al hombre con su Creador.

Sin embargo no se entiende por qué el quinto mandamiento (honrar a los padres) está en la primer tabla. Aparentemente, este es un mandamiento que relaciona al hombre con sus semejantes - en este caso sus padres - y debería estar situado en la segunda tabla junto con el resto de los mandamientos que pertenecen a esa categoría.

A esta pregunta contesta Rabí Shelomó Efráim Lunshitz (1550 - 1619) en su comentario "Kelí Iakar", diciendo que en realidad la mitzvá de honrar a los padres también relaciona al hombre con D'os, puesto que en el Talmud (kidushín 30b) estudiamos que el ser humano fue creado por tres "socios": D'os, su padre y su madre. Si la persona debe honrar a sus padres incluso por el único motivo de que pusieron algo de ellos para darle un cuerpo (que es la parte más baja del ser humano), con mucha más razón la persona honrará a D'os que le dio la parte más importante de su ser, el alma.

Por supuesto que no es casualidad que D'os haya querido entregarle al pueblo de Israel de esta manera los Diez Mandamientos. Hay una intención intrínseca en este orden y se puede ver claramente. Debemos trabajar sobre nosotros para lograr llegar a la perfección tanto en el campo de lo espiritual como en el terreno de las relaciones con nuestros semejantes.

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VALORA LO QUE TIENES


En la actualidad, la gente conoce el precio de todo y el valor de nada.

¿Quién es millonario? No es el que tiene mucho dinero, sino el que tiene cosas que no las vende ni por todo el oro del mundo. Si aprendes a apreciar tu tiempo y tus valores, te vas a dar cuenta de que son invaluables.

También aprende a apreciar la salud y el maravilloso cuerpo que te proporcionó el Creador del mundo. Voy a darte algunos ejemplos:

Te puedes mover. No eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra. Puedes pasear, correr, bailar y hacer deporte.

Para ello tienes 500 músculos, 200 huesos y 7000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras.

En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente, obrando todas en tu favor y en perfecta armonía.

En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente a tu favor que si quisieras remplazarlas por la computadora más perfecta del mundo, esa máquina electrónica ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto.

En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, con el reír de los niños, con la suave música de las orquestas, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que estimas.

Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos purifican el aire que reciben y libran a tu cuerpo de desperdicios dañinos.

En tus ojos, Hashem ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, de la luz, de la simpatía de las personas y de la majestuosidad de la naturaleza. Son las ventanas por las cuales penetran a tu cuerpo y alma las enseñanzas y las experiencias.

Tienes un corazón que es una maravilla: bombea hora tras hora, de 356 millones de latidos al año, año tras año, estés tú despierta o dormida, impulsando la sangre a lo largo de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan más de dos millones de litros de sangre al año.

Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas cuatro litros, pero allí hay 22 millones de células sanguíneas y en cada célula hay muchas moléculas, y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo.

Cada día mueren dos millones de tus célula y son remplazadas por dos millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día en que naciste.

En tu cerebro hay cuatro millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles y 200 mil detectores de temperatura…

¿Conoces acaso un valor más grande que esto…?

viernes, 25 de febrero de 2011

LA TORÁ (II)


¿Qué Es Realmente La Torá?
Realmente para contestar a esta pregunta debemos explicar cuál es la raíz hebraica de la palabra Torá. Dice el Zohar que la palabra Torá viene del vocablo horaá que significa enseñanza. La Torá no sólo es un libro que tiene como finalidad compilar todas las leyes que el judío debe cumplir para hacer la voluntad de D'os, sino que más bien es un libro de enseñanzas que se pueden dividir en dos grupos:

* Leyes que están explícitamente escritas en la Torá

Estas leyes incluyen los más variados temas y tienen el carácter de obligatorias. Sobre esta categoría nos referiremos en extenso más adelante.

*Leyes que no están explícitamente escritas en la Torá, pero que se aprenden de los distintos relatos bíblicos

En esta clase de leyes se pueden hacer tres diferenciaciones, a saber:

a)En muchas oportunidades Nuestros Sabios, de bendita memoria, nos han explicado la verdadera intencionalidad de la Torá escrita basados en la Torá Oral (explicación e interpretación de la Torá escrita, recibida también por Moshé Rabenu en el Monte Sinai), y estas leyes tienen el carácter de obligatorias así como si estuviesen escritas explícitamente en el texto de la Torá.

b)Otras veces ellos decretaron leyes basadas en distintos textos de la Torá, siendo también estas leyes obligatorias.

c)Por último, hay textos enteros de los cuales no se aprende ninguna ley. De ellos podemos aprender lo que D'os quiere de nosotros en el marco de lo musarí (ético) y cómo quiere que veamos y entendamos al mundo que Él creó. Esto se llama en hebreo hashkafá (visión, contemplación). La persona que transgrede todas las enseñanzas que pertenecen a esta categoría y no rige su vida basado en ellas, no se hace pasible a castigo alguno - judicialmente hablando - pero por supuesto que esa persona está muy distante de ser un judío íntegro y aún más, puede llegar a convertirse en un naval birshut haTorá (infame con el "permiso" de la Torá) - puesto que de hecho, él no viola ninguna prohibición por la cual una corte rabínica puede condenarlo.

Todo esto que explicamos aquí pertenece al marco del peshat (literalidad del texto de la Torá), pero mediante el estudio de la kabalá (mística) se pueden aprender muchos y grandes secretos de la Torá que hablan sobre la creación del mundo y sobre la Divinidad, bendito sea Él. Nosotros en este texto sólo nos introduciremos en el primer camino para entender la Torá, por supuesto, sin negar el segundo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Parashá Shavua: Vayakhel. 22 Adar I 5771 (26 Febrero 2011).La Santidad del Shabat


Resumen de la Parashá

Moshé reunió al pueblo de Israel y les dijo sobre las órdenes del Eterno respecto a la observancia del Shabat: Trabajar seis días y el séptimo descansar, no encender fuego en Shabat.

Asimismo, Moshé ordenó al pueblo la construcción del Mishkán (Santuario) con la indicación sobre las ofrendas que deberían traer, con generosidad de sus corazones, para aportar a la obra. La respuesta de los Benei Israel fue inmediata y cada uno donó la mayor cantidad de objetos. Broches, aros, sortijas, brazaletes, todos elementos de oro, telas teñidas de celeste, púrpura, carmesí, lino fino, cuernos de carnero, elementos de plata y cobre, maderas de acacia, especias para incienso, aceite para las luminarias.

Los príncipes de cada tribu trajeron piedras de ónix y las demás piedras preciosas para engarzar el efod y el pectoral, de la vestimenta del Cohén Gadol.

Moshé informó que el Eterno había designado a Betzalel, de la tribu de Yehudá, como supervisor de la construcción, dado su gran sabiduría y experiencia. Su ayudante fue Oholiav, de la tribu de Dan, quien tenía habilidad para realizar obras de arte, grabados y tejidos.

Betzalel y Oholiav informaron a Moshé que la cantidad de aportes del pueblo eran suficientes y que traían más de lo necesario. Por ello Moshé ordenó que no trajesen más donaciones.

