La palabra "irá" significa “temor”. La elección esencial de la vida es abrir nuestros ojos a las oportunidades disponibles, y temer de las consecuencias que provoca evadir esa realidad.
El temor es como cualquier otra emoción - existen tanto aspectos positivos como negativos. El temor negativo es debilitante. El temor positivo es estimulante. La adrenalina hace que la sangre corra por tus venas. Te da el poder de lograr lo que quieras lograr. Si estás caminando y te encuentras una serpiente, el miedo te hará correr a una velocidad impresionante y saltar la barra como un atleta olímpico. El temor, puede hacer que salgas del mundo de ensueños y entres completamente a la realidad.
Tomar la decisión correcta es una lucha humana constante. Tenemos una inclinación a irnos por el camino fácil e ignorar las consecuencias futuras. El miedo a las consecuencias puede ser un gran motivador para hacer un trabajo rápido y efectivo. "¿Ver o no ver?" - esa es la pregunta judía.
Completa Libertad
Imagínate cámaras ocultas monitoreando tu proceso durante la vida. Todo el mundo está viendo. La gente aplaude cuando tienes éxito y abuchean cuando fracasas.
Con toda esa gente observando, ¿no te cuidarías en cada uno de tus movimientos? ¿Acaso tu motivación para lograr el éxito no se incrementaría tremendamente?
Camina con una constante conciencia de D'os. Todo está grabado en un videocasete. ¿Estás maximizando la oportunidad de vivir, o la estás desperdiciando? Un día tendremos que contestar por nuestras acciones.
Este temor te puede motivar para obtener grandeza.
Desafortunadamente, la naturaleza humana es distraerse. Cada uno de nosotros tiene una inclinación dudosa llamada ietzer hará. Es como un perro vicioso, siempre amenazándote: “Te estás sobrepasando. Vas a tener un ataque nervioso y te vas a quebrar”. Dudamos en actuar porque le tememos a estas amenazas.
El temor a D'os es el medio mediante el cual podemos adquirir todas las otras mitzvot, y la llave para adquirir todo lo que queramos lograr en este mundo. Entonces, ¿qué es lo que nos está deteniendo?
Considera los siguientes cuatro mitos:
Mito #1: El temor es doloroso
Por un lado, la gente dice que el miedo es incómodo y amenazador. Estructuramos nuestras vidas para evadirlo. Por el otro lado, la gente se sube a montañas rusas y observan películas de terror - pagando una buena suma de dinero para ser asustados!!
¿Cómo entendemos esta contradicción?
Es un error pensar que el temor es doloroso. Sí, el miedo es incómodo, pero nos trae un gran placer. Cuando te tiran del avión antes de que se abra el paracaídas, se te olvidan todas las tonterías de este mundo. El roce con la muerte te hace apreciar lo bueno que es estar vivo. Te conecta a la realidad. De repente la vida es emocionante!!
Contrarresta la incomodidad del temor enfocándote en el lado positivo - cada momento es vivido con conciencia y emoción. Reúne tus poderes. Usa tus potenciales. Motívate con el temor. Es emocionante estar con miedo!
Ve a un parque de diversiones y observa a la gente bajándose de una montaña rusa. Al comienzo todos están murmurando “Es increíble estar vivo”, después se ponen más serios mientras empiezan a recordar sus problemas, y al final, ya están en tonterías, de regreso a su estado depresivo.
La vida es aburrida sin temor. Date cuenta cómo la gente “exitosa” busca inevitablemente nuevas y más riesgosas aventuras.
¿Cuál es la llave para obtener lo máximo de la vida? Siéntete como si te estuvieras bajando constantemente de una montaña rusa.
Mito #2: El temor es paralizante
La gente cree que el miedo es paralizante y reduce tu potencial.
Realmente, lo contrario es verdad. El miedo puede generar grandes hazañas en los seres humanos. Todos hemos escuchado historias de una madre que levantó un auto para salvar a su hijo que estaba atrapado allí. Enfrentar al miedo te da poder. Te da una fuerza que no pensabas que tenías.
El miedo es dañino sólo cuando te escapas de él y no lo enfrentas.
Imagínate observar a un grupo de pendencieros pegándole a alguien y tú sólo te quedas observando. Te sentirás muy mal cada vez que pienses en eso. Si no confrontas al miedo y defiendes lo que es correcto, sufrirás esa mala experiencia durante el resto de tu vida.
Pero si te enfrentas a los pendencieros y ellos se echan para atrás (o inclusive si te peleas y acabas un poco ensangrentado) disfrutarás ese momento por el resto de tu vida. Tenías miedo, pero te enfrentaste. Hiciste lo correcto. Ese es el verdadero placer.
Es mejor tratar y fracasar, que haber tenido miedo de intentar.
El “Shock” debilita, el “miedo” motiva. Imagínate a un cowboy montando un bronco salvaje. El miedo de ser lanzado del caballo lo motiva en cada movida para que su respuesta sea audaz y rápida.
Intenta que así sea con la vida.
Evitando el Desafío
Frecuentemente, nos perdemos la oportunidad de sobresalir porque decimos: “No puedo. Es demasiado esfuerzo para mí”. Por ejemplo, imagínate que te piden que memorices una hoja del directorio telefónico en 24 horas. Imposible!!
Pero si te tuvieran como rehén y te dirían: “Si no te memorizas la hoja del directorio telefónico para mañana en la noche, estás muerto”. No hay duda que lo harías.
Un ejemplo práctico: ¿Quieres levantarte de la cama en la mañana como un disparo? Claro que sí, pero es demasiado esfuerzo. ¿Si yo viniera cada mañana con un revolver te despertarías como un disparo? Sí, sin problema!
