jueves, 6 de agosto de 2009

Haftarát de la Parashá Ékev - (Por consiguiente). 18 Av 5769 (8 de Agosto 2009).

Ieshaiahu (Isaías) 49:14 - 51:3

Esta semana leeremos la segunda de las siete haftarot de consuelo seleccionadas del libro del profeta Ieshaiahu. En los versículos anteriores del libro del profeta, encontramos recordada la histórica función del pueblo de Israel sobre la tierra. Allí es relatado cómo le fue delegada al pueblo de Israel la función de traer luz y libertad a los pueblos del mundo, para construir un camino de paz entre las naciones, que preparará el terreno para un posterior asentamiento del reino de D'os sobre la tierra.

También Ieshaiahu profetiza acerca del futuro retorno de los hijos de Israel a la tierra de sus antepasados - pues hasta ese momento estarían dispersos por los cuatro rincones del mundo. Cuando ese regreso masivo ocurra, entonces ya no escucharemos más las quejas de la "madre Tzión", que solía decir:

"Dijo Tzión:
Me ha abandonado D'os
y mi Señor me ha olvidado"
(49:14)

De acuerdo con Rabí Abraham Ibn Ezra (1102 - 1167) la "madre Tzión" representa al conjunto del pueblo de Israel que estaba llorando porque sus hijos - los hijos de Israel - estaban lejos de ella, en el exilio; pero la opinión del Radak (Rabí David Kimji, 1160 - 1235) es que la "madre Tzión", más bien hace referencia a la ciudad de Jerusalem (y en más grandes proporciones - a la tierra de Israel), que quedó desolada sin que la mayoría de sus hijos habiten en ella.

Después de que la "madre Tzión" se ha enterado de que sus hijos volverán a su seno, ya no hay más lugar para su vieja queja. Además, D'os no tiene el mismo comportamiento que los seres humanos, puesto que:

¿Puede una mujer olvidar a su bebé
dejando de ser misericordiosa con el hijo de su vientre?
También estos podrán ser olvidados,
mas Yo no te olvidaré"
(49:15)

Un ser humano, en situaciones extremas puede llegar a olvidar y abandonar algo que antes había querido mucho, pero D'os no es un ser humano, delante de Él el olvido no tiene lugar.

"He aquí que sobre las palmas (de Mis manos) te he tallado,
tus murallas están delante Mío permanentemente"
(49:16)

El Rav Mendel Hirsh en su libro "Séder Hahaftarot" nos explica que a través de estas palabras ilustrativas, D'os le quiere mostrar al pueblo de Israel la centralidad que tiene su lugar en la historia del mundo. Hay una diferencia grande entre la palma de una mano y la mano en sí. La mano representa la acción, el poder de obrar, pero la palma de la mano representa la posesión de cosas, pues a través de ella podemos asir distintos elementos. D'os le quiso mostrar al pueblo de Israel que entre todas las posesiones que Él cuida en función de la humanidad toda, nosotros ocupamos el lugar más importante.

Las "murallas de Tzión" representan todos los elementos que D'os nos dió como pueblo para autodefendernos. Esto encierra el aseguramiento de consuelo infinito que recibieron y recibirán todos los que acepten el desafío de cuidar y cumplir la Torá - a pesar de las circunstancias adversas que puedan provocar los distintos tiempos cambiantes. El aseguramiento consiste en que la Torá - el alma de vida de Tzión - jamás será olvidada ni podrá ser malentendida, sino que todo lo contrario, ella será concretizada y todos tendrán conocimiento de ella algún día.

Si prestáramos atención, veríamos lo triste que es la situación del pueblo de Israel respecto de este tema, incluso hasta el día de hoy. Cuán minúsculo es el entendimiento claro de la esencia del judaísmo, incluso entre amplios grupos de judíos y judías con cierto grado de tradición! Si observáramos qué grado de contrariedad y desconfianza por parte de las personas, encuentran delante de ellos quienes tienen el valor de erguirse en favor de la Torá, entonces se aclararía delante de nosotros el completo entendimiento de este aseguramiento. Entonces llegaría hasta nuestros corazones el llamado del profeta - en nombre de D'os - de permanecer inamovibles en nuestras convicciones a pesar de los obstáculos, pues si realmente nos levantaremos como una muralla para defender y proteger a Tzión, estaremos bajo la protección de "los ojos de D'os" - que estarán permanentemente abiertos sobre nosotros.

"Se apresurarán tus hijos (en retornar),
(y entonces) tus demoledores y tus destructores,
de ti habrán de alejarse"
(49:17)

Las palabras "ben" y "bat" ("hijo" e "hija") - de las cuales proviene la palabra "banáij" ("tus hijos") - tienen como raíz las letras "bet", "nun" y "he" (BaNoH), raíz hebrea de la que también proviene el verbo "libnot" que significa "construir". Al hijo se lo llama "ben" pues generalmente los hijos continúan construyendo las acciones que habían empezado a construir sus padres.

Pero lo opuesto de lo constructivo es lo destructivo, y mediante estas palabras - nos explica nuestro autor - D'os le está transmitiendo a la "madre Tzión" un claro mensaje:

"Desde tu punto de vista, la expulsión de tus hijos al exilio, fue una tragedia, pero esto realmente sería como tú dices si ellos realmente fueran tus hijos, es decir, los continuadores de los pensamientos y del camino de vida que sus padres tenían. Pero verdaderamente, ellos hace mucho tiempo han dejado de ser tus hijos. Ellos han despreciado las cosas que tú les has enseñado cuidar; ellos han odiado las cosas que les has enseñado amar. Ellos han destruido lo que tú has deseado erigir, y han estado a favor de lo que tú les has enseñado despreciar. Ellos no fueron tus hijos sino tus peores enemigos, y de ellos es que te has liberado gracias al exilio. El hecho de que ellos se hayan alejado de ti ha sido tu más grande éxito".

Pero además de la interpretación de nuestro autor, que entiende que el versículo habla de dos personas distintas, como diciendo: "Cuando 'tus hijos', es decir tus constructores, se apresuren en retornar, entonces automáticamente 'tus demoledores y tus destructores' se alejarán de ti", a mí me parece que tal vez las palabras del profeta, también se pueden entender como si estuvieran hablando sobre la misma persona: "Cuando 'tus hijos', es decir los judíos que están alejados de la Torá y las mitzvot, se apresuren en retornar a ti y a Mí, reconstruyendo sus acciones, entonces 'tus demoledores y tus destructores' se alejarán de ti, pues ya no habrán en ellos malas acciones, que son las que verdaderamente te destruyen como madre".

http://www.judaismohoy.com/

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