jueves, 2 de septiembre de 2010

Parashá Nitzavim (Presentes) - Vayélej (Y fué).25 Elul 5770 (4 de Septiembre de 2010).Mandar tarjetas en año nuevo


¿Por qué se acostumbra a mandar tarjetas de felicitaciones para el año nuevo.?

“Y no solamente con ustedes hago este pacto y juramento”(29:13)

Moshé, nuestro maestro y gran profeta nos asegura que el pacto entre D-s, su Torá y el pueblo de Israel es válido también para las generaciones futuras; con aquel que no está aquí con nosotros (29:14)

Pero he aquí que podemos preguntar:

¿Cómo se ha pactado con las generaciones futuras?; ¿qué fuerza emana de este pacto hecho con una generación pasada que es capaz de obligar a las generaciones presentes?.

El Rabino Itzjak Abarbanel escribe en su comentario al versículo citado:

Pues ¿Pues quién ha dado poder a las generaciones del desierto para que, erguidos ante el Monte Sinaí, obliguen a las generaciones venideras con su declaración de “cumpliremos y aceptaremos”

Hasta el punto de obligarlos en todos los preceptos de la Torá, y en el pacto que hicieron, y de crear penalidades para las generaciones posteriores, tal como surge de este versículo, y de todos los textos que encontramos estableciendo en el Talmud que “está juramentado desde el acto del Monte Sinaí” (Tratado de Shevuot 23b
Esto es lógicamente objetable.

Sin lugar, quien contrae una deuda, quedan obligados a restituirla él y sus hijos, hasta el fin de sus generaciones. Puesto, que de la misma manera que los hijos heredan los bienes activos de sus padres, están obligados a pagar sus créditos. La obligación creada por el padre por medio del préstamo, recae sobre sus hijos a pesar de que estos no existían en el mundo en el momento de contraer esa deuda.

Es sabido que el Señor, alabado sea, adquirió a los Israelitas en virtud de haberlos sacado del crisol de hierro de Egipto, de la casa de la esclavitud; siendo ellos, sus ganados y bienes, de Su pertenencia, como leemos (Vaikra 25:55)

“Porque mis siervos son los hijos de Israel; siervos Míos son a quienes Yo saqué de la tierra de Egipto”. Por haber adquirido derechos en sus cuerpos, y, además, también sus almas, por haberlas perfeccionado con la entrega de la Torá, por eso, les hizo partícipe del primer acto, al sacarlos de Egipto, y por esa razón declararon, en oportunidad de ese pacto: “Cumpliremos, sirviendo como esclavos a sus dueños; con nuestras almas aceptaremos con fe como alumnos de sus maestros”

Ahora, quiso el Señor hacerles otro favor, el Legarles la Tierra Santa, por lo que tuvo necesidad de hacerles otro pacto; el primer pacto versó sobre la subordinación de los cuerpos y la sumisión de su fe; el segundo pacto versó sobre el legado de su país; cabe destacar la importancia de este pacto por su intención de: “porque no por su espada heredaron la tierra” (Tehilim 44:4), tampoco la recibieron de herencia de sus antepasados; pero el Señor tampoco se las entregó en donación, sino a título de préstamo, como leemos (Vaikra 25:23): “La tierra pues no podrá venderse en perpetuidad, porque Mía es la tierra”, con la obligación de que ellos se obliguen a servir dentro del país a Su dueño, no adoraron otra deida aparte del Señor, jamás, pues ello sería una rebelión y una traición enorme.

Hemos explicado pues la necesidad de este pacto y su finalidad, quedando claro que este pueblo es ante el Señor, como esclavos punzados por siempre, que no pueden liberarse de su yugo bajo ningún concepto... refiriéndose a eso, dijeron nuestros sabios, que todo hijo de Israel esté juramentado desde su presentación en el Monte Sinaí. Pues entonces entraron al servicio del Señor, alabado sea, y toda su descendencia está esclavizada y obligada.

Tenemos pues, que por sus cuerpos, por sus almas, y por el país que habitan, están sus hijos obligados e incluidos en el pacto, no por fuerza del juramento que hicieron, sino por la ley de la esclavitud que tomaron sobre sí, al ser sacados de la tierra de Egipto; por poder de la Torá de la cual son depositarios; del país que recibieron en préstamo. Con toda seguridad a eso se refirieron nuestros sabios; al escribir en la Midrash Tanjuma correspondiente a nuestro capítulo, que todas las almas estuvieron presentes durante el pacto, ya que ese pacto incluía a todas las generaciones que estaban por venir...

Y por ser la base del pacto y de la subordinación eterna, la salida de Egipto, está es constantemente recordada por el Señor y por Sus profetas siendo todas las fiestas del Señor “”en conmemoración de la salida de Egipto”; dado que ello señala la subordinación eterna.

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