jueves, 4 de febrero de 2010

El Proceso de Libre Albedrío


Tratemos de analizar una típica elección que hacemos a menudo en la vida cotidiana. Tomemos, por ejemplo a alguien que fuma demasiado cigarrillos, tantos que despierta la noche con severos dolores en el pecho. Cuando tiene el dolor, decide no fumar al día siguiente bajo ninguna circunstancia. Se da cuenta de que no vale la pena hacerlo. Cuando se despierta a la mañana siguiente se hace pronto sentir su adicción y siente grandes ganas de fumar. En un principio resiste a la tentación, pero esa se hace más fuerte a medida que pasan los minutos.

Finalmente lo oímos decir "Tan solo fumaré un cigarrillo, uno sólo no me puede hacer daño". Poco después de que ha fumado el primer cigarrillo siente de nuevo el impulso de fumar y una vez mas se dice a sí mismo: "Después de todo un cigarrillo mas no me va a hacer daño". De modo que prosigue fumando todo el día y por la noche vuelve a tener dolores. ¿Y cómo será el día siguiente?. Aunque sabe bien que si se permite tan solo una fumada, se iniciará la misma reacción en cadena, esta preparado para engañarse en la misma forma.

Subterfugio

Si él se estuviese enfrentando tan solo a alternativas claras: fumar y tener dolor o no fumar y no tener el dolor, hay poca duda a cerca de cual sería su decisión. El deseo de no sufrir el dolor se sobrepondría fácilmente al deseo de no fumar. ¿Cómo es que prevalece la voluntad más débil? Simplemente a través del subterfugio que señalamos arriba.

Tenemos el derecho a preguntarnos: ¿Qué hace que la persona adopte el argumento falaz ("un cigarrillo no puede hacer daño") e ignore el argumento correcto ("uno llevara a otro") que, como todo el mundo sabe que es el correcto?

¿Podrá suceder que el deseo de fumar ha dominado al proceso de razonar? Pero, ¿No es algo más seguro que el deseo de fumar es menos fuerte que el deseo de no tener dolor? (Ha de ser así, como lo vimos arriba, pues si no ¿A qué viene el engañarse a sí mismo? Podría simplemente fumar, estando plenamente al tanto de que va a causarse daño a la larga)

Algo Más

Nos vemos obligados a concluir que debe haber algo mas, que las dos voluntades en conflicto, decidiendo la elección. Ese "algo mas" no es otra cosa que la persona misma. Él es la persona capaz de desviar su mente de la verdad, aún cuando esa verdad le es perfectamente clara. Él es quien decide adoptar un argumento engañoso para ocultar su desviación de la verdad. Hay dos voluntades que compiten en su mente, y él decide en forma deliberada ignorar los méritos de una y sus verdaderos argumentos y en cambio se decide por la otra voluntad con sus argumentos falaces. ¿Qué lo induce a hacer esto? No son las voluntades que compiten entre sí, sino la persona misma, con su libertad de escoger. Podría decirse a sí mismo: "Mira ¿Qué objeto tiene simular una cosa? Una excusa no es una realidad y si sigo por este camino, voy a terminar con severos dolores en la noche." Si razona así va a dejar de fumar. De modo que no tiene a nadie a quien culpar, mas que a sí mismo.

La Esencia de la Bejirá

Que tontos son aquellos que piensan que la voluntad más débil, por sí sola, hace que la persona adopte la falacia, sabiendo muy bien que es una falsedad. No explican porque la voluntad mas fuerte no induce a la persona a adoptar el verdadero argumento que comprende muy bien. El hecho es que un ser humano puede captar la verdad, en cuyo caso la voluntad más débil se aleja con todos los argumentos ilusorios; o puede deliberadamente ignorar la verdad y aceptar la falsedad en lugar, rechazando a la voluntad que tiene la verdad a su lado. Estas dos alternativas son el tema de la Bejirá o libre elección. La bejirá depende tan solo de la persona; no está implicada ninguna causa exterior. La causa primaria es la persona misma; esto es bien sabido por cualquiera que haya ejercitado tan solo una vez su bejirá Y haya conquistado su inclinación maléfica. Tal persona percibe con absoluta claridad que ha abandonado la ilusión y ha escogido la verdad.