Comenzó la construcción del Santuario, según las mínimas indicaciones del Eterno. Así tomó forma el Mishkán.

http://www.mesilot.org

La Santidad del Shabat

"Y reunió Moshé a toda la congregación y le dijo a ellos: Esto es lo que D'os ordenó diciendo: Durante seis días se podrán hacer todas las labores, pero el séptimo día será para ustedes sagrado, shabat, día de descanso para D'os".

Aquí, Moshé Rabenu le transmite al pueblo de Israel la orden de D'os de respetar el sagrado shabat sin realizar en él cualquiera de las 39 labores prohibidas.

Sin embargo, a pesar de la importancia que esta mitzvá tiene dentro de las 613 mitzvot de la Torá, mucha gente se queja de ella.Hay quienes dicen que la prohibición de encender fuego está acorde con aquellas épocas, ya que encender fuego mediante dos piedras requería de mucho esfuerzo, pero hoy en día, que no conlleva esfuerzo alguno, no hay motivo para prohibir eso.

Otros dicen que el día de descanso lo tiene que hacer cada uno según su sentimiento y su necesidad, ya que esa es la única manera de que el shabat sea para cada uno un deleite.Y otras personas sostienen que el shabat es un día negativo, pues hay muchas cosas que está prohibido hacer en él, y eso oprime al ser humano.

Como estas teorías, lamentablemente hay muchas más.Pero si buscáramos el punto en común entre todas ellas veremos que todas tienen su base en el hecho de no tener claro "qué es el shabat y cuál es su esencia".Según todas estas personas, la única función que cumple el shabat es brindar un momento apropiado para el descanso físico.En verdad, una parte del shabat incluye el descanso físico, como dice el versículo: "cuida el día de shabat para santificarlo… para que descanse tu esclavo y tu sirvienta así como tú" (Devarim 5:12-14), pero esa no es la única ni la principal razón por la cual D'os nos entregó el shabat.

Durante toda la historia de nuestro pueblo, muchos judíos arriesgaron y hasta entregaron sus vidas para no profanar el shabat.Sin embargo, si ellos hubieran visto al shabat como un día de descanso solamente, no hubieran estado dispuestos a pagar un precio tan alto por cumplirlo y observarlo como la Torá ordena.

Pero la razón por la cual ellos veían al shabat como algo tan especial, es porque entendieron que éste no es sólo un día de descanso, sino algo mucho más profundo.Ellos entendieron que para am Israel el shabat es un pilar fundamental mediante el cual se mantiene la fe del pueblo.

El Talmud cuenta que antes de entregar la mitzvá del shabat D'os le dijo a Moshé: "Un buen regalo Yo tengo guardado en Mis tesoros, y se llama el shabat.Y quiero regalárselo al pueblo de Israel.Ve y avísales".

Además, el Midrash Rabá nos enseña: "El shabat equivale a todas las mitzvot de la Torá".

Nuestros Sabios nos enseñan que el shabat no es sólo un día de descanso, sino un regalo que equivale a todas las mitzvot de la Torá.Y si D'os nos entregó un regalo tan importante, seguramente su valor es muy profundo.

Hay dos principios fundamentales dentro de los valores de am Israel, que son expresados mediante el cumplimiento del shabat:

D'os creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó.

D'os es el Amo del mundo.

Durante toda la semana, trabajamos para conseguir nuestro sustento, pero al llegar el shabat, dejamos de lado todas nuestras ocupaciones - incluso las que no hayamos terminado.Esta interrupción que hacemos en medio de todas nuestras obligaciones, es la señal de nuestra creencia de que D'os creó el mundo en seis días y el séptimo descansó.

Un buen soldado es quien acata todas las órdenes de su general; asimismo am Israel busca cumplir con todos los preceptos que D'os le ordena.Al cumplir el versículo que dice: "Recordarás el día de shabat para santificarlo… el día séptimo es para Hashem tu D'os, no harás en él ningún trabajo…" (Shemot 20:8-10), expresamos nuestra emuná declarando que de esta manera D'os se comportó cuando creó el mundo.Así como Él creó durante seis días y el séptimo dejó de crear, de la misma manera nosotros nos comportamos.

El segundo principio - que D'os es el Amo del mundo - consiste en mostrar que la salida de Egipto no representó solamente una salida de la esclavitud hacia la libertad.Si hasta ese momento, am Israel vivía bajo la sombra de otros pueblos, en ese preciso momento se convirtió en el pueblo elegido que le demostró al mundo la justicia, la ética y la rectitud que nos brindó la Torá.

D'os ordenó el shabat para que esta emuná se grabe bien en nuestros corazones, pues al descansar de nuestra rutina en el día de shabat, podemos ver el verdadero motivo por el cual D'os nos liberó de Egipto - para ser realmente libres.

Mediante el cumplimiento del shabat estamos mostrando uno de los puntos esenciales que nos diferencian de los demás pueblos.Mientras que en su día de descanso todos los pueblos continúan inmersos en sus ocupaciones y sus asuntos materiales, am Israel dedica parte de su vida a desarrollar el terreno de lo espiritual.El shabat es el día más importante de la semana, en el cual los judíos se elevan espiritualmente.

En conclusión: al cuidar el shabat estamos mostrando que creemos que D'os creó el mundo en seis días y el séptimo descansó, y también manifestamos por qué somos el pueblo elegido y de qué manera nos distinguimos del resto de las naciones.

Estas dos cosas están reflejadas en el kidush de shabat cuando decimos: "y el shabat de Su santidad, con amor y voluntad nos ha heredado; recuerdo de la creación del mundo.El primero de nuestras sagradas convocaciones; recuerdo de la salida de Egipto.Porque a nosotros nos elegiste, y a nosotros nos santificaste de entre los demás pueblos…".

El shabat fue una parte muy importante del equilibrio de am Israel durante todas las generaciones.Todas las mitzvot de la Torá en general, y el shabat en particular, fueron los que dieron la fuerza a los judíos para mantenerse erguidos, y no caer bajo el yugo de los demás pueblos.En momentos de grandes opresiones y persecuciones, los judíos vivían inmersos en constantes sufrimientos.Era muy difícil mantenerse con buen ánimo y moral alta.Pero al llegar el shabat, los judíos siempre encontraban un momento de paz interna, un momento en el cual el sufrimiento disminuía, ya que podían dedicarse a rezar y estudiar Torá - y eso los reconfortaban.También, el ver a toda la familia sentada en la misma mesa, disfrutando del shabat, era un motivo importante que levantaba la moral de los judíos.

Hoy en día, gracias a D'os, nosotros no estamos sometidos a decretos que nos prohiben el cumplimiento del shabat, pero igualmente éste nos mantiene firmes en nuestros valores.

El único pueblo que vivió 2000 años fuera de su tierra, disperso por todos los continentes, siendo una minoría entre todos los pueblos, y aún así pudo mantenerse sin ser exterminado, fue am Israel.El motivo de esto es porque nuestro pueblo siempre se aferró al cumplimiento de la Torá y las mitzvot, y en especial cuidó el shabat, que fue una barrera fundamental para separarlo de los demás pueblos.

Y esta es una gran prueba que refuta las teorías citadas al comienzo, ya que si todo un pueblo cuida el shabat durante miles de años en distintos países, seguramente encontraron en él un valor muy importante.

Quienes sostienen que encender fuego no requiere de ningún esfuerzo, y por ende, en nuestra época debería estar permitido, deben comprender que el objetivo del descanso del shabat no es sólo físico, sino espiritual también, y al verdadero reposo sólo se llega combinando el descanso espiritual con el físico.Todas las labores que están prohibidas de hacer en shabat no siempre están relacionadas con el descanso físico.

Además, está claro que el shabat no es una muestra de desgano o vagancia, pues el judío utiliza el shabat para rezar, estudiar Torá y estar con su familia.Y es por eso que él irradia alegría y felicidad durante todo el shabat, además de disfrutar tanto que desea que nunca termine.

Respecto de mitzvot como el shabat dijo David Hamelej (Tehilim 34:9): "Prueben y vean que D'os es bueno".

Aparentemente, el orden de este versículo no es el correcto ya que la persona primero mira y luego prueba - pues si no ve no sabe qué probar.Pero David Hamelej nos enseña aquí un principio fundamental para nuestras vidas: Cuando se trata de la Torá y las mitzvot, no debemos primero mirar y luego probar, ya que la impresión que nos quedará al final no siempre es la verdadera.

Por eso, nos dice el rey David que primero debemos probar y luego mirar.El primer paso tiene que ser activo, pues sólo después de probar lo que es D'os, la Torá y sus mitzvot, la impresión que nos quedará será pura y transparente.

Por tal motivo, muchas veces vemos que personas que han escuchado disertaciones y clases sobre el shabat aún no han comenzado a cumplirlo, pues el cambio les es difícil porque nunca han saboreado el gusto de un shabat auténtico, sino que sólo lo han "visto".

Cuando miramos desde afuera, podemos llegar a ver, pero todavía no sentimos lo que el otro judío está viviendo, y las palabras no siempre pueden expresar en un ciento por ciento una vivencia.Pero al vivir la experiencia, demás están las palabras.Por eso, cuando cumplimos el shabat, logramos sentir realmente el verdadero y profundo mensaje que trae con él.

Refiriéndose al shabat, el poema "Lejá Dodí" que recitamos en el cabalat shabat dice: "ki hi mekor haberajá" - "es la fuente de la bendición".La bendición del shabat abarca todos los campos de la vida de la persona, desde el terreno de lo económico hasta el de la convivencia familiar.

Durante la semana, cada integrante de la familia tiene sus obligaciones personales, y obviamente los horarios y ocupaciones de cada uno son distintos, por lo que frecuentemente es difícil que toda la familia pueda reunirse para almorzar o cenar juntos.Pero al llegar el shabat, la familia se desconecta de su rutina, y es ahí cuando encuentran el momento adecuado para expresar sus ideas o sentimientos, o simplemente para contar lo que a cada uno le ocurrió durante la semana.
Si no decidiremos probar, jamás nos podremos imaginar cómo contribuye el shabat a la unión y el bienestar de la familia.¡Prueben y vean que el shabat es bueno!

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martes, 22 de febrero de 2011

LA TORÁ (I)


Generalmente cuando vemos escrito algún artículo sobre judaísmo, inmediatamente aparece el nombre del libro básico de nuestro pueblo: la Torá. En muchos artículos se denominó a la Torá como "la Ley", sin embargo nuestra Sagrada Torá es mucho más que eso.

Si analizáramos los cinco libros de la Torá en conjunto, veríamos que en realidad hay una diferencia notable entre cada uno de ellos.

En el libro de Bereshit (Génesis) se nos relata la historia de la creación del mundo y las primeras generaciones de la humanidad a partir del primer hombre y su mujer: Adam y Javá (Adán y Eva). Luego continúa el relato de la vida de los patriarcas del pueblo de Israel: Abraham, su hijo Itzjak y su nieto Iaacov, hijo de Itzjak. Este libro finaliza contando la historia de Iosef, hijo de Iaacov, y sus hermanos, que antecedió al descenso de toda la familia a la tierra de Egipto.

En el segundo libro, el libro de Shemot (Éxodo), se nos relata la muerte de aquella generación que descendió a la tierra de Egipto y la esclavitud que soportó la nueva generación. Después de las diez plagas que cayeron sobre los egipcios, Moshé Rabenu libera al pueblo de Israel y lo conduce hasta el Monte Sinai, donde recibimos la Torá de manos de D'os. Finalmente el pueblo fue ordenado construir el Mishkán (Tabernáculo) para que la Presencia Divina se manifieste en él.

En el libro de Vaikrá (Levítico) se enseñan las leyes de los sacrificios y de los sacerdotes, entre otros temas.

En el cuarto libro de la Torá - Bamidvar (Números), es relatado el desplazamiento de los hijos de Israel a través del desierto, el pecado de los espías que exploraron la tierra de Israel, el pecado de los hombres mayores de veinte años y el decreto Divino de que mueran en el desierto y que sólo la nueva generación entre a la tierra. Finalmente se relata el comienzo de la conquista y la repartición de la tierra (en este caso, las tierras de la Transjordania).

En el libro de Devarim (Deuteronomio), el quinto y último libro de la Torá, vemos cómo Moshé instruye al pueblo antes de su muerte. Moshé le recuerda al pueblo de Israel su historia como nación y también les da nuevas mitzvot (preceptos) para cumplir.

Después de tener una visión global de lo relatado en la Torá se nos hace muy difícil traducir a la "Torá" como: la "Ley". Es verdad que dentro de los relatos históricos de la Torá muchas veces encontramos mitzvot, sin embargo hay grandes partes de la Torá que no contienen ningún precepto. Aún más, en todo el libro de Bereshit, que es el relato del comienzo del mundo, de la humanidad en general y del pueblo de Israel en particular, sólo encontramos alguna que otra mitzvá.

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viernes, 18 de febrero de 2011

HOY ES PURIM KATÁN


¿Qué es Purim Katán?

Este nombre proviene que en esa misma fecha comúnmente se celebra Purim, pero en este año se tarda un mes más en festejarlo, y ¿Por qué?, la razón es la siguiente:

La fiesta de Purim cae el 14 del mes de Adar, siendo siempre un mes antes de la fiesta de Pesaj, sin embargo siendo que el calendario judío depende de la luna y cada ciclo lunar son un poco mas de 29 días y medio, al realizar 12 ciclos tenemos 354 días, habiendo una diferencia de 11 días con el calendario solar que es de 365, y la Torá nos pide que Pesaj siempre sea en primavera, por lo que de seguir simplemente el calendario lunar tendría un adelanto la fiesta de Pesaj de 11 días y en varios años esta diferencia llegaría a significar varios meses de diferencia entre los dos calendarios, a lo que Pesaj ya no caería en primavera, por lo que los Jajamim instruyeron aumentar un mes extra cada ciertos años (hay veces cada dos años y hay veces cada tres años), con el propósito que siempre caiga la fiesta de Pesaj en la Primavera, llamándose ese año Shaná Meuberet o año embolismal, mejor conocido como año bisiesto lunar, siendo un año de trece meses, en vez de doce meses.

