1. Verdad: Sé verdadero con lo que dices.
No hables antes de asegurarte de estar diciendo la verdad. Los embusteros pueden parecer tener éxito, temporariamente, pero con el tiempo no se les confía. Al mentiroso no se le cree ni aún cuando dice la verdad. Recuerda: Tu reputación depende de la veracidad de tus palabras.
Rabán Shimón Ben Gamliel dijo: sobre tres cosas se sostiene el mundo: La verdad, la justicia y la paz.
En el Libro de Bereshit encontramos que después de que el Todopoderoso hubo creado la tierra, su mandamiento fue el siguiente: "Produzca la Tierra hierba verde... (deshe en hebreo)". Con las 3 primeras letras de la palabra deshe comienzan, respectivamente, las palabras din, shalom y emet (justicia, paz y verdad). En consecuencia, esto sugeriría que si este mundo recién creado deseaba perdurar, debía producir primero, deshe: justicia, paz y verdad. Estos son los fundamentos de la sociedad sin los cuales las buenas relaciones entre los hombres resultan imposibles.
2. Agilidad: Todo lo que tienes que hacer, hazlo sin perder el tiempo.
No malgastes tu tiempo. Procura estar ocupado siempre, realizando algo útil y bueno. "Tiempo es vida", no lo desperdicies.
No hables antes de asegurarte de estar diciendo la verdad. Los embusteros pueden parecer tener éxito, temporariamente, pero con el tiempo no se les confía. Al mentiroso no se le cree ni aún cuando dice la verdad. Recuerda: Tu reputación depende de la veracidad de tus palabras.
Rabán Shimón Ben Gamliel dijo: sobre tres cosas se sostiene el mundo: La verdad, la justicia y la paz.
En el Libro de Bereshit encontramos que después de que el Todopoderoso hubo creado la tierra, su mandamiento fue el siguiente: "Produzca la Tierra hierba verde... (deshe en hebreo)". Con las 3 primeras letras de la palabra deshe comienzan, respectivamente, las palabras din, shalom y emet (justicia, paz y verdad). En consecuencia, esto sugeriría que si este mundo recién creado deseaba perdurar, debía producir primero, deshe: justicia, paz y verdad. Estos son los fundamentos de la sociedad sin los cuales las buenas relaciones entre los hombres resultan imposibles.
2. Agilidad: Todo lo que tienes que hacer, hazlo sin perder el tiempo.
No malgastes tu tiempo. Procura estar ocupado siempre, realizando algo útil y bueno. "Tiempo es vida", no lo desperdicies.
Sé atento a tus responsabilidades y obligaciones para no caer en la haraganería.
En el libro los caminos de vida (de Rabenu Asher Ben Iejiel), encontramos lo siguiente:
a) No seas negligente en la realización de una buena acción si se te ha presentado la posibilidad de hacerla, y hazla sólo para cumplir con Su voluntad y sin demorarte.
b)No digas de ninguna mitzvá (precepto): "la haré mañana", pues tal vez no estarás desocupado para poder hacerla.
"Hilel dice: …y no digas: 'cuando me desocupe, estudiaré', pues tal vez no te desocuparás" (Avot 2:5). Rabí Israel Lipschitz (1782 - 1860) en su comentario "Tiféret Israel", nos hace ver que Hilel quiere enseñarnos que no debemos decir: "cuando tenga una hora libre estudiaré", pues tal vez, sólo tengamos media hora cada día. Quien aproveche cada instante de su vida, será el más agraciado.
Este mismo sabio nos aconseja:
"si yo no soy para mí, ¿quién es para mí?
cuando sos solo para mí, qué soy?
y si no es ahora, cuando?"
3. Diligencia: Haz todo lo que supones que tienes que hacer con consciencia.
Entrénate a decidirte a seguir por un camino y una vez tomada la resolución no vaciles, sino llévala a cabo sin demora. Si tienes dificultad en tomar una determinación, pide consejo, pero no permanezcas en un estado mental confuso.
Estar consciente en cada momento
cuando sos solo para mí, qué soy?
y si no es ahora, cuando?"
3. Diligencia: Haz todo lo que supones que tienes que hacer con consciencia.
Entrénate a decidirte a seguir por un camino y una vez tomada la resolución no vaciles, sino llévala a cabo sin demora. Si tienes dificultad en tomar una determinación, pide consejo, pero no permanezcas en un estado mental confuso.
Estar consciente en cada momento
Imagínate estar sentado en un autobús, y en eso observas a otro pasajero tirando dólares por la ventana. ¡No lo puedes creer! Esta persona está loca. Cada cinco minutos otro billete vuela por la ventana.