Realidad de la Bejirá

Pero alguien que nunca haya realizado el esfuerzo necesario para someter el lado malo de su naturaleza nunca podrá comprenderlo. Ha cedido siempre a su "voluntad" tan pronto como esta se presenta y por lo tanto cree estar a merced de "la voluntad más fuerte" todo el tiempo. No puede apreciar la realidad de la bejirá porque de hecho nunca ha realizado una bejirá. Vive, por lo tanto, bajo la ilusión de que todas las acciones humanas están sometidas a causas externas. A aquellos que niegan la realidad de la libre voluntad por lo tanto les decimos "Tu filosofía es meramente un reflejo de tu propio corazón. Niegas la libre voluntad, porque de hecho estás cautivo; te has esclavizado al mal que hay dentro de ti.

Reconociendo la Verdad

Resumiendo: la esencia de la buena bejirá consiste en reconocer la naturaleza única e indivisible de la verdad, y esto equivale a reconocer al Creador. La esencia de una mala bejirá es aceptar a la falsedad como una realidad y esto equivale a negar la unicidad de Di-s y aceptar la falsedad de una dualidad de poderes en el universo. Los Rabis dicen "el yetzer ha- ra" es como un dios extraño en el corazón humano" y "quien escucha a su yetzer es como una idolatría". Los Rabis llaman incluso a Adam un "hereje" por prestar atención a las tretas de la serpiente, aunque pecó con la mejor de las intenciones (como hemos explicado en otro lado).

El Punto de la Bejirá

Cuando dos ejércitos están trabados en una batalla, la lucha tiene tan solo lugar enfrente, el territorio detrás de las líneas de un ejército está bajo control de ese ejército y se espera poca o ninguna resistencia allí. Una situación similar a su vez detrás de las líneas del otro ejército. Si un lado obtiene una victoria enfrente y hace retroceder al enemigo, la posición del frente de batalla habrá cambiado. Por lo tanto, de hecho, la lucha tiene lugar tan solo en un sitio, aunque potencialmente la línea de batalla pudiese dibujarse en cualquiera de los territorios de los dos países en la lucha.

El Frente de Batalla Moral

La situación es muy similar en lo que se refiere a la bejirá. Todo el mundo tiene la libertad de elección, en el punto en donde la verdad se enfrenta a la falsedad. En otras palabras, la bejirá tiene lugar en ese punto en donde la verdad, como la ve la persona, se enfrenta a la ilusión producida en él por el poder de la falsedad. Pero la mayor parte de las acciones de una persona se realizan son choque alguno entre la verdad y la falsedad. Muchas de las acciones de una persona pueden ser que coincidan con lo que es objetivamente correcto, porque él ha sido educado en esa forma diferente y pueden tomarse muchas decisiones malas y falsas, simplemente porque la persona no se da cuenta de que son malas. El libre albedrío ejercita y efectúa una bejirá válida, solamente en la frontera entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal, dentro de esa persona.

Los Judíos Observantes y la Bejirá

Por ejemplo, muchos judíos que en otros aspectos son observantes, tienden a hablar mal de otras personas, violando así la prohibición contra el lashon ha-ra y sin darse cuenta de que se trata de un pecado grave. Sin embargo, estas personas, no soñarían tan siquiera con violar las leyes del Shabbat; su yetzer ha-ra ni siquiera los tienta a hacer esto o a dejar de efectuar los rezos prescritos o ponerse tzitzit o tefilin porque han sido educados a realizar estas cosas sin hacer preguntas. (No hay bejirá implícita en ninguno de estos casos. La bejirá entra en juego, tan solo cuando uno se ve tentado a actuar contra la verdad como uno la ve, y las fuerzas de cada lado están más o menos balanceadas. El punto en el que se alcanza este equilibrio, varía obviamente con el individuo y depende de muchos factores, como la herencia, el medio ambiente, la educación etc., pero no existe ser humano que no tenga un "punto de bejirá" a lo largo de la escala.)

