sábado, 17 de octubre de 2009

Es el segundo mes del año según el cómputo de los meses a partir de Tishrei, mes en el cual fuera creado el mundo, y el octavo mes según el cómputo de los meses a partir de Nisán, el mes en el cual los Hijos de Israel hubieron salido de Egipto.

El nombre de Jeshván tiene su origen en la lengua babilonia, y significa “la octava luna” (el octavo mes).

En las Escrituras no encontramos este nombre, y el mes es llamado en ellas “el mes octavo”, que es “el mes de Bul” (I Reyes 6:38). Esto tiene diversos significados: “Que el pasto se agosta en el campo” (Rashí), y que “las lluvias empiezan en él; véase el episodio del diluvio” (Radak).

El nombre completo del “mes octavo” es Mar-Jeshván. La palabra “mar” significa “gota” y hace referencia a las primeras gotas de lluvia que caen en este mes. Hay quienes dicen que el mes recibe el apodo de mar (señor) porque en él no cae ninguna festividad.

La plegaria por la lluvia

En la plegaria de Musaf de Simjat Torá se reza para que llueva en la Tierra de Israel, pero sólo a partir del 7 de Jeshván (el mes de octubre en el calendario gregoriano) se empieza a decir en la plegaria de Shmoné Esré: “Y danos el rocío y la lluvia para bendición”, para que llegue desde los peregrinos en Israel hasta el río Éufrates.

En el exterior, en donde hay abundancia de precipitaciones en esta época del año, se empieza a orar para que llueva en la Tierra de Israel sesenta días después de la época de Tishrei, y se deja de rezar por las lluvias en vísperas de Pésaj, tanto en Israel como en el exterior.

El signo de este mes

El signo del mes de Jeshván es el de Escorpio, porque el mundo está ávido de agua, tal como el escorpión está sediento.

Esto es lo que ha sucedido en el mes de Jeshván

2 de Jeshván: Saladino conquistó Jerusalén y puso fin al Reino Cruzado cristiano. Los judíos fueron autorizados a regresar a Jerusalén (en el año 1187).
3 de Jeshván: Rabí Iehudá Hejasid concretó su aliá a Jerusalén (5461-1700).
6 de Jeshván: Los babilonios sacaron los ojos a Tzidkiahu, rey de Iehudá (II Reyes 25:7).
11 de Jeshván: Nuestra madre Rajel fue sepultada junto a Beit Léjem (Génesis 35:19).
15 de Jeshván: Ieravam Ben Nevat instituyó una festividad por su propia iniciativa (I Reyes 12:32-33).
16 de Jeshván: Fueron incendiadas las sinagogas en Alemania y en Austria, en “La Noche de Cristal” (5699-1938).
17 de Jeshván: Día de proclamación de la “Declaración de Balfour”, que anunciara la creación de un hogar nacional para el pueblo judío en la Tierra de Israel (5678- 2 de noviembre de 1917). Los nazis crearon el gueto de Varsovia, el más grande en Polonia (5701-1940).
20 de Jeshván: Fue ejecutada Janá Szenes, la paracaidista de la Tierra de Israel (5705-1944).

El relato del mes: "Nuestra madre Rajel y el Dr. Max Nordau"


El Dr. Max Nordau, uno de los primeros asistentes del Dr. Biniamín Zeev Herzl, relataba lo siguiente:

Cierto día en París, cuando atendía pacientes en mi consultorio particular, acudió a él con un niño de ocho o nueve años una mujer pobre que vivía en el barrio de los judíos.

Vi que el niño era avispado, pero noté que no dominaba corrientemente el francés. Le pregunté en qué escuela estudiaba y me respondió quedamente, como avergonzado, que asistía al Talmud Torá. La madre, como justificándose, añadió que su esposo, el padre del niño, pertenecía a la vieja generación y que no quería que el niño concurriera a la escuela pública antes de que terminara sus estudios en el Talmud Torá.

En aquel momento pensé casi con ira en ese hombre a la vieja usanza que impedía que su hijo tuviera acceso a la educación europea, y con un poco de sorna pregunté al niño qué aprendía en el Talmud Torá.

El niño se conmovió profundamente y de inmediato empezó a relatar en yídish lo que había aprendido un día antes de caer enfermo. Con gran entusiasmo me dijo lo siguiente:

Estudiábamos Parashat Vaiejí del Libro del Génesis, y habíamos llegado al capítulo 48:7, en el que dice: “Porque cuando yo venía de Padán Aram se me murió Rajel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrat, y la sepulté allí, en el camino de Efrat, que es Beit Léjem”.

El maestro nos explicó el comentario de Rashí sobre ese versículo, en el que aclara que nuestro patriarca Iaacov dijo a su hijo Iosef:

Sé que te ocasiono molestias al pedirte que me sepultes en la Tierra de Canaán, aunque no hice lo mismo con tu madre: ella murió cerca de Beit Léjem y no la conduje ni siquiera allí para hacerla ingresar a la Tierra de Canaán. Yo sabía que me guardabas encono por ello, pero quiero que sepas que la sepulté en el camino por orden divina, a fin de que pueda brindar ayuda a sus hijos. Cuando marchen al exilio impuesto por Nevuzaradaj y pasen por allí, Rajel saldrá de su tumba, llorará y pedirá compasión para ellos, tal como dice en Jeremías 31:15: “Una voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Rajel que se lamenta por sus hijos y no quiere ser consolada”... Y D´s le responde: “Salario hay para tu trabajo... y los hijos volverán a su propia tierra”.

El Dr. Max Nordau prosiguió su relato: En ese momento me estremecí hondamente y todas las fibras de mi corazón empezaron a temblar con unción. Me puse de pie, abracé al niño, lo besé en la frente y me dije: Un pueblo como éste, que conserva recuerdos como éste durante miles de años y los arraiga en los corazones de sus niños, no habrá de morir, y tiene asegurada la vida eterna.

El Dr. Nordau concluyó: Esto sucedió en tiempos del affaire Dreyfus, cuando yo empezaba a poner en duda la “justicia” de las demás naciones hacia Israel, y puedo afirmar que aquel niño fue uno de los factores que contribuyeron a mi retorno al judaísmo y a la fe en la eternidad de Israel, y de mi acercamiento al sionismo.

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