Probablemente nunca has visto eso. Pero seguro que has visto alguien tirando cinco minutos por la ventana. Todos sabemos que "tiempo es dinero". Pero ¿qué es más importante: 5 minutos o un dólar? El tiempo es la oportunidad más grande de tu vida y no debes malgastar ningún momento de ella.
Herramientas Para Una Consciencia Constante
1. Planea qué es lo que quieres lograr. Si sabes por lo que estás luchando, lo harás con más vitalidad.
Herramientas Para Una Consciencia Constante
1. Planea qué es lo que quieres lograr. Si sabes por lo que estás luchando, lo harás con más vitalidad.
2. Planea en la noche cómo vas a levantarte en la mañana. No dejes que el reloj despertador controle tu vida.
3. Para comenzar el día con el pie derecho, levántate 10 minutos más temprano y recita el Shemá.
4. Repasa tu día. Observa los obstáculos que tuviste. Haz una estrategia para evitarlos en el futuro. Repasa lo que estudiaste en las últimas 24 horas.
5. Conviértete en un estudioso de la vida. Estudia donde quiera que estés. Carga contigo libros, pensamientos, etcétera... listos para mantener tu mente en crecimiento.
6. Memoriza piezas de sabiduría. Te dará algo para aprender mientras estás caminando en la calle o esperando en la fila del supermercado.
7. Escoge frases muy atractivas para inspirarte y para levantarte cuando sientas que te estás ahogando.
8. Medita frecuentemente la pregunta: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué estoy haciendo en este planeta?
9. Planea para el futuro. ¿Qué quieres estudiar? ¿Qué necesitas para darte cuenta de tus ambiciones? ¿Cómo quieres crecer?
(48 caminos hacia la sabiduría; Por el Rabino Noaj Weinberg).
4. Respeto: Sé extremadamente cuidadoso con el honor y los sufrimientos de los demás.
Respeta todo ser humano, aún si éste es diferente a ti, no comparte tus ideas, o se te opone. Nunca olvides que todo ser humano es caro por el solo hecho de haber sido creado a semejanza de Di-s, "Tzelem Elokim".
No persigas tu propia fama, pues la gente no respeta a los vanidosos. Recuerda la enseñanza de Ben Zoma: "¿Quién es célebre? Quien honra a los demás".
Si quieres ser una persona de honor, merecer y disfrutar la estima de los demás, aprende a examinar selectivamente. Observa en los demás qué es bueno y elogiable y hónralos por esto y aprende de ellos. Concédele a cada hombre la estima que le corresponde. Esta es la única forma, dice Ben Zoma, de ganarte la tuya.
Dice en Pirkei avot: "No desprecies a ningún hombre y no rechaces ninguna cosa, porque no hay hombre que no tenga su hora, ni cosa que no tenga su lugar."
Dice en Pirkei avot: "No desprecies a ningún hombre y no rechaces ninguna cosa, porque no hay hombre que no tenga su hora, ni cosa que no tenga su lugar."
No hay persona en el mundo que no tenga su momento de arrepentimiento (por más mala que sea), su ocasión de anhelo de hacer el bien.
Por otra parte, a todo lo que existe en la creación, Di-s le asigno un tiempo y lugar determinado para ser lo que debe ser. Entonces, si cada persona y cada cosa existente tienen un tiempo y un espacio asignados por mandato Divino en un universo regido por Su voluntad, a cada ser humano, criatura y objeto le corresponde automáticamente, cierto respeto y reverencia. Todo lo que existe es considerado apto, por el Todopoderoso, para dotarlo de vida, espacio y tiempo en su hora y lugar particulares. No debe ser, pues, despreciado ni rechazado.
5. Tranquilidad: Haz todo silenciosamente, sin confusión o excitación innecesaria.
No permitas que las cosas vanales perturben tu tranquilidad mental y paz espiritual. Debes disciplinarte a tener una vista puesta a lo lejos, lo cual significa mirar adelante y pensar en las cosas que realmente trascienden en la vida. Cuando hagas eso, tu equilibrio mental no se perturbara por los problemas diarios de la vida. No te precipites, pues te podrías encontrar con molestias inesperadas que te pueden hacer perder tu tranquilidad mental.
