jueves, 17 de enero de 2013

Parashá Shavua: Bo - (Ve). 8 de Shevat 5773 (19 de Enero de 2013).¿Por Qué Está Tan Débil Nuestra Fe?


Antes de que saliera el pueblo de Israel de Egipto, D’os les ordenó dos preceptos para cumplir: La renda de Pesaj y el Brit Milá (la circuncisión).

El pueblo de Israel estuvo esclavizado 210 años en Egipto. Los egipcios sufrieron 10 plagas, una más severa que la otra. Todo se encontraba listo para la liberación. Entonces, ¿por qué fueron necesarias estas dos mitzvot? ¿Por qué no se podía esperar y cumplirlas después de la salida de Egipto?

La orden de ofrecer el korban de Pesaj merece otra observación: ¿Por qué D’os ordenó a cada persona tomar un cordero y amarrarlo a las patas de su cama, por cuatro días, hasta el sacrificio del animal, si generalmente los korbanot comienzan a tener importancia a partir de su ofrecimiento, y los preparativos anteriores no son importantes?

La respuesta a dichas preguntas es que a través de estos preceptos, D’os nos transmitió un mensaje sumamente importante con respecto a nuestro papel como yehudim, y es por ello que precisamente antes de salir y formarnos como pueblo, es que D'os ordenó estas mitzvot.

El mensaje es: la obligación del yehudí es estar dispuesto a entregar todo, inclusive su alma, para tener el privilegio de poder servir a D’os. Esto lo manifestamos dos veces al día en la lectura del Shemá Israel: “Y amarás a tu D’os con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus posesiones”, lo que significa, que uno debe estar dispuesto de sacrificar todas sus cosas, inclusive su vida si es necesario, para demostrarle su amor a D’os.

Esto lo aprendemos de estos preceptos. El hecho de amarrar el cordero a las patas de la cama, requería una entrega absoluta de fe en D’os, ya que este animal era el dios de los egipcios y lo natural era que éstos se vengaran por ofender a su dios.

Así también Moshé pensaba que esto sería imposible de cumplir: “Y Moisés dijo: No es justo que lo hagamos así, porque lo que adoran los egipcios es lo que hemos de sacrificar al Eterno, nuestro D’os. He aquí que si sacrificáramos lo que adoran los egipcios delante de sus propios ojos, ellos no dejarían de apedrearnos” (Exodo 8;22).

Sin embargo, D’os ordenó esta mitzvá con intensión, para que los yehudim aprendan que ser un buen servidor de D’os, significa poseer una disposición completa, hasta entregar la vida por la fe. Asimismo, la mitzvá del brit milá transmite una idea similar. Esta mitzvá representa diversas dificultades que pueden surgir a la hora de servir a D’os. No obstante, nuestra obligación es cumplirla, a pesar de todas ellas. Cumplir los preceptos Divinos es un privilegio más que una obligación, y por ello hay que pagar.

 Solamente un pueblo que demuestra la capacidad de sacrificio por este privilegio, merece salir de Egipto e ir al Monte Sinai para recibir la Torá directamente de D’os.

Biografía del autor: Rabino Moshe Walles. Rabino del Centro Comunitario Beth Itzjak y del Consejo Comunitario Ashkenazi (Mexico City)
http://www.judaismohoy.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario