viernes, 19 de febrero de 2010

Sobre el día de SHABAT


Sobre el día de Shabat...

Durante toda la semana, el hombre carece de libertad. Está limitado por el mundo material y es un esclavo de sus presiones. Puede mostrar su dominio sobre la naturaleza al tomar el pan de la tierra; sin embargo, eso también es parte de lo que dice la Torá (Génesis 3:19) "Con el sudor de tu frente comerás el pan". El acto del hombre para imponer su soberanía sobre la naturaleza lo hace un esclavo de ella.

El hombre se libera de su esclavitud durante el Shabat. Puede vivir en armonía con su mundo y no necesita seguir luchando contra él. A lo largo de la semana, la persona necesita dominar el mundo. Generalmente está definida por su ocupación: puede ser plomero, enfermera, albañil, escritor o ama de casa. La ocupación es, de hecho, la forma en que ejerce su dominio sobre la naturaleza; pero en cierta forma, su más básica humanidad se oculta bajo su quehacer. Todo esto tiene un cambio durante el Shabat. Cada uno se convierte en rey que gobierna su propio destino. Ya no se define por su ocupación. Es un hombre, en toda la extensión de la palabra.

Durante el Shabat, el judío puede vivir como judío al separarse de todas las demás cosas del mundo y volverse hacia Di-s. Puede mirar a través de la ventana de la eternidad y sentir esa cercanía.

Alguien dijo una vez...

La gran esperanza del pueblo judío es la Era Mesiánica, a la cual seguirá una época de armonía universal. Será una época en la que el hombre aprenderá a vivir en paz, tanto con sus semejantes como con la naturaleza. Marcará el final de toda guerra, injusticia y explotación. En el Talmud, la Era Mesiánica es conocida como "Iom Shekuló Shabat", el día en que todo será como el Shabat. Tal como se describe en los Profetas (Mijá 4:4) "Y se sentará cada uno bajo su vid y su higuera, y no habrá quien lo amedrente".

La llegada del Mesías anunciará la más grande revolución dentro de la historia de la humanidad. Caracterizará el triunfo final del hombre sobre la maldad. Uno de los mayores problemas que ocurren en las revoluciones es que generalmente fracasan. El nuevo régimen es tan corrupto como el anterior. Los revolucionarios saben qué es lo que quieren destruir, pero por lo regular, no tienen una mínima idea de cómo reemplazar lo destruido. Casi nunca tienen la oportunidad de experimentar realmente el nuevo orden. Cuando finalmente se apoderan del poder, están sumamente ocupados en los detalles administrativos.

Shabat es un preparativo para la revolución. Cada Shabat, vivimos un momento del mundo venidero - de paz y armonía - de la Era Mesiánica. El judío que cuida Shabat, conoce el significado de la armonía y tranquilidad verdadera. Sabe como aprovecharlo y elevarse con él. Así, cuando se presente la revolución Mesiánica, seguramente se encontrará preparado para recibirla.

El hecho de respetar el día de Shabat, nos prepara para el “Gran Día” en que TODO será como el Shabat. Sólo hay que probar...

Tora y Midrash

Es tan grande el Shabat que fue santificado desde la creación del mundo y Hashem lo bendijo por sobre los demás días.

Ejemplificaron nuestros Jajamim al dia de Shabat como a aquel rey que hizo una gran jupa pero le faltaba la novia para que entrara en ella. Así Hashem creo el mundo con todo lo mejor, pero ¿Qué le faltaba? El Shabat, ya que la creación no esta completa sino por intermedio del Shabat.

“no fue entregado el dia de Shabat, sino para hermanar al pueblo de Israel”. Y en el futuro cuando venga el Mashiaj, esta escrito en nuestra Tora que serán iguales al Shabat. Dijo Rabi Simon Bar Iojai: el Shabat le pregunto a Hashem: ¿Por qué a toda la creación le diste pareja y a mi no?. Le respondió Hashem: Israel será tu pareja.


Hablemos

“Hablemos” uno le otro dice al otro. “Seguro. Demos un paseo. Pero tengo que llevar el teléfono conmigo. Sabes, estoy esperando una llamada importante”. ¡¡¡Rrrring!!!.

“Hablemos” la Mamá dice a su hijo. “Seguro, Má” blip, el bip, blip. “Déjame terminar este juego. Estoy llegando al nivel más alto en este momento”

“Hablemos” le dice la niña al Papá. “Seguro, mi amor. En cuanto termino de revisar el talonario de cheques y pague estas facturas estoy contigo. Dame una hora”.

Imagine: Una cena con velas encendidas. Un buen vino fino. Pan fresco. Comida deliciosa. Y la familia junta disfrutando de la compañía mutua, durante un par de horas sin la distracción del teléfono, del playstation, la televisión, las compras, o las facturas a pagar.

Ésa es una comida de Shabat, y está a su alcance porque le pertenece. En estos días y época, con los teléfonos celulares y blackberries, laptops, iPods, y el fuerte consumismo como nunca antes hubo, una comida de Shabat es de verdad una isla en el tiempo.

Y es más simple de lo que uno puede pensar.

Empiece la comida santificando el Shabat con la bendición sobre del vino. Se sorprenderá al descubrir cuántos exquisitos vinos kasher están disponibles estos días. (¿Pensaba, quizá, que mientras la tecnología ha avanzado, los vinos kasher se han quedado en la historia y son todos almíbares dulces?)

Entonces, lave sus manos y diga el ‘Hamotzí’ cuando bendice la Jalá (pan trenzado)- casera, comprada en el supermercado kasher, de trigo entero, o intergral. Cualquiera de ellas estará bien.

Y entonces, disfrute de una comida de Shabat con su familia. Prepare la comida de la noche antes de que todos lleguen, o cómprela en el local de venta de comida kasher. Sírvalo en su loza más fina y con sus cubiertos más elegantes o use platos descartables para que la limpieza sea más fácil. Disfrute de comidas judías tradicionales, del vegetariano orgánico, del kosher gourmet, o de los favoritos de su familia.

Pero no se olvide de una de las partes principales de esta experiencia: Tome el tiempo necesario para hablar y el tiempo para escuchar, sin interrupciones extrañas. Pruebe dar vuelta alrededor de la mesa, pidiendo a todos compartir algo nuevo que aprendieron esa semana. Prepare una historia o algo sobre la porción semanal de Torá. O simplemente permita que la conversación fluya a su propio ritmo hacia su propio lugar especial.

¡Porque la parte más importante será que ustedes están todos juntos como una sola familia!
Pruebe una cena de Shabat con sus familiares o amigos. Se asombrará de cuán especial puede resultar.

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