Por lo consiguiente siendo que este aumento de mes es por la fiesta de Pesaj, se aumenta cerca de esta fiesta, por lo que cuando se aumenta tenemos dos meses de Adar, siendo el primero el que se aumenta y el segundo el de los festejos, para que siempre Purim caiga con un mes de anticipación a Pesaj, y en el primer Adar, como este año, es simplemente un recordatorio que normalmente el 14 de Adar cae Purim.

¿Qué hacemos en Purim Katán? No leemos el Megilá, ni hay mitzvot especiales como enviar comida a los amigos o dar regalos a los pobres, como es el caso en Purim propiamente, pero no se dice Tajanún (“súplicas”) en las plegarias diarias y se prohíbe ayunar o hacer entierros en ese día. También el Shulján Aruj cita una opinión que uno debe aumentar en festejos y alegría, pero aclara que no hay ninguna obligación halájica de hacerlo. “No obstante,” el Shulján Aruj continúa, “una persona debe aumentar un poco en festejos para cumplir su deber según la opinión que es obligatorio”. A modo de explicación, concluye con la cita de Proverbios (15:15): “La persona con un buen corazón está siempre de fiesta”. Alegría y festejos siempre son deseables, entonces, si se presenta una oportunidad en la forma de un día que podría haber sido Purim–el día más alegre del año–uno debe ciertamente regocijarse y celebrar.

¡¡¡PURIM KATAN SAMEAJ!!!

* FOTO:Tumba de la Reina Esther. Irán

martes, 15 de febrero de 2011

Parashá Shavua: Ki Tisá - (Cuentes). 15 Adar I 5771 (19 Febrero 2011). Israel un solo pueblo


Dos personas de los más grandes de la raíz de nuestra alma nacional, Moshe - nuestro Maestro, y Aharon - el Sacerdote, concluyeron que no se desconectarían del pueblo, aunque el precio sea terrible. Moshe, nuestro guía, no fue tras el ofrecimiento halagador del Supremo Hacedor cuando le prometió que otro pueblo de Israel saldría de él. - Le dijo al Santo bendito es: “si así son las cosas: Bórrame del libro que escribiste”.

Aharon, el Cohen en medio del proceso del “becerro de oro”, se sintió confundido, ¿qué hacer? negarse a ser parte de este y ser muerto y traer sobre la congregación de Israel una terrible mancha por haber asesinado a un Cohen y un profeta en el Santuario de D-s como fue el final de Jur, el nieto de Calev, el hijo de Yefune y Miriam, la hermana de Moshe, por haberse resistido a fabricar el becerro, o hacerlo el mismo.

Aharon decidió ser socio del pueblo de Israel en la construcción del becerro, porque el pecado del “becerro de oro”, se podrá enmendar, pero el pecado del asesinato del cohen, el sacerdote y el profeta, no se podrá rectificar.

Cuando estudiamos Torá, no aprendemos solo capítulos de historia de nuestra nación, nosotros nos elevamos a las alturas de las grandes figuras de las Sagradas Escrituras y ellos con sus conclusiones enseñan a todas las generaciones cual es el verdadero orden de las cosas y a nosotros nos vale ir en su camino. De nuestra “parsha” aprendemos que no tenemos que buscar solo nuestro propio bien y que la Torá no existe para que unos cuantos judíos puedan ganar su mundo venidero.

La Torá fue dada a todo Israel y solo cuando nos presentamos como una gran comunidad, estamos realizando la imagen completa de la Torá, por eso no existe un concepto de “separarse del Klal, de todo Israel”. Tenemos que hacer lo imposible para que el común denominador sea tan amplio y abarque a todas las partes de nuestro pueblo, podemos discutir, pero separarnos jamás.

Lo dicho es cierto en el Estado de Israel, cuando en estos momentos el enemigo externo, nos acecha y quiere para nosotros el mal, muchos tenemos que hacer para que podamos cumplir la profecía de los profetas y sentir que el camino de la Torá y la Halaja, la ley, ética y moral judía sean los que dirijan la vida del Estado.

Esto no impide que todos los estratos ideológicos unamos fuerza y voluntad para resguardar nuestro hogar, Eretz Israel, de todo mal. En los países de la Diáspora, debemos todos por igual estar unidos alrededor de nuestras santas costumbres y tradiciones, sinagogas y colegios, reforzar nuestras familias afianzándonos en los valores y fuentes ancestrales, llenar nuestras sinagogas de padres e hijos, abuelos y nietos, incrementar el estudio de la Torá en todos los niveles, para lograr nuestro crecimiento espiritual, y asegurar nuestra existencia judía en medio de un mundo en el cual los limites se diluyen y se borran.

sábado, 12 de febrero de 2011

Melave Malka


El secreto de Melave Malka es un misterio para mí. Siempre escuche la importancia de esta cuarta comida, un poco innentendible si uno no profundiza en su esencia... por que, ¡vamos! ¿Quien puede comer OTRA comida más, después de todo Shabat? Si uno lo ve simplemente como OTRA comida mas, entonces realmente no tiene sentido.

Propongo adentrarnos de a poquito a este océano, empezando por una pequeña analogía que, quiera H', nos ayude a dar un pasito a comprender la esencia de Melave Malka.

Está escrito en el Midrash, de que cuando H', Bendito Sea, Creo los días de la semana, a cada uno le dio una pareja:

Al Domingo le dio el Lunes, Martes con miércoles, Jueves con Viernes, y Shabat ¿con? ¿DONDE ESTA LA PAREJA DE SHABAT?

Entonces Shabat entristecido le dijo a H': ¿Por que no me has dado una pareja a mí? Y H', Bendito Sea, le respondió: Porque a ti Te He proclamado ¡Mi pareja! Y así, cada semana, Shabat HaMalka, La Reina Shabat sube para Unirse a Su Amado. Podemos intentar entender este Midrash con el siguiente ejemplo: Imaginemos que nuestro amado conyugue trabaja fuera de la ciudad, y que solamente un día a la semana vuelve a casa. Toda la semana estamos preparando todo para el tal anhelado encuentro, cada mínimo detalle revisado, las ansias, la emoción aumenta con la cercanía del momento.

¡Y por fin llega! La emoción y felicidad embriaga nuestros corazones, nos sentimos mas unidos que nunca a nuestro amado!

Pero al otro día, nuestro amado tiene que partir. Una pesadumbre nos llena el alma, y toda la luz y felicidad que sentíamos hacia solamente unos minutos, se desvanece en un dolor que nos destroza. Entonces le pedimos a nuestro amado: Quédate unos minutos mas, cenemos los dos solos, para que tu partida no sea tan terrible, y podamos prolongar, al menos por un ratito, la dulzura de nuestra unión.

Asimismo, nosotros comemos la cuarta Seuda para prolongar la Luz de Shabat, esa Devekut( apegamiento) con H', Bendito Sea.

...Por que una pareja de enamorados siempre se da vuelta al despedirse, para verse, al menos, un segundo mas...