Ahora, ¿cuánto pagarías por levantarte de esa forma por el resto de tu vida? $5,000? $10,000? Realmente te quieres levantar de esa forma! Entonces vamos! Hazlo!
Toma ventaja del poder del temor como herramienta para sobrepasar todos tus “no puedo”. Haz una lista de estos “No puedo” y pon un premio sobre ellos. ¿Cuál es la recompensa y cuál es la consecuencia? Teniendo esta claridad te convertirás en un ser humano muy efectivo.
Mito #3 – Miedo significa una pérdida de libertad
La gente evita el temor para poder preservar su independencia. Pensamos que si existe una fuerza externa diciéndonos qué hacer vamos a estar intimidados a convertirnos en robots. Preferimos escoger hacer lo que es correcto por nuestra propia cuenta.
El temor al Creador es diferente. Cuando temes violar la palabra de D'os, eso libera tu potencial. ¿Por qué? Porque D'os no te quiere controlar, sólo quiere lo bueno para ti. Entonces, el temor a D'os te libera de lo absurdo, de tus miedos ilusos, de las insignificancias. Al temer a D'os estás libre de todos los demás temores en el mundo.
El temor es sólo esclavizador cuando alguien intenta intencionalmente que le temas y poder controlarte. Pero el miedo a la realidad - la posibilidad de oportunidades perdidas - es una motivación para hacernos llegar a donde queremos estar. Todos decimos: “Quiero ser bueno, pero no quiero hacer el esfuerzo”. El miedo te hace realizar tu trabajo.
En el trabajo, sabes que si no te presentas, te despedirán. Entonces, te levantas de la cama temprano. El miedo a reprobar un examen te hace estudiar más fuerte. Al final, el miedo te hace tener éxito y tener más respeto por ti mismo.
Todos queremos grandeza. Queremos ser duros, disciplinados, organizados. Por la cantidad correcta de dinero o por tu supervivencia, harías cualquier cosa para tener éxito.
Mito #4 – El miedo es degradante
La gente cree que si un cierto acto es correcto lo debes hacer porque es correcto y no por el miedo a las consecuencias. Parece ser que uno se rebaja si hace las cosas por miedo.
Idealmente, debemos hacer todas las cosas correctas simplemente porque es lo que es correcto y evitar lo que es erróneo, sin tomar en cuenta las consecuencias. De hecho, los sabios nos dicen que aquel que sirve a D'os sólo por la recompensa o para evitar el castigo se encuentra en un nivel bajo. En realidad, se está sirviendo a si mismo. Si las fuerzas del mal podrían pagar mejor, él sería leal a ellas!
Entonces, ¿por qué hay una mitzvá especial de adquirir temor? ¿No deberíamos obtener una motivación total del amor a D'os?
Sí, alguien que sirve a D'os por amor está en un nivel mucho más alto. Y debemos aspirar hacer lo que es correcto porque es correcto y no porque te va a llevar “al cielo”. Pero también debemos ser realistas. El amor a veces no es una motivación suficiente para hacer el bien.
Supón que hay un programa para ayudar a traer a la gente sin hogar a una casa comunitaria. Idealmente, harías esto gratis. Pero si te ofrecieran $100 dólares por cada persona, ¿acaso la recompensa te "corrompería"? No. Sólo te daría una motivación más grande para hacer lo que ya sabías que era lo correcto.
Y existe otra consideración: el actuar por miedo eventualmente te llevará a hacer lo que es correcto por amor.
El Dolor Refleja
Todos nacemos con la habilidad de sentir dolor. Si nos pinchamos con un alfiler o nos quemamos con fuego, automáticamente nuestra tendencia será echar las manos hacia atrás. Pero hay gente que nace sin una sensibilidad hacia el dolor, y no sienten nada si su mano está expuesta al fuego.
Claro, es bonito no sentir dolor. Pero alguien que no siente dolor está en un constante peligro. Pone su mano al fuego y dice “¿Hueles que algo se está quemando? Hey! Es mi mano!”. Y está en peligro, pues la mano ya se perdió.
El dolor es esencial para nuestra supervivencia. Y ese es el propósito de temer a D'os, guardar en nuestra mente las consecuencias finales. No es la meta de la vida, sino un medio para llegar a un fin. Nos ayuda a pensar dos veces antes de insultar a alguien, o de gritarle a nuestros padres.
Imagínate que estás hablándole a alguien y te empieza a contar un chisme horrible. Tú sabes que es malo escucharlo, entonces piensas “Por educación, tal vez, me quedaré aquí sólo unos minutos…”. Pero si alguien estuviera listo para pegarte en la cabeza con un bate de baseball porque estás por chismear, inmediatamente dirías: “Me voy de aquí!” No harías cálculos. Sólo harías lo que es correcto.
Miedo al castigo es como un reflejo del dolor. Nos aleja de hacer cosas que nos puedan causar daño después. Te lleva donde quieras estar.
He aquí cinco pasos que te ayudarán a lograr esa meta tan crucial.
Paso #1 – Amplía tu mundo
Siéntate y piensa cuánto placer tiene este mundo para ofrecerte. El placer de la vista, de la alegría de los niños, de las maravillas de la naturaleza. Piensa en lo vigorizante que es la natación, el esquiar, el arte, la música, la literatura.
Ahora considera el placer que logra alguien que vive cada momento al máximo a lo largo de toda su vida. Ahora compáralo con nosotros. Tantos placeres disponibles en este mundo... y nosotros sólo tomamos una pequeña fracción.