Todas las posesiones y placeres del mundo serán solamente valiosos si van acompañados de paz espiritual; aquella persona que disponga de cuantiosas riquezas y pueda gratificar todos sus deseos, ha de sufrir no obstante, si carece de la paz del espíritu. Por regla general, los sedientos de poder y los buscadores de status adolecen de la obvia falta de ese conocimiento. ¿Por qué entonces esforzarte en obtener poder y status cuando tienes la capacidad de emplear tus energías para alcanzar algo mucho más preciado? Una pacífica actitud mental y la serenidad del alma son los factores más importantes para alcanzar la felicidad.
Se relata que cuando un antiguo emperador estaba por zarpar para Italia, un consejero le preguntó cuáles eran sus principales planes: "Conquistar Roma", fue la respuesta del emperador y el diálogo prosiguió así; "¿Qué vendrá después?", preguntó el consejero, "Conquistar Cartago, Macedonia y Grecia", ,respondió el emperador, "Luego que hayas efectuado todas esas conquistas¿ Cuáles habrán de ser tus planes? Volvió a inquirir el consejero, a lo que el emperador replicó: "En ese momento podría pasar mi vida en paz y disfrutando de comodidades". El consejero hizo entonces su pregunta final: ¿Pero qué es lo que te impide disfrutar ya mismo de la paz y la comodidad que ansías?"
6. Humildad: reconoce tus debilidades, y no te apoyes en los defectos de los demás.
Para ser humilde y evitar la arrogancia, intenta aprender de otra persona. Te percatarás que toda persona posee conocimientos o virtudes que tú careces. Reconoce tus limitaciones y no menosprecies las buenas cualidades de tus compañeros.
Nadie puede vanagloriarse de "ser lo más grande que hay".
Moisés, el máximo profeta, fue la persona más humilde de la historia.
El Rambam nos enseña lo siguiente: "La humildad, esta pura cualidad, es la más sublime de todas las virtudes admirables". Tambien explica que en todas las conductas de nuestra vida debemos encontrar el camino intermedio entre 2 polos opuestos, por ejemplo:
Avaro vs despilfarrador: a) Que no escatime ni despilfarre dinero, sino que haga beneficencia según sus posibilidades, que preste adecuadamente (con documento y testigos) a quien lo necesite.
Nadie puede vanagloriarse de "ser lo más grande que hay".
Moisés, el máximo profeta, fue la persona más humilde de la historia.
El Rambam nos enseña lo siguiente: "La humildad, esta pura cualidad, es la más sublime de todas las virtudes admirables". Tambien explica que en todas las conductas de nuestra vida debemos encontrar el camino intermedio entre 2 polos opuestos, por ejemplo:
Avaro vs despilfarrador: a) Que no escatime ni despilfarre dinero, sino que haga beneficencia según sus posibilidades, que preste adecuadamente (con documento y testigos) a quien lo necesite.
Desenfrenado vs melancólico: Que no sea desenfrenado y jugador y no triste y melancólico, sino alegre toda su vida con tranquilidad, con afable comportamiento.
Así también debe hacerlo con el resto de las cualidades. Esta senda, central y equilibrada, se denomina "el camino de los sabios".
Sin embargo, hay conductas personales que el ser humano no debe practicar de manera equilibrada, sino que debe alejarse de uno de sus extremos hasta el opuesto, como por ejemplo: el orgullo. Así explica el Rambam al versículo que mencionamos de Pirkei Avot que dice: "Sé muy, muy humilde"
Veamos los beneficios que trae aparejados:
La humildad es libertad: ella te libera de quejas, exigencias y de expectativas que son causa de la mayoría de los resentimientos y angustias.
Con humildad habrás de apreciar lo que tienes: te das cuenta que nada te pertenece en realidad, y por consiguiente, sientes agradecimiento por todo lo que tienes.
La humildad te libera de la envidia; cuando seas experto en ser humilde habrás de vivir una vida más feliz.
Con humildad, habrás de estar dispuesto a mostrar honor y respeto a otras personas, tanto con la palabra como con la conducta, y esto habrá de mejorar tu relación con los otros.
La falta de humildad causa enojo y engendra peleas; la humildad crea serenidad y tranquilidad.
Con humildad, encontrarás más fácil perdonar a otros rápidamente.
Con humildad serás capaz de admitir tus equivocaciones; la humildad te da la capacidad de escuchar las críticas con mayor objetividad. Sin humildad, habrás de hacer todo lo que puedas para parecer perfecto.
Humildad es tener conciencia de que todo lo que tienes es un regalo. Implica reconocer y ser agradecidos por las cosas que Di-s nos da cada día.
7. Justicia: Lo que es odiado para ti, no se lo hagas al otro.
Ten en cuenta la enseñanza de Hilel: "Aquello que te es odiado a ti no se lo hagas a tu compañero" (Talmud Babli, Shabat).