Esta escrito en Tehilim 32:6 lo siguiente:

"Por eso todo piadoso orará a Ti, en el tiempo en que Tu puedas ser hallado..."

A que se refería el Rey David cuando escribió esto? El Rebe de Slonim, en el Libro Netibot Shalom, parte II, explica lo siguiente: El Jasid (piadoso) le pide a H' que cuando Shabat termine, no le quite toda la luz (de Shabat), sino que le deje un poquito... ¿para qué? Para que lo acompañe y ayude en la oscuridad de la semana.

El versículo continua de la siguiente manera:

"...Ciertamente en las grandes aguas que se desbordan no le alcanzaran".

Shabat es un regalo de H' que nos llena de conciencia sobre Su Existencia, Su Unicidad, Su Amor y Su Soberanía. Pero esta luz se disipa al terminar el Shabat, y nosotros de repente nos volvemos a quedar a obscuras al comienzo de la semana, lo que tiende a desconectarnos, desorientarnos, deprimirnos incluso, y toda la claridad que habíamos adquirido en Shabat de repente desaparece!

Al comer la cuarta comida, Melave Malka, estamos extendiendo esa luz, como un relámpago en la oscuridad de la ya entrada semana "Jol", mundano. Entonces gracias a esta Luz, chispas del Shabat que nos acompañan, "...Ciertamente en las grandes aguas que se desbordan no le alcanzaran", o sea, que aunque ciertamente su nivel espiritual descenderá un poco (ya que Shabat es Sagrado, Kodesh, y los otros días de la semana Jol, mundano), podrá atravesar estos días con Hatzlaja, éxito, sin que todo lo mundano lo alcancen y afecten su Alma.

( Melave Malka es la cuarta comida del Shabat, y se realiza en Motzae Shabat, a la salida del Shabat. Tambien se la conoce como Seuda, comida, de David Hamelej, ya que el Rey David pregunto a Hashem cuando moriria y Hashem le respondió que moriria un Shabat. A partir de entonces cada Motzae Shabat hacia una gran comida para dar gracias a Hashem por seguir vivo)

viernes, 11 de febrero de 2011

Jalot


De labios de Rav Shelomo Levinstein el siguiente relato:

Un hombre fue, viernes por la mañana, con su hijo pequeño a adquirir panes para Shabat. Volvían rumbo a su hogar con el paquete en las manos, y preguntó el padre a su hijo:

- "Dime, ¿cuántos panes llevamos con nosotros?". El hijo abrió la bolsa y contó trabajosamente, con los dedos: uno, dos, tres...., ¡diez!

- "Muy bien", ratificó su padre: "Hay diez panes en esta bolsa".

Unos metros más adelante, se acercó a ellos un pordiosero suplicando algo de comer. El padre metió la mano en la bolsa, tomó tres de los panecillos, y los entregó al pobre hombre. Ni bien éste se fue, volvió a preguntar el padre a su hijo:

- "Dime, ¿cuántos panes tenemos ahora?".

El hijo volvió a contarlos, y respondió a viva voz:

- "¡Siete!".
- "Respuesta errada", dijo su padre. "Tenemos sólo tres. Los siete que están en la bolsa, están provisoriamente con nosotros. Dentro de un rato los habremos comido, y nada quedará de ellos. Pero esos tres panecillos que le dimos a este pobre hombre, quedarán con nosotros para siempre, y estarán con nosotros ante Hashém, como prueba de quiénes somos. Sólo tenemos esos tres".

miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Por qué razón hay años de doce meses y años de trece meses?


La Sagrada Torá, ordenó al pueblo de Israel, santificar los meses y fijar el mes de Nisan como el primero de los meses: “Este mes os será el principio de los meses, os será el primero de los meses del año” (Shmot c.12 v.2). Sobre este versículo dice el gran sabio y exégeta “Rashi” (siglo XI): “D-s mostró a Moisés, nuestro maestro, la luna nueva diciéndole: “Al renovarse la luna sabrás que es principio de mes”.

Más la Torá nos ordenó también “Observarás el mes de Aviv (primavera) y celebrarás Pesaj en honor al Señor tu D-s (porque en el mes de Aviv-Nisan) el Señor Tu D-s, te sacó de Egipto de noche” (Devarim c.15 v.1).

Según los textos anteriormente citados, al fijar los meses según el cambio lunar, debemos también tener en cuenta que la festividad de Pesaj debe caer siempre en la primavera.

¿Cómo cumplir con estos dos mandamientos divinos?

Si fijaríamos el año contando doce meses lunares nos atrasaríamos 11 días según el calendario solar.

Si contaríamos 13 meses lunares, nos adelantaríamos al año solar en 22 días, pero de ninguna de las dos maneras cumpliríamos con el mandato divino “Observarás el mes de Aviv (primavera) y Pesaj caería en distintas estaciones del año.

Si agregaríamos un décimo tercer mes cada tres años solares y si lo haríamos cada dos años nos sobrarían 8 días.

Nuestros sabios encontraron que en el transcurso de un ciclo de 19 años, la diferencia entre el año lunar y el año solar es de 209 días (19 x 11), los cuales componen siete meses menos un día (30 x 7), agregando un mes en los prefijados de dicho ciclo, el 3º, 6º, 8º, 11º, 14º, 17º y 19º. El mes adicional se denomina Adar Sheni (Adar Segundo) y es siempre completo de 30 días. De modo que todas las festividades y en primer término Pesaj, se rige por el año solar. En todo el ciclo de 19 años simples y siete con un 13º mes.

Si queremos saber si el año es simple o bisiesto, dividiremos los años según nuestro calendario desde la creación del mundo por 19. Al no recibir restante alguno o al recibir uno de los números 3, 6, 8, 11, 14, 17, sabremos que el año es bisiesto, caso contrario sabremos que es un año simple.
Al caer un año bisiesto, Purim se festeja en el Adar 2, cercano a Pesaj, para así unir los dos milagros que agraciaron a nuestro pueblo. La salvación de los hebreos en tiempo de Ajashverosh y la redención de nuestros ancestros de la esclavitud de Egipto.

Parashá Shavua: Tetzavé -(Ordenarás). 8 Adar 5771 I (12 Febrero 2011). El Peligro de la Asimilación


Comentando los versículos iniciales de nuestra parashá, el Midrash Rabá compara al pueblo de Israel con el aceite.El motivo de esta comparación es porque así como cuando mezclamos el aceite con cualquier otro líquido, éste no se mezcla con ese líquido quedando por encima de él, así también ocurre con el pueblo judío, que no puede mezclarse con los otros pueblos y siempre está separado de ellos.

Este concepto, que parece ser muy simple, es la base fundamental de la existencia de nuestro pueblo.

El filósofo francés Pascal, define su concepto acerca del pueblo judío de la siguiente manera:
"Encuentro en una punta del mundo un pueblo especial que se distingue de los demás pueblos de la tierra, el más antiguo de todos… El hecho de la existencia de este pueblo me asombra.Pienso que vale la pena y es digno prestarle atención".

Durante toda la historia, muchos filósofos e historiadores trataron de buscar una respuesta que explique cuál fue el factor que le dio la fuerza al pueblo judío para sobreponerse a toda situación y no extinguirse entre los demás pueblos de la tierra.