El primer paso para apreciar las recompensas y castigos es romper tu concepto de lo que la vida tiene para ofrecer. Sueña tus sueños más sublimes y haz un plan para alcanzarlos. Imagínate lo que la humanidad podría lograr si todos vivieran a su máximo potencial desde el principio.
El problema es que vamos como sonámbulos a través de la vida.
Paso #2 – Evita el dolor innecesario
Date cuenta de que el potencial del dolor en este mundo tapa el potencial del placer. Existe guerra, enfermedad, tragedia, etc. Considera a aquellos que estuvieron en el Holocausto, que fueron testigos del mal gobernando en el mundo y se sintieron impotentes al no poder detenerlo.
D'os no quiera!, si alguien pierde a un hijo, el rompimiento de corazón es inimaginable. No existe un placer posible que pueda rehacer ese dolor.
¿Lo que digo es deprimente? No. El punto es motivarnos. Cuando estás consciente de todo el posible dolor, te interesa más saber qué puedes hacer para evitarlo.
Paso #3 - Evita el dolor eterno
Los primeros dos pasos tratan sobre el placer y el dolor que el cuerpo experimenta en este mundo.
El tercer paso es darnos cuenta de que el dolor del alma es mucho más devastador. Un momento en el Gehinom (la etapa de purificación de los pecados cometidos antes de llegar al mundo venidero) es mucho más dolorosa que todo el dolor combinado de este mundo. Porque no es físico como el dolor del cuerpo en este mundo, sino que es un dolor espiritual.
La vergüenza y el arrepentimiento que el alma siente a causa de una transgresión es mucho peor que todo el dolor de este mundo. Un acto de enojo, o el haber herido a alguien, o de deprimirse, o de perder el tiempo... es una eternidad de dolor.
Ahora compara esto con grandes transgresiones, como ser el asesinar o profanar el Nombre de D'os. El dolor de ese Gehinom es inimaginable.
Paso#4 – La recompensa de una mitzvá
Ahora las buenas noticias. El dolor del Gehinom no se compara a la recompensa de una mitzvá. Aún más, si experimentaras el dolor del Gehinom de todas las personas que vivieron desde que empezó el tiempo, de todas formas valdría la pena, para ganar la recompensa de una mitzvá.
Hay miles de mitzvot posibles. ¿Acaso dijiste “Buenos días” con una sonrisa, o tuviste un momento de un rezo sincero? La recompensa es impresionante. Estás conectado eternamente con el placer supremo de D'os.
Más allá de esto están las mitzvot grandes, como estudiar Torá o santificar el Nombre de D'os. O la super-mitzvá de lezakot et harabim - “dar mérito a la gente” al ayudar a los demás, además de compartir la recompensa de sus mitzvot.
Paso #5 – Hacer la voluntad de D'os
La recompensa suprema es usar tu libre albedrío para hacer la voluntad de D'os.
Imagínate tratando de salvar la vida de tu hijo. Este valor hace que todo lo demás sea, en comparación, secundario. Si alguien te preguntara: “¿Cuánto me va a costar salvar a mi hijo?”, sabes inmediatamente que hay algo que no funciona bien en esta persona.
Similarmente, estar motivados para conectarnos con D'os - basados solamente en el castigo y en la recompensa - demuestra una falta de entendimiento. El valor de hacer la voluntad de D'os es finalmente el único valor verdadero en toda la existencia, porque es una total conexión con D'os.
Todo la recompensa del mundo venidero, todo lo que le pertenece a la gente justa que ha vivido, no se compara con el placer de hacer la voluntad de nuestro Creador; sólo porque eso es lo que el Creador quiere que hagas.
Esto es el significado supremo. Esto es vivir en la realidad.
El Poderoso Tiempo de los Tefilín
Para poder absorber esta realidad, necesitas practicar estos pasos - no sólo una o dos veces, sino miles de veces.
Maimónides escribe (Leyes de Tefilín 4;25) que cuando el judío se coloca los tefilín en su mano y en su cabeza, la fuerza de la santidad es tan grande que lo lleva a un estado de “temor a D'os”.
Es por eso que el mejor tiempo para repasar estos cinco pasos es cuando te pongas los tefilín:
- Existe tanto placer que no hemos probado en este mundo! ¿Cómo es que lo podemos obtener?
- Las tragedias de este mundo tapan todos los placeres.
- El arrepentimiento eterno y la vergüenza de una transgresión, por más pequeña que sea, es más grande que todas las tragedias combinadas de este mundo.
-Todo el Gehinom que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara a la recompensa de una sola mitzvá.
-Todo el cielo que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara con el placer de hacer la voluntad de D'os.
Repasa estos pasos cuando te pongas los Tefilín y también antes de quitártelos. Vas a vivir en una estratósfera diferente... llamada “realidad”.
Si Quieres Temer a D'os… Lo Lograrás
El Talmud dice: “Todo está en las manos del cielo - excepto el temor a D'os”.
El temor a D'os depende completamente de nosotros. Si lo quieres, lo tienes.
Pero existe una pregunta acerca de este tema. En nuestros rezos decimos, "vatiten lanu jaim sheiesh bahem irat shamaim veirat jet", lo que significa que específicamente le pedimos al Todopoderoso, que nos dé “Temor a D'os”. Pero, como explicamos anteriormente, el “temor a D'os” está sólo en nuestras manos. Entonces ¿por qué le pedimos a D'os que nos lo otorgue?
La respuesta es que todo, por supuesto, depende del Todopoderoso. No podemos levantar un dedo sin que D'os lo haya decretado. Respecto de la mayoría de las cosas, puedes anhelarlas profundamente e igual no obtenerlas. Puedes desear ser un millonario con tantas ganas que puedes trabajar 80 horas a la semana y romperte la cabeza - y de todas maneras, puedes llegar a morir pobre.
Pero el miedo a D'os es diferente. Es la única cosa que “si realmente la quieres, la obtendrás”. En todas las demás cosas, D'os puede evaluar tu pedido y decidir que no es para tu bien. Pero el temor a D'os es la única cosa que el Todopoderoso no te la retendrá si realmente lo deseas, porque es la única cosa que siempre te trae a la realidad. Siempre es bueno para ti.
Si realmente lo quieres - es tuyo.
Sin Temor a D'os Estamos en Peligro
El Talmud cita al sabio Rava diciéndole a sus discípulos: “No obtengas dos porciones de Gehinom”.
Rashi explica la intención de Rava: Si haces de tu estudio de Torá solamente una meta académica y no observas las mitzvot, entonces obtienes doble Gehinom. Es como alguien que estudia Talmud en shabat mientras fuma un cigarrillo. Sin temor a D'os, carece del mecanismo para conectar la Torá a la realidad. Y no sólo está privado de los placeres de este mundo porque se encerró estudiando, sino que después cuando todo acabe, pierde también el mundo venidero.
Ahora bien, ¿qué ocurre con alguien que observa las mitzvot? No es tan simple. Cuando una persona muere, es convocada para ser juzgada en la Corte Celestial, en donde se le pregunta lo siguiente:
¿Fuiste honesto en tus negocios?
¿Tenías un tiempo fijo diario para estudiar Torá?
¿Intentaste tener hijos?
¿Anhelabas la redención?
¿Intentaste adquirir sabiduría y entendimiento?
Vamos a suponer que contestaste a todo “si”. Lo hiciste todo correctamente. Pero hay una pregunta más:
¿Tuviste temor a D'os?
Dice el Talmud, si no has tenido temor a D'os, hubiera sido mejor que no hicieras nada. El temor a D'os es el que rompe el trato.
¿Por qué es así? El temor a D'os es tu “conservante”. Mantiene a tu Torá fresca. Torá sin temor a D'os, es como guardar trigo sin conservante. El trigo se echa a perder.
El libro “Orjot Tzadikim” (“El Camino de los Justos”) nos enseña que a pesar de que la persona posee mucha sabiduría, sin el no tendrá temor a D'os, él estará desubicado. Él puede darse cuenta de que la Torá es para ser vivida, él puede estar en un nivel más elevado que aquel que no tiene ninguna conexión con las mitzvot, pero se lo está tomando con mucha tranquilidad. Él deja de lado la esencia más sublime de la Torá - amar a la humanidad, tomar responsabilidad por el mundo, luchar por acercarse al Todopoderoso. Él dice: “Déjenme solo. Eso no es para gente de esta generación. Estoy cómodo en donde estoy”.
Mientras ignora la lucha por el crecimiento, un cinismo le afecta toda su perspectiva. Y empieza a echarse a perder.
Es por esto que el temor a D'os es tan crucial. Te empuja a confrontarte con estos ideales y a luchar para incorporarlos a tu vida.
Uniendo los Hilos
La meta más importante de la vida es tener claridad; vivir en la realidad.
Recuerda el tiempo que te preguntaste a ti mismo: “¿A dónde nos lleva todo?”. Todos tenemos este momento de claridad, y después ¿qué es lo que hacemos? Corremos al hoyo del avestruz, empezamos a jugar tenis, ponemos música, llamamos a un amigo.
No corras al agujero. Recuerda que la realidad existe objetivamente - fuera de tu percepción subjetiva. Ten miedo de levantarte un día y decirte a ti mismo: “¿Qué es lo que hice de mi vida?”.
Todos nosotros sabemos que algún día vamos a morir. Pero todos nos hacemos los tontos pensando que aquellos que mueren pertenecen a un sector separado de la humanidad. “Ellos son los mortales. Nosotros somos inmortales”. Por debajo de todo, todos tenemos esta ilusión.
¿Realmente crees que serás diferente? Sé realista! Eres uno de ellos!
Todos tenemos un reloj marcando el tiempo y no sabemos cuánto más marcará. ¿Cuántos años crees que te quedan por vivir? Crees que no hay un final. Algún día sólo te quedará un año. Algún día sólo te quedará un día. Entonces, planéalo. Como dicen los Sabios: “Pon tu vida en marcha un día antes de que mueras”.
Algunos judíos tienen la costumbre de visitar el cementerio una vez al año, usualmente antes de Rosh Hashaná. ¿Por qué? No por morbosidad, sino porque nos muestra la verdad claramente: “Soy mortal, aquí habré de acabar. Entonces, ¿qué quiero que esté escrito en mi tumba?”.
Se realista respecto de las consecuencias de la vida. No necesitas una montaña rusa. Sólo tienes que recordar que el Todopoderoso te está observando, cada momento, cada día. Y cuando una persona muere y va al cielo, el juicio no es arbitrario e impuesto externamente. Sino que cada decisión y cada pensamiento, todas las buenas acciones y las cosas vergonzosas que una persona hizo en privado, son reproducidas sin embellecimiento. Esa es la razón por la cual al mundo venidero se lo llama el Olam Ha Emet - “el mundo de la verdad” - porque ahí veremos claramente nuestras cualidades y nuestros tropiezos y el verdadero propósito de la vida.