Cualquier persona con un poco de carácter moral, entiende perfectamente que está mal dañar la propiedad ajena sin ningún motivo; por ejemplo, quemar la casa del prójimo tan sólo porque se tenía nada mejor que hacer; también cualquier persona con sentido común entiende que matar a otro ser humano sin razón alguna, es deplorable; nadie tendría el descaro de alegar que se tiene el hábito de matar sin ningún motivo, argumentando que le es difícil cambiar sus hábitos, porque está acostumbrado a tener ese tipo de conductas.
Algunas actitudes se justifican al sentir que ellas no tienen intención de dañar a la persona de la cual están hablando pero no les parecería justificable que alguien rompiera las ventanas de su casa, aunque no tuviera en realidad intenciones de hacer ningún daño.
El Talmud comenta: "La lengua es más poderosa que la espada; la espada únicamente mata a quién está cerca, la lengua puede matar a alguien que está lejos".
Cualquiera que desee poner atención se dará cuenta de la increíble cantidad de angustias, penurias, daños materiales y espirituales, y, en no pocos casos, la muerte prematura, que puede causar el Lashón Hará (hablar mal del prójimo).
Simepre, antes de hablar, reflexionemos: ¿Causará usted daño con lo que va a decir? ¿Le gustaría que alguien hablara así sobre usted?
Si deseas ser justo con tu semejante, comienza cediendo y renunciando. Pronto te percatarás que la felicidad eterna proviene, no engañando sino brindándose; no en la búsqueda de placeres sino deleitando a los demás, siendo generoso y no envidioso.
Lo fundamental para poder llevarte bien con los demás, es tener la capacidad de poder observar las cosas desde su punto de vista, aun cuando discrepes con ellos. Cuando trates con alguien, esfuérzate por ver de que manera esta persona percibe la situación. Ten en cuenta que no existen dos personas que visualicen algo de una manera exactamente igual. El conocimiento de la forma en que la otra persona enfoque el tema, disminuirá la posibilidad de conflicto con ella, aun cuando pudieras estar en desacuerdo.
Quienes aman y practican la justicia son rectos y su conciencia está limpia.
Una de las maneras de practicar la justicia es la tzedaká. Vemos como el término tzedaká deriva de la palabra tzedek, justicia.
8. Amabilidad: Las palabras del sabio son habladas de una manera suave y pacífica.
Recuerda el consejo del Rey Salomón: "Las palabras de los sabios se hablan con suavidad"(Kohelet 9:17).
Dirígete con dulzura y sé noble con los demás aun cuando tienes derecho a enojarte. No lo exageres!
Como dice en la Carta del Ramban:
"Habitúate a hablarle gentilmente a toda la gente en todo momento"
a) Habitúate. Prepárate. No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora en tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles, y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia. Tus resoluciones no acudirán en forma automática ni fácil, pero si te preparas mentalmente, estarás más capacitado para tratar situaciones difíciles, ya que inevitablemente se habrán de presentar.
b) A hablar gentilmente. Aún en situaciones cargadas de tensión, o cuando la atmósfera esté saturada de hostilidad, cuando debas confrontarte con tu enemigo, o cuando debas amonestar a alguien por haber cometido una terrible infracción, háblale gentilmente a la persona involucrada. Las palabras amables tienen mayor fuerza que los desbordes de la indignación.
c) A toda la gente. Trata a toda la gente con respeto y sensibilidad. Reacciona calmadamente aun cuando alguien acabara de insultarte maliciosamente, y permanece tranquilo aun cuando un fastidioso irritante te importune incesantemente. Actúa en forma apacible y cortés con tu familia cercana, como lo harías con tu superior jerárquico o con tu cliente más importante.
d) En todo momento. Jamas te enojes, aun cuando estés exhausto, agotado, desilusionado, agraviado, perplejo, confundido o aterrorizado. Aunque todo el mundo pareciera estrellarse sobre tu cabeza, mantén la calma. Reacciona lenta y deliberadamente, y habla gentilmente.
9. Limpieza y pureza: Mantén tu cuerpo y ropa limpia y pura.
La Torá requiere que nuestros hogares, vestimentas y calles estén limpias. Nuestra higiene personal y el aseo de nuestro cuerpo son imprescindibles, no provoque que los lugares públicos estén sucios.
Cuenta el Talmud que ciertas veces que Hilel se despedía de sus alumnos, ellos le preguntaban: "¿Rabí, a donde vas?", quien respondía: "A cumplir con la mitzva de bañarme".