Frente Fluctuante

Hay que percatarse de que este punto de bejirá no permanece estático en un individuo dado. Con cada buena bejirá efectuada con éxito, la persona se eleva a un nivel más alto: o sea que cosas que antes estaban en una línea de batalla están ahora en el área controlada por el yezter ha-tov y las acciones que tienen lugar en esa área pueden efectuarse sin lucha y sin bejirá. En este sentido podemos comprender el dicho de que "Una miztva conduce a otra". Y lo mismo sucede en la dirección contraria. El ceder al yetzer ha-ra hace retroceder la frontera del bien y un acto que antes precisaba de una lucha con la conciencia se realizará ahora sin ninguna bejirá. El yetzer ha- tov ya no funciona en forma eficiente en esa área, y de allí hemos aprendido: "un pecado conduce a otro", y "Tan pronto como uno ha cometido un pecado dos veces ha dejado de ser un pecado para él". Como hemos dicho, la educación juega parte importante en la determinación del punto de bejirá de uno. Una persona puede haber sido educada para realizar en forma natural muchas buenas acciones. Esto significa que su punto de bejirá esta un nivel alto. Por ejemplo, uno puede haber sido educado en un medio lleno de Torah, con gente dedicada a las buenas acciones. En este caso, su punto de bejirá no será si cometer un pecado o no, sino si efectuar una mitzva con más o menos devoción o kavaná.

Otro individuo puede haber sido educado entre malvados de la peor ralea, entre ladrones y asaltantes. Para él, robar o no robar no representa una bejirá del todo; su punto de bejirá puede radicar en si debe o no usar un arma de fuego cuando es descubierto. Para él esta puede ser la bejirá crucial, es aquí para él donde las fuerzas del bien y del mal, de la verdad y la mentira están equitativamente balanceadas; puede ser que en el fondo de su corazón el asesinato sea algo que él sabe que es incorrecto, esta es la verdad tal cual se la rebela a él su yetzer tov y es esta verdad la que se siente tentado a negar o deformar. De modo, que vemos que la educación y el medio ambiente no pueden en forma alguna modificar al acto esencial de bejirá, sino tan solo el lugar en donde se realiza: la posición del punto de bejirá en la escala mortal. Todo ser humano posee el poder de percibir la verdad que es disponible a su nivel particular adhiriéndose a ella y rehusándose a ser alejado de ella por las ilusiones seductoras de la falsedad. En esto no hay diferencia en absoluto a cerca de sí la educación hizo subir o hizo bajar su punto de bejirá. La capacidad de adoptar la verdad tal como él la conoce es igual en todas las situaciones.

Localización del Punto

Resumiendo: Todo el mundo es libre de elegir su punto de bejirá, pero la posición del punto de bejirá es determinado por varios factores. La posición puede ser afectada por sus propias elecciones previas, que pueden haber hecho subir o descender su punto de bejirá; o puede ser afectada por los factores de fuera de control. La Providencia Divina puede haberlo colocado a él desde la niñez en un cierto medio ambiente, más alto o más bajo, según el caso (para tener una idea por qué arregla Di-s las cosas de modo que algunos tienen su bejirá a un nivel y otros en otro, léase cuidadosamente lo que hemos escrito en el ensayo ¿Por qué sufren los justos?). No existe pues la libertad de elegir excepto "en el punto de libre elección" y en este punto es fijado por factores que nos anteceden; pero no hay factores extrínsecos que puedan afectar el acto de bejirá mismo. Aquí reina, supremo, el ser humano.

