Vayakhel
Moshé reunió al pueblo de Israel y les dijo sobre las órdenes del
Eterno respecto a la observancia del Shabat: Trabajar seis días y el séptimo
descansar, no encender fuego en Shabat.
Asimismo, Moshé ordenó al pueblo la construcción del Mishkán
(Santuario) con la indicación sobre las ofrendas que deberían traer, con
generosidad de sus corazones, para aportar a la obra. La respuesta de los Benei Israel fue
inmediata y cada uno donó la mayor cantidad de objetos. Broches, aros, sortijas, brazaletes, todos
elementos de oro, telas teñidas de celeste, púrpura, carmesí, lino fino, cuernos
de carnero, elementos de plata y cobre, maderas de acacia, especias para
incienso, aceite para las luminarias.
Los príncipes de cada tribu trajeron piedras de ónix y las demás
piedras preciosas para engarzar el efod y el pectoral, de la vestimenta del
Cohén Gadol.
Moshé informó que el Eterno había designado a Betzalel, de la tribu
de Yehudá, como supervisor de la construcción, dado su gran sabiduría y
experiencia. Su ayudante fue Oholiav, de
la tribu de Dan, quien tenía habilidad para realizar obras de arte, grabados y
tejidos.
Betzalel y Oholiav informaron a Moshé que la cantidad de aportes
del pueblo eran suficientes y que traían más de lo necesario. Por ello Moshé ordenó que no trajesen más
donaciones.
Comenzó la construcción del Santuario, según las mínimas
indicaciones del Eterno. Así tomó forma
el Mishkán.
Se realizó el recuento de todo lo gastado para la construcción del
Tabernáculo, según ordenó Moshé. Se
recontó todo el oro empleado, como así la plata, el cobre, y demás
objetos.
Se confeccionaron los vestidos de Servicio, como también los
vestidos sagrados para Aharón, todo de acuerdo a lo ordenado por el Eterno a
Moshé. Se utilizaron hebras de oro,
tejidos teñidos de colores celeste, púrpura y carmesí y los engarces de piedras
de ónix con oro, grabados en ellas los nombres de las doce tribus de
Israel. Otras piedras preciosas
utilizadas para el pectoral fueron rubí, topacio, ágata, turquesa, zafiro,
diamante, ópalo, amatista, berilo y jaspe.
Todo fue inspeccionado personalmente por Moshé.
Se terminó la construcción del Tabernáculo y el primero de Nisán,
fue instituido el Mishkán por Moshé quien ordenó colocar todos los elementos y
utensilios, el candelabro y su encendido.
Moshé tomó el Testimonio y lo colocó en el Arca.
Una nube cubrió el Mishkán, que era la gloria del
Todopoderoso. Cada vez que la nube se
elevaba, era una señal que indicaba que el Pueblo de Israel debía continuar su
marcha. Por la noche la nube se
convertía en fuego, que era visto por toda la casa de
Israel.
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