Asimismo en hiljot Deot, el Rambam escribe: "El vestuario de un estudioso de la Torá debe ser armónico y limpio, estando prohibido que se halle en éste una mancha o algún tipo de grasa y semejantes".
Esto se debe a que uno debe considerar que esta todo el tiempo delante de Di-s. Si uno estuviera frente a un Rey, ¿Cómo se comportaría? Mas y más debemos esmerarnos en estar presentables frente al Rey de Reyes.
10. Paciencia: Por cualquier cosa que pase en tu vida, sé paciente.
Es imposible evitar algunos problemas; debes empeñarte en mantenerte paciente aún cuando tengas razón o tengas un disgusto que no lo puedas evadir.
Cuando pierdes la paciencia tu fastidio es peor de lo que es en verdad. Como resultado, sufres aún más.
Si tu inconveniente no puede ser solucionado inmediatamente ¿por qué agregar más sufrimientos?
Defiende fervorosamente tu paz espiritual, la cual es una de tus más preciadas posesiones. Tres personas son especialmente las bienamadas por Di-s: aquel que no pierde el control de su temperamento, el que no se embriaga y aquél que no demande sus plenos derechos (Pesajim 113a).
No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia
11. Orden: Haz todo en una forma ordenada y disciplinada.
Guarda todo en su lugar para que no pierdas tiempo y paciencia en buscarlo. Todo lo que emprendas hazlo de manera organizada y metódica.
Esfuérzate en concentrarte en lo que estas haciendo y no te distraigas con otros objetivos o pensamientos.
Cuentan acerca de un hombre que fue a visitar a su hijo a la Yeshiva donde estaba estudiando y viviendo. Este se dirigió directamente al cuarto para controlar el orden. Al verificarlo y notar que todo estaba en orden, decidió retirarse. Al verlo el director de la Yeshiva, le pregunto si no quería saber nada acerca de su hijo, ya que no lo había visto. "No me hace falta, dijo el hombre, si hay orden en su cuarto, debe haberlo en su cabeza"
12. Austeridad: No gastes ni un centavo innecesariamente.
No emplees todo el dinero en otra cosa que hacer el bien para ti y para los demás. Empléalo en mitzvot, como por ejemplo, la caridad o todos los preceptos que dependen del dinero, como adquirir libros, pagar un maestro, etc. No malgastes aquello que tiene valor. No despilfarres el dinero en cosas vanas. El tzadik vigila su dinero cuidadosamente pues es preciado.
En Pikei Avot, dice lo siguiente: "Que tu casa esté ampliamente abierta y que los pobres sean miembros de tu hogar".
Así es que encontramos que Abraham Avinu construyó su casa con puertas abiertas en los cuatro costados, para que cualquier viajero que pasara tuviera fácilmente la posibilidad de entrar a su casa. Cuando el invitado estaba listo para irse, podía hacerlo por una puerta diferente para no avergonzarse ante los demás.
De aquí aprendemos que uno debe tener su casa abierta para ayudar a la gente y debe poner a disposición de ellos todo lo que uno tenga (cada uno de acuerdo a sus posibilidades). Uno no debe mantenerse apartado en función de no ayudar a aquellos hombres necesitados. Si un vecino desea pedirte prestado algo y tú no lo necesitas en ese momento, debes prestárselo generosamente. La cualidad más destacada de Abraham era la generosidad. Un judío debe siempre querer emular a nuestro gran patriarca Abraham.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
13. Silencio: juzga el valor de tus palabras antes de hablar.
Es mejor estar callado que luego lamentarse. El ser humano posee muchas facetas extraordinarias una de ellas es hablar, hay gente que le gusta hablar mal, mucho, con doble sentido e insultar.
Si deseas ser sabio, mantén la boca callada.
Como sostiene el Rey Shlomo: "En la multitud de palabras no falta pecado, más el que refrena sus labios obra sabiamente".
En general hablar demasiado puede conducir al mal. Nuestros sabios nos dicen que incluso hablar bien de un amigo puede llevar a la calumnia. Puedes comenzar con la afirmación perfectamente inocente de que cierto hombre es un padre maravilloso. La persona que te escucha podría sentirse entonces tentada de señalar que si bien eso es verdad, ¡el hombre es un esposo terrible! Una tercera persona, presente en la reunión, podría tomar el hilo de la conversación y reforzar lo dicho con una anécdota vil sobre la actividad comercial del hombre. Lo que comenzó como un chisme "inofensivo" puede terminar en un falso concepto, en envidia y en odio. Y de hecho, cuanto más intentes defender al hombre de quien se habla, más podrás estimular a los otros a refutar tu opinión con toda clase de argumentos e insinuaciones. Cuanto más hables, mayor pecado estarás generando.