Escogiendo la Vida

Si estamos preparados para leer los textos con más profundidad de la acostumbrada, podemos ver esta idea claramente expresada en la Torah, en el pasaje que tiene que ver con la elección humana. Eh puesto ante ti la vida y la muerte, La bendición y la maldición; escoge la vida para que puedas vivir... "Vida y muerte" comprende todo lo que lees "dado" a una persona, todas las facetas del carácter de una persona, sus rasgos y tendencias innatas, su educación y su medio ambiente; todos estos factores que determinan lo que ella llama "vida", lo que se le presenta al individuo como "bueno" y "verdadero", y así mismo lo que él llama "muerte" "maldad" y "falsedad". Todas estas cosas "las He puesto ante ti". Literalmente "las He dado ante ti"; estas son las cosas "dadas" de la situación humana, que existen independientemente de cualquier acción de nuestra parte, como todos los rasgos de nuestro medio ambiente. Pero "Escogerás la vida". "Escogiendo la vida", escogiendo la verdad y la realidad es algo que sólo el ser humano mismo puede hacer y algo que él hace sin ser afectado en absoluto por ningún factor externo.

El Temor del Cielo

Éste es también el significado del famoso dicho de nuestros rabís (Berajót 33b): "Todo viene del Cielo excepto el temor Del Cielo". "Todo viene del Cielo": Todo lo que le sucede a una persona, todo lo que determina dónde tendrá lugar su elección, el nivel de su bejirá así como la clase de pruebas a la que será sometida. La única cosa en las manos del hombre es "el temor del Cielo", que es el sentido de la responsabilidad hacia la verdad que el hombre puede aceptar o rechazar según quiera. Él temor de Hashem ----- ya sea miedo a consecuencias materiales o temor a más altos niveles---- es esencial para evitar que uno sea desviado de la verdad. Esta es la esencia de la bejirá.

Responsabilidad

Ya vimos arriba como el nivel de bejirá de una persona puede ser modificado por factores externos y por las previas elecciones de la persona; pero hay una diferencia grande entre estos. Cuando se modifica el nivel por las propias elecciones de la persona, ésta es responsable de la nueva situación que ha creado. El Talmud dice: "si una persona comete un pecado y lo repite, se le vuelve permitido, Entonces ¿permitido? No, a él le parece que está permitido". No hubo en él lucha alguna la tercera vez; aparentemente la bejirá tal como lo definimos no estaba en acción; pero en cualquier forma es responsable del acto cada vez, pues el mismo fue la causa de su sensibilidad embotada. De ahora en adelante, será castigado cada vez que realice el acto que ya no se le presenta como una opción viviente. Pero nadie es considerado responsable por el mal al que está acostumbrado desde su nacimiento y a resultas de su medio ambiente, ya que nunca supo de nada mejor. A este respecto tiene la posición halájica de "un niño tomado cautivo y educado entre idólatras). Será considerado responsable solamente de lo que pudo y debió haber aprendido

Efectos a Largo Plazo

Cada bejirá practicada por una persona tiene algún efecto sobre toda su situación, durante toda su vida; si es buena tiene un buen efecto, si es mala tiene un mal efecto. Y no sólo tiene un efecto sobre sí mismo, puede también tener un efecto sobre la forma en que influencia a sus hijos con incalculables resultados. En resumen, toda bejirá tiene un efecto sobre todo el mundo y el que decide es responsable de todos sus resultados y lo mismo sucede con cada persona y con cada bejirá de cada persona. ¡Cuánto bien puede ganarse a través de una buena bejirá, y qué tanto mayor es su responsabilidad por una mala bejirá!.