Lleva siempre ese temor contigo, y úsalo como un motivador para lograr grandeza. Es una lucha constante, pero su recompensa es eterna.
El temor es como cualquier otra emoción - existen tanto aspectos positivos como negativos. El temor negativo es debilitante. El temor positivo es estimulante. La adrenalina hace que la sangre corra por tus venas. Te da el poder de lograr lo que quieras lograr. Si estás caminando y te encuentras una serpiente, el miedo te hará correr a una velocidad impresionante y saltar la barra como un atleta olímpico. El temor, puede hacer que salgas del mundo de ensueños y entres completamente a la realidad.
Tomar la decisión correcta es una lucha humana constante. Tenemos una inclinación a irnos por el camino fácil e ignorar las consecuencias futuras. El miedo a las consecuencias puede ser un gran motivador para hacer un trabajo rápido y efectivo. "¿Ver o no ver?" - esa es la pregunta judía.
Completa Libertad
Imagínate cámaras ocultas monitoreando tu proceso durante la vida. Todo el mundo está viendo. La gente aplaude cuando tienes éxito y abuchean cuando fracasas.
Con toda esa gente observando, ¿no te cuidarías en cada uno de tus movimientos? ¿Acaso tu motivación para lograr el éxito no se incrementaría tremendamente?
Camina con una constante conciencia de D'os. Todo está grabado en un videocasete. ¿Estás maximizando la oportunidad de vivir, o la estás desperdiciando? Un día tendremos que contestar por nuestras acciones.
Este temor te puede motivar para obtener grandeza.
Desafortunadamente, la naturaleza humana es distraerse. Cada uno de nosotros tiene una inclinación dudosa llamada ietzer hará. Es como un perro vicioso, siempre amenazándote: “Te estás sobrepasando. Vas a tener un ataque nervioso y te vas a quebrar”. Dudamos en actuar porque le tememos a estas amenazas.
El temor a D'os es el medio mediante el cual podemos adquirir todas las otras mitzvot, y la llave para adquirir todo lo que queramos lograr en este mundo. Entonces, ¿qué es lo que nos está deteniendo?
Considera los siguientes cuatro mitos:
Mito #1: El temor es doloroso
Por un lado, la gente dice que el miedo es incómodo y amenazador. Estructuramos nuestras vidas para evadirlo. Por el otro lado, la gente se sube a montañas rusas y observan películas de terror - pagando una buena suma de dinero para ser asustados!!
¿Cómo entendemos esta contradicción?
Es un error pensar que el temor es doloroso. Sí, el miedo es incómodo, pero nos trae un gran placer. Cuando te tiran del avión antes de que se abra el paracaídas, se te olvidan todas las tonterías de este mundo. El roce con la muerte te hace apreciar lo bueno que es estar vivo. Te conecta a la realidad. De repente la vida es emocionante!!
Contrarresta la incomodidad del temor enfocándote en el lado positivo - cada momento es vivido con conciencia y emoción. Reúne tus poderes. Usa tus potenciales. Motívate con el temor. Es emocionante estar con miedo!
Ve a un parque de diversiones y observa a la gente bajándose de una montaña rusa. Al comienzo todos están murmurando “Es increíble estar vivo”, después se ponen más serios mientras empiezan a recordar sus problemas, y al final, ya están en tonterías, de regreso a su estado depresivo.
La vida es aburrida sin temor. Date cuenta cómo la gente “exitosa” busca inevitablemente nuevas y más riesgosas aventuras.
¿Cuál es la llave para obtener lo máximo de la vida? Siéntete como si te estuvieras bajando constantemente de una montaña rusa.
Mito #2: El temor es paralizante
La gente cree que el miedo es paralizante y reduce tu potencial.
Realmente, lo contrario es verdad. El miedo puede generar grandes hazañas en los seres humanos. Todos hemos escuchado historias de una madre que levantó un auto para salvar a su hijo que estaba atrapado allí. Enfrentar al miedo te da poder. Te da una fuerza que no pensabas que tenías.
El miedo es dañino sólo cuando te escapas de él y no lo enfrentas.
Imagínate observar a un grupo de pendencieros pegándole a alguien y tú sólo te quedas observando. Te sentirás muy mal cada vez que pienses en eso. Si no confrontas al miedo y defiendes lo que es correcto, sufrirás esa mala experiencia durante el resto de tu vida.
Pero si te enfrentas a los pendencieros y ellos se echan para atrás (o inclusive si te peleas y acabas un poco ensangrentado) disfrutarás ese momento por el resto de tu vida. Tenías miedo, pero te enfrentaste. Hiciste lo correcto. Ese es el verdadero placer.
Es mejor tratar y fracasar, que haber tenido miedo de intentar.
El “Shock” debilita, el “miedo” motiva. Imagínate a un cowboy montando un bronco salvaje. El miedo de ser lanzado del caballo lo motiva en cada movida para que su respuesta sea audaz y rápida.
Intenta que así sea con la vida.
Evitando el Desafío
Frecuentemente, nos perdemos la oportunidad de sobresalir porque decimos: “No puedo. Es demasiado esfuerzo para mí”. Por ejemplo, imagínate que te piden que memorices una hoja del directorio telefónico en 24 horas. Imposible!!
Pero si te tuvieran como rehén y te dirían: “Si no te memorizas la hoja del directorio telefónico para mañana en la noche, estás muerto”. No hay duda que lo harías.
Un ejemplo práctico: ¿Quieres levantarte de la cama en la mañana como un disparo? Claro que sí, pero es demasiado esfuerzo. ¿Si yo viniera cada mañana con un revolver te despertarías como un disparo? Sí, sin problema!