Hay una anécdota jasídica, basada en la frase de Rabi Israel Baal Shem Tov "De cada cosa que ve hombre ve debe aprender algo para el servir mejor a D-s". Incluso las relativamente modernas invenciones no son excepción a esto; por ejemplo: el tren, el telégrafo y el teléfono. Del tren puedes aprender que a veces, por demorarte apenas un minuto, puedes perder todo un viaje. Del telégrafo, que por cada palabra debes pagar un precio determinado. Del teléfono, que lo que hablas aquí, es escuchado allí, en los dominios celestiales.
http://www.shabuatov.com/
7. Justicia: Lo que es odiado para ti, no se lo hagas al otro.
Ten en cuenta la enseñanza de Hilel: "Aquello que te es odiado a ti no se lo hagas a tu compañero" (Talmud Babli, Shabat).
Cualquier persona con un poco de carácter moral, entiende perfectamente que está mal dañar la propiedad ajena sin ningún motivo; por ejemplo, quemar la casa del prójimo tan sólo porque se tenía nada mejor que hacer; también cualquier persona con sentido común entiende que matar a otro ser humano sin razón alguna, es deplorable; nadie tendría el descaro de alegar que se tiene el hábito de matar sin ningún motivo, argumentando que le es difícil cambiar sus hábitos, porque está acostumbrado a tener ese tipo de conductas.
Algunas actitudes se justifican al sentir que ellas no tienen intención de dañar a la persona de la cual están hablando pero no les parecería justificable que alguien rompiera las ventanas de su casa, aunque no tuviera en realidad intenciones de hacer ningún daño.
El Talmud comenta: "La lengua es más poderosa que la espada; la espada únicamente mata a quién está cerca, la lengua puede matar a alguien que está lejos".
Cualquiera que desee poner atención se dará cuenta de la increíble cantidad de angustias, penurias, daños materiales y espirituales, y, en no pocos casos, la muerte prematura, que puede causar el Lashón Hará (hablar mal del prójimo).
Simepre, antes de hablar, reflexionemos: ¿Causará usted daño con lo que va a decir? ¿Le gustaría que alguien hablara así sobre usted?
Si deseas ser justo con tu semejante, comienza cediendo y renunciando. Pronto te percatarás que la felicidad eterna proviene, no engañando sino brindándose; no en la búsqueda de placeres sino deleitando a los demás, siendo generoso y no envidioso.
Lo fundamental para poder llevarte bien con los demás, es tener la capacidad de poder observar las cosas desde su punto de vista, aun cuando discrepes con ellos. Cuando trates con alguien, esfuérzate por ver de que manera esta persona percibe la situación. Ten en cuenta que no existen dos personas que visualicen algo de una manera exactamente igual. El conocimiento de la forma en que la otra persona enfoque el tema, disminuirá la posibilidad de conflicto con ella, aun cuando pudieras estar en desacuerdo.
Quienes aman y practican la justicia son rectos y su conciencia está limpia.
Una de las maneras de practicar la justicia es la tzedaká. Vemos como el término tzedaká deriva de la palabra tzedek, justicia.
8. Amabilidad: Las palabras del sabio son habladas de una manera suave y pacífica.
Recuerda el consejo del Rey Salomón: "Las palabras de los sabios se hablan con suavidad"(Kohelet 9:17).
Dirígete con dulzura y sé noble con los demás aun cuando tienes derecho a enojarte. No lo exageres!
Como dice en la Carta del Ramban:
"Habitúate a hablarle gentilmente a toda la gente en todo momento"
a) Habitúate. Prepárate. No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora en tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles, y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia. Tus resoluciones no acudirán en forma automática ni fácil, pero si te preparas mentalmente, estarás más capacitado para tratar situaciones difíciles, ya que inevitablemente se habrán de presentar.
b) A hablar gentilmente. Aún en situaciones cargadas de tensión, o cuando la atmósfera esté saturada de hostilidad, cuando debas confrontarte con tu enemigo, o cuando debas amonestar a alguien por haber cometido una terrible infracción, háblale gentilmente a la persona involucrada. Las palabras amables tienen mayor fuerza que los desbordes de la indignación.
c) A toda la gente. Trata a toda la gente con respeto y sensibilidad. Reacciona calmadamente aun cuando alguien acabara de insultarte maliciosamente, y permanece tranquilo aun cuando un fastidioso irritante te importune incesantemente. Actúa en forma apacible y cortés con tu familia cercana, como lo harías con tu superior jerárquico o con tu cliente más importante.
d) En todo momento. Jamas te enojes, aun cuando estés exhausto, agotado, desilusionado, agraviado, perplejo, confundido o aterrorizado. Aunque todo el mundo pareciera estrellarse sobre tu cabeza, mantén la calma. Reacciona lenta y deliberadamente, y habla gentilmente.