Educación y Elevación

Se deduce de todo lo que fijamos arriba que los méritos de una persona no son aquellas mitzvot y aquellas buenas acciones para las que ha sido educada, sino tan solo sus actos libres de bejirá. Las acciones buenas en las que ha sido educada no son propiamente suyas; simplemente le sirve para fijar la posición de su punto de bejirá. Si hay lugar a una recompensa, esta debe tocarle a los que educaron tan bien al individuo. Ellos cumplieron con la mitzvá de la educación asegurándose de que sus primeros actos de bejirá tengan lugar a un alto nivel. Nos hemos referido en otro lado al gran descubrimiento del rabí Noson Tzví Finkel de Slobodka, quien aprendió este muy importante principio que da la Torah a Lot.

El Mérito de Lot

El rabí Finkel escribe que el amor fue lo que especialmente caracterizó a Abraham, tanto así que quien vivió con él adoptó su forma de actuar a un grado máximo, aún el grado de estar dispuesto a entregar su vida para dar amor. Nos percatamos de ello al oír de Lot que fue educado en la casa de Abraham, y que aprendió el camino del amor a tal grado, que, cuando se encontró con extraños en Sodoma, estaba dispuesto a insistir que viniesen a su casa y en el momento de peligro arriesgo su vida para protegerlos de la multitud que amenazaba con "romper la puerta". ¡Que notable nivel de jesed!. Y sin embargo la Torah nos dice que cuando se recordó el mérito por el que Lot debía ser salvado de Sodoma, la Torah dice "Di-s recordó a Abraham y salvó a Lot de la destrucción". ¿Qué es lo que Di-s recordó?. Una buena acción que una vez efectuó Lot por Abraham. Conforme lo dice Rashi; "Lot supo que Sarah era la esposa de Abraham y él había oído a Abraham hablar de Sarah como su hermana y él no reveló el secreto..."

A todas luces esto es algo extraordinario. He aquí a un hombre que mostró la máxima disposición a sacrificarse por una causa noble, y todo parece haber sido ignorado; por todo lo que se le da crédito es que no fue traidor, que evitó delatar a su tío, a su amado amo, ante una casta de asesinos. De esto podemos aprender que cualquier conducta que una persona adopta a resultas del adiestramiento o copiando a otros no es considerada como suya y no se le cuenta como suya en el día de juicio. ¿Qué es lo que sí se le cuenta como suyo? Solamente lo que en verdad le es propio; el hecho de que conquistó su inclinación maléfica es un asunto a su propio nivel, algo para lo que no había sido adiestrado, algo que era su bejirá particular. (Debe recordarse que el punto débil de Lot fue la codicia; fue por codicia que dejó a Abraham y fue su codicia lo que lo llevo a Sodoma en primer lugar.

Su natural aversión a traicionar a su tío, se vio balanceado por el pensamiento de las riquezas que pasarían a sus manos, si hubiese sido el único pariente de la muy loable Sarah; y se llenaron las condiciones para una verdadera bejirá.)

Bejirá Elevada

La mayor parte de los individuos que han sido educados para una vida de mitzvot y buenas acciones, realizan estas sin pensarlo o sentirlo mucho. Para ello se trata de "una mitzva para los hombres aprendida como rutina". Es verdad que Di-s no niega la recompensa de cualquier criatura y ciertamente serán recompensados por ajustarse a los que han aprendido: pero si estamos hablando de altos niveles de observancia de las mitzvot, estos están casi ausentes por completo. Estos niveles se alcanzan tan sólo a través de la bejirá y estas gentes rara vez se enfrentan a su inclinación maléfica. El hombre feliz es el que utiliza todo lo que le ha sido proporcionado por su educación como un trampolín para elevarse a niveles más altos, tanto en acciones como en devoción. (Una persona que está satisfecha con laborar rutinariamente, haciendo por rutina las cosas que ha sido educada, lleva consigo una gran responsabilidad. No hay más grande pecado que el de malgastar las oportunidades propias. EL no hacer uso de la bejirá, es el pecado más grande, en lo que a oportunidades perdidas se refiere, porque el propósito de la creación del hombre es para que haga uso de su libre albedrío).

