Una plegaria para cada individuo: que los perversos sufran las consecuencias de sus actos y los devotos se regocijen en sus buenas acciones.
Para el Director del Coro, sobre el instrumento musical nejilót, un Salmo por David: Presta oídos a mis palabras, Adonái; considera mis pensamientos. Atiende a la voz de mi clamor, mi Rey y mi Dios, pues a Ti ofrezco plegaria. Adonái, escucha mi voz en la mañana; ofrezco [mi plegaria] ante Ti en la mañana, y quedo expectante. Pues Tú no eres un Dios que desea la maldad; el mal no convive contigo. Los jactanciosos no pueden tenerse derechos ante Tus ojos; Tú odias a todos los malhechores. Tú destruyes a los que hablan con mentira; Adonái detesta al hombre sanguinario y traicionero. Y yo, merced a Tu abundante benevolencia, vengo a Tu casa; me prosterno en dirección a Tu Santo templo, con temor a Ti. Condúceme, Adonái, en Tu rectitud, a causa de mis vigilantes enemigos; allana Tu camino delante de mí. Pues en sus bocas no hay honestidad, su corazón es traicionero; su garganta es una tumba abierta, [aunque] su lengua adula. Encuéntralos culpables, Dios; haz que caigan a causa de sus [malvadas] tretas; hazlos sucumbir por sus muchas transgresiones, pues se han rebelado en contra de Ti. Mas todos aquellos que depositan su confianza en Ti han de alegrarse, han de cantar jubilosamente por siempre; Tú has de cobijarlos, y aquellos que aman Tu Nombre se regocijarán en Ti. Pues Tú, Adonái, habrás de bendecir al justo; así como un escudo, lo envolverás de buena voluntad.
Para el Director del Coro, sobre el instrumento musical nejilót, un Salmo por David: Presta oídos a mis palabras, Adonái; considera mis pensamientos. Atiende a la voz de mi clamor, mi Rey y mi Dios, pues a Ti ofrezco plegaria. Adonái, escucha mi voz en la mañana; ofrezco [mi plegaria] ante Ti en la mañana, y quedo expectante. Pues Tú no eres un Dios que desea la maldad; el mal no convive contigo. Los jactanciosos no pueden tenerse derechos ante Tus ojos; Tú odias a todos los malhechores. Tú destruyes a los que hablan con mentira; Adonái detesta al hombre sanguinario y traicionero. Y yo, merced a Tu abundante benevolencia, vengo a Tu casa; me prosterno en dirección a Tu Santo templo, con temor a Ti. Condúceme, Adonái, en Tu rectitud, a causa de mis vigilantes enemigos; allana Tu camino delante de mí. Pues en sus bocas no hay honestidad, su corazón es traicionero; su garganta es una tumba abierta, [aunque] su lengua adula. Encuéntralos culpables, Dios; haz que caigan a causa de sus [malvadas] tretas; hazlos sucumbir por sus muchas transgresiones, pues se han rebelado en contra de Ti. Mas todos aquellos que depositan su confianza en Ti han de alegrarse, han de cantar jubilosamente por siempre; Tú has de cobijarlos, y aquellos que aman Tu Nombre se regocijarán en Ti. Pues Tú, Adonái, habrás de bendecir al justo; así como un escudo, lo envolverás de buena voluntad.
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