Ahora, ¿cuánto pagarías por levantarte de esa forma por el resto de tu vida? $5,000? $10,000? Realmente te quieres levantar de esa forma! Entonces vamos! Hazlo!
Toma ventaja del poder del temor como herramienta para sobrepasar todos tus “no puedo”. Haz una lista de estos “No puedo” y pon un premio sobre ellos. ¿Cuál es la recompensa y cuál es la consecuencia? Teniendo esta claridad te convertirás en un ser humano muy efectivo.
Mito #3 – Miedo significa una pérdida de libertad
La gente evita el temor para poder preservar su independencia. Pensamos que si existe una fuerza externa diciéndonos qué hacer vamos a estar intimidados a convertirnos en robots. Preferimos escoger hacer lo que es correcto por nuestra propia cuenta.
El temor al Creador es diferente. Cuando temes violar la palabra de D'os, eso libera tu potencial. ¿Por qué? Porque D'os no te quiere controlar, sólo quiere lo bueno para ti. Entonces, el temor a D'os te libera de lo absurdo, de tus miedos ilusos, de las insignificancias. Al temer a D'os estás libre de todos los demás temores en el mundo.
El temor es sólo esclavizador cuando alguien intenta intencionalmente que le temas y poder controlarte. Pero el miedo a la realidad - la posibilidad de oportunidades perdidas - es una motivación para hacernos llegar a donde queremos estar. Todos decimos: “Quiero ser bueno, pero no quiero hacer el esfuerzo”. El miedo te hace realizar tu trabajo.
En el trabajo, sabes que si no te presentas, te despedirán. Entonces, te levantas de la cama temprano. El miedo a reprobar un examen te hace estudiar más fuerte. Al final, el miedo te hace tener éxito y tener más respeto por ti mismo.
Todos queremos grandeza. Queremos ser duros, disciplinados, organizados. Por la cantidad correcta de dinero o por tu supervivencia, harías cualquier cosa para tener éxito.
Mito #4 – El miedo es degradante
La gente cree que si un cierto acto es correcto lo debes hacer porque es correcto y no por el miedo a las consecuencias. Parece ser que uno se rebaja si hace las cosas por miedo.
Idealmente, debemos hacer todas las cosas correctas simplemente porque es lo que es correcto y evitar lo que es erróneo, sin tomar en cuenta las consecuencias. De hecho, los sabios nos dicen que aquel que sirve a D'os sólo por la recompensa o para evitar el castigo se encuentra en un nivel bajo. En realidad, se está sirviendo a si mismo. Si las fuerzas del mal podrían pagar mejor, él sería leal a ellas!
Entonces, ¿por qué hay una mitzvá especial de adquirir temor? ¿No deberíamos obtener una motivación total del amor a D'os?
Sí, alguien que sirve a D'os por amor está en un nivel mucho más alto. Y debemos aspirar hacer lo que es correcto porque es correcto y no porque te va a llevar “al cielo”. Pero también debemos ser realistas. El amor a veces no es una motivación suficiente para hacer el bien.
Supón que hay un programa para ayudar a traer a la gente sin hogar a una casa comunitaria. Idealmente, harías esto gratis. Pero si te ofrecieran $100 dólares por cada persona, ¿acaso la recompensa te "corrompería"? No. Sólo te daría una motivación más grande para hacer lo que ya sabías que era lo correcto.
Y existe otra consideración: el actuar por miedo eventualmente te llevará a hacer lo que es correcto por amor.
El Dolor Refleja
Todos nacemos con la habilidad de sentir dolor. Si nos pinchamos con un alfiler o nos quemamos con fuego, automáticamente nuestra tendencia será echar las manos hacia atrás. Pero hay gente que nace sin una sensibilidad hacia el dolor, y no sienten nada si su mano está expuesta al fuego.
Claro, es bonito no sentir dolor. Pero alguien que no siente dolor está en un constante peligro. Pone su mano al fuego y dice “¿Hueles que algo se está quemando? Hey! Es mi mano!”. Y está en peligro, pues la mano ya se perdió.
El dolor es esencial para nuestra supervivencia. Y ese es el propósito de temer a D'os, guardar en nuestra mente las consecuencias finales. No es la meta de la vida, sino un medio para llegar a un fin. Nos ayuda a pensar dos veces antes de insultar a alguien, o de gritarle a nuestros padres.
Imagínate que estás hablándole a alguien y te empieza a contar un chisme horrible. Tú sabes que es malo escucharlo, entonces piensas “Por educación, tal vez, me quedaré aquí sólo unos minutos…”. Pero si alguien estuviera listo para pegarte en la cabeza con un bate de baseball porque estás por chismear, inmediatamente dirías: “Me voy de aquí!” No harías cálculos. Sólo harías lo que es correcto.
Miedo al castigo es como un reflejo del dolor. Nos aleja de hacer cosas que nos puedan causar daño después. Te lleva donde quieras estar.
He aquí cinco pasos que te ayudarán a lograr esa meta tan crucial.
Paso #1 – Amplía tu mundo
Siéntate y piensa cuánto placer tiene este mundo para ofrecerte. El placer de la vista, de la alegría de los niños, de las maravillas de la naturaleza. Piensa en lo vigorizante que es la natación, el esquiar, el arte, la música, la literatura.
Ahora considera el placer que logra alguien que vive cada momento al máximo a lo largo de toda su vida. Ahora compáralo con nosotros. Tantos placeres disponibles en este mundo... y nosotros sólo tomamos una pequeña fracción.