9. Limpieza y pureza: Mantén tu cuerpo y ropa limpia y pura.
La Torá requiere que nuestros hogares, vestimentas y calles estén limpias. Nuestra higiene personal y el aseo de nuestro cuerpo son imprescindibles, no provoque que los lugares públicos estén sucios.
Cuenta el Talmud que ciertas veces que Hilel se despedía de sus alumnos, ellos le preguntaban: "¿Rabí, a donde vas?", quien respondía: "A cumplir con la mitzva de bañarme".
Asimismo en hiljot Deot, el Rambam escribe: "El vestuario de un estudioso de la Torá debe ser armónico y limpio, estando prohibido que se halle en éste una mancha o algún tipo de grasa y semejantes".
Esto se debe a que uno debe considerar que esta todo el tiempo delante de Di-s. Si uno estuviera frente a un Rey, ¿Cómo se comportaría? Mas y más debemos esmerarnos en estar presentables frente al Rey de Reyes.
10. Paciencia: Por cualquier cosa que pase en tu vida, sé paciente.
Es imposible evitar algunos problemas; debes empeñarte en mantenerte paciente aún cuando tengas razón o tengas un disgusto que no lo puedas evadir.
Cuando pierdes la paciencia tu fastidio es peor de lo que es en verdad. Como resultado, sufres aún más.
Si tu inconveniente no puede ser solucionado inmediatamente ¿por qué agregar más sufrimientos?
Defiende fervorosamente tu paz espiritual, la cual es una de tus más preciadas posesiones. Tres personas son especialmente las bienamadas por Di-s: aquel que no pierde el control de su temperamento, el que no se embriaga y aquél que no demande sus plenos derechos (Pesajim 113a).
No permitas que situaciones enervantes te tomen de sorpresa. Antes de que la crisis golpee, elabora tu mente la forma en que te agradaría reaccionar frente a situaciones difíciles y decídete a realizar todo el esfuerzo necesario para no rendirte al pánico o a la rabia
11. Orden: Haz todo en una forma ordenada y disciplinada.
Guarda todo en su lugar para que no pierdas tiempo y paciencia en buscarlo. Todo lo que emprendas hazlo de manera organizada y metódica.
Esfuérzate en concentrarte en lo que estas haciendo y no te distraigas con otros objetivos o pensamientos.
Cuentan acerca de un hombre que fue a visitar a su hijo a la Yeshiva donde estaba estudiando y viviendo. Este se dirigió directamente al cuarto para controlar el orden. Al verificarlo y notar que todo estaba en orden, decidió retirarse. Al verlo el director de la Yeshiva, le pregunto si no quería saber nada acerca de su hijo, ya que no lo había visto. "No me hace falta, dijo el hombre, si hay orden en su cuarto, debe haberlo en su cabeza"
12. Austeridad: No gastes ni un centavo innecesariamente.
No emplees todo el dinero en otra cosa que hacer el bien para ti y para los demás. Empléalo en mitzvot, como por ejemplo, la caridad o todos los preceptos que dependen del dinero, como adquirir libros, pagar un maestro, etc. No malgastes aquello que tiene valor. No despilfarres el dinero en cosas vanas. El tzadik vigila su dinero cuidadosamente pues es preciado.
En Pikei Avot, dice lo siguiente: "Que tu casa esté ampliamente abierta y que los pobres sean miembros de tu hogar".
Así es que encontramos que Abraham Avinu construyó su casa con puertas abiertas en los cuatro costados, para que cualquier viajero que pasara tuviera fácilmente la posibilidad de entrar a su casa. Cuando el invitado estaba listo para irse, podía hacerlo por una puerta diferente para no avergonzarse ante los demás.
De aquí aprendemos que uno debe tener su casa abierta para ayudar a la gente y debe poner a disposición de ellos todo lo que uno tenga (cada uno de acuerdo a sus posibilidades). Uno no debe mantenerse apartado en función de no ayudar a aquellos hombres necesitados. Si un vecino desea pedirte prestado algo y tú no lo necesitas en ese momento, debes prestárselo generosamente. La cualidad más destacada de Abraham era la generosidad. Un judío debe siempre querer emular a nuestro gran patriarca Abraham.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
13. Silencio: juzga el valor de tus palabras antes de hablar.
Es mejor estar callado que luego lamentarse. El ser humano posee muchas facetas extraordinarias una de ellas es hablar, hay gente que le gusta hablar mal, mucho, con doble sentido e insultar.