Acentuando las Oportunidades

El principal objetivo en el mundo es llevar una vida adherida a la Torah y a las mitzvot, asegurándose de que las buenas acciones que uno realiza lo sean a través de la bejirá. Ello implica enfrentarse al yetzer ha-ra y habrá bastantes enfrentamientos, porque el yetzer ha-ra se opone en especial a nuestros esfuerzos para elevarnos moral y espiritualmente. Si uno se las arregla para tener éxito en esto entonces todas las acciones serán "méritos". Nuestros Rabís decían: Di-s quiso conceder méritos a Israel y por ello les dio una gran cantidad de Torah y de mitzvot". Los gentiles también hacen uso del libre albedrío en sus individuales puntos de bejirá, de modo que tienen oportunidad de adquirir méritos en la misma forma; pero Hashem quiso que toda la vida del judío estuviese llena de buenas opciones, es decir, llena de méritos. Por ello multiplicó nuestras oportunidades para que practicásemos la Torah y las mitzvot. Mientras más amplio es el frente de batalla mayores son las oportunidades para actos de heroísmo y más valiosas son las victorias.

Libertad

La bejirá es conocida también como el libre albedrío, pero como hemos visto, la libertad existe tan solo en una área limitada. Es tan solo en el punto de la bejirá que una persona es libre de escoger sin nada que la force hacia un lado o hacia otro. Arriba de este punto de la bejirá la persona esta en poder de su yetzer ha-ra; está en cierto sentido "obligado" a actuar de acuerdo con los dictados del yetzer. En forma similar por debajo de su punto de bejirá esta en cierto sentido obligado a escoger el bien, en aquellos asuntos que ya ha colocado detrás de él y ha colocado bajo el poder de su yetzer ha-tov. El abrazo del yetzer ha-ra se rompe en estos asuntos: el individuo ya ha aceptado el yugo del Reinos del Cielo, y no tiene más alternativa que seguir sus dictados.

Supremo Sometimiento

Esta es la posición que se encuentra una persona cuando consigue adoptar el temor del Cielo como su guía, y cuando llega a esta feliz situación se entera que en realidad nunca ha sido libre del todo. Fue tan solo un error de su parte el creer que había estado libre porque, ¿Qué clase de libertad existe para escoger entre la verdad y la falsedad? La verdad es la realidad y la falsedad es nada; no es en verdad una opción válida, sino simplemente un error el considerar "nada" como "algo". El objeto final de todo nuestro servicio es graduarnos de la "libertad" a la "compulsión". No queremos quedarnos en ese estado confuso en que la "verdad" y la "falsedad " parecen alternativas igualmente válidas. Nuestra meta esta en llegar a esa feliz condición en la que sentimos una compulsión interior en la que nos lleva a hacer la voluntad de Hashem; como dicen los Rabis "las mitzvot son decretos que nos son impuestos desde arriba."

El Hombre Liberado

Hay un nivel aún mas alto que es y consiste en reconocer lo falso y lo irreal de la maldad, con tal intensidad, que todo deseo de hacer el mal se esfuma y la persona ama tan solo el bien con todo su corazón. A este nivel la persona ya nos siente "compulsión". La compulsión es aplicable solamente cuando existe resistencia. Uno no puede hablar de compulsión para hacer algo que a uno le gusta hacer. Este es nivel que nuestros Rabís llamaron "aquellos que actúan por amor". Es en este punto en el que es ser humano se vuelve en verdad libre, dejando de hallar resistencia en su interior a la bondad que ama. Esta es la condición a la que se refirieron nuestros Rabís cuando dijeron "Nadie es libre más que el que se ocupa de la Torah". "Aquel cuya ocupación es la Torah" se refiere al hombre cuyo interés esta en la Torah y cuyo único amor es la Torah (en el mismo grado y en la misma forma en que un hombre que "se ocupa" con los asuntos del mundo se dedica íntegramente a los objetivos mundanos.) Este hombre del espíritu es el individuo verdaderamente liberado.

http://www.shaaresion.org.ar/

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