El primer paso para apreciar las recompensas y castigos es romper tu concepto de lo que la vida tiene para ofrecer. Sueña tus sueños más sublimes y haz un plan para alcanzarlos. Imagínate lo que la humanidad podría lograr si todos vivieran a su máximo potencial desde el principio.
El problema es que vamos como sonámbulos a través de la vida.
Paso #2 – Evita el dolor innecesario
Date cuenta de que el potencial del dolor en este mundo tapa el potencial del placer. Existe guerra, enfermedad, tragedia, etc. Considera a aquellos que estuvieron en el Holocausto, que fueron testigos del mal gobernando en el mundo y se sintieron impotentes al no poder detenerlo.
D'os no quiera!, si alguien pierde a un hijo, el rompimiento de corazón es inimaginable. No existe un placer posible que pueda rehacer ese dolor.
¿Lo que digo es deprimente? No. El punto es motivarnos. Cuando estás consciente de todo el posible dolor, te interesa más saber qué puedes hacer para evitarlo.
Paso #3 - Evita el dolor eterno
Los primeros dos pasos tratan sobre el placer y el dolor que el cuerpo experimenta en este mundo.
El tercer paso es darnos cuenta de que el dolor del alma es mucho más devastador. Un momento en el Gehinom (la etapa de purificación de los pecados cometidos antes de llegar al mundo venidero) es mucho más dolorosa que todo el dolor combinado de este mundo. Porque no es físico como el dolor del cuerpo en este mundo, sino que es un dolor espiritual.
La vergüenza y el arrepentimiento que el alma siente a causa de una transgresión es mucho peor que todo el dolor de este mundo. Un acto de enojo, o el haber herido a alguien, o de deprimirse, o de perder el tiempo... es una eternidad de dolor.
Ahora compara esto con grandes transgresiones, como ser el asesinar o profanar el Nombre de D'os. El dolor de ese Gehinom es inimaginable.
Paso#4 – La recompensa de una mitzvá
Ahora las buenas noticias. El dolor del Gehinom no se compara a la recompensa de una mitzvá. Aún más, si experimentaras el dolor del Gehinom de todas las personas que vivieron desde que empezó el tiempo, de todas formas valdría la pena, para ganar la recompensa de una mitzvá.
Hay miles de mitzvot posibles. ¿Acaso dijiste “Buenos días” con una sonrisa, o tuviste un momento de un rezo sincero? La recompensa es impresionante. Estás conectado eternamente con el placer supremo de D'os.
Más allá de esto están las mitzvot grandes, como estudiar Torá o santificar el Nombre de D'os. O la super-mitzvá de lezakot et harabim - “dar mérito a la gente” al ayudar a los demás, además de compartir la recompensa de sus mitzvot.
Paso #5 – Hacer la voluntad de D'os
La recompensa suprema es usar tu libre albedrío para hacer la voluntad de D'os.
Imagínate tratando de salvar la vida de tu hijo. Este valor hace que todo lo demás sea, en comparación, secundario. Si alguien te preguntara: “¿Cuánto me va a costar salvar a mi hijo?”, sabes inmediatamente que hay algo que no funciona bien en esta persona.
Similarmente, estar motivados para conectarnos con D'os - basados solamente en el castigo y en la recompensa - demuestra una falta de entendimiento. El valor de hacer la voluntad de D'os es finalmente el único valor verdadero en toda la existencia, porque es una total conexión con D'os.
Todo la recompensa del mundo venidero, todo lo que le pertenece a la gente justa que ha vivido, no se compara con el placer de hacer la voluntad de nuestro Creador; sólo porque eso es lo que el Creador quiere que hagas.
Esto es el significado supremo. Esto es vivir en la realidad.
El Poderoso Tiempo de los Tefilín
Para poder absorber esta realidad, necesitas practicar estos pasos - no sólo una o dos veces, sino miles de veces.
Maimónides escribe (Leyes de Tefilín 4;25) que cuando el judío se coloca los tefilín en su mano y en su cabeza, la fuerza de la santidad es tan grande que lo lleva a un estado de “temor a D'os”.
Es por eso que el mejor tiempo para repasar estos cinco pasos es cuando te pongas los tefilín:
- Existe tanto placer que no hemos probado en este mundo! ¿Cómo es que lo podemos obtener?
- Las tragedias de este mundo tapan todos los placeres.
- El arrepentimiento eterno y la vergüenza de una transgresión, por más pequeña que sea, es más grande que todas las tragedias combinadas de este mundo.
-Todo el Gehinom que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara a la recompensa de una sola mitzvá.
-Todo el cielo que se merecen todas las persona en conjunto, no se compara con el placer de hacer la voluntad de D'os.
Repasa estos pasos cuando te pongas los Tefilín y también antes de quitártelos. Vas a vivir en una estratósfera diferente... llamada “realidad”.
Si Quieres Temer a D'os… Lo Lograrás
El Talmud dice: “Todo está en las manos del cielo - excepto el temor a D'os”.
El temor a D'os depende completamente de nosotros. Si lo quieres, lo tienes.
Pero existe una pregunta acerca de este tema. En nuestros rezos decimos, "vatiten lanu jaim sheiesh bahem irat shamaim veirat jet", lo que significa que específicamente le pedimos al Todopoderoso, que nos dé “Temor a D'os”. Pero, como explicamos anteriormente, el “temor a D'os” está sólo en nuestras manos. Entonces ¿por qué le pedimos a D'os que nos lo otorgue?