Si deseas ser sabio, mantén la boca callada.
Como sostiene el Rey Shlomo: "En la multitud de palabras no falta pecado, más el que refrena sus labios obra sabiamente".
En general hablar demasiado puede conducir al mal. Nuestros sabios nos dicen que incluso hablar bien de un amigo puede llevar a la calumnia. Puedes comenzar con la afirmación perfectamente inocente de que cierto hombre es un padre maravilloso. La persona que te escucha podría sentirse entonces tentada de señalar que si bien eso es verdad, ¡el hombre es un esposo terrible! Una tercera persona, presente en la reunión, podría tomar el hilo de la conversación y reforzar lo dicho con una anécdota vil sobre la actividad comercial del hombre. Lo que comenzó como un chisme "inofensivo" puede terminar en un falso concepto, en envidia y en odio. Y de hecho, cuanto más intentes defender al hombre de quien se habla, más podrás estimular a los otros a refutar tu opinión con toda clase de argumentos e insinuaciones. Cuanto más hables, mayor pecado estarás generando.
Hay una anécdota jasídica, basada en la frase de Rabi Israel Baal Shem Tov "De cada cosa que ve hombre ve debe aprender algo para el servir mejor a D-s". Incluso las relativamente modernas invenciones no son excepción a esto; por ejemplo: el tren, el telégrafo y el teléfono. Del tren puedes aprender que a veces, por demorarte apenas un minuto, puedes perder todo un viaje. Del telégrafo, que por cada palabra debes pagar un precio determinado. Del teléfono, que lo que hablas aquí, es escuchado allí, en los dominios celestiales.
http://www.shabuatov.com/
Datos Biograficos
El Rabí Israel Lipkin de Salant zt”l, más conocido como el Salanter, fue una de las grandes luminarias judías del siglo XIX.
De sus conceptuosas enseñanzas de Torá y vida se destacan aquellas que promueven el refinamiento del carácter, el enriquecimiento del mundo interior, y el valorar positiva e intensamente las relaciones interpersonales. El fundamento ideológico y pragmático de sus enseñanzas se halla en la cabal práctica de las mitzvot -mandamientos-, y en el estudio concienzudo de la Torá.
A partir de doctrinas de este tenor es que constituyó el movimiento Mussar (Ética), que parafraseando al Rabí procura "cambiar a los judíos y no al judaísmo".
Su dichos memorables seguramente son abundantes como arenas en las costas, veamos algunos:
- Me maravillo, ¿cómo alguien puede dar un paso siquiera, sin el Talmud?
- El mundo es como un mantel corto extendido sobre una mesa. Cuando uno tira para atraerlo hacia sí, deja al descubierto el otro lado.
- Nadie está tan necesitado como el que busca el honor.
- El carácter es la única posesión verdadera de la persona.
- La espiritualidad es como un pájaro: si se lo aprieta muy fuerte, se sofoca; si se lo aprieta débilmente, se escapa.
- Aquel que quiere estar más alto que otros, no debería cavar un pozo bajo de ellos, sino elevarse a sí mismo.
- No hay más grave enfermedad que el desánimo.
- No todo lo que piensa es para ser dicho; no todo lo que es dicho es para ser escrito; y no todo lo que es escrito es para ser publicado.
- Si usted está en lo correcto, intente permanecer correcto
Un hombre tiene la capacidad de ver grandes distancias, sin embargo, una pequeña moneda le tapa su visión.
- El mundo es como un mantel corto extendido sobre una mesa. Cuando uno tira para atraerlo hacia sí, deja al descubierto el otro lado.
- Nadie está tan necesitado como el que busca el honor.
- El carácter es la única posesión verdadera de la persona.
- La espiritualidad es como un pájaro: si se lo aprieta muy fuerte, se sofoca; si se lo aprieta débilmente, se escapa.
- Aquel que quiere estar más alto que otros, no debería cavar un pozo bajo de ellos, sino elevarse a sí mismo.
- No hay más grave enfermedad que el desánimo.
- No todo lo que piensa es para ser dicho; no todo lo que es dicho es para ser escrito; y no todo lo que es escrito es para ser publicado.
- Si usted está en lo correcto, intente permanecer correcto
Un hombre tiene la capacidad de ver grandes distancias, sin embargo, una pequeña moneda le tapa su visión.
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