Pero hoy en día la asimilación es muy grande.Nunca se vivió una situación igual.Y sin poder evitarlo surge el gran interrogante: ¿Por qué hay tanta asimilación?¿En qué fallaron estas últimas generaciones que rompieron esa barrera que el pueblo siempre ha cuidado para no entremezclarse con los demás pueblos, asimilándose a ellos?

La respuesta es que nos alejamos de la Torá.El alejamiento del pueblo de Israel de la razón y la fuente de sus vidas fue lo que provocó que cada vez más judíos abandonen su pueblo.

Pero esto no es un secreto que sólo nosotros sabemos.También los demás pueblos saben que si los judíos abandonan la Torá, es muy fácil deshacerse de ellos mediante su disolución entre los gentiles.

La prueba de esto es que todo intento de exterminarnos como pueblo, siempre estuvo acompañado de un afán especial por hacer desaparecer nuestros libros sagrados como ser el Talmud o el Shulján Aruj.Este fue realmente el gran desafío del pueblo judío.En primer lugar tuvo que cuidarse de no desaparecer físicamente como pueblo, y además debió cuidar la Torá para que no sea olvidada.

El principal instrumento que mantuvo la antorcha encendida durante miles de años fue el estudio de la Torá.Y este es el motivo por el cual vemos que tanto grandes rabinos así como judíos simples entregaron sus vidas para poder seguir estudiando y enseñando Torá.

En la época de Rabí Akivá, el gobierno romano prohibió estrictamente el estudio de la Torá.El castigo por violar la ley era la pena de muerte.Pero Rabí Akivá siguió reuniendo a sus alumnos para enseñarles Torá.Como sabemos, lo único que pudo detener a Rabí Akivá fue el cruel final que tuvo que vivir.

El Rambam escribió sus libros más importantes en la época más difícil de su vida, en la cual tuvo que escaparse de un lugar a otro, y en ciertas circunstancias incluso se escondió por mucho tiempo sin poder salir de su ocultamiento.Pero ni las persecuciones, ni los sufrimientos impidieron que el Rambam siga apegado a la Torá, y por ese mérito tuvo la posibilidad de escribir sus libros.

En realidad, desde la época de los tanaim, hasta la segunda guerra mundial, el pueblo judío sobrevivió a muchos decretos, persecuciones y sufrimientos, y a pesar de todo siguió aferrado a la Torá.

Durante toda la historia los pueblos enemigos vieron la amenaza de ser derrotados si el judío mantendría su cultura.Por este motivo, los griegos buscaron exterminar al pueblo judío especialmente en el campo de los espiritual.Este pueblo, que difundió la cultura del deporte y el ejercicio físico, logró arrastrar con él a muchos judíos que se asimilaron.Pero un grupo pequeño del pueblo se mantuvo firme.Entre ellos estaban Matitiahu y sus hijos, los Macabeos, que se escondieron en cuevas para no caer en manos del enemigo, y como sabemos, posteriormente pudieron vencerlos.

Lo mismo ocurrió cuando los romanos conquistaron la tierra de Israel.Ellos prohibieron el cumplimiento de las mitzvot y el estudio de Torá.Aquí tampoco los judíos se dieron por vencidos y prefirieron entregar sus vidas antes que asimilarse.

Posteriormente, encontramos al cristianismo que se propuso convertir a los judíos a su religión.En ese momento comenzaron las cruzadas, que trajeron consigo el exterminio de comunidades judías enteras, así como la quema de muchos libros de Torá.

En el año 1242 en Francia, decretaron que todos los libros del Talmud sean quemados.En el mes de junio de ese mismo año, llegaron a la plaza central de París veinticuatro carrozas llenas de libros de Talmud, que fueron quemados públicamente.

En Italia en el año 1390, hubieron quienes convencieron al Papa de que el Talmud habla en contra del cristianismo, lo que provocó que el Papa decrete quemar todos los libros del Talmud.Los cristianos entraron a los hogares judíos en shabat, sacaron a la calle todos los libros de Torá y los quemaron.

En nuestra época, también podemos comprobar cómo los nazis no disimularon su odio por la Torá.Ellos buscaban quemarlos como si fuesen seres humanos.Los nazis sabían que para poder exterminar al pueblo judío, tenían que comenzar por destruir su espiritualidad, que es la columna vertebral del judío.Por este motivo declararon la guerra a la cultura judía mucho tiempo antes de ordenar el exterminio físico de nuestro pueblo.El 10 de mayo de 1933, cuatro meses y medio después de haber subido al gobierno, Hitler recibió esta carta de uno de sus principales generales:

"En Berlin ocurrió un hecho que como él no se ha visto en el último siglo.Cerca de la medianoche finalizó el desfile de las antorchas de miles de estudiantes en la plaza que está frente a la universidad de Berlín.Allí se juntaron muchos libros que formaron una gran montaña y fueron quemados mediante esas antorchas.Mientras las llamas iluminaban la noche, fueron arrojados más y más libros.Aproximadamente, veinte mil libros fueron consumidos por el fuego.Y actos parecidos tuvieron lugar también en otras ciudades".

Podemos citar muchos otros ejemplos de nuestra historia, que nos mostrarán cuánto se sacrificó el pueblo judío para no desconectarse de su Torá, y cuánto buscaron los enemigos exterminar todo lo que representaba a la Torá - no menos que al pueblo judío en sí.

Estas pocas líneas, que describen el gran sufrimiento de los judíos por seguir viviendo como tales, deben despertar en nosotros la reflexión para analizar si el camino que hoy en día estamos transitando es similar al de nuestros hermanos que entregaron sus vidas por el judaísmo, o al de los destructores de nuestro pueblo, que con ideas vanas trataron de apagar esta antorcha eterna.
En nuestra generación no tenemos, gracias a D'os, persecuciones o decretos que nos prohiben estudiar y cumplir la Torá.Pero por otro lado, la juventud recibe una educación laica y secular, que origina una falta de identificación con nuestras raíces y consecuentemente, incrementa la asimilación en el pueblo.

La única opción que nos queda hoy en día para ir contra la corriente es aferrarnos tenazmente al estudio de la Torá, pues es lo único que nos da la fuerza interna para poder sobreponernos a todos nuestros enemigos.

Es la primera vez en la historia que el judío puede cumplir las mitzvot libremente, y a pesar de eso, la asimilación sigue siendo una constante amenaza.El motivo de esto es que a pesar de que la libertad es buena, con ella es más difícil sentir la necesidad de apegarse a las raíces.

Cuentan que una persona no se sacaba su abrigo en ninguna circunstancia.Un día, el sol y el viento apostaron a ver quién lograría sacarle el abrigo.

El primero que probó fue el viento.Comenzó a soplar para tratar de volarle el abrigo al hombre, pero cuanto más fuerte era el viento , más fuertemente el hombre agarraba su abrigo.

Al darse por vencido, el viento le cedió el paso al sol quien comenzó a irradiar calor.A pesar del gran sufrimiento, el hombre seguía con su abrigo puesto, hasta que el calor fue tan insoportable que se rindió y se lo quitó.

Esta parábola nos enseña la situación que estamos viviendo.Siempre que sufrimos persecuciones nos aferramos más y más a nuestras raíces para no caernos.Por más fuerte que soplara el viento, sabíamos que la única manera de sobrevivir era aferrándonos a la Torá con todas nuestras fuerzas.Pero en esta generación, las cosas han cambiado, y nuestra continuidad como pueblo corre un gran riesgo por la aparente amistad y cercanía que nos muestran los goim.

Hoy en día, el judío es bien recibido en la mayoría de los lugares, y eso le da la posibilidad de asociarse con las demás culturas, abandonando lentamente - y a veces sin darse cuenta - la propia.Este bienestar provoca una adaptación rápida en cualquier club, barrio, ciudad o país.

Obviamente que se puede comerciar con los goim, pero lo importante es saber cuál es la función de cada uno.El hecho de trabajar juntos no significa que debemos entablar una amistad.Este punto específico fue una de las bases que mantuvieron a nuestros padres arraigados al judaísmo, a pesar de que vivían rodeados de culturas extrañas.

La única solución que nos queda para poder sobrepasar esta época de "tan cálida amistad" con el resto de los pueblos, es profundizar en el conocimiento de nuestra Torá y sus mitzvot.De esta manera seguiremos manteniendo la frescura y calidad de nuestro aceite, para que no se mezcle con los demás líquidos, sino que quede por encima de ellos.

martes, 8 de febrero de 2011

SÉ SINCERO CONTIGO MISMO, CON RELACIÓN A TU PROPIA ENVIDIA


a) Cuando sientas envidia de alguien que haya logrado alcanzar algo que tú no has podido lograr, puedes interpretarlo como un mero deseo tuyo de haber podido emular a esa persona, sintiéndote mal por no ser mejor de lo que eres. Probablemente, la verdad es que tu envidia se traduce en odio hacia esa persona, por lo cual sentirás dolor porque esa persona haya hecho algo bueno, y no porque tú necesites mejorar (Baat Jojmah Umussar, Vol. 3, Int. , Pág. 8).

b) Sentir un ligero matiz de malestar cuando oigas a alguien elogiar a otra persona, será el comienzo de un sentimiento de envidia. Tan pronto como tengas conciencia de esta reacción, deberás cambiar tus pensamientos para erradicar la envidia. (Rabí Isaac Sher: Int. A Jeshbon Hanefesh).

c) No desearías muchas cosas, si no hubieses visto que otros la poseen. La envidia te impulsará a desear más cosas que a las que aspiriarías naturalmente (Jojmah Umussar, Vol. 2, Pág. 147). Si algo no existiera, no te sentirías mal por no poseerlo. Nos sentimos molestos cuando nos estamos perdiendo muchas cosas que otras personas tiene. Confecciona una lista de aquellas cosas que estimas que no has logrado alcanzar. ¿Cuántas de ellas caerían en la categoría de la envidia? Una prueba consistirá en comprobar cuántos items de tu lista serías echados de menos por personas que vivieron hace doscientos años, cuando muchas de esas cosas no existían.

viernes, 4 de febrero de 2011

LA TORÁ ES LA “SOLUCIÓN” DE TODOS LOS PROBLEMAS


La pregunta siempre: ¿Acaso los que cumplen la Torá y cuidan sus Mitzvot no tienen problemas? El hecho de estar más apegado a Hashem, ¿los libra de sufrir inconvenientes?
Responderemos con una fábula:

Dos burros iban cargados con sendos bultos sobre sus lomos. Uno se burlaba del otro:
Mi carga es mucho más liviana que la tuya. Tú ya no aguantas el enorme peso de la sal que tienes encima… Mírame a mí, en cambio. Mi carga de granos de trigo me permite correr y brincar briosamente…

El otro burro nada le respondió, y siguió caminando dificultosamente. Llegaron a la orilla del río, y cada uno de ellos debía atravesarlo hasta sumergirse casi totalmente. Primero pasó el que tenía sobre sí la sal. El agua, que le llegaba al cuello, se introdujo en las costales, y la sal se fue disolviendo hasta librar al burro por completo de la carga, y salió éste tranquilamente por la otra orilla. El otro, a medida que se sumergía, los granos de trigo se iban llenando de agua y se hacían cada vez más pesados. Llegó un momento en que el peso fue mucho mayor de lo que el burro podía soportar, y se hundió.

Mediante esta fábula, podemos comparar el agua con la Torá. La Torá fue equiparada al agua en varias oportunidades, por Nuestros Jajamim. El Yehudí tiene sobre sus espaldas una carga de sal (las Mitzvot de Hashem), y los demás pueblos del mundo parecen transitar por la vida sin ningún tipo de preocupaciones. Pero el Yehudí tiene la Torá, que disuelve los problemas, porque sabe que éstos son enviados por Hashem para “limpiarlo” de sus errores en la medida justa. (Un sólido disuelto en un líquido recibe el nombre de “solución”).

La Torá no evita los problemas, sino que los “soluciona”. La Torá explica los problemas y ayuda a la persona a soportarlos, sabiendo que, cuando después de muchos años lleguemos “a la otra orilla” (el Mundo Venidero), agradeceremos a Hashem el habernos creado como Yehudím, y que no nos dio una carga liviana que luego se volvió pesada…
(Extraído del Jesdé Abot - VI 5)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Parashá Shavua: Terumá - (Ofrenda). 1 de Adar I 5771 ( 5 de Febrero de 2011).La Grandeza de la Tzedaká


"Y dijo D'os a Moshé: Háblale a los hijos de Israel, y que tomen para Mí una donación, de toda persona cuyo corazón lo motiva, tomarán Mi donación" (Shemot 25:2).

Es sabido que todo el motivo por el cual D'os le ordenó a Moshé recolectar dinero o materiales, fue para la construcción del Mishkán (Tabernáculo), en el cual D'os haría reposar Su santidad, y de esta manera Am Israel tendría un contacto más cercano con Él.

Al leer este versículo nos surgen varias preguntas: ¿Por qué D'os pide donaciones del pueblo de Israel?¿Acaso las necesita?¿No podía D'os entregarle a Moshé el Mishkán ya construido?Por otro lado, el versículo dice que D'os le dijo a Moshé: "y que tomen para Mí una donación", ¿no tendría que haber dicho "y darán" o "y donarán"?

Los Sabios explican que todo el motivo por el cual D'os pidió de Am Israel su colaboración no fue por necesidad, sino porque quería educar a Su pueblo para que aprenda a dar, ya que por naturaleza a la persona le cuesta dar.

Además, el Baal Haturim explica que el motivo por el cual antes de pedir la donación, D'os le ordenó a Moshé: "Háblale a los hijos de Israel", fue para que Moshé les hable de buena manera y que así se despierte en ellos el deseo de donar.Esto era imperioso pues ésta era una mitzvá difícil de cumplir ya que la persona tenía que entregar de sus bienes para poder llevarla a cabo.

Y es por eso que D'os ordenó que el pueblo done para la construcción del Mishkán, para acostumbrarlos a cumplir una de las mitzvot mas importantes de la Torá: la tzedaká (caridad).

En general, a la persona le cuesta dar dinero, ya sea para alimentar a pobres, para organizaciones que se ocupan de gente necesitada, o también para el bet hakneset que necesita cubrir los gastos de mantenimiento.

Si analizamos la situación, veremos que el motivo de no querer dar es porque queremos incrementar lo más posible nuestro capital, suponiendo que si damos a los demás, en lugar de aumentar, nuestro capital disminuirá.

Sobre este punto se refiere el versículo cuando dice: "y que tomen para Mí un donativo", en lugar de decir "y Me darán una donación" o "y donarán para Mí".Nosotros usamos el verbo "tomar" cuando tomamos algo para nosotros, y el verbo "dar" cuando nosotros le damos algo a alguien.Pero aquí está escrito: "y que tomen para Mí", lo que indica que al darle algo a D'os, estamos también tomando algo para nosotros, pues cuando la persona da se beneficia más que el que recibe.

Muchos de nosotros podemos preguntarnos: "¿Por qué me beneficio más que el que recibe?".Pero este análisis es correcto para quien no cree en el Olam Habá y piensa que todo lo que existe es sólo este mundo.Sin embargo, nosotros, el pueblo de Israel, creemos en el Olam Habá, y por este motivo el razonamiento anterior es totalmente erróneo.Toda nuestra finalidad en esta vida, debe ser preparar nuestro Olam Habá, y esto se puede lograr solamente con el cumplimiento de las mitzvot.

Según este concepto, podemos entender por qué cuando damos nos beneficiamos más que el necesitado que recibe, pues el que recibe usa el dinero y después de eso no le queda provecho alguno, pero quien lo dio se queda con la mitzvá cuya recompensa es eterna, y disfrutará de ella por siempre.
Cuando hablamos de "dar" no nos referimos solamente a ayudar económicamente a nuestro prójimo, sino que también es posible ayudar ofreciendo nuestro tiempo.

Recuerdo, que un shabat en Israel, salí de la ieshivá para comprar una bebida y algo dulce para después de la cena.Cuando volvía a la ieshivá me encontré con mi Rosh Ieshivá, el Rab Arie Kovalevsky shlita, y me preguntó qué bebida compré.Yo le contesté, y luego me dijo "Shabat shalom".

El domingo siguiente el Rab me preguntó cuánta bebida me había quedado.Le respondí que nada, ya que entre lo que yo había bebido y lo que convidé a mis amigos, se terminó muy rápido.El Rab me dijo que lo que convidé a mis compañeros sí me había quedado, ya que la mitzvá queda para siempre, en cambio lo que yo tomé fue solamente algo efímero, ya que enseguida uno vuelve a tener sed.

En varias oportunidades el Rab Kovalevsky shlita nos dijo: "El Olam Hazé de tu compañero, es tu Olam Habá".Esto quiere decir que cuando tu compañero te pide un favor y tú se lo concedes, él lo disfrutará solamente en ese momento, pero tu pago es eterno en el Olam Habá.

Justamente a esto se refiere nuestro versículo, ya que por cada mitzvá de jesed que uno hace - ya sea mediante el dinero o nuestro tiempo - recibimos mucho más de lo que brindamos.

Por otro lado, si pensamos que al dar tzedaká nos beneficiaremos únicamente en el Olam Habá estamos equivocados, ya que Shelomó Hamelej dijo (Mishlé 11:4): "La tzedaká salva a la persona de la muerte".Es decir que esta mitzvá tiene un poder especial para que D'os le alargue la vida en este mundo a la persona que la cumple.

Analizando un poco esto podemos llegar a preguntarnos, ¿qué relación tiene la recompensa que D'os da por el cumplimiento de esta mitzvá en comparación con la mitzvá en sí?¡¿Es posible adquirir algo tan valioso como la vida mediante el simple hecho de donar 100 dólares?!La verdad es que sí.

La Torá nos enseña que D'os dirige al mundo "midá kenegued midá", es decir, que de la misma manera que nosotros nos comportamos, D'os se comporta con nosotros.Y cuando D'os ve que ayudamos al pobre porque queremos que siga viviendo, Él dice: "a ti te interesa que el pobre viva, entonces, tú también vivirás más tiempo".

Cuentan que en Estados Unidos, un judío estaba viajando por la ruta.El viaje era muy largo y este hombre comenzó a sentir cansancio, pero no encontraba un motivo para ese cansancio pues durante la noche había descansado bien.

A pesar de su ansiedad por llegar a destino, decidió detenerse al costado del camino y descansar un poco.

A los pocos minutos se dio cuenta de que había estacionado al lado de un hogar de ancianos y decidió entrar a ver si había algún judío para visitarlo y darle así una alegría.

Golpeó la puerta de la secretaría y lo atendieron.Entonces preguntó si había entre los ancianos algún judío.La secretaria le respondió que no, ya que el único que había, falleció ese mismo día y al día siguiente lo enterrarían en el cementerio que tenía el hogar.

El hombre comenzó a entender por qué motivo D'os había hecho que él se detenga a descansar justo en ese lugar, ya que en sus manos estaba la mitzvá de enterrar a este judío como era debido.

Sin dudarlo habló con el director del lugar y le pidió el cuerpo de este anciano, ya que era judío y la religión exige que sea enterrado en un cementerio judío.

El director aceptó sin oponerse, y le entregó a ese hombre los documentos necesarios.

Este judío se acercó al barrio judío más cercano y al pedir un lugar en el cementerio, le respondieron que no podrían cedérselo, ya que sólo podían recibirlo los asociados de la comunidad, y puesto que los lugares escaseaban no podían hacer una excepción.Sin demorarse el hombre viajó a su ciudad y al explicarle toda la situación al encargado del cementerio local, éste le dijo que no había ningún problema en enterrar a ese anciano allí, ya que en ese cementerio había un sector especial reservado para todo aquel que no tuviera donde ser enterrado.

Lo único que el encargado del cementerio le pidió a ese hombre fue que consiguiera rápidamente los documentos del fallecido.El hombre le respondió que los llevaba con él y se los mostró.

Cuando el encargado del cementerio vio la foto y el nombre del difunto, quedó atónito.

Sin entender la reacción del encargado, el hombre le preguntó por qué motivo se estremeció tanto.

El encargado le respondió que el sector del cementerio destinado a todas las personas que no tenían donde ser enterradas había sido donado por esa misma persona.

"Durante años intentamos encontrar a este hombre para agradecerle y ofrecerle nuestra ayuda, pero no pudimos encontrarlo.Pero ahora veo cómo D'os no deja a nadie sin recibir su recompensa, pues a este hombre que se ocupó de los demás, D'os le acreditó el mérito de poder ser enterrado como un judío".

Esta conmovedora historia es un claro ejemplo del beneficio que obtenemos al dar tzedaká, así como dice el versículo: "Y que tomen para Mí".Quien da tzedaká, en realidad no está dando sino tomando.

Cortesia del Rab Baruj Mbazbaz, autor del libro "BIRCAT HASHAMAIM"