La respuesta es que todo, por supuesto, depende del Todopoderoso. No podemos levantar un dedo sin que D'os lo haya decretado. Respecto de la mayoría de las cosas, puedes anhelarlas profundamente e igual no obtenerlas. Puedes desear ser un millonario con tantas ganas que puedes trabajar 80 horas a la semana y romperte la cabeza - y de todas maneras, puedes llegar a morir pobre.
Pero el miedo a D'os es diferente. Es la única cosa que “si realmente la quieres, la obtendrás”. En todas las demás cosas, D'os puede evaluar tu pedido y decidir que no es para tu bien. Pero el temor a D'os es la única cosa que el Todopoderoso no te la retendrá si realmente lo deseas, porque es la única cosa que siempre te trae a la realidad. Siempre es bueno para ti.
Si realmente lo quieres - es tuyo.
Sin Temor a D'os Estamos en Peligro
El Talmud cita al sabio Rava diciéndole a sus discípulos: “No obtengas dos porciones de Gehinom”.
Rashi explica la intención de Rava: Si haces de tu estudio de Torá solamente una meta académica y no observas las mitzvot, entonces obtienes doble Gehinom. Es como alguien que estudia Talmud en shabat mientras fuma un cigarrillo. Sin temor a D'os, carece del mecanismo para conectar la Torá a la realidad. Y no sólo está privado de los placeres de este mundo porque se encerró estudiando, sino que después cuando todo acabe, pierde también el mundo venidero.
Ahora bien, ¿qué ocurre con alguien que observa las mitzvot? No es tan simple. Cuando una persona muere, es convocada para ser juzgada en la Corte Celestial, en donde se le pregunta lo siguiente:
¿Fuiste honesto en tus negocios?
¿Tenías un tiempo fijo diario para estudiar Torá?
¿Intentaste tener hijos?
¿Anhelabas la redención?
¿Intentaste adquirir sabiduría y entendimiento?
Vamos a suponer que contestaste a todo “si”. Lo hiciste todo correctamente. Pero hay una pregunta más:
¿Tuviste temor a D'os?
Dice el Talmud, si no has tenido temor a D'os, hubiera sido mejor que no hicieras nada. El temor a D'os es el que rompe el trato.
¿Por qué es así? El temor a D'os es tu “conservante”. Mantiene a tu Torá fresca. Torá sin temor a D'os, es como guardar trigo sin conservante. El trigo se echa a perder.
El libro “Orjot Tzadikim” (“El Camino de los Justos”) nos enseña que a pesar de que la persona posee mucha sabiduría, sin el no tendrá temor a D'os, él estará desubicado. Él puede darse cuenta de que la Torá es para ser vivida, él puede estar en un nivel más elevado que aquel que no tiene ninguna conexión con las mitzvot, pero se lo está tomando con mucha tranquilidad. Él deja de lado la esencia más sublime de la Torá - amar a la humanidad, tomar responsabilidad por el mundo, luchar por acercarse al Todopoderoso. Él dice: “Déjenme solo. Eso no es para gente de esta generación. Estoy cómodo en donde estoy”.
Mientras ignora la lucha por el crecimiento, un cinismo le afecta toda su perspectiva. Y empieza a echarse a perder.
Es por esto que el temor a D'os es tan crucial. Te empuja a confrontarte con estos ideales y a luchar para incorporarlos a tu vida.
Uniendo los Hilos
La meta más importante de la vida es tener claridad; vivir en la realidad.
Recuerda el tiempo que te preguntaste a ti mismo: “¿A dónde nos lleva todo?”. Todos tenemos este momento de claridad, y después ¿qué es lo que hacemos? Corremos al hoyo del avestruz, empezamos a jugar tenis, ponemos música, llamamos a un amigo.
No corras al agujero. Recuerda que la realidad existe objetivamente - fuera de tu percepción subjetiva. Ten miedo de levantarte un día y decirte a ti mismo: “¿Qué es lo que hice de mi vida?”.
Todos nosotros sabemos que algún día vamos a morir. Pero todos nos hacemos los tontos pensando que aquellos que mueren pertenecen a un sector separado de la humanidad. “Ellos son los mortales. Nosotros somos inmortales”. Por debajo de todo, todos tenemos esta ilusión.
¿Realmente crees que serás diferente? Sé realista! Eres uno de ellos!
Todos tenemos un reloj marcando el tiempo y no sabemos cuánto más marcará. ¿Cuántos años crees que te quedan por vivir? Crees que no hay un final. Algún día sólo te quedará un año. Algún día sólo te quedará un día. Entonces, planéalo. Como dicen los Sabios: “Pon tu vida en marcha un día antes de que mueras”.
Algunos judíos tienen la costumbre de visitar el cementerio una vez al año, usualmente antes de Rosh Hashaná. ¿Por qué? No por morbosidad, sino porque nos muestra la verdad claramente: “Soy mortal, aquí habré de acabar. Entonces, ¿qué quiero que esté escrito en mi tumba?”.
Se realista respecto de las consecuencias de la vida. No necesitas una montaña rusa. Sólo tienes que recordar que el Todopoderoso te está observando, cada momento, cada día. Y cuando una persona muere y va al cielo, el juicio no es arbitrario e impuesto externamente. Sino que cada decisión y cada pensamiento, todas las buenas acciones y las cosas vergonzosas que una persona hizo en privado, son reproducidas sin embellecimiento. Esa es la razón por la cual al mundo venidero se lo llama el Olam Ha Emet - “el mundo de la verdad” - porque ahí veremos claramente nuestras cualidades y nuestros tropiezos y el verdadero propósito de la vida.
Lleva siempre ese temor contigo, y úsalo como un motivador para lograr grandeza. Es una lucha constante, pero su recompensa es eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario