En la epoca de la expulsion de los judios de Espana crecio la
enemistad y el odio a los judios, que sufrieron con resignation
los diferentes decretos y humillacionies, poniendo la esperanza
en la salvation Divina.
Habia un lugar en Espana, en el cual se prohibio el paso a los
judios, y si un judio pasaba por el lugar, el cura responsable de
aplicar la ley podia condenarlo a muerte.
Un dia, paso por el sitio un gran erudito de la Tora,
desconociendo la prohibition existente. Al ser divisado por los
guardias fue detenido immediatamente y llevado delante del
cura que deseo asesinarlo. Al contemplar la figura del sabio, se
sorprendio ante el extraordinario parecido del rabino con su
propia persona, tanto en la constitution del cuerpo como en el
rostro.
La gran similitud desperto la misericordia del sacerdote, que
se contento con encerrarlo en la carcel.
Asi fue, y el rabino fue encerrado en un oscuro cuarto de la
prision y el cura le traia diariamente pan duro y una misera
cantidad de agua.
En esos dias, decidio el Papa probar la inteligencia de las
sacerdotes y nazarenos de la ciudad.
Reunio a todos los curas en la catedral de la ciudad y deseo
probar la perspicacia de sus subordinados por intermedio de
curiosas preguntas.
El Papa empezo a hablar delante de los sacerdotes y dijo:
"Vosotros conoceis los esfuerzos de la conduction de la Iglesia
para satisfacer vuestras necesidades tanto materiales como
espirituales, los gastos efectuados por el Tesoro Eclesiastico
son exorbitantes."
Los curas no comprendieron adonde apuntaban las palabras
del Sumo Pontifice, que luego de una breve interruption
continuo sus palabras diciendo: Por
10 tanto deseo probar
vuestra sabiduria, por intermedio de tres preguntas y a traves
de vuestras respuestas sabre, si vosotros sois dignos de
permanecer en vuestros puestos.
— Mi primer pregunta trono la voz del dirigente catolico.
I
Cuando ocurrio en la historia de la humanidad, que se
escucho el canto del gallo en todos los extremos de la tierra?
La segunda pregunta:¿en que punto del mundo ilumind la
luna una sola noche?
La tercer pregunta: ¿que pienso en este momento?
Al terminar su discurso declaro el Papa: Teneis tres dias para
meditar y prof undizar en las preguntas y obtener las respuestas
apropiadas. En caso de no obtener respuesta al cabo de los tres
dias sereis castigados severamente.
Los sacerdotes sorprendidos, no comprendian
10 ocurrido,
pero la preocupacion ante la urgente necesidad de encontrar
respuestas a las misteriosas preguntas, les hizo entender que no
se encontraban en un sueÑo.
Como los demas curas, el cura que apreso al rabino se
encontraba en un pesimo estado animico, al no tener la mas
minima idea acerca de las respuestas a las enigmaticas
preguntas.
En las horas vespertinas, cuando el cura rutinariamente
visitaba al rabino con su ration de comida, observo el rabino, el
preocupado rostro del sacerdote y le pregunto cual era el
motivo de la preocupacion.
Conto el cura los ultimos sucesos y las extranas preguntas a
las cuales, ninguno de los miembros de la Iglesia encontro
respuesta.
— Si eso es todo, no hay causa de preocupacion — expreso el
rabino.
— i
Cual es tu consejo? — pregunto el sacerdote
reconfortado por las palabras escuchadas.
— Muy sencillo — contesto su interlocutor — cuando llegue
el tercer dia, yo vestire las ropas pastorales ire en tu lugar a
enf rentar al Papa y nadie advertira el cambio ya que somos muy
parecidos.
— Pero, lo principal falta — dijo el cura —
¿ acaso
tienes respuesta a las tres preguntas?
Con la ayuda de D-s, es posible que encuentre las respuestas
adecuadas y si no yo recibire el castigo y mientras tanto tu
puedes huir de la ciudad.
Sus palabras convencieron al cura y asi hicieron.
Al llegar el tercer dia, el rabino vistio las ropas sacerdotales y
se dirigio a la catedral donde se reunian nuevamente los
subordinados de la Iglesia, bajo orden pontifical.
Cuando el Papa verified que todos los curas se encontraban
presentes, pidio: Todos los que estan dispuestos a contestar
que levanten la mano.
Ninguno de los sacerdotes levanto la mano, solo el rabino
disfrazado de sacerdote catolico, se levanto y dijo: Su
Excelencia, yo estoy dispuesto a contestar a todos las
preguntas. Por favor, Su Excelencia podria volver a repetir las
preguntas, para que pueda contestarlas una por una.
— La primer pregunta — volvio a preguntar el Papa.
— ¿ Cuando se escucho en todo el mundo la voz del gallo?
Contesto el judio: Esta escrito en las Sagradas Escrituras,
que en los dias de Noe, el justo, todos los hombres de su
generation eran malvados.
D—s deseo borrarlos de la faz de la tierra y ordeno a Noe
construir un enorma area, en la cual ingresaron el, los miembros
de su familia y animales de todos las especies; y contaron con la
protection Divina.
Luego, el Diluvio azoto la fazde la tierra y solo sobrevivieron
aquellos se encontraron en el area de Noe. En ese momento se
escucho la voz del gallo, su voz era escuchada en toda la
superficie de la nave y alii se encontraban todas las criaturas del
mundo, es decir que su voz se escucho en todo el mundo.
— Respuesta correcta e inteligente — exclamo el Suno
Pontifice — un poco asombrado por la respuesta y prosiguio
con la segunda pregunta:¿ en que punto del mundo brillo la
Luna una sola vez?
Tambien la respuesta a esta pregunta se encuentra en las
Sagradas Escrituras: Cuando Israel salio de Egipto y llego al
extremo del Mar Rojo, fue perseguido por el Faraon y su
ejercito. Moises tomo su baston y golpeo las aguas por orden
Divina y las aguas se abrieron y los hijos de Israel pudieron
atravesarla sin dificultades, convirtiendose las aguas en
murallas a sus costados, en ese momento ilumino la Luna el
fondo del mar que se habia desecado; ya que el mar se abrio a la
noche y al dia siguiente las aguas retornaron a su position
original. O sea, que en el lugar que se abrieron las aguas y el mar
se deseco, brillo la Luna una sola vez.
Otra vez el Papa se sintio satisfecho con la respuesta y paso a
la tercer pregunta: ¿que pienso en este momento?
Esta pregunta era mas diffcil que las anteriores ya que solo
D-s puede conocer lo que se oculta en la mente humana.
Contesto el judio, con una sonrisa sarcastica en su rostro —
Su Excelencia piense que yo soy uno de sus sacerdotes y que
supe responder a sus preguntas, pero en realidad yo soy un
humilde judio, con pequeños conocimientos, que no me
aproximo ni a los talones de los sabios de Israel.
— Nuevamente la respuesta es acertada — dijo el Papa
atonito:¿ Me puedes decir quien te trajo a este lugar?
Conto el Rabino todos los sucesos y se asombro el Pontifice,
por su inteligencia y picardia y lo envio a su ciudad con
importantes regalos.
A los sacerdotes los castigo severamente, diciendoles: vieron
como un judio supo contestar a todas mis preguntas y ustedes
no supieron contestar a ninguna.
La fuente del cuento: el libro "Vaiomer Itzjak" traducidodel
judeo-arabe.
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