domingo, 27 de febrero de 2011

VALORA LO QUE TIENES


En la actualidad, la gente conoce el precio de todo y el valor de nada.

¿Quién es millonario? No es el que tiene mucho dinero, sino el que tiene cosas que no las vende ni por todo el oro del mundo. Si aprendes a apreciar tu tiempo y tus valores, te vas a dar cuenta de que son invaluables.

También aprende a apreciar la salud y el maravilloso cuerpo que te proporcionó el Creador del mundo. Voy a darte algunos ejemplos:

Te puedes mover. No eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra. Puedes pasear, correr, bailar y hacer deporte.

Para ello tienes 500 músculos, 200 huesos y 7000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras.

En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente, obrando todas en tu favor y en perfecta armonía.

En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente a tu favor que si quisieras remplazarlas por la computadora más perfecta del mundo, esa máquina electrónica ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto.

En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, con el reír de los niños, con la suave música de las orquestas, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que estimas.

Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos purifican el aire que reciben y libran a tu cuerpo de desperdicios dañinos.

En tus ojos, Hashem ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, de la luz, de la simpatía de las personas y de la majestuosidad de la naturaleza. Son las ventanas por las cuales penetran a tu cuerpo y alma las enseñanzas y las experiencias.

Tienes un corazón que es una maravilla: bombea hora tras hora, de 356 millones de latidos al año, año tras año, estés tú despierta o dormida, impulsando la sangre a lo largo de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan más de dos millones de litros de sangre al año.

Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas cuatro litros, pero allí hay 22 millones de células sanguíneas y en cada célula hay muchas moléculas, y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo.

Cada día mueren dos millones de tus célula y son remplazadas por dos millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día en que naciste.

En tu cerebro hay cuatro millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles y 200 mil detectores de temperatura…

¿Conoces acaso un valor más grande